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La actinomicosis es una infección bacteriana que afecta comúnmente la cara y el cuello, y que a menudo se conoce como "mandíbula hinchada". Sin embargo, la infección puede aparecer en otras partes del cuerpo, incluyendo el pecho, el abdomen y la pelvis. La actinomicosis proviene de la familia de bacterias Actinomycetaceae , que normalmente vive de forma inofensiva en el revestimiento de la boca, de la garganta, del sistema digestivo y de la vagina, y que entra en el tejido dañado después de un traumatismo, una cirugía u otra infección. Debido a que se suele desarrollar como una infección secundaria, la actinomicosis puede ser difícil de prevenir. Sin embargo, hay algunas medidas prácticas que puedes tomar para evitar algunos casos de este trastorno. Además, si desarrollas una infección, es importante que reconozcas sus síntomas y que entiendas las opciones de tratamiento.

Método 1
Método 1 de 3:

Evitar la actinomicosis

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  1. Practica una buena higiene oral . La actinomicosis cervicofacial oral es la forma más común del trastorno y representa entre el 50 y el 70 por ciento de todos los casos. [1] Por lo general, es el resultado de una mala higiene dental, así que es importante que mantengas saludables los dientes y las encías. Esta medida te ayudará a prevenir el desarrollo de cualquier infección en la boca debido a la enfermedad de las encías y a la caries dental, y también a limitar las probabilidades de contraer una infección si tienes una lesión o si te sometes a una cirugía bucal. [2]
    • Cepíllate los dientes dos veces al día.
    • Usa hilo dental diariamente.
    • Reemplaza regularmente el cepillo dental.
    • Visita al dentista regularmente. Es recomendable que visites al dentista dos veces al año para chequeos regulares.
    • Otros factores que pueden predisponer incluyen caries y extracciones dentales, gingivitis, trauma gingival, infección durante la dentición, diabetes, desnutrición, inmunosupresión y neoplasia o radiación. Tratar el trastorno subyacente (por ejemplo, diabetes) puede ayudar en el tratamiento de la infección por actinomicetos.
  2. Algunos casos de actinomicosis torácica y abdominal se deben a la ingestión o a la inhalación de objetos extraños. Las infecciones del pecho y de los pulmones se deben generalmente a la inhalación de fluido infectado (por lo general, saliva) a través de los pulmones. En el abdomen, suele ser el resultado de haber tragado un objeto extraño (el hueso de un animal, una moneda u otro objeto pequeño) que luego causa una herida o una infección en los intestinos. Para evitar contraer la actinomicosis de esta manera, trata de no inhalar los fluidos orgánicos de otra persona o de no tragar nada que tu cuerpo no pueda digerir. [3]
    • Si tienes un problema prolongado con las drogas y el alcohol, entonces tienes un mayor riesgo de contraer la infección debido a que la intoxicación hace que sea más fácil ingerir o inhalar objetos extraños. Además, el consumo excesivo de drogas y de alcohol debilitan el sistema inmunitario.
  3. Si una persona tiene apendicitis y el apéndice estalla, puede desarrollar actinomicosis abdominal si los intestinos están dañados a causa de la bilis infectada o de la cirugía. También se puede desarrollar el trastorno en la cabeza y en el cuello como resultado de una infección de oído o de amigdalitis. Asegúrate de visitar a un médico si contraes cualesquiera de estas infecciones y sigue sus recomendaciones. Esta medida puede impedir que contraigas una infección secundaria de actinomicosis.
  4. La actinomicosis pélvica es la manifestación más rara de la infección y representa solo el 10 por ciento de todos los casos. Por lo general, ocurre únicamente cuando un DIU se deja en la pared uterina por más tiempo del que el fabricante recomienda. Para evitar esta infección, sigue las instrucciones del médico con respecto al mantenimiento adecuado del DIU y, si contraes una infección, pide que te lo extraigan. [4]
    • Algunos DIU pueden permanecer en el útero solo por unos cuantos años. Otros pueden permanecer adheridos por casi una década. Consulta con un médico para saber cuándo debes pedir que te extraigan el DIU. [5]
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Método 2
Método 2 de 3:

Reconocer los síntomas de la actinomicosis

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  1. Si tienes actinomicosis en la cara o en el cuello, desarrollarás bultos de color rojizo o azulado que inicialmente pueden ser dolorosos pero que se volverán indoloros. También puedes tener una fiebre alta (38 grados Celsius o 100 grados Fahrenheit). Además, puedes tener pequeños conductos, conocidos como tractos sinusales, que se abren en la superficie de la piel, que segregan pus y que contienen una secreción de color amarillo costroso.
    • El desarrollo de bultos faciales es la razón por la que la enfermedad tiene el nombre popular “mandíbula hinchada”. [6] Los bultos faciales incluyen síntomas derivados de la formación de abscesos, del drenaje de los tractos sinusales, de la formación de fístulas y de la fibrosis.
    • No confundas los tractos sinusales que se desarrollan como resultado de la actinomicosis con las cavidades sinusales de la cara y de la nariz.
  2. La actinomicosis de los pulmones y de la cavidad torácica hará que tengas una fiebre alta (38 grados Celsius o 100 grados Fahrenheit), que experimentes un poco de dolor en el pecho y que sientas fatiga. También puede reducir tu apetito y, por consiguiente, hacerte bajar de peso. También puedes desarrollar una tos seca y experimentar un poco de falta de aliento.
    • También puedes desarrollar tractos sinusales en el pecho.
    • Si tienes tos, es probable que esté acompañada de flema o incluso de sangre.
  3. La actinomicosis del abdomen dará como resultado fiebre leve (menor de 38 grados Celsius o de 100 grados Fahrenheit), fatiga, dolor abdominal y pérdida de peso. Es probable que también experimentes problemas digestivos como náuseas, vómitos, diarrea y estreñimiento. Estos son síntomas no específicos que también pueden estar presentes en enfermedades como neoplasia, enfermedad de Crohn y tuberculosis. El médico debe tener un grado elevado de sospecha para hacer un diagnóstico. También puedes desarrollar bultos y tractos sinusales notorios en el abdomen.
  4. La actinomicosis de la pelvis producirá síntomas como fiebre leve (menor de 38 grados Celsius o 100 grados Fahrenheit), fatiga y pérdida de apetito. Es probable que experimentes también un poco de dolor abdominal inferior, y sangrado o secreción irregular o anormal de la vagina. También notarás el desarrollo de bultos y de tractos sinusales en el área pélvica. Aproximadamente el 7 % de las mujeres con DIU tienen actinomicetos presentes en la prueba de Papanicolaou. [7]
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Método 3
Método 3 de 3:

Tratar la actinomicosis

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  1. Si notas alguno de los síntomas de la actinomicosis, asegúrate de visitar al médico inmediatamente. Es muy probable que este deba diagnosticar la infección analizando un poco de la secreción infectada o tomando una radiografía. Visitar al médico en las etapas iniciales de la infección impedirá que la enfermedad empeore y hará que empieces el proceso de recuperación. [8]
  2. Después de consultar con el médico, este probablemente recomendará un ciclo prolongado de antibióticos, lo cual generalmente es necesario para tratar completamente la actinomicosis. Los antibióticos comunes que se usan para tratar la infección son las penicilinas (inyecciones de bencilpenicilina y pastillas de fenoximetilpenicilina). Tendrás que recibir un ciclo inicial de inyecciones de antibióticos que duren entre 2 y 6 semanas, seguido de un tratamiento de antibióticos orales que duren entre 6 y 12 meses. Después de tomar el ciclo de antibióticos, tu cuerpo debe estar libre de la enfermedad.
    • La diarrea, las náuseas, la erupción y la vulnerabilidad a las infecciones fúngicas son efectos secundarios de tomar penicilinas.
    • Si eres alérgico a la penicilina, el médico también puede sugerir antibióticos alternativos, como tetraciclina o eritromicina.
    • Es probable que un médico o una enfermera te indique cómo ponerte las inyecciones de antibióticos.
  3. Si la infección ha dañado seriamente algún tejido, es probable que necesites someterte a una cirugía para repararla. Por ejemplo, tal vez se te deban extirpar las secciones dañadas de los intestinos y cerrarlas quirúrgicamente. También puedes necesitar que se te extraiga el pus de los abscesos que se han desarrollado en tu cuerpo. Esta medida impedirá que se rompan y que la infección se difunda aun más.
    • Si desarrollas bultos pélvicos, asegúrate de ver a un médico inmediatamente. La infección puede agravarse y provocar posiblemente una histerectomía. [9]
  4. Si la infección es el resultado de un DIU, el médico extraerá el dispositivo. Esta medida eliminará la fuente de la infección y hará que el régimen de antibióticos cure más fácilmente la infección. [10] A causa de la probabilidad de una infección futura, es probable que debas considerar la posibilidad de usar dispositivos anticonceptivos alternativos si la actinomicosis que has experimentado es consecuencia de un DIU. [11]
    • Toma en cuenta que no hay evidencia de la eficacia de los antibióticos en mujeres que han sido infectadas y que tienen DIU si son asintomáticas.
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