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De vez en cuando, es posible que te encuentres en una situación en que has hecho o dicho algo de lo que te arrepientes. Después, seguramente sientas vergüenza y desees deshacer lo ocurrido. Desafortunadamente, no es posible volver el tiempo atrás y empezar de nuevo. Sin embargo, existen ciertas medidas que puedes tomar para mejorar las cosas y redimirte ante los ojos de las personas que has lastimado.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Superar tus errores

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  1. Tus errores (o traiciones) pueden incluir distintos tipos de situaciones. Por lo general, significa que has roto algún tipo de acuerdo (formal o informal) con alguien o algo. [1]
    • Algunos ejemplos de errores incluyen engañar a tu pareja al serle infiel, romper la confianza de alguien al mentirle, o ir en contra de tu código moral o ético al robar algo.
  2. Ya sabes que has traicionado a alguien, por lo que es importante que no esperes a que lo descubra por otro medio. Postergar las cosas hasta que el otro se entere de lo que has hecho a través de otra persona solo empeorará mucho las cosas, y hará que sea mucho más difícil llegar a una resolución. [2]
  3. Es difícil superar cualquier tipo de error, y la otra persona podría necesitar mucho tiempo para volver a confiar en ti. Es importante que colabores para recuperar su confianza al comprometerte a ser diferente o cambiar en el futuro. Una vez que hayas asumido el compromiso, tendrás que respetarlo y ser diferente o cambiar. [3]
  4. La persona a quien has lastimado posiblemente quiera hacerte muchas preguntas con respecto a tu comportamiento. Quizás quiera conocer todos los detalles, incluyendo por qué has hecho lo que has hecho y en qué estabas pensando. Procura responder con sinceridad sin culpar al otro. [4]
    • Por ejemplo, si has engañado a tu pareja, seguramente te pregunte por qué lo has hecho. Si realmente quieres superar el engaño y hacer que la relación funcione, la respuesta no será culpar a tu pareja por lo que has hecho. En cambio, responde con sinceridad cuáles han sido tus motivos para seguir adelante con el engaño (por ejemplo, porque no has tenido la confianza suficiente para hablar con tu pareja acerca de tus necesidades y has recurrido a alguien más para encontrar la satisfacción).
  5. La persona que has lastimado posiblemente haya experimentado emociones muy extremas y quiera compartir parte (o todas) de estas emociones contigo. Entonces, es importante que la escuches. Después de todo, tú eres la causa de dichos sentimientos. Evita analizar, evaluar o juzgar sus palabras. [5]
    • En esta conversación (o varias conversaciones), la otra persona expresará sus emociones (racionales o no). No es necesario que estés de acuerdo para escucharla, pero es importante que recuerdes que son emociones, y no siempre tendrán sentido.
  6. Dependiendo de la magnitud de tu error, el proceso de sanación puede tomar mucho tiempo. Quizás tengas que darle un tiempo a la persona que has traicionado para recuperar la confianza que solía existir. Además, tendrás que demostrarle activamente que tu objetivo es recuperar su confianza. [6]
  7. No busques excusas, ni proporciones racionalizaciones o justificaciones, o evites explicar lo sucedido y sus motivos. [7]
    • Por ejemplo, si has robado, no digas que lo has hecho porque todos tus amigos lo hacen. Esta es una excusa cuyo fin es eliminar cualquier culpa personal por tus acciones individuales. Este tipo de excusa no te permitirá recuperar la confianza de la persona a quien has traicionado.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Disculparte

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  1. Una disculpa completa incluye arrepentimiento, responsabilidad y solución. El arrepentimiento tiene que ver con ser empático y reconocer que lo que has hecho ha causado dolor. La responsabilidad implica aceptar que has cometido un error, y que es tu deber solucionarlo y hacer las paces. Por último, la solución tiene que ver con comprender que tienes que compensar al otro por tus acciones. [8]
  2. Uno de los aspectos más importantes de una disculpa es la sinceridad, que proviene del hecho de que en verdad te arrepientes de lo que has hecho y reconoces que has herido a alguien más. Si no lamentas lo que has hecho o no aceptas o no te preocupa haber lastimado a alguien a través de tus acciones, tu disculpa no será sincera. [9]
    • Arrepentirte no significa que admites que has hecho algo malo a propósito, sino que comprendes que tus acciones han lastimado a otra persona y que en verdad lo lamentas.
    • Algunos ejemplos de una disculpa que transmita sinceridad y arrepentimiento son:
      • Lamento mucho lo que he hecho. Me arrepiento de haberte lastimado.
      • Lo lamento mucho. Reconozco que he herido tus sentimientos y me siento horrible por eso.
  3. Al igual que con el arrepentimiento, asumir la responsabilidad no significa que hayas lastimado a alguien de manera intencionada. La responsabilidad permite demostrarle a la persona que has herido que aceptas la culpa por lo sucedido. [10]
    • Estos son algunos ejemplos de cómo puedes disculparte y asumir tu responsabilidad:
      • Lo siento mucho. Sé que has tenido problemas para confiar en las personas, y el hecho de haberte mentido no ha mejorado las cosas. No debería haberte mentido.
      • ¡Lo lamento tanto! No existe una buena excusa por mis acciones. Sé que te he herido y quiero asumir toda la responsabilidad por ello.
  4. Ya no puedes deshacer lo que has dicho o cambiar las cosas para hacerlas de nuevo, pero puedes compensar el daño de algún modo. Esta restitución a la persona que has herido puede ser prometerle nunca volver a cometer dicho error o compensar la situación al hacer algo específico. [11]
    • Estos son algunos ejemplos de cómo puedes disculparte y ofrecer una solución:
      • Siento mucho que por mi culpa hayamos llegado tarde al cine y nos hayamos perdido el inicio. La próxima vez que vayamos a ver una película, ¡yo te invito!
      • Me arrepiento de haberte mentido ayer. Ha sido un comportamiento totalmente erróneo y no volverá a suceder.
      • Lamento mucho haberte tratado mal en la reunión. No sé qué me pasó. Haré todo lo que esté a mi alcance para asegurarme de no volver a comportarme de esa forma en el futuro.
  5. Todas las disculpas deben ser sinceras. Si has decidido pedir perdón por algo porque alguien te ha dicho que es lo que debes hacer o porque crees que una disculpa te ofrecerá algo a cambio, has tomado la decisión incorrecta. Las personas percibirán que tu disculpa no es sincera y quedarás mucho peor. [12]
  6. Cuando las personas comprenden que han cometido un error, pueden verse tentadas a inventar un montón de excusas para demostrar que no son culpables de lo ocurrido. Antes de disculparte con la persona a quien has lastimado, es importante que reconozcas el error por lo que es y que trabajes en perdonarte a ti mismo primero. [13]
    • Comienza por aceptar que has cometido un error y que no hay nada que justifique lo ocurrido.
    • Piensa en lo que has hecho y cómo ha afectado a los demás. Piensa cómo te sentirías si estuvieses en sus zapatos.
    • Reconoce que los humanos cometen errores, y que tú eres un ser humano. Perdónate por haber actuado mal e intenta deshacerte de la sensación de culpa.
    • Esfuérzate por perdonar a la otra persona, en caso de ser necesario. Si tus motivos para cometer el error tienen que ver con un conflicto con otra persona, es posible que también tengas que perdonarla antes de pedirle perdón. En este tipo de situación, es importante que actúes con madurez, reconozcas tu error y asumas tu responsabilidad, por más que el otro se niegue a hacerlo.
    • Planifica cómo te disculparás, incluyendo las cosas que dirás, cómo harás las paces y dónde le pedirás perdón. Lo ideal es que no te disculpes sin antes prepararte al menos un poco. De lo contrario, podrías enredarte con tus palabras si estás muy nervioso.
  7. No apresures las cosas. La persona a quien has herido quizás necesite algo de tiempo para pensar en lo sucedido y decidir qué hacer. [14] [15]
    • Cuando hables con ella, dile específicamente que harás un seguimiento después de un período específico. Permite que te diga si necesita más o menos tiempo, y cómo te informará su decisión.
    • La cantidad de tiempo que tengas que darle dependerá en gran parte de la magnitud del error. Si has olvidado el cumpleaños de tu esposa, es posible que necesite un día para calmarse y darte una respuesta. Sin embargo, si has chocado al perro del vecino o el auto de otra persona, posiblemente deban transcurrir varios días o semanas para determinar el mejor método para hacer las paces.
  8. Una vez que la persona a quien le has pedido perdón haya tenido tiempo para pensar en tu disculpa, escucha su respuesta con atención. Es importante que no solo prestes atención a sus palabras, sino que leas entre las líneas y comprendas su significado. [16] [17]
    • Escucha atentamente a la persona en un ambiente libre de distracciones. Si hablan en una cafetería muy concurrida o en un lugar con la televisión de fondo, sugiérele ir a otro lugar con menos distracciones.
    • No te desconcentres al escuchar al otro. Si estás demasiado cansado o hay algo en tu mente que no te permite concentrarte, quizás este no sea el mejor momento para conversar.
    • Evita defenderte si la persona se molesta o enoja. Es posible que solo necesite desahogarse porque la has lastimado. Tu objetivo aquí es simplemente escucharla.
    • Presta atención a tu lenguaje corporal. Mira directamente a la persona cuando habla. Asegúrate de que tu expresión facial sea la apropiada en función de sus palabras. No cruces los brazos delante de tu cuerpo. Asiente con la cabeza o di “sí” para animarla a que siga hablando.
    • Repite sus palabras para asegurarte de comprenderla por completo y demostrarle que realmente le prestas toda tu atención.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Aprender de tus errores

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  1. Una vez que hayas ganado experiencia con algo o hayas tenido tiempo para formar una opinión sólida de algún tema, quizás te resulte difícil tener en cuenta otras perspectivas o puntos de vista. Este comportamiento puede hacer que los demás sientan que crees que siempre tienes razón y que eres demasiado terco como para escuchar. Por lo tanto, esfuérzate por considerar las opiniones y perspectivas de los demás, y no supongas que siempre tienes razón. [18] [19]
    • Esto es muy importante si has lastimado a alguien. Tu pensamiento inicial puede ser que tu perspectiva es “correcta” o que lo has hecho por los motivos correctos. En este momento, vuelve a evaluar la situación y tómate un momento para comprender las perspectivas que no has tenido en cuenta antes.
  2. Tómate un momento para reconocer que eres una persona valiosa que merece ser amada y cuidada. Evita las críticas duras interminables por las cosas que has hecho mal. Ten contigo el mismo nivel de compasión que tendrías por alguien más. [20]
    • Adopta la autocompasión al escribirte una carta. Haz como si fueses otra persona y escríbete una carta para brindarte consejos y mostrarte compasión.
    • Escribe los pensamientos negativos o las críticas que dices o piensas de ti mismo. Lee la hoja y evalúa si le dirías esas cosas a un amigo.
  3. Los niños suelen evitar hacer cosas por temor al resultado. Desafortunadamente, las personas pueden trasladar este comportamiento a la adultez, lo que les impide hacer cosas que podrían beneficiarlas. Al evaluar algo nuevo, no permitas que el miedo de lo que podría suceder te impida intentarlo. [21]
    • También es posible que hayas tenido una mala experiencia en el pasado que haga que ahora tengas miedo de intentarlo nuevamente. Por ejemplo, quizás has sufrido un accidente automovilístico al aprender a conducir, por lo que nunca te has molestado en obtener tu licencia. No permitas que un error del pasado te cause sufrimiento en el futuro.
    • Si has herido a alguien, quizás tengas miedo de ponerte en una situación similar en el futuro por miedo a repetir el mismo error. Comprende que ahora sabes qué has hecho mal y puedes enfocarte en no repetir ese error. No es necesario que evites la situación por completo.
  4. La vergüenza puede originarse en distintos lugares, incluyendo la infancia y las cosas aprendidas en la escuela y la casa. La mayoría de las cosas que causan vergüenza se aprenden de forma subconsciente y, en la adultez, las personas siguen experimentándola porque no han podido reconocer quiénes son en verdad. [22]
    • Tu verdadero ser es quién quieres ser por tus motivos personales. No es la persona que tus padres o profesores quieren que seas por sus razones.
    • Mostrar tu verdadero ser ante los demás no solo es liberador, sino que puede construir relaciones profundas con dichas personas. Quizás ahora puedas relajarte al interactuar con ellas porque sabes que confían en ti y no te juzgarán.
    • Quizás hayas herido a alguien en función de una noción preconcebida que tu subconsciente ha aprendido durante tu infancia. Ahora, seguramente sientas vergüenza de ti mismo porque las nociones que has usado en la situación no son las que en verdad crees.
  5. La realidad puede ser molesta, difícil y dolorosa. Por estos motivos, puede ser tentador hacer como si esas realidades no existieran. Sin embargo, este puede ser un comportamiento peligroso. Aprovecha la oportunidad para enfrentar tu realidad y te sentirás liberado, renovado y enérgico. [23]
    • La realidad es que has lastimado a alguien. Si bien puede ser difícil de enfrentar y admitir, tienes que reconocer las cosas que has hecho y la realidad de tus acciones para poder sanar y dejar el dolor atrás.
  6. Si tu mente es analítica, es posible que pienses demasiado en los detalles de tu vida. Este tipo de pensamiento puede ser útil en algunos casos, pero también puede ser dañino en otros. Cambiar la forma de pensar puede ser difícil, pero al menos intenta reconocer que te obsesionas con algo para poder identificar su origen. [24] [25]
    • Cuando te mortifiques con un pensamiento, haz algo para distraerte. Mira tu película favorita, lee un libro interesante, colorea, sal a caminar, etc.
    • Saber que has lastimado a alguien significa que tendrás que pensar en lo que has hecho para encontrar posibles soluciones para remediar la situación. Sin embargo, esto no significa que tengas que mortificarte por siempre. La obsesión puede causar estrés y ansiedad.
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