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Vivir con un animal es muy similar a vivir con un amigo humano; es importante establecer límites claros, tratarse con respeto, reconocer las necesidades del otro, y compartir tiempo de calidad. Sin embargo, a diferencia de vivir con un amigo humano, tu mascota dependerá de ti para la comida, la atención médica, el cuidado y el afecto, entre otras cosas. Las formas específicas en que desarrolles una amistad con tu mascota dependerán del tipo de animal que tengas.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Establecer confianza

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  1. Este paso no requiere mucha explicación. Respira de forma regular, haz movimientos suaves y lentos (pero no tan lentos que parezcan anormales, dado que podrías asustar al animal) y habla con un tono de voz normal y tranquilo. Evita ser ruidoso.
    • Simplemente piensa cómo te sentirías si alguien pareciera estar nervioso, se moviera con intranquilidad y hablara fuerte y con nervios, e hiciera movimientos bruscos y rápidos. Esto haría que la mayoría de las personas se pusieran al menos un poco nerviosas, y lo mismo ocurre con los animales.
    • Conserva siempre la calma al relacionarte con tu mascota, independientemente de lo que haya hecho. Si estás muy molesto con ella, tómate un momento para calmarte antes de ocuparte de ella. El objetivo no es que te tenga miedo, sino que te respete.
  2. Comprende que quizás necesites un tiempo para construir un vínculo duradero con tu mascota. Algunos animales, como los cachorros y los gatitos, podrían estar más tranquilos contigo que mamíferos pequeños y reptiles, que podrían ser más propensos a tener un comportamiento defensivo.
    • Si tu mascota no se encariña contigo de inmediato, dale tiempo. Podrás ganar su afecto con un comportamiento estable, amable y respetuoso, y con el uso apropiado de golosinas o premios.
  3. Sé consecuente en todo lo que hagas, desde alimentarlo hasta entrenarlo, y todo lo demás. Las mascotas son como niños, en el sentido de que necesitan coherencia y estructura para sentirse seguros y protegidos.
    • Si tu mascota sabe qué esperar de ti, es más probable que se sienta cómoda a tu lado (a menos que lo que espere de ti sea un comportamiento impredecible y agresivo, algo que no le agradará).
  4. Establece reglas y límites, y respétalos. Reserva un tiempo para practicar estas reglas y límites con tu mascota todos los días. Si rompe una regla, usa el lenguaje corporal y conserva la calma, pero escoge palabras firmes que le hagan saber que lo que ha hecho no está bien. Una vez que establezcas que eres el jefe, está bien que seas más suave y amoroso, al mismo tiempo que sigues reforzando las reglas de manera consecuente.
    • En el caso de los perros, esto se llama “el perro alfa”. Los perros son más felices cuando tienen la confianza de que eres su líder y puedes tomar decisiones por ellos. Pueden tener su libertad apartada y con personas, otros animales y en situaciones extrañas porque te observarán para que los guíes y transmitas confianza. Está bien si sientes que eres “amigo” de tu perro, pero un perro necesita saber que eres su líder.
    • Controlar a los gatos puede ser más difícil, dado que a menudo sienten que son el alfa. Si tu gato te molesta (a menudo atacándote o ignorando las reglas), una buena forma de entrenarlo es simplemente ignorar cuando haga cosas malas y elogiarlo cuando haga cosas que apruebes. A los gatos no les gusta ser controlados, pero menos les gusta ser ignorados.
    • La comida es una buena forma de establecer que eres la persona que manda. Los animales generalmente notarán que eres tú quien los alimenta todos los días, por lo que esperarán verte con ansias. Si les das golosinas cuando hagan algo bueno, van a querer hacerte sentir feliz.
  5. Si el animal hace algo que no apruebas, hazle saber con calma y firmeza que no está bien, sin lastimarlo físicamente ni gritarle. Lastimarlo incrementará las posibilidades de que te ataque, en vez de obedecerte.
  6. El lenguaje corporal es muy amplio, dependiendo del tipo de animal que hayas escogido como mascota. Si no sabes mucho del tema, puedes comprar un libro o leer páginas web dedicadas a tu animal específico. Comprender su lenguaje corporal te ayudará a ser un mejor comunicador, dado que incluso puedes imitar algunas de sus posturas, expresiones y sonidos para enviarle tu mensaje de una forma que comprenda.
    • Cuando los perros se sienten estresados o amenazados, sus ojos parecen más grandes que lo normal. Si tu perro no se siente bien, quizás parezca que entrecierra los ojos. Si no te mira directamente, pero mira hacia las esquinas de los ojos y puedes ver gran parte del color blanco de sus ojos (esto se llama “ojos de ballena”), es probable que esté por tener un estallido agresivo. Si tu perro se siente estresado o agresivo, los ojos bien abiertos estarán acompañados por rigidez corporal. [1]
    • Si tu gato te mira parpadeando lento, probablemente quiera demostrar afecto. Puedes hacer lo mismo para demostrarle que lo quieres. En el caso de los gatos, cerrar un ojo en la presencia de otro es una forma de demostrar confianza. Si se sienten amenazados, sus colas estarán erguidas y esponjosas (como el extremo de un cepillo de baño ) y su espalda estará arqueada. [2]
    • Los pájaros pueden ser más expresivos a través de los ojos, las plumas y la voz. Si las pupilas se agrandan y encogen rápidamente, puede ser una señal de emoción o mucho interés, o miedo y enojo (el contexto es importante para saber cuál emoción puede ser). Por lo general, agitan sus alas mientras se limpian. Sin embargo, si continúan así, podría ser una señal de molestia (en cuyo caso, debes llevar al animal a un veterinario para un chequeo). [3]
  7. Los expertos en animales proporcionan pautas generales sobre qué esperar de los animales, pero, al igual que con las personas, los animales suelen tener sus propias peculiaridades. Es importante que respetes la individualidad de tu mascota. No la obligues a hacer cosas que claramente no le gustan. Ten en cuenta que no es lo mismo que permitir que corra por la casa o te intimide. Siempre es importante hacer cumplir tus reglas y límites de manera consecuente.
    • Los perros generalmente son afectuosos y quieren estar cerca de sus dueños todo el tiempo. Sin embargo, algunos (los shiba inu son conocidos por esto), prefieren que no los acaricien ni abracen. Si notas que a tu perro no le gusta que lo abraces, no lo obligues. Quizás le guste tener una hora solo en otra sala de la casa cada noche. Siempre y cuando no muerda los muebles ni haga un agujero en la alfombra, permite que tenga este tiempo a solas.
    • Una buena idea es pensar en los gatos como compañeros de cuarto extraños, en vez de animales. Tu gato quizás esté encima de ti siendo muy cariñoso, y al siguiente segundo podría saltar de ti y alejarse corriendo, desapareciendo por varias horas. Siempre y cuando no te lastime ni rompa tu casa, acepta esta peculiaridad y permite que sea su propia “persona”.
  8. Sé empático al relacionarte con tu mascota. No es posible saber qué piensa, así que esfuérzate por leer su lenguaje corporal e imagina qué podría estar atravesando para tratarlo lo mejor posible.
    • Un perro rescatado quizás haya sufrido abusos por parte de su exdueño. Antes de conocerte, quizás haya pasado la mayor parte de su vida viviendo en la calle, muerto de hambre y asustado. Existen muchas evidencias (incontables historias de rescates y videos en línea) que demuestran que estos perros, que podrían descontrolarse al principio, terminan amando y confiando en sus humanos, y viceversa. Si tu perro se comporta de una forma que no te agrada, refuerza las reglas con calma, suavidad y coherencia, y entrará en razón.
    • Si tu mascota es un mamífero pequeño (rata, jerbo, conejillo de indias, conejo), no te abalances y lo levantes repentinamente, dado que luego estará aterrado. Estos son animales que suelen ser cazados desde arriba; si quieres ganar su confianza y afecto, no te comportes como un depredador.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Compartir tiempo de calidad con tu mascota

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  1. En el caso de que no puedas jugar directamente con ella, aprende cómo le gusta jugar (o como actúa o juega su especie o raza específica) y esfuérzate por permitir que lo haga (ya sea contigo o en tu presencia).
    • Esto suele ser más sencillo con un perro o gato, dado que ambos juegan de forma más similar a los humanos; tirar una pelota, perseguirse (jugar a la mancha), correr y saltar.
    • A algunas serpientes les gusta trepar. Si quieres desarrollar un vínculo más profundo con una y te sientes seguro para dejarla salir de su recinto, considera la posibilidad de comprarle un poste largo para trepar y permite que lo haga mientras entrenas. De esta forma, sentirás que ejercitan juntos. Si lo haces de manera regular, comenzará a sentirse como una rutina.
    • Puedes comprar gimnasios de actividades para aves. Pon al pájaro en el gimnasio en el piso o una mesa en la sala mientras trabajas, lees, ejercitas o miras televisión y permite que juegue.
  2. Lleva a tu perro a dar una caminata a un lugar que no conozca. Sal a caminar con tu iguana o serpiente en tu hombro o brazo (si es sociable). Lleva a casa un juguete nuevo para jugar con tu gato. Los animales también se aburren, e incorporar cosas nuevas y divertidas en sus vidas de vez en cuando los hará felices. Solo piensa bien qué incluir; los gatos generalmente no disfrutan ir a un parque para perros, por ejemplo.
  3. Muchos animales distintos disfrutan aprender trucos para ganar premios, como comida o juguetes. Puedes enseñar trucos nuevos a tu perro o gato, o cantar una canción y bailar con tu pájaro (probablemente aprenda a balancearse si das saltos frente a él). Instala una carrera de obstáculos para tu rata y recompénsala cuando la complete.
  4. Literalmente, procura estar en la misma sala con ella. Permite que esté cerca de ti mientras preparas la cena, miras televisión o lees un libro. Cuanto más tiempo compartan, mayores serán las probabilidades de que desarrollen una amistad.
    • Muchos dueños de serpientes afirman que sus mascotas disfrutan enrollarse en sus brazos o cuellos mientras están sentados en el sofá o al salir a caminar (e incluso conducir un vehículo). Por supuesto, si no sabes si tu serpiente quiere acurrucarse a ti o estrangularte, es mejor que no le permitas estar alrededor de tu cuello.
  5. Si tu mascota es receptiva al afecto físico, proporciónaselo. Acurrúcate en el sofá con tu gato, perro, reptil, ave, etc.
  6. Por supuesto, es poco probable que comprenda la mayoría de tus palabras, pero si le hablas de forma calma y positiva, se acostumbrará a tu presencia y tu voz. Cuando llegues a casa, asegúrate de saludar a tu mascota. Esto la ayudará a asociar tu llegada con la palabra “hola”.
  7. La cantidad de tiempo que pueda pasar sin ti dependerá de cada animal. Los gatos y reptiles pueden pasar mucho más tiempo sin sus humanos que los perros, por ejemplo.
    • Si sabes que estarás fuera por 24 horas y tu perro estará en casa, organiza con alguien para que se acerque y esté con tu mascota mientras no estás. Si tienes un gato, probablemente sea suficiente con dejarle algo de comida adicional y agua. Si se trata de un gato muy ansioso, puedes hacer que alguien a quien conozca se acerque y pase una o dos horas con él.
    • Si planeas irte de vacaciones y no puedes llevar a tu mascota, asegúrate de encontrarle alguien que pueda brindarle cuidados apropiados y de confianza.
    • Si sueles estar fuera de casa más de cinco horas por día, puedes llevar a tu perro a una guardería de perros o ver la posibilidad de llevarlo al trabajo contigo.
  8. Una mascota es solo una parte de tu vida, pero, para ella, eres toda su vida. Es por ello que es importante reconocerla cuando estés en la misma sala. No la ignores. Actúa feliz de verla. La forma en que demuestres alegría por verla dependerá del tipo de mascota que tengas.
    • Por lo general, un perro disfrutará un “Hola” alegre y una caricia cuando pasas a su lado.
    • Un gato quizás solo disfrute un “hola” o desee que te agaches y lo acaricies un poco.
    • Un conejillo de indias podría chillar de alegría cuando te acercas. Si disfruta las caricias, dile “Hola” y acarícialo.
    • Un reptil que disfruta ser tocado estará feliz por la atención, pero, si al tuyo no le gusta, quizás no le importe lo que hagas. De todas formas, si quieres construir una amistad con este animal, dale algún tipo de atención, por más que solo sea acercarte a su recinto y decirle “Hola”.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Cuidar a tu mascota

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  1. Los animales son responsabilidades vivientes a largo plazo. Es fundamental que te asegures de poder permitirte el gasto de su comida y atención. Crea un presupuesto mensual que incluya comida, suministros y visitas regulares al veterinario, y agrega un fondo de contingencia para posibles visitas al veterinario, en el caso de que tu mascota enferme. También puedes contratar un seguro para mascotas.
    • Los perros suelen necesitar comida, bolsas para las heces (si vives en un lugar donde es necesario levantar su suciedad), golosinas, una jaula, correa y cabestro de buena calidad, un collar, etiqueta de identificación, licencia (dependiendo del lugar donde vivas, quizás tengas que inscribir a tu perro en la ciudad para tener una), juguetes, recipientes para comida y agua, y posiblemente un impermeable y botitas (dependiendo del perro y el lugar donde vivas).
    • Los gatos necesitan cajas de arena, arena, juguetes, comida, recipientes para comida y agua, cama, jaulas de transporte para las visitas al veterinario, postes para arañar y golosinas.
    • Los mamíferos pequeños necesitan jaulas, relleno para jaulas, cosas para mantenerlos ocupados en sus jaulas (una rueda, algunos tubos y otros juguetes), suministro de agua y comida, y posiblemente una piedra de sal.
  2. Hazlo todos los días en horarios específicos (por ejemplo, a la mañana y la noche). La clave para todos los animales es ser consecuente, dado que la falta de orden en sus vidas puede causarles inseguridad y ansiedad (e incluso miedo).
    • La frecuencia con la que alimentes a tus mascotas dependerá del tipo de animal que tengas. Los gatos y perros necesitan comer al menos dos veces al día. Los lagartos jóvenes y adultos necesitan comer varias veces al día, mientras que otros lagartos y serpientes solo necesitan comer cada dos días.
  3. Averigua cuál es la comida de mejor calidad para tu tipo de animal y cómprala. En el caso de los perros y gatos, compra alimentos que contengan ingredientes naturales y saludables, y la menor cantidad de conservantes posible. En el caso de los reptiles, puedes alimentarlos con alimentos integrales, como plantas, pescado o ratones (dependiendo de si tu mascota es un reptil omnívoro o carnívoro). [4]
    • Por lo general, puedes encontrar una buena selección de alimentos de buena calidad en la veterinaria o tienda de suministros para mascota. Si tienes dudas con respecto a la mejor dieta para tu mascota, lee sobre la especie o pregúntale al veterinario.
  4. Limpia regularmente la jaula del perro, la caja de arena del gato, la jaula del conejo, el recinto de la serpiente, etc. Evita limpiar estos espacios con sustancias químicas fuertes, dado que pueden irritar la piel de la mascota (o causar peores problemas).
    • También es importante mantener la casa limpia (en especial, los pisos). No dejes cosas peligrosas tiradas en casa que puedan lastimar a tu mascota. Cosas como el chocolate y las uvas en el piso pueden ser fatales para un perro. Tu mascota también podría verse tentada y morder los cables, lo que podría electrocutarla.
  5. Muchos animales se asean solos, pero, en ocasiones, pueden necesitar ayuda. Se recomienda peinar regularmente a los perros y gatos, en especial si tienen un pelaje largo propenso a enmarañarse. Si tu mascota está afuera y las garrapatas son comunes donde vives, revísala regularmente y quítaselas si tiene.
    • Si bien el baño es común en los perros, no es necesario en los gatos. De hecho, puede hacer más mal que bien, dado que quita los aceites naturales de su pelaje. Si tu gato está muy sucio o parece tener dificultades para limpiar ciertas partes del cuerpo, está bien que lo bañes.
    • Si bañas a tu mascota, asegúrate de usar productos específicamente diseñados para dicho animal. Jamás uses champú y acondicionador para humanos en tu perro, gato u otro animal, dado que podría irritar su piel.
  6. Los animales son muy buenos para ocultar sus enfermedades; dar la impresión de estar saludables los ayuda en la naturaleza, dado que los enfermos son objetivo de los depredadores. Además, los animales se comunican distinto a los humanos. En vez de decir “Estoy enfermo”, tu gato podría dejar de comer o comenzar a hacer sus necesidades fuera de su caja de arena. [5] Por estos motivos, es recomendable programar chequeos regulares para tu mascota al menos una vez al año, por más que parezca estar saludable.
    • En el caso de las mascotas más adultas, es recomendable realizar chequeos con una mayor frecuencia que una vez al año. Si tu mascota es adulta, llévala al veterinario al menos dos veces al año.
  7. La frecuencia y la forma en que socialices con tu mascota dependerá del tipo de animal que tengas.
    • Los perros pueden socializar todos los días con las personas y otros perros. Para tener un perro saludable, la oportunidad de jugar con otros perros amigos será una fuente de felicidad y relajación. Sin embargo, si a tu perro le genera ansiedad estar cerca de otros, tendrás que ser más cuidadoso con respecto a su socialización.
    • Los gatos suelen disfrutar más al interactuar con personas que con otros gatos, dado que pueden ser muy territoriales. No obstante, si tu gato parece disfrutar la compañía de otros gatos, no existe un motivo para que no tenga encuentros con otros gatitos. Por lo general, esto aplica más a los gatos que viven dentro de la casa que los que viven afuera.
    • Algunos mamíferos pequeños y pájaros disfrutan la compañía de un amigo, en especial si no estás mucho tiempo en casa.
  8. La frecuencia y el tipo de ejercicio varían dependiendo del animal que tengas. También habrá variaciones en los mismos animales, dependiendo de su tipo, estado físico y edad. Si tu mascota no realiza el ejercicio necesario, será más propenso a portarse mal o ser agresivo.
    • Pasea a tu perro y juega con él todos los días. La distancia y la intensidad del ejercicio con tu perro dependerán de la raza. Un husky necesita mucho más ejercicio que un pug.
    • Juega con tu gato todos los días. Los gatos suelen ser muy activos y buenos para divertirse solos, pero si quieres crear un vínculo más profundo, tendrás que ser parte de sus actividades diarias. Tira una cuerda por la casa y permite que la persiga, o mueve una pluma de pavo real y permite que la atrape.
  9. Tu mascota podrá ir a su lugar seguro cuando se sienta molesta o asustada. No la envíes a este espacio cuando estés molesto con ella, dado que se convertirá en un lugar de castigo, en vez de ser un sitio seguro donde pueda relajarse.
    • Para los perros, un lugar seguro puede ser una jaula grande con algunas mantas cálidas y un juguete adentro, o una linda cama para perros en el rincón de la sala.
    • Para un gato, puede ser una cama en la parte superior de un poste para arañar, o una pequeña casa suave y cubierta para gatos.
    • En el caso de los peces, reptiles o mamíferos pequeños, puede ser algo con forma de túnel o una estructura cerrada en la que pueda correr y ocultarse si tiene miedo.
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Consejos

  • Si tienes un perro, puedes usar un silbato para que se acerque, en vez de usar palabras. De esta forma, el sonido siempre será igual y nunca sonará asustado o preocupado, lo que podría ser molesto para el perro y evitar que se acerque a ti. Prémialo cuando regrese; su capacidad de ir rápido cuando lo llamas podría salvarle la vida.
  • Cántale a tu mascota. Cambia las palabras de tus canciones favoritas y canta con un tono de voz muy suave.
  • Encuentra la forma de que a tu mascota le gusten las caricias y el contacto. Si se trata de un animal que no puedes tocar (como un pez), no lo toques y cántale. Los peces lo disfrutan mucho.
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Advertencias

  • Si bien las golosinas son una excelente herramienta para entrenar a las mascotas, ten cuidado de no darles demasiado, dado que podrían subir de peso y enfermarse. Además, asegúrate de comprar golosinas saludables de buena calidad (no el equivalente a una barra de chocolate para tu mascota).
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