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Una parte crucial de tener una buena habilidad en la cocina es tener un sentido del gusto experimentado y sensible. El problema es que poca gente se da cuenta de esto, así que aquí tienes unos pasos para desarrollar la sensibilidad de tus papilas gustativas y para que puedas diferenciar más sabores.
Pasos
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Conoce los sabores. Hay muchos sabores “formales”, pero algunos sabores informales se listan a continuación.
- Salado
- Agrio o ácido
- Dulce
- Amargo
- Grasa
- Sabroso o Umami
- Terroso o mohoso
- Quemado o caramelizado
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Puedes hacer tantos grupos como puedas encontrar. Tratar de limitarlo a unos pocos grupos normales está bien, pero cuando descubres mezclas de sabores o sabores que forman nuevos sabores puedes expandir tú sensibilidad (observa las advertencias).
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Primero descubre cuál es tu propia sensibilidad. A qué comida te sientes más atraído, como por ejemplo:
- ¿Preferirías una manzana ácida o una dulce?
- ¿Preferirías un trozo de chocolate o un aperitivo salado?
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El propósito de esto muestra una preferencia sensible. Puede que prefieras una manzana dulce porque una ácida puede ser demasiado fuerte para ti. Esto suele cambiar debido a las necesidades de tu cuerpo a adaptarse y equilibrar tus necesidades de nutrientes. Sin embargo, puede mostrar una preferencia general de sabor.
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Comprueba cuán sensible eres comparando tu gusto al de otras personas, preferiblemente a aquellas que estén experimentadas cocinando y comiendo.
- Por ejemplo, puede que tomes una sopa en un restaurante y tu invitado la encuentre demasiado salada mientras que tu estás buscando el salero. Esto revela que tu sensibilidad se ha debilitado. Los gustos de todos son diferentes, no hay una referencia perfecta, pero trabaja con lo que te haga feliz.
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Trata de volver a ganar la sensibilidad. Durante dos semanas reduce la ingesta de todos los aperitivos, comidas instantáneas, refrescos, alcohol y quita los condimentos de la mesa. No comas platos demasiado complejos que escondan los sabores individuales. Esto no es una dieta, sino una oportunidad para que tu lengua descanse y no esté en contacto con la comida que reduce la sensibilidad. Si pierdes peso, es un punto a tu favor.
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Comienza un examen de sabores.
- Esto es bastante simple. Coge una pasa y ponla en tu lengua. Piensa en el sabor y la textura mientras se deshace en tu lengua. Cuando se reblandezca, frótala con el techo de la boca para una explosión de sabor. Coge aire y observa si afecta al sabor.
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Anótalo todo. Puede que descubras sabores añadidos que nunca notaste antes, como una salinidad sutil u otros sabores de frutas. Puede que detectes conservantes, en cuyo caso deberías probar con una pasa orgánica.
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Toma en cuenta el olor y cómo de eficiente es tu nariz. Muchas veces el sabor viene del olor, lo cual se descubre fácilmente cuando te tapas la nariz al comer o cuando estás resfriado.
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Durante tu experimento de dos semanas, elige comidas blandas deliberadamente y trata de buscar el sabor en ellas. Es una manera genial para descubrir sabores y desarrollar la sensibilidad. Puede que encuentres más sabor en la ensalada o un sabor que te aburra al final de las dos semanas.
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Expande esto a tu próxima comida. Trata de concentrarte en alimentos simples y métodos de cocina simples, como cocer. Luego cocina la misma comida de otros métodos más complicados.
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Expándelo a las bebidas como por ejemplo el zumo, el agua, los vinos, las cervezas, etc. El alcohol demasiado fuerte hará que tu sensibilidad vuelva a bajar.
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Trata de apreciar los sabores individuales y los complejos. Esto es lo que hace a la comida más divertida.Anuncio
Consejos
- Después de esas dos semanas, devuelve esos sabores a tu dieta y ve probando poco a poco para saber cuánto necesitas ahora.
- El periodo de dos semanas no será divertido. Tendrás antojos o te descubrirás a ti mismo buscando el salero o el bote de salsa picante. No pienses que no puedes tomar más como si fuera una dieta. Piensa en ello como una recuperación de salud, ya que así será más tolerable.
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Advertencias
- Trata de evitar obsesionarte demasiado con los grupos. No debes ser demasiado elitista y pasarte demasiado siendo científicamente preciso. Esto le quitaría la diversión a la comida. Limitando los grupos de manera obsesiva, limitará tu aprendizaje en esa rama.
- Como con cualquier dieta, pregunta a un medico si pondrá en peligro tu salud.
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