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Las infecciones micóticas en los perros pueden ocurrir de diversas formas. Estas pueden surgir en la superficie de la piel de los perros, lo que les causará irritación y dolor. También pueden surgir en el interior del cuerpo del animal, infectando por lo general el sistema respiratorio y afectando la capacidad de respirar con facilidad. Si crees que el perro tiene una infección micótica, ya sea en el interior o el exterior del cuerpo, es importante que la elimines. Para ello, toma nota de los síntomas, haz que reciba atención veterinaria y sigue las recomendaciones de tratamiento hasta eliminar la infección por completo. [1]

Método 1
Método 1 de 3:

Tratar una infección micótica en la piel

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  1. Las levaduras y otros hongos normalmente se encuentran en la piel del perro; sin embargo, cuando su población se amplía (por lo general, debido a la falta de respuesta inmunitaria del animal), puede surgir una infección. Si el perro se rasca mucho o tiene áreas con decoloración, piel escamosa o con costras, o enrojecimiento, esto podría deberse a una infección por hongos en la piel. [2]
    • Un motivo por el que los perros suelen desarrollar infecciones por hongos es que toman medicamentos inmunodepresivos para otras enfermedades. Si el sistema inmunitario del animal se ve suprimido por otros motivos de salud, puede desarrollar una infección por hongos con más facilidad.
  2. Busca signos de la tiña . La tiña es la infección micótica más común en los perros. Esta por lo general causa lesiones circulares en la piel del perro, las cuales hacen que el pelo se le caiga y que pueden inflamarse y desarrollar costras. Si crees que tu perro tiene tiña, tendrás que llevarlo al veterinario para que reciba tratamientos tópicos u orales. [3]
  3. Hay otros tipos de infecciones micóticas en la piel además de las que surgen por hongos (incluida la candidiasis), las cuales son poco comunes en los perros, pero pueden surgir si el animal tiene una lesión preexistente. Si el perro recibe tratamiento para una lesión, presta atención a las infecciones y consulta con el veterinario sobre ellas. [4]
    • El tratamiento para este tipo de infección es similar al de una infección por hongos, pero también deberás tener en cuenta a la lesión original.
  4. Conversa con un veterinario sobre los síntomas que el perro experimente, para determinar si necesita que lo revisen. Si sus síntomas son muy graves, como las heridas abiertas debido a la comezón y a rascarse, es probable que deban revisarlo con rapidez, antes de que la infección avance. Si los síntomas parecen menos graves, es probable que puedas esperar para determinar si se curan o conversar sobre el problema con el veterinario durante la próxima cita del animal. [5]
    • Cuando el veterinario lo evalúe, te preguntará por los síntomas, revisará toda área con irritación y podría realizar un cultivo para darte un diagnóstico y un tratamiento específicos.
  5. Él podría recetar una variedad de tratamientos, según la gravedad, la ubicación y el tipo de infección. Estos tratamientos podrían incluir a un champú medicinal, un medicamento tópico o una variedad de medicamentos antimicóticos que se consumen por vía oral. [6]
    • En el caso de algunas infecciones por hongos, le recetarán un champú antimicótico al perro. Esto será muy eficaz para los perros que tengan infecciones por hongos asociadas con una producción excesiva de aceite en la piel.
    • Las infecciones por hongos en las orejas o en unas cuantas áreas del cuerpo por lo general se tratarán con un medicamento tópico que mata a los hongos. El perro podría tener que usar un cono durante este tipo de tratamiento, ya que no tendrá que lamerse el medicamento.
    • Los tratamientos orales se recetan para las infecciones más graves y crónicas que necesitarán tratamiento a largo plazo. Muchos tratamientos orales para las infecciones micóticas requieren que el animal consuma el medicamento por meses para eliminar la infección.
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Método 2
Método 2 de 3:

Tratar una infección micótica respiratoria

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  1. Con las infecciones como la aspergilosis común o la nasal (infecciones micóticas comunes en el sistema respiratorio), el perro experimentará tos, dificultad para respirar, descargas nasales, dolor en la nariz, estornudos y a veces hemorragia en la nariz. Si el perro tiene estos síntomas, podría tener una infección micótica en el sistema respiratorio. [7]
    • Muchos de estos síntomas también pueden indicar la presencia de otras infecciones. El veterinario puede ayudarte a determinar qué enfermedad específica tiene el perro, y cuál es la mejor manera de tratarla.
  2. Comunícate con el veterinario si sus síntomas persisten y está incómodo o siente dolor. Pregúntale si necesita revisar al perro o si su enfermedad no es tan grave y puedes esperar para determinar si su sistema inmunitario elimina la infección. [8]
    • En general, si el perro solo tiene descargas nasales transparentes o una tos leve, por lo general la infección no será tan mala. No obstante, si las descargas nasales son espesas y de color amarillo o verde, el perro sangra de la nariz, tose fuerte o expulsa sangre al toser, la infección podría ser más grave.
  3. La aspergilosis común y la nasal pueden tratarse con un medicamento antimicótico. Este se le administrará al perro en el hocico o la nariz. Sigue las instrucciones del veterinario en torno a la manera de administrarle medicamento y por cuánto tiempo. [9]
    • Al igual que con muchos medicamentos, debes darle el suyo por el tiempo que el veterinario indique, incluso si los síntomas han desaparecido. Esto ayudará a garantizar que elimines la infección por completo, y que no solo la hayas suprimido y aún esté presente en la cavidad nasal.
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Método 3
Método 3 de 3:

Tratar las infecciones micóticas transmitidas por el polvo

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  1. Si vives en una región de desierto seca, como el Suroeste de los Estados Unidos, el perro podría desarrollar una infección micótica llamada coccidioidomicosis, también conocida como la fiebre del valle. Esta infección se transmite a través de la tierra y cuando ingresa a los pulmones puede hacer que el perro tosa, pierda el apetito, pierda la energía, tenga diarrea y desarrolle fiebre. [10]
    • Los perros que escarban en la tierra pueden ser muy vulnerables a esta enfermedad, ya que tendrán una mayor probabilidad de entrar en contacto con el hongo. [11]
    • No todos los perros expuestos a este hongo desarrollan síntomas o la enfermedad. Los perros con un sistema inmunitario fuerte con frecuencia pueden combatir la infección antes de que se establezca.
  2. Si crees que el perro tiene la fiebre del valle, debes comunicarte con el veterinario y describir los síntomas y cuándo han empezado. Él te indicará si cree que debes llevarlo para que lo revise.
    • Si lo llevas para que lo evalúe, el veterinario analizará su sangre para encontrar anticuerpos para la fiebre del valle, a lo que se le llama “prueba titer”. [12]
  3. Si descubren que el perro tiene la fiebre del valle, tendrá que someterse a un tratamiento con medicamentos antimicóticos. Este tratamiento toma tiempo; hasta un año si la infección se ha establecido en los pulmones, y quizás para toda la vida si esta se ha establecido en el sistema nervioso. [13]
    • Este tratamiento puede tener efectos secundarios adversos, incluidos los vómitos y las lesiones en el hígado. Por ello, el veterinario tendrá que supervisar al perro con frecuencia.
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