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La hoja de laurel es un tipo de hoja aromática que producen varios árboles y arbustos de la familia de las Lauraceae (más conocidas como laureles). Gracias a su sabor herbal y leñoso, suele utilizarse para impartir notas sutiles a platos cocidos a fuego lento como las sopas, los estofados y las salsas. Sin embargo, también ha tenido muchos otros usos a través de la historia, incluidos los repelentes de plagas, los ambientadores e incluso los remedios.

Método 1
Método 1 de 3:

Cocinar con hojas de laurel

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    Opta por las hojas de laurel secas en vez de las frescas para su uso en la cocina. Este es un caso donde la mayoría de los chefs recomiendan utilizar un condimento seco en vez de uno recién recolectado. Esto se debe a que las hojas de laurel frescas en realidad provienen de una planta totalmente distinta (llamada Umbellularia californica , para ser exactos). Aunque son similares en la mayoría de los aspectos, estas hojas tienen un sabor astringente más mentolado que no funciona bien con muchos ingredientes. [1]
    • Las hojas de laurel frescas presentan un color verde más intenso y una textura más flexible en comparación con las hojas secas. [2]
    • Las hojas de laurel que se venden en el pasillo de especias de la mayoría de los supermercados ya vienen secas, así que no debes preocuparte por comprar el tipo inadecuado por accidente.
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    Añade las hojas de laurel a las comidas de cocción lenta. La próxima vez que tengas una tanda de estofado de res, costillas cortas o pasta en la estufa o en la olla de cocción lenta, añade 1 o 2 hojas de laurel enteras. Las hojas secas liberan su sabor de forma gradual mientras se calientan, lo que hace que las recetas lentas sean perfectas para dejar que hagan su trabajo. [3]
    • Solo utiliza hojas enteras. Las hojas de laurel no deben ser ingeridas, así que molerlas o romperlas en trozos pequeños solo las hará difíciles de detectar más adelante.
    • Un par de hojas de laurel también pueden constituir una excelente adición para una cazuela salada, un corte de carne estofada o una olla arroz, cuscús o risotto. [4]
  3. Como ocurre con otros métodos de cocción lenta, la cocción a fuego lento es una buena forma de liberar las notas amargas, leñosas y ligeramente similares al té de las hojas pequeñas. La clave aquí radica en la humedad abundante, que sirve como base para la infusión aromática. [5]
    • Puedes colocar una o dos hojas de laurel en cualquier mezcla que desees. Sin embargo, quedan muy bien en recetas básicas como la marinara, el bechamel y el curry.

    Consejo: para un toque más tradicional, arma tu propio ramo garni , un condimento francés clásico que se hace atando un surtido de hierbas frescas o secas. [6]

  4. Añade 2 o 3 hojas al agua que utilizas para cocinar alimentos tiernos o delicados como las verduras de raíz, las verduras verdes y los pescados y mariscos frescos. Las hojas ayudarán a crear un perfil más complejo sin abrumar los ingredientes o interferir con sus cualidades más sutiles. [7]
    • No dudes en utilizar las hojas de laurel además de cualquier otro condimento que te guste para hervir o cocinar al vapor, como el limón, el vinagre, el aceite de oliva, el ajo, el jengibre o las hierbas frescas. [8]
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    Limita la cantidad de hojas de laurel que utilizas en un plato determinado. Una sola hoja de laurel hace mucho. En general, es mejor evitar añadir más de 2 o 3 hojas a lo que estés cocinando. Si exageras, podrías terminar abrumando a los sabores principales del plato. [9]
    • Esto es cierto sobre todo cuando tu receta pide otros ingredientes amargos, ahumados o almizclados.
  6. Siempre haz un seguimiento de la cantidad de hojas de laurel que añades y tómate un momento para confirmar que las hayas sacado todas antes de servir el plato. Aunque las hojas de laurel son un buen complemento para una gran variedad de alimentos, no son muy apetecibles. Por eso es tan importante que utilices hojas enteras en vez de trozos más pequeños. [10]
    • Avísales a tus invitados para que estén atentos a cualquier hoja de laurel perdida en su comida en caso de que hayas dejado pasar alguna.
    • A diferencia de muchas otras hierbas, las hojas de laurel se mantienen rígidas después de varias horas de exposición al calor intenso. Por esta razón, también podrían representar un riesgo de asfixia o provocar cortes o abrasiones menores en caso de ingesta accidental. [11]
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Método 2
Método 2 de 3:

Encontrar otros usos para las hojas de laurel

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    Esparce las hojas de laurel alrededor de la cocina para alejar a las plagas comunes. Deja unas cuantas hojas secas en los estantes de la despensa o alrededor de los recipientes de almacenamiento de alimentos secos para ahuyentar a los ratones, las hormigas, las moscas, las cucarachas, los gorgojos y otras criaturas indeseables. El aroma potente que hace de las hojas de laurel un condimento versátil también las convierte en un buen repelente natural para las plagas pequeñas. [12]
    • Triturar o moler las hojas de laurel fortalece el aroma que desprenden, lo que las convierte en un elemento disuasorio más eficaz.
    • Incluso puedes esconder un par de hojas de laurel dentro de las harinas o los granos sueltos si sospechas de la presencia de invitados no bienvenidos en ellos.
  2. Añade de 6 a 8 hojas de laurel enteras a una cacerola o una olla de cocción lenta, junto con rodajas de naranja y limón frescos, ramitas de canela y clavos de olor enteros. Cubre los componentes con agua y luego ponlos en la estufa para que se cocinen a fuego bajo. Mientras se calientan, empezarán a llenar la casa con una fragancia cálida y reconfortante. [13]
    • Los popurrís a fuego lento son ideales para proporcionar un sentido de atmósfera para las meriendas y los tés de las tardes, las fiestas de Navidad y otras reuniones. [14]
    • También puedes combinar las hojas de laurel secas enteras con otros aromas agradables como el romero, el tomillo, el orégano, la salvia, el cardamomo, la pimienta de Jamaica y el pino para lograr un popurrí seco más suave.
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    Experimenta con un té de laurel como suplemento para la salud. Muchas culturas en todo el mundo han empleado las hojas de laurel para combatir una gran variedad de enfermedades durante miles de años. Para probarlo tú mismo, deja de 3 a 5 hojas de laurel en infusión en 500 ml (16 onzas) de agua caliente por 20 minutos, luego traslada el té a una taza para tomarlo. Si deseas, puedes añadir una ramita de canela, o el jugo de 1 o 2 limones al té para que sea más sabroso. [15]
    • Se dice que los tés y las infusiones hechas con hojas de laurel favorecen la digestión, reducen la flatulencia, promueven la respiración, alivian los dolores e incluso mejoran los síntomas de la diabetes. [16]
    • Si no te agrada la idea de tomar té de laurel, considera comprar un poco de aceite de laurel para utilizarlo como un tratamiento tópico . [17]

    Advertencia: ten presente que no existen pruebas científicas sólidas que respalden dichas afirmaciones, así que, si decides utilizar las hojas de laurel como alternativa a la medicina convencional, lo harás bajo tu propio riesgo.

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Método 3
Método 3 de 3:

Secar y almacenar las hojas de laurel frescas

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  1. Seca al natural las hojas de laurel recién recolectadas para fortalecer su sabor naturalmente. Dobla las hojas verdes frondosas en una toalla de papel, luego sella el manojo dentro de una bolsa de plástico con cierre y guárdalo en un lugar frío y seco. En unos 3 a 5 días, tendrás un suministro listo de hojas de laurel secas para utilizar según tus necesidades culinarias o de otro tipo. [18]
    • Por supuesto, también tienes la opción de comprar un paquete de hojas de laurel secas en el supermercado de tu localidad si no quieres tomarte la molestia de secarlas tú mismo.

    Consejo: un excelente lugar para secar las hojas de laurel y otras hierbas frescas al natural es una despensa oscura o un armario o un cajón sin utilizar que se ubique a una distancia de los principales electrodomésticos de la cocina.

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    Seca las hojas de laurel frescas en el horno para ahorrar tiempo. Coloca las hojas de laurel frescas en una sola capa en una bandeja para hornear y mételas en un horno a su temperatura más baja por 3 o 4 horas o hasta que adopten un color verde amarronado pálido y se vuelvan quebradizas al tacto. La circulación constante de aire caliente acelerará un poco el proceso de deshidratación. [19]
    • Deja la puerta del horno ligeramente abierta para permitir que escape más humedad.
    • El deshidratador también dará buenos resultados. Para lograr resultados óptimos, pon el aparato a una temperatura entre 35 y 46 °C (95 y 115 °C) y deja las hojas de laurel por 4 a 6 horas. [20]
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    Mantén las hojas de laurel frescas en el refrigerador hasta que estés listo para secarlas. Envuelve las hojas verdes en una toalla de papel, luego mételas dentro de una bolsa de plástico con cierre y séllalas bien. Mete la bolsa en el cajón para verduras del refrigerador, donde las hojas se mantendrán frías y secas. [21]
    • Cuando se sellan y se refrigeran de forma adecuada, las hojas de laurel frescas se conservarán durante la misma cantidad de tiempo que otros tipos de hierbas frescas, más o menos 1 o 2 semanas.
    • Asegúrate de etiquetar la bolsa en la que se encuentran las hojas de laurel, de modo que puedas identificar su contenido de un vistazo.
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    Guarda las hojas de laurel sin utilizar en el congelador para prolongar su duración. Si quieres maximizar la vida útil de las hojas de laurel secas, lo mejor es congelarlas. Saca las hojas del frasco o la bolsa en la que vinieron empacadas y colócalas en una bolsa con cierre hermético o en un recipiente de plástico para almacenar alimentos y luego guárdalas en el congelador hasta que las necesites para crear tu próxima obra maestra culinaria. [22]
    • Congelar las hojas de laurel permitirá conservar su sabor y aroma durante años, si no de forma indefinida. [23]
    • Al margen del método de almacenamiento elegido, es importante asegurarte de que las hojas de laurel estén expuestas lo menos posible al calor, la luz y humedad.
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Consejos

  • La noción de que las hojas de laurel son venenosas es solo una vieja superstición, así que utilízalas con toda libertad.
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Cosas que necesitarás

Cocinar con hojas de laurel

  • varios utensilios de cocina
  • una cuchara de madera o pinzas (para retirar las hojas de laurel después de cocinar)

Encontrar otros usos para las hojas de laurel

  • una cacerola o una olla de cocción lenta
  • un molinillo de especias o un procesador de alimentos (opcional)
  • aceite de hoja de laurel (opcional)

Secar y almacenar las hojas de laurel frescas

  • una bolsa de plástico con cierre
  • toallas de papel
  • un recipiente hermético para almacenar alimentos
  • un horno y una bandeja para hornear (opcional)
  • un deshidratador (opcional)

Acerca de este wikiHow

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