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Ya sea que apenas llegues a fin de mes o que vivas con comodidad, ceñirte a un presupuesto ayudará a que tengas un mayor control sobre tu dinero. Esto se debe a que tendrás una mejor idea en cuanto a lo que gastas y, por ende, sabrás si hay algún área en la que debas reducir gastos. Si bien elaborar un presupuesto no siempre es divertido, la libertad financiera definitivamente lo es, por lo que vale la pena tomarte un tiempo para considerar bien tus hábitos de compra y elaborar un plan realista para tu dinero.

Método 1
Método 1 de 3:

Presupuestar tu dinero

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  1. Para empezar a elaborar tu presupuesto, suma todo el dinero que ganes en un mes y luego calcula tus gastos promedio durante un mes y cualquier otra cosa en la que gastes dinero. Por último, resta tus gastos a tus ingresos para determinar si gastas más de lo que ganas. [1]
    • Tus ingresos podrían abarcar el dinero que ganes de un trabajo, las contribuciones de tu familia u otras personas, y cualquier otro pago o ayuda financiera que recibas.
    • Entre tus gastos se encontrarán las facturas (por ejemplo, el alquiler o la hipoteca), el pago del auto y el seguro, además de cosas como las compras del supermercado, ropa, libros y entretenimiento. Algunos de estos gastos serán iguales todos los meses (por ejemplo, el alquiler), en tanto que deberás calcular el promedio mensual de otros (por ejemplo, las compras del supermercado).
    • Prueba con esta hoja de cálculo para ayudarte a determinar tu presupuesto inicial.
  2. Después de tener un desglose básico de dónde va tu dinero, evalúa la forma como lo gastes. En caso de que haya algún área en la que actualmente estés gastando de más, haz el intento de reducirla de manera gradual para que haya un poco más de espacio en tu presupuesto. [2]
    • Prueba con dividir tus gastos en categorías para ver en qué gastas. Por ejemplo, podrías incluir cosas como el alquiler, la factura del teléfono y la de los servicios públicos en una categoría titulada "Facturas". Los gastos como las compras del supermercado y salir a cenar podrían pertenecer a una categoría titulada "Comida" y las cosas como la ropa y los útiles escolares para tus hijos podrían estar en la categoría "Niños".
    • Por lo general, lo mejor es comenzar por establecer objetivos de ahorro que sean pequeños y fáciles de alcanzar, a menos que debas reducir tus gastos de manera drástica. Por ejemplo, en caso de que gastes mucho dinero en servicios de video en descarga continua, podrías comenzar por cancelar el que menos uses en lugar de eliminarlos todos de inmediato.
    • Al elaborar un presupuesto, haz el intento de priorizar lo que sea más importante para ti. Por ejemplo, es probable que no puedas salir a bares y restaurantes todas las noches de la semana pero, en caso de que de verdad te guste hacer eso, quizás encuentres otro lugar en donde puedas reducir gastos (por ejemplo, cancelar la televisión por cable).
  3. No basta con establecerte límites sino que también debes monitorear lo que gastes en realidad para asegurarte de no sobrepasar esos límites. Exactamente cómo lo hagas dependerá de lo que mejor te funcione. Es posible que te resulte más fácil anotar todas tus compras a medida que las hagas o quizás prefieras repasar tus estados bancarios y de la tarjeta de crédito al final del mes para ver cómo te fue. [3]
    • Un beneficio de anotar tus compras a medida que las hagas es que es más fácil recordar con exactitud lo que hayas comprado. Sin embargo, a algunas personas esto les resulta tedioso.
    • Es importante comprender exactamente en dónde gastas tu dinero de forma que no gastes más de lo que puedas por accidente.
  4. Es difícil ceñirte a un presupuesto si sientes que no puedes disfrutar de tus cosas favoritas en la vida. De serte posible, haz el intento de dejar como mínimo un poco de dinero adicional todos los meses para las cosas que de verdad te gusten (por ejemplo, salir una noche con tus amigos o comprar suministros nuevos para manualidades). [4]
    • De hecho, vivir con un presupuesto puede serte de ayuda para liberar dinero adicional para las cosas que te gustan, ya que será menos probable que gastes de manera impulsiva en cosas que en realidad no quieras.
    • No olvides ser realista. En caso de que no puedas determinar la forma de hacer espacio para algo en tu presupuesto, es posible que debas dejarlo.
  5. Si bien puede parecer difícil ahorrar al vivir con un presupuesto, adjudicar un poco de dinero para emergencias o gastos imprevistos puede salvarte la vida cuando lo necesites. Al planificar tu presupuesto, prioriza adjudicar incluso un poco de dinero a tus ahorros cada vez que te paguen. Aunque no parezca mucho, empezará a acumularse con rapidez. [5]
    • Para empezar, establece un objetivo razonable (por ejemplo, ahorrar $10 o $20 a la semana durante unos meses). Cuando empiece a parecerte cómodo, desafíate a incrementar la cantidad, de serte posible.
    • Aunque apenas empieces por ahorrar $5 o $10 al mes, es mejor que no ahorrar nada.
    • A la larga, debes tratar de ahorrar los gastos para alrededor de entre 3 y 6 meses por si acaso encuentres que no puedes trabajar.
  6. En caso de que en su mayoría pagues con dinero en efectivo, en ocasiones puede ser difícil hacer seguimiento de dónde va. Una forma de ayudar a que tus gastos en efectivo se mantengan encaminados es que dividas tu dinero en distintos sobres. Etiqueta cada uno con aquello para lo que vayas a usar el dinero y gasta únicamente lo que hayas separado. [6]
    • Por ejemplo, podrías tener sobres etiquetados como "Compras del supermercado", "Ropa", "Facturas médicas" y "Salir a comer". En caso de que sepas que vas a reunirte a almorzar con amigos, tomarías el sobre "Salir a comer".
    • Evita prestar de otros sobres si es que gastas en exceso. De lo contrario, te quedarás corto en otra categoría al final del mes.
  7. Consigue un calendario, una agenda o una aplicación que te ayuden a hacer seguimiento a cada factura que debas pagar cada mes, además de las fechas límite. Esto evitará que olvides pagar una factura por accidente, ya que esto puede costarte más en cargos por retraso y otras penalidades. [7]
    • Si haces pagos tardíos, esto también puede tener un impacto furtivo en tu presupuesto de largo plazo. Puede reducir tu calificación crediticia, lo que significa que obtendrás mayores tasas de interés en cosas como un préstamo para un auto o una hipoteca, y una tasa de interés más alta implica pagos mensuales más altos.
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Método 2
Método 2 de 3:

Mantenerte disciplinado

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  1. Hoy en día, las oportunidades para gastar dinero son infinitas. Si lo que quieres es ceñirte con éxito a un presupuesto, necesitarás autodisciplina y fuerza de voluntad. Si bien no siempre será fácil, haz el intento de tener en mente tus objetivos cuando sientas la tentación de comprar algo que en realidad no necesites. Asimismo, adopta el hábito de rechazar invitaciones de tus amigos de vez en cuando, sobre todo si sueles gastar mucho dinero cuando sales. [8]
    • Es posible que debas evitar los lugares en donde suelas tentarte de gastar más de tu presupuesto, sobre todo al principio. En caso de que suelas comprar en línea, haz el intento de cancelar tu suscripción a correos electrónicos promocionales de forma que no sientas que te pierdes de algo.
    • Cuando salgas, lleva dinero en efectivo y únicamente lo que puedas permitirte gastar.
    • Prueba con repetir un mantra cuando sientas la tentación de gastar. Por ejemplo, en caso de que estés ahorrando para un viaje, el mantra podría ser "¡Vacaciones en la playa!".
  2. Cada semana, transfiere una determinada cantidad de tu sueldo directamente a una cuenta de ahorros aparte. Es mucho más fácil ahorrar dinero si en realidad no lo ves primero. [9]
    • Asimismo, esto aplica para cosas como las contribuciones a tu pensión y una cuenta de ahorros para la atención médica, en caso de las tengas.
    • Si es que se te paga en efectivo, adopta el hábito de retirar tus ahorros apenas te paguen, de preferencia antes de gastar nada más.
  3. Si es que quieres administrar tu dinero de una manera un poco mejor, haz el intento de establecerte un desafío personal (por ejemplo, llevar tu almuerzo al trabajo durante 30 días o no comprar nada de ropa nueva durante 3 meses). En ocasiones, simplemente necesitas un empujón adicional para cambiar de hábitos. [10]
    • Haz el intento de contarle a un amigo sobre tu desafío como una forma de ayudar a responsabilizarte ante alguien.
  4. Al comprar algo con una tarjeta de crédito, por lo general no se te cobra interés si pagas todo el saldo todos los meses. Sin embargo, en caso de que únicamente pagues el monto mínimo, se te seguirá cobrando intereses todos los meses hasta que pagues el saldo. [11]
    • Las tarjetas de crédito facilitan que gastes en exceso debido a que parecen ser dinero gratuito. En caso de que tengas dificultades para controlar tus gastos, es probable que lo mejor sea evitarlas del todo.
  5. Es importante que seas financieramente responsable, pero también lo es que no te autoflageles si gastas un poco de dinero de más aquí y allá. Aunque hayas cometido errores grandes con el dinero anteriormente, haz el intento de que tu atención permanezca enfocada en el futuro y sigue poniendo un pie delante del otro hasta alcanzar tus objetivos. [12]
    • No olvides que toma tiempo aprender hábitos nuevos, así que no te desanimes mucho si tienes dificultades para alcanzar tus objetivos en cuanto al presupuesto. En ocasiones, este puede ser un indicio de que debes cambiar tu presupuesto y no tus gastos. Por ende, no dejes de evaluar y hacer ajustes a tus finanzas todos los meses.
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Método 3
Método 3 de 3:

Buscar maneras de ahorrar

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  1. Internet hace que sea muy fácil ver precios para un mismo artículo en distintas tiendas, por lo que siempre puedes obtener la mejor oferta. Puedes comparar precios para todo, desde productos en el supermercado y útiles escolares hasta el plan de tu teléfono celular o el préstamo para tu auto. Por ende, aprovecha los recursos que tengas a tu disposición para asegurarte de no gastar en exceso. [13]
    • Prueba con buscar artículos en sitios web como Google Shopping, Shopzilla y Bizrate para comparar precios de distintos vendedores minoristas.
    • Asimismo, compara productos distintos y sopesa los pros y contras de cada uno para tener la certeza de hacer que tu dinero valga más.
  2. Aunque no consideres que sales a comer con mucha frecuencia, es posible que gastes mucho más dinero del que creas en cosas como la comida rápida y los bocadillos de la tiendas de abarrotes. Puedes ayudar a evitarlo si planificas tus comidas con anticipación y compras en el supermercado alrededor de una vez por semana todo lo que necesites para cada comida. [14]
    • Usa cupones y planifica utilizar los mismos ingredientes en varias comidas para que tus compras en el supermercado sean más eficientes.
    • En caso de que consigas una buena oferta de carne o productos agrícolas, compra de más y congela algunos para usarlos más adelante.
    • Engalana los ingredientes baratos para que sean más emocionantes. Por ejemplo, puedes preparar una comida sabrosa con fideos de ramen si añades un huevo frito y cebollas de verdeo en rodajas finas.
  3. Con frecuencia, puedes ahorrar mucho dinero si estás dispuesto a comprar algo de segunda mano en lugar de nuevo. Prueba con revisar en las tiendas de segunda mano y de consignación en tu localidad para fijarte si hay algo que hayas estado queriendo comprar. Asimismo, puedes encontrar buenas ofertas si compras ropa fuera de temporada en la sección de liquidación de tu tienda favorita. [15]
    • Al comprar en línea, busca ofertas de "envío gratis sin monto mínimo" o bien utiliza beneficios de membresía que conlleven envío gratis.
    • No olvides revisar los sitios web de reventa y de subasta. Sin embargo, ten cuidado antes de reunirte con alguien en persona para comprarle algo. Lo mejor es llevar a alguien contigo e irte si tienes una mala sensación.
  4. Si es que pasas la mayor parte del tiempo viendo programas de televisión en Netflix, Prime Video o Hulu, quizás te des cuenta de que estás perfectamente bien sin tu proveedor de cable. A esto se le conoce como "cortar el cordón" y constituye una manera cada vez más popular de ahorrar un poco de dinero adicional en tu presupuesto mensual. [16]
    • Por otro lado, quizás te des cuenta de que es más rentable agrupar los servicios como internet, el cable y el teléfono celular, en cuyo caso podrías cancelar cualquier servicio de descarga continua que no suelas usar.
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