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Una lombriz en tu anzuelo no es nada bueno si se retuerce con cada lanzada. Aprovecha al máximo tus gusanos con este instructivo. Aprenderás a enganchar rápida y sencillamente un gusano para que se quede en el anzuelo hasta que algo pique.

Método 1
Método 1 de 2:

Cebado estándar

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  1. Antes de ir a pescar, deberías comprar un contenedor con lombrices o desenterrar algunas de tu jardín. Mantenlas en un contenedor pequeño lleno de tierra fresca. Saca tus gusanos solo cuando estés a punto de usarlos. Asegúrate de que tu anzuelo esté bien asegurado a tu sedal.
  2. Elige una parte del gusano, cerca de medio centímetro desde uno de sus extremos. Si lo haces demasiado cerca de su cabeza, será capaz de zafarse del anzuelo. Ten cuidado para no engancharte la mano cuando el anzuelo atraviese el cuerpo de la lombriz; no hundas de frente la punta del anzuelo en el gusano.
    • ¡No seas delicado! Aunque el gusano se retuerza y revuelque cuando lo enganches, los científicos creen que los gusanos no sienten dolor. [1]
  3. Desliza el gusano por el anzuelo como se desliza una pulsera por el brazo. Coloca la lombriz perforada justo debajo del nudo del anzuelo.
    • Para asegurar mejor el gusano, algunos pescadores atan el extremo corto del gusano perforado al sedal con un nudo simple llamado “medio ballestrinque”. Para hacer un nudo medio ballestrinque, rodea el gusano con el sedal, luego pasa el sedal por el ojal. Aprieta para asegurar el gusano.
  4. Escoge una parte más abajo del gusano. Lo mejor es dejarlo un poco flojo para que la curva del cuerpo del gusano entre las dos partes perforadas esté los suficientemente suelta como para moverlo un poco. Repite este paso con el resto del cuerpo del gusano. Cuando esté cebado, el gusano debería parecerse a un acordeón.
    • El número exacto de veces que necesitas perforar el gusano varía dependiendo de su longitud. Por lo general, de 3 a 5 veces es suficiente.
    • No perfores el extremo final del gusano. Deja un pedazo pequeño del largo del gusano un poco suelto, así permites que se retuerza, lo que atrae la atención de los peces, más que un gusano ajustado firmemente.
  5. Si tu gusano está aplastado cerca del nudo del anzuelo, bájalo hacia la “curva”. Quieres que el pez muerda la punta del anzuelo. Si el gusano no está cerca a la punta, ¡un pez recibirá alimento gratis!
  6. Repite este proceso cuantas veces sea necesario cuando pierdas un gusano o atrapes un pez. La práctica hace la perfección. Puede ser complicado perforar gusanos resbalosos y escurridizos la primera vez, pero en un instante estarás cebando gusanos como un pescador profesional. ¡Feliz pesca!
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Método 2
Método 2 de 2:

Cebado “calcetín”

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  1. No claves todo el anzuelo; el anzuelo debe entrar al cuerpo del gusano, pero no salir por el extremo. Este método de cebado es un poco más difícil y aumenta as posibilidades de que el pez se coma el cebo sin morder el anzuelo, pero es más llamativo para el pez. Usarás más gusanos de esta forma, pero también picarán más.
  2. Coloca el gusano alrededor del anzuelo como si pusieras un calcetín. Este paso es difícil. Asegúrate de no romper el gusano en dos si atraviesas el cuerpo del gusano con la punta otra vez.
  3. Perfora el gusano con el anzuelo para que sobresalga la punta. Deja que el resto del cuerpo del gusano cuelgue bajo el anzuelo. Ya que se está dejando colgar gran parte del gusano fuera del anzuelo, su movimiento será mucho más visible para los peces en el agua que con el método estándar. También es más fácil que el pez tome la porción libre del gusano sin morder el anzuelo. Este método es “arriesga mucho, gana mucho”.
  4. Si usas este método, asegúrate de tener abundante carnada a la mano pues se te acabará rápido. Si no le coges el truco y sigues partiendo tus gusanos, todavía puedes usar los segmentos rotos del gusano como carnada simplemente perforándolos solo hasta debajo de la punta del anzuelo.
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Consejos

  • En lugar de perforar varias veces al gusano como en el método de arriba, algunos pescadores lo perforan solo una vez, luego con cuidado “ensartan” el anzuelo a lo largo del cuerpo del gusano (como si pusieran un calcetín). Luego, el pescador empuja la punta del anzuelo hacia fuera del gusano, dejando colgar una parte del cuerpo del gusano. Este método funciona igual de bien, pero requiere un poco más de práctica para que un novato lo haga con destreza.
  • Deja un poco de tierra en tus manos cuando enganches tu gusano. La gravilla de la tierra te facilitará sostener un gusano resbaladizo mientras lo ensartas. Además, puede disfrazar tu olor humano, lo que hará que tu gusano parezca un alimento más natural para los peces.
  • Ya que los anzuelos tienen punta, es casi imposible retirar un gusano del anzuelo sin desgarrarlo una vez que ya está cebado. Si tu gusano se rompe, no te preocupes, aunque un gusano vivito y coleando es más llamativo para un pez, un pedazo flácido de gusano también sirve como carnada.
  • Refrigera tus gusanos. Mientras más fríos estén, menos se retorcerán cuando los enganches. Mantenlos en un recipiente lleno de tierra en el refrigerador.
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Advertencias

  • Si de casualidad te cortas con el anzuelo al cebar un gusano, mantén limpia la herida y enjuágala con agua y jabón lo más pronto posible.
    • Si el anzuelo está atorado en tu piel y no lo puedes sacar, no desesperes, busca ayuda.
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