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Las begonias son unas de las especies florales favoritas de los jardineros por su fácil cultivo y su hermoso color. Tanto si quieres ampliar tu colección de plantas de interior como si quieres añadir flores nuevas a tus cestas colgantes o a tu jardín, deberías considerar la posibilidad de plantar begonias. Se trata de una especie anual que requiere ser replantada todos los años, pero el esfuerzo merece la pena.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Preparar todo para plantar las begonias

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  1. Hay dos variedades generales de begonias: las que se plantan a partir de sus semillas y las que se plantan a partir de los bulbos. Las begonias cultivadas a partir de semillas tienden a ser algo más pequeñas y difíciles de cuidar, mientras que las cultivadas a partir de sus bulbos, suelen ser más grandes y resistentes. Ambas variedades ofrecen una amplia gama de colores (incluyendo el rosa, el blanco, el morado, el amarillo y el rojo) y son plantas anuales, aunque los bulbos pueden guardarse para ser replantados unos años después. Si prefieres no complicarte plantando bulbos o semillas, acude a algún vivero local para comprar una begonia pequeña en su maceta y trasplantarla después.
    • En raras ocasiones puedes encontrar algún tipo de begonia perenne, pero esta variedad no es nada frecuente.
    • También puedes plantar begonias a partir de sus esquejes.
  2. Como muchas flores comunes, las begonias se pueden cultivar sin problema tanto en interior como en exterior. A estas plantas les gusta la sombra, por lo que son un complemento perfecto para tu colección de plantas interiores. Si plantas las begonias en macetas, elige una zona de la casa junto a una ventana que quede mirando hacia el este, el oeste o el sur. También puedes colocarlas en un porche con sombra con buena iluminación natural. Si las plantas en el jardín, colócalas en una zona con sombra bajo otras plantas más grandes o en el área norte.
    • Las begonias pueden soportar la exposición moderada a la luz solar, pero no directa, por lo que debes colocarlas en algún lugar con sombra.
    • Si no tienes un espacio cercano a alguna ventana en el que colocar las begonias dentro de casa, tendrás que usar una lámpara para proveerlas de suficiente luz.
  3. Mejor dicho: no prepares la tierra, ya que las begonias crecen mejor en mezclas para jardines sin tierra que en mezclas comunes a base de tierra. Prepara una mezcla con ⅔ de turba y ⅓ de mezcla para macetas sin tierra (disponible en cualquier tienda de jardinería o vivero). Las begonias responden bien a la acidez y al buen drenaje, propiedades que la mezcla de turba aportará al suelo fácilmente. Si no te queda más remedio que utilizar tierra en el exterior, añádele turba y materia orgánica en abundancia para que las begonias puedan crecer sin problema.
    • Si utilizas una mezcla a base de turba, moja la turba con agua hirviendo y deja que se enfríe antes de plantar las begonias.
    • Puedes añadir algún fertilizante líquido de 20-20-20 a la mezcla de tierra para aportar nutrientes a las begonias.
  4. Las begonias son plantas anuales; es decir, no vuelven a crecer cada año. Por lo tanto, tendrás que replantarlas cada año, normalmente en mitad de la primavera. Las begonias no responden bien a las temperaturas frías ni a las heladas, así que será mejor que esperes a que pase al menos una semana después de la última helada del invierno antes de plantarlas. Si no quieres esperar, al menos plántalas en macetas dentro de casa y trasplántalas en el exterior una vez que las temperaturas hayan subido lo suficiente. [1]
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Plantar las begonias

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  1. Si plantas las begonias en el exterior, cava un hoyo de unos cuantos centímetros de profundidad para enterrar las semillas y los bulbos, o suficientemente grande como para cubrir el cepellón de una planta que hayas adquirido en su maceta. Las begonias que se vayan a cultivar en camas de cultivo o en macetas deben colocarse en recipientes solo ligeramente más grandes que el cepellón, o entremezcladas con otras plantas en un recipiente más grande. Las begonias no necesitan mucho espacio, así que puedes plantarlas junto con otras plantas en el jardín sin problema, o cerca del borde de la maceta o de la cama de cultivo. [2]
  2. Coge los bulbos, las semillas o los esquejes y colócalos en el hoyo recién cavado. Cada planta debe colocarse en su propio hoyo, aunque esté cerca de otra. Cubre el cepellón, el bulbo o las semillas con unos cuantos centímetros de tierra o de mezcla para macetas. Si trasplantas una planta pequeña de begonia, deshaz un poco el cepellón antes de colocarlo en el hoyo.
  3. La mayoría de las plantas necesitan una dosis extra de agua después de ser plantadas para evitar lo que se conoce como ‘trauma por trasplante’. Riega generosamente las begonias, de forma que la tierra quede húmeda pero no empapada. Tendrás que regar las flores cada dos o tres días a partir de ahora, ya sea manualmente o con un sistema de aspersores. Las begonias no toleran el agua en exceso, por lo que no debes preocuparte por mantener la tierra constantemente húmeda. De hecho, si llueve con fuerza en tu ciudad, puede que tengas que trasladar las begonias a un lugar protegido bajo un porche o al interior para evitar que se ahoguen.
  4. Si has plantado las begonias en una maceta bajo el porche o dentro de casa, no tendrás que preocuparte demasiado por las malas hierbas. Sin embargo, si tus plantas están en el jardín, debes examinar la tierra para detectar las malas hierbas de vez en cuando y eliminarlas cuando aparezcan. Añade algún fertilizante líquido de 20-20-20 una vez al mes, o mezcla un poco de composta y de turba para aportar un extra de nutrientes al suelo. Puedes cubrir el jardín con mantillo si quieres, ya que de esta forma retendrás la humedad en el suelo (y, por lo tanto, tendrás que regarlo con menos frecuencia) y evitarás que aparezcan nuevos brotes de malas hierbas.
  5. Con el tiempo, las flores de la planta empezarán a adquirir un color marrón y a marchitarse. En este punto, deberás "decapitar" la flor; es decir, tendrás que cortarla o arrancarla a partir del cáliz para favorecer el nuevo crecimiento y dirigir todos los nutrientes hacia las partes sanas de la planta. Al final de la temporada de florecimiento, elimina todas las flores marchitas, dejando la planta quede totalmente verde. De esta forma, todos los nutrientes que reciba se almacenarán en el bulbo hasta la próxima temporada, en lugar de dirigirse hacia las flores marchitas.
  6. Aunque las plantas de exterior siempre correrán el riesgo de sufrir ciertos ataques naturales, las plagas también pueden aparecer en las plantas interiores. Mantén las begonias a salvo de las babosas y los caracoles del exterior machacando cáscara de huevo y colocando los trocitos alrededor de la base de la planta. Las plantas de interior suelen ser invadidas por las cochinillas blancas, que se pueden eliminar rociándolas con un poco de alcohol común en espray. Otras plagas se pueden eliminar con insecticidas suaves de jardinería. Acude a un vivero local y habla del problema con algún experto para que te aconseje sobre el método adecuado para tratar tus begonias. [3]
  7. Las begonias no suelen utilizarse para hacer ramos o arreglos florales, ya que no tienen tallos suficientemente largos, pero puedes cortar o arrancar las flores para su uso decorativo (por ejemplo, para prensarlas). Corta o arranca la flor de la parte de arriba de la planta, procurando no llevarte por delante demasiadas hojas ni parte del tallo al hacerlo. Puedes coger tantas flores como quieras durante la temporada de crecimiento, ya que lo normal es que vuelvan a florecer unos cuantos días después.
  8. Si tus plantas no han muerto cuando lleguen las primeras heladas, puedes protegerlas trasladándolas a una zona interior. Sin embargo, debes tener en cuenta que esto solo funciona para las plantas en maceta que estén en el exterior. Coloca las macetas cerca de una ventana con suficiente luz natural. Durante las dos primeras semanas dentro de casa, las begonias perderán muchas hojas, pero es normal después del traslado. Una vez que se hayan adaptado al nuevo entorno, estarán como nuevas.
  9. Al final del año, cuando las plantas se estén preparando para la llegada del invierno, puedes guardar los bulbos de las begonias para replantarlos en la próxima primavera. Espera hasta que la planta haya adquirido un color totalmente marrón y, después, separa los tallos principales y las hojas del bulbo. Deja que los bulbos se sequen sobre una rejilla en una zona fresca y seca durante 5-7 días. Cuando se hayan secado por completo, puedes guardarlos. Deberás guardarlos en una caja de cartón llena de turba seca hasta que llegue el momento de replantarlos en primavera. [4]
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Consejos

  • Las begonias se pueden cultivar a partir de sus semillas, pero hasta unos 4 meses después no estarán listas para ser trasladadas al exterior. Las semillas son muy delicadas, motivo por el que plantar de esta forma las begonias puede resultar complicado.
  • Si podas las begonias, puedes colocar los esquejes en agua para que echen raíces. Una vez que se hayan desarrollado las raíces, coloca la planta en una maceta para que crezca una nueva begonia.
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Cosas que necesitarás

  • Turba
  • Arena
  • Fertilizante
  • Agua
  • Azada de jardinería
  • Recipiente con agujeros de drenaje
  • Cestas colgantes

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