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Aprender a dar un buen masaje sensual puede darle una chispa a tu relación y ayudar a hacer tu vida amorosa más interesante. Es un regalo excelente que le puedes dar a tu pareja y una excelente forma de mejorar la confianza y la intimidad. Si quieres dar mejores masajes, puedes aprender a preparar tu cuerpo y espacio, y a comunicarte efectivamente, además de algunos consejos y técnicas para presionar todas las áreas adecuadas.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Prepararte para un masaje

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  1. Para hacer que la experiencia sea lo más sensual posible, ambos deben sentirse cómodos, limpios y frescos. Toma un baño y arréglate, prestándole especial atención a las manos y uñas. Las manos deben estar limpias y bien cortadas antes de dar un masaje sensual.
    • Si vas a darle un masaje a tu pareja, piensen en bañarse juntos para iniciar la intimidad. Bañarse o ducharse al mismo tiempo puede ser una gran forma de iniciar el tiempo de masaje.
    • También puede ser divertido empezar con un masaje y luego, después de los aceites, entrar en la bañera y limpiarlos un poco.
  2. Ya sea que vayas a darle un masaje a alguien en una mesa profesional para masajes, una cama u otra superficie, es importante hacer que la persona que lo recibe se sienta lo más cómoda posible. Asegúrate de que la habitación esté lo suficientemente cálida para desvestirse, si va a quitarse la ropa, y asegúrate de que las sábanas estén limpias y frescas. Enciende algunas velas e incienso para que la habitación se sienta especial.
    • A veces, es común usar piedras calientes, un antifaz, un rodillo y una variedad de otros implementos en el masaje, pero, a veces, lo mejor es que las cosas sean lo más simples que se pueda. No necesitas preparar una exposición elaborada de herramientas para hacer que el masaje sea sensual y agradable para tu pareja.
    • Un poco de música suave puede ser una adición agradable a un masaje sensual o un error cursi e incómodo. Pregúntale a tu pareja lo que prefiere y evita los clichés de Barry White.
  3. Aunque es posible dar un masaje a medias decente sin aceite, tu pareja se perderá de mucho si no lo usas. Es mucho más cómodo y sensual usar un aceite natural para masajes para dar uno.
    • Los aceites comerciales para masaje suelen tener una gran variedad de aromas, que pueden aportarle una experiencia sensual intensa. Algunas personas prefieren los aceites sin aroma, pero prueba unos cuantos para ver lo que funciona mejor.
    • No tienes que comprar aceite específicamente fabricados para masajear. Aunque podría sonar raro, los aceites de cocina como el de oliva, coco o la mantequilla de cacao pueden ser excelentes aceites para masajear. Muchos masajistas prefieren usar un aceite básico de cocina en la piel.
    • También puedes hacer tu propio aceite de masaje sumergiendo lavanda, caléndula, romero u otras hierbas fragantes o aceites esenciales en un aceite natural por tu cuenta. Para ahorrar dinero, prepara tandas de tu propio aceite y guárdalas en frascos.
  4. La parte más importante de un masaje sensual no tiene nada que ver con el lugar donde pones las manos. Un masaje no será sensual si no involucra confianza e intimidad emocional. Tanto antes como durante el masaje, es importante hablar y escuchar.
    • Cuando estés dando el masaje, haz preguntas como, "¿Está muy firme?" o "¿Se siente bien?" cuando pases a una nueva área del cuerpo. Escucha y modifica el masaje de acuerdo a lo que te digan.
    • Además, no será bueno convertir el masaje en una entrevista. Emplea tu juicio y escucha los sonidos que hace tu pareja. Los gemidos de placer son una buena señal, así que sigue con lo que estás haciendo.
Parte 2
Parte 2 de 3:

Dar el masaje

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  1. Toma una generosa cantidad de aceite en tus manos y frótala para calentarla, luego espárcelo suavemente en la parte de tu pareja que estás masajeando. Es típico comenzar por la espalda y los hombros. [1]
    • Nunca viertas el aceite directamente en la espalda de tu pareja si está fría. Puede resultar desconcertante e incómodo y hacerla sentir tensa. Calienta el aceite por tu cuenta y agrégalo periódicamente, si la piel empieza a secarse o el aceite se te acaba.
    • Si quieres calentar el aceite para masajes, hazlo de manera suave y siempre pruébalo en tu propia piel antes de aplicarlo directamente en tu pareja.
  2. Las técnicas de masaje pueden variar bastante, pero no hay un gran secreto para hacer que tu pareja se sienta bien. Emplea un toque firme pero suave y frota con movimientos largos a lo largo de los músculos de tu pareja. Usa la base de la palma de la mano para hacer la mayor parte de la presión y usa otras partes de la mano para las áreas sensibles.
    • Recuerda que es importante masajear a lo largo de los músculos y no empujar los huesos. No se siente bien si empujas fuerte la punta de los codos de la persona, pero sí, si masajeas la parte interna del antebrazo.
    • Haz un experimento si nunca has dado un masaje antes. Frota tus propios hombros y fíjate dónde se siente bien. Encuentra estas mismas áreas en tu pareja y recuerda con cuánta firmeza te tocaste el hombro. Se traducirá de uno a otro.
  3. En general, empieza el masaje con movimientos largos y parejos, y luego regresa a las áreas problemáticas o adoloridas para trabajarlas más con los pulgares. Si encuentras un lugar que le gusta mucho a tu pareja o que quiere que trabajes más, usa los pulgares para tener más soporte y presión.
    • Siempre actúa con delicadeza y frota los pulgares en movimientos circulares en toda la parte posterior de las pantorrillas de tu pareja, por encima de las nalgas, y en el área lumbar.
  4. Todos saben que se siente bien tocar los genitales y otras zonas erógenas. Sin embargo, ir de frente a estas áreas puede resultar en un masaje tosco o apresurado. [2] Tómate tu tiempo, siempre que tu pareja se sienta cómoda (¡comuníquense!), y explora las áreas desatendidas del cuerpo para dar el masaje más sensual y cuidadoso que puedas. No te olvides de:
    • las muñecas;
    • el arco del pie;
    • los dedos y las palmas de las manos;
    • la parte posterior del cuello;
    • las orejas;
    • la parte posterior de las rodillas.
  5. Los antebrazos, codos, nudillos e incluso el pecho y torso aceitados pueden ser formas efectivas de liberar la tensión con el masaje y crear un contacto íntimo con tu pareja. Siempre que tu pareja no tenga problemas con el contacto de todo el cuerpo como parte del masaje, aprovecha todo lo que tu cuerpo tiene que ofrecer para hacer que tu pareja se sienta bien.
    • A veces, también es popular usar otros objetos para contribuir al proceso de masaje. Puedes usar los rodillos o incluso la botella de aceite para pasarlos encima de los músculos adoloridos y aliviar la tensión, siempre y cuando lo hagas adecuadamente. Sin embargo, puede ser menos sensual (sin mencionar frío) que usar tus propias manos, así que tenlo en mente y mantén las cosas simples.
  6. Un masaje no es un prólogo apresurado para el sexo. Deja que se alargue por un tiempo y pasa un momento engriendo a tu pareja con estos toques sensuales para su propio beneficio, porque se sienten bien, no porque podría llevar a algo más.
    • También es bueno evitar distracciones durante un masaje sensual. Un masaje es mucho menos sensual si estás viendo un partido de fútbol al mismo tiempo. Apaga la televisión y dedícale tu atención al cuerpo de tu pareja.
Parte 3
Parte 3 de 3:

Masajear las áreas adecuadas

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  1. Una de las mejores áreas para empezar es siempre los hombros y el cuello, avanzando lenta y suavemente con los pulgares hacia abajo de la columna vertebral en la parte posterior del cuello. Ve avanzando por la parte posterior del cuello en pequeños círculos y préstale mucha atención a la respuesta de tu pareja.
    • El área en la que el cuello se encuentra con los hombros es otro lugar excelente para masajear, prestándole mucha atención al punto en que empieza el omóplato. Siempre trabaja a lo largo del hueso, no a través de este.
  2. Conforme vas moviendo las manos hacia abajo de tu espalda, el músculo que se extiende a ambos lados de la columna se siente excelente cuando lo masajeas lentamente. Usa los pulgares en pequeños círculos y movimientos largos de presión constante. No presiones la espalda directamente, hazlo a lo largo de ambos lados. Se sentirá excelente.
  3. Préstale mucha atención a las pantorrillas y masajea los dos músculos grandes de la parte posterior de la pierna por separado. Esta puede ser la diferencia entre un masaje bueno y uno fantástico. También mueve los pulgares de arriba hacia abajo por ambos tendones de la parte posterior del muslo para trabajar las áreas que puedan estar adoloridas.
  4. Pasar el pulgar a lo largo del arco del pie puede ser excelente. Trabaja cada dedo del pie por separado, usando el aceite con libertad, y mueve los dos pulgares en círculos pequeños a lo largo de los metatarsos del pie. Es bueno emplear una presión firme en el pie o podrías provocar cosquillas.
    • Si siempre das tus masajes de la cabeza a los pies, varía de vez en cuando. Empieza por los pies y ve avanzando hacia arriba lentamente. [3]
  5. Una vez que hayas llegado al final del cuerpo de tu pareja y hayas agregado bastante aceite, haz movimientos largos de todo el cuerpo con las palmas de tus manos, avanzando lentamente y revisando todos los puntos que ya has masajeado. Esta puede ser una forma agradable de terminar el masaje. También puede ser bueno usar el antebrazo o los nudillos para variar la sensación de la última vez que masajeaste esas áreas.
  6. Siempre escucha lo que se siente bien para tu pareja. Si quieres seguir con la parte delantera del cuerpo u otras áreas más específicas, hablen sobre ello y decidan juntos. Una buena comunicación es la parte más importante del masaje.
    • Dar un masaje no significa "dar consentimiento para tener sexo". Nunca toques a tu pareja en ningún lugar íntimo sin hablarlo primero.

Consejos

  • El estrés se esconde en los músculos, en la parte que se adhiere al hueso. Cuida de estas áreas. Trabaja a lo largo del hueso y no al través.

Advertencias

  • El masajista siempre debe comportarse de una forma en que el cliente se sienta seguro. Comuníquense y escúchense el uno al otro.

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