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Los rottweiler son perros grandes con una estructura corporal fuerte, y que suelen desarrollar displasia de cadera por factores genéticos. El término displasia significa “crecimiento anómalo”, y suele relacionarse mayormente con las articulaciones anómalas de las caderas y los codos. [1] La displasia de cadera puede ser leve o grave, y en los peores casos, puede dejar totalmente discapacitado a un perro activo. Los perros grandes (como los rottweiler) tienen muchas dificultades para lidiar con ello, ya que su tamaño les causará problemas a sus dueños para ayudarlos a subir las escaleras o al auto. Si tienes un perro grande como estos, deberás estar al tanto de esta posible afección, conocer los signos a identificar y saber en qué momento debes solicitar atención veterinaria.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Identificar los signos de la displasia

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  1. En el caso de los perros jóvenes, el primer signo suele ser que el animal tiene patas traseras temblorosas o dificultad para subir las escaleras, o no puede subir al auto. Quizás tampoco pueda correr ni ejercitarse con facilidad, tal como se esperaría de un perro joven.
    • Los perros de 6 a 12 meses de edad pueden empezar a cojear con las patas traseras de un momento a otro, o sus síntomas podrían empeorar poco a poco.
  2. Si tiene ambas caderas afectadas, podrías notar que se para con la parte trasera caída. También podría dar saltos similares a los de los conejos, impulsando ambas patas traseras hacia adelante al mismo tiempo, en lugar de moverlas de forma independiente. [2]
  3. El dolor podría hacer que el rottweiler sea menos tolerante de lo que solía ser.
    • Los rottweiler necesitan mucho ejercicio. Si no pueden ejercitarse, podrían aburrirse y mostrar tendencias agresivas.
    • Algunos podrían reaccionar de manera agresiva si se les acaricia o toca el área de la cadera, lo cual se deberá al dolor.
  4. En los perros de mayor edad, el síntoma clave de la displasia será la cojera en las patas traseras. Por lo tanto, estos podrían cojear y, al verlos desde atrás, podrías notar una menor masa muscular en la pata más afectada. [3]
    • Los perros con esta afección suelen reposar la pata adolorida cuando están parados. Estos también podrían dudar antes de moverse desde una posición parada.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Solicitar un diagnóstico veterinario

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  1. Si notas que tu rottweiler tiene problemas de movilidad, lo próximo que deberás hacer es llevarlo al veterinario. Él verá cómo camina, corre y usa las escaleras. Esto le ayudará a determinar en qué pata siente más dolor y lo grave que se encuentre.
    • Luego le realizará un examen físico, lo que también abarcará a la evaluación de sus reflejos nerviosos dándole la vuelta a la pata y presionándole los dedos. Esto le permitirá reconocer si el problema es físico (en las articulaciones) o neurológico (en los nervios).
    • El veterinario manipulará sus patas con cuidado, y doblará y estirará cada articulación para así saber si el movimiento es normal o restringido. Esto también le ayudará a verificar cuáles son las áreas sensibles o adoloridas.
  2. Según este examen, el veterinario podría recomendar radiografías de las articulaciones de las caderas. Lo mejor será hacerlo con el animal anestesiado, ya que las radiografías importantes requerirán que el veterinario coloque las patas del perro en posiciones que le causarían demasiado dolor si estuviera consciente. Siempre que se le administre anestesia a un perro, esto conllevará riesgos para su salud y un costo adicional que deberás autorizar.
    • Asimismo, se le podrán realizar exámenes especiales mientras esté anestesiado y relajado. Por ejemplo, el especialista revisará el movimiento de la articulación para verificar si está dentro de sus límites normales o no. Si el hueso se ha salido de la articulación, este causará más dolor, ya que los huesos se golpearán entre sí en todo momento.
  3. Para diagnosticar la displasia de cadera, las radiografías deberán mostrar problemas relacionados con la afección, y el perro deberá haber tenido cojera por un largo tiempo. Un problema que surge al diagnosticarla es que las radiografías tendrán que interpretarse teniendo en cuenta los síntomas físicos (cojera) y el nivel de malestar que el animal sienta.
    • Algunos perros tienen lo que parece ser una mala anatomía en la cadera, la cual se descubre por accidente cuando se les toma una radiografía por otro motivo. Sin embargo, estos no sufrirán de cojera ni un dolor visible en las caderas.
    • El veterinario evaluará las radiografías revisando elementos como la forma de la cabeza del fémur (redonda o cuadrada), la profundidad a la que este repose en el hueso de la cadera, y el ángulo en el que la cabeza del fémur se una al hueso del muslo. Esto último será importante, ya que las caderas con displasia suelen tener un mal ángulo, lo que significa que cuando los músculos del muslo se contraigan, estos jalarán en un ángulo anómalo. [4]
  4. Esta enfermedad causa mucho dolor, por lo que el veterinario recetará un analgésico para su consumo prolongado. Por lo general, este será un medicamento de tipo antiinflamatorio no esteroideo (AINE).
    • Si el problema es grave, hay diversos procedimientos que podrían realizarse. Estos varían desde las extirpaciones de la cabeza del fémur (en las que esta se extraerá para que no choque con el acetábulo) hasta el reemplazo total de la cadera. [5]
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Evitar la displasia

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  1. Esto será importante, ya que los cachorros heredarán la enfermedad. Para reducir la incidencia de la displasia de cadera, ahora los buenos criadores evalúan a los animales de cría para detectarla. Por lo tanto, solo se deberán usar para este fin a los perros revisados por la Orthopaedic Foundation for Animals (o un ente similar en tu región) y que tengan las caderas en buen estado. [6]
    • Si reproduces un rottweiler con caderas saludables, esto hará que la salud de las crías mejore y evitará que muchos dueños sufran al ver a sus perros activos con problemas para moverse y dolor constante. [7]
    • Deberás comprar un cachorro de rottweiler a través de un criador de buena reputación que siga estas pautas. Esto será vital para la salud futura del perro que adoptes. Asimismo, será importante que no apoyes a los criadores que sigan fomentando este problema mediante malas prácticas de reproducción.
  2. Acelerarás el deterioro si le brindas a tu perro una mala dieta que no esté equilibrada para fomentar el crecimiento óseo lento y constante que requieren las razas grandes como los rottweiler. Para este fin, lo mejor será darle una dieta especial diseñada para el “crecimiento de perros de raza grande”. [8]
  3. En los cachorros, el exceso de ejercicio también puede hacer que las articulaciones sean más propensas a lesionarse. Esto puede acelerar el desarrollo de la discapacidad provocada por la displasia. [9]
    • Haz que tu mascota realice ejercicios de bajo impacto. Estos son ejercicios menos rigurosos para las articulaciones, como caminar o nadar. Esto permitirá que el animal agote parte de su energía y sin poner en riesgo la salud futura de sus articulaciones. [10]
    • Los perros de mayor edad y con articulaciones en mal estado también necesitarán una cantidad de ejercicio controlada, pero estos por lo general no tendrán la energía ni el entusiasmo necesarios para realizar ejercicios vigorosos.
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Aprender sobre la displasia

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  1. La displasia es el desarrollo anómalo de las articulaciones, por lo general debido a una enfermedad genética transmitida por los padres al cachorro. Una articulación de la cadera saludable tendrá una estructura de esfera y cavidad. Esto consiste en la cabeza redonda del fémur (la parte superior del hueso del muslo) encajada en el acetábulo (la cavidad en la pelvis que forma la articulación de la cadera), lo que permite que la articulación se mueva con fluidez y sin rechinar ni chocarse. [11]
    • Esta afección en la cadera posee varias características, incluida una cabeza de fémur con forma anómala que tiene bordes planos o forma cuadrada, y que reposa en un acetábulo poco profundo. Esto significa que cuando la cadera se mueva, esta se trabará y causará roces, lo que generará malestar y dolor. [12]
  2. La displasia es una enfermedad de avance lento en la que la anatomía anómala de la articulación se deteriora poco a poco luego de un tiempo con el desarrollo de una artritis secundaria. [13] A medida que el animal envejezca, el traumatismo continuo en la articulación de la cadera generará cambios artríticos prematuros y el desarrollo de nuevo hueso. Esto agravará el problema y limitará el movimiento de la cadera incluso más. [14]
    • Recuerda que hasta los perros jóvenes de 6 meses pueden verse afectados. No asumas que los problemas en los perros jóvenes no pueden tratarse de displasia.
  3. En los rottweiler, las articulaciones de la cadera son las áreas más comunes. En otras razas, esto podría ocurrir en diferentes articulaciones, como los codos en el labrador retriever. [15]
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