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El término “pérdida de masa muscular” es transparente en su significado: se refiere al desgaste de los músculos del cuerpo, en este caso, del perro. Por lo general, se ve tal como piensas que se vería; el animal adelgaza o parece estar débil. La pérdida de masa muscular puede deberse a distintas enfermedades o malestares, así que si notas que afecta a tu mascota, asegúrate de conversar con el veterinario al respecto.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Reconocer los síntomas

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  1. En los seres humanos, la pérdida de musculatura se hace evidente cuando los músculos se debilitan. [1] En el caso de los perros, también debes observar si sus músculos se sienten flácidos y menos duros de lo normal. Tal vez se sientan más “suaves”.
  2. Cuando un perro pierde masa muscular, sus músculos se ven más delgados. También se hace evidente una diferencia en cómo se sienten al tacto. Por ejemplo, de pronto podrás rodear toda su pata con una sola mano cuando antes no era posible. A veces este tipo de perdida de músculo solo afecta una parte del cuerpo. Por ejemplo, si tu mascota sufre de artritis o tiene alguna lesión en las patas traseras, tal vez notes que estas se ven más delgadas, mientras que las delanteras se fortalecen para compensar este desequilibrio. [2]
  3. Los perros que pierden masa muscular tienden a bajar de peso, aunque no siempre es así. Tal vez notes que se siente más liviano cuando lo levantas o que se ve más delgado en general. Intenta utilizar una balanza para comprobar si realmente ha perdido peso o no. [3]
  4. Si tu perro ha perdido masa muscular, es muy posible que lo notes algo débil, sobre todo si se ha concentrado en un área específica. Por ejemplo, si la pérdida ha sido en las patas posteriores, quizá veas que tu mascota se apoya más en las patas delanteras. [4]
  5. Cuando los perros pierden masa muscular, prefieren no moverse tanto. Esto es porque la pérdida de músculo hace que sea más difícil trasladarse, ya que genera debilitamiento. Por lo tanto, si notas que no se mueve mucho, podría deberse a que ha perdido musculatura. [5]
    • Compara sus patas entre sí. Si sospechas que está perdiendo masa muscular en alguna pata específica, compárala con otra.
  6. Los músculos se adhieren a los huesos y ayudan a mantener el cuerpo erguido. Por ello, cuando pierdes musculatura, tu postura suele cambiar. [6] Lo mismo sucede con los perros y se nota en el lomo caído, así que préstale mucha atención a esta área.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Entender los factores de riesgo

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  1. No todos los perros viejos pierden musculatura, pero sí una gran parte de ellos. Así como los humanos, con la edad estos animales disminuyen su actividad física por una serie de razones, como una menor cantidad de energía y más dolores y molestias. Dejar de ser activo puede llevar a la pérdida de masa muscular. [7]
    • Para combatir este problema, trata de animar a tu mascota a mantenerse activa.
  2. En el caso de que tu mascota sufra una lesión, como ser arrollado por un auto, es posible que desarrolle alguna debilidad en ciertas partes del cuerpo. Esto, a su vez, puede llevar a la pérdida de masa muscular, ya que el animal deja de estar activo o procura utilizar la parte afectada mucho menos. [8]
    • Los perros pueden debilitarse por otras razones, como por una infección, una dislocación en las articulaciones o la degeneración del músculo o el hueso.
  3. Los perros de gran tamaño, como de la raza pastor alemán y labrador, suelen tener problemas en las articulaciones, por lo que son más propensos a desarrollar artritis. Esta puede llevar a la pérdida de masa muscular, ya que hace que el perro evite moverse. [9]
  4. Por ejemplo, los labradores son propensos a sufrir de deficiencias en la fibra muscular del tipo II, que se nota como pérdida de masa muscular dentro del primer año. Los pastores alemanes, por su parte, tienden a sufrir de miopatía fibrótica, que generalmente afecta a los músculos de las patas. Algunos perros, como el galgo, tienden a sufrir de miopatía inflamatoria si se les obliga a usar los músculos en exceso. [10]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Conversar con el veterinario

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  1. Antes de ir a la veterinaria, haz una lista de los síntomas que hayas notado, sin importar cuán insignificantes sean. Estos síntomas pueden ayudar en el diagnóstico de tu mascota. Si los apuntas tan pronto como los ves, será más sencillo recordarlos cuando hables con el especialista.
  2. La pérdida de masa muscular puede ser síntoma de otra enfermedad, aunque también puede ser simplemente una consecuencia de la vejez. De cualquier modo, siempre es mejor que examinen al perro si hay algún cambio en su físico o su comportamiento.
    • Las enfermedades que afectan a los músculos pueden ir desde una miopatía fibrótica y miopatía externa hasta un traumatismo en los músculos. [11] Entre las causas también tenemos a los problemas no tan graves, como la artritis.
    • Podrías decirle algo así: “He notado que a mi perro le resulta más complicado levantarse últimamente. Le ha cambiado la postura y parece que tiene el lomo caído. Y también está adelgazando. Todos estos síntomas me tienen preocupado".
  3. Lo primero que hará el especialista es un examen físico. Si considera que es necesario, posiblemente le hagan otras pruebas, como un análisis de sangre o de orina, radiografías, resonancia magnética o una tomografía computarizada. Esto dependerá de las posibles causas que determine el veterinario. [12]
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Consejos

  • Si notas que tu mascota tiene problemas para moverse, busca la forma de ayudarla. Por ejemplo, si tiene dificultad para movilizarse en la escalera, puedes colocar una rampa, sobre todo si solo son unos cuantos escalones. De esta manera, el perro podrá trasladarse por la casa y mantenerse activo, y no tendrá tantos problemas para ir de un piso a otro. [13]
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