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Llorar es una respuesta natural y saludable cuando ocurre una tragedia, si sientes frustración, tristeza y otros sentimientos. Sin embargo, es posible que te avergüence o cohíba hacerlo en ciertas situaciones.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Comunicarse bien

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  1. Es posible que sientas necesidad de hacerlo en ciertas situaciones como enfrentar a una autoridad. [1] Aunque sientas que esa necesidad está fuera de tu control, por lo general existe una causa identificable. Incluso el hecho de identificar la causa puede ayudarte a ganar control o evitar la situación en el futuro. Puedes sentir una variedad de emociones como las siguientes:
    • tristeza [2]
    • temor;
    • ansiedad;
    • alegría;
    • frustración;
    • dolor.
  2. Derramar lágrimas está relacionado a las emociones que sientes y los pensamientos que tienes en ese momento, incluso cuando no parezca que están directamente relacionados. Ten en cuenta el tipo de pensamientos que tienes cuando sientes que vas a llorar e intenta encontrar la conexión.
    • Por ejemplo, si sientes la necesidad de llorar en un momento feliz, considera si piensas que la situación es “demasiado buena para ser verdad” o es fugaz. [3]
    • Si sientes la necesidad de llorar cuando te están evaluando (por ejemplo, en el trabajo), determina si tus pensamientos son la causa de que te sientas juzgado duramente, señalado personalmente, inadecuado, entre otros.
  3. En cierta medida tienes el control sobre tus pensamientos y sentimientos incluso en las situaciones de tensión. Cuando te estás comunicando con alguien y sientes la necesidad de llorar, ten en cuenta lo que te estás diciendo a ti mismo mientras escuchas a esa persona. [4]
    • Por ejemplo, si te están evaluando en el trabajo y tu jefe te sugiere que hay áreas en las que puedes mejorar, ¿te dices a ti mismo que esto significa que no haces bien tu trabajo o piensas en crear un plan específico de acción para mejorar?
    • De manera similar, si un amigo está molesto contigo y te dan ganas de llorar, pregúntate a ti mismo si estás pensando en “Mi amigo me odia” o simplemente que “Seguro he hecho algo que lo lastimó. No debo hacerlo de nuevo”.
    • En ocasiones, tu forma de pensar podría fomentar tu llanto. Por ejemplo, podrías sobregeneralizar una situación o pensar en términos de “todo o nada”. Esto puede hacer que una situación parezca más nefasta de lo que en realidad es. Procura utilizar la lógica para redirigir tus pensamientos.
  4. Al observar la opinión que tienes de ti mismo puedes determinar si te estás autocriticando. Esta es una razón común de que una persona sienta la necesidad de llorar. Ten en cuenta tus pensamientos y sentimientos cuando te comunicas con los demás (o piensas para ti mismo). Identifica y detén la autocrítica. [5]
    • Algunas formas comunes de autocrítica incluyen enunciados como “Soy demasiado sentimental”, “Los hombres no lloran” y “Soy un fracaso”.
    • Reemplaza estas opiniones con pensamientos que sean más autocompasivos como “Me esforcé demasiado en ese proyecto y estoy orgulloso incluso si no ha tenido bastante éxito” o “Realmente me preocupé por este tema y sé que he puesto todo de mí en él”.
    • Una buena forma de reducir la autocrítica es pensar en lo que le dirías a tu mejor amigo en esta situación. Trátate de la misma manera en que tratarías a tu mejor amigo.
  5. Algunas personas no saben cómo reaccionar cuando alguien llora en frente de ellas. No obstante, debes ser capaz de esperar que entiendan que existe una razón cuando lloras y que no necesariamente significa que eres débil, inoportuno, poco profesional, entre otros.
    • Cuando lloras, y parece que las personas están desprevenidas o sorprendidas, debes esperar aun así que muestren empatía al decir algo como “Veo que esto es algo muy importante para ti” o “Sé que estás molesto”. [6]
    • Si lloras en frente de alguien que parece no saber cómo reaccionar, no lo ignores. Puedes intentar decir algo como “Como ves, esto es realmente importante para mí” o “Estoy molesto porque…”. Esto le ayudará a entender lo que está pasando.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Crear distracciones

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  1. Algunas personas saben que pueden evitar llorar al pellizcarse o hincándose la nariz, brazo, mejilla, manos, entre otros. [7] Es posible que el dolor te distraiga temporalmente de la emoción o pensamiento que te causa ganas de llorar.
  2. Al igual que lo anterior, puedes crear una distracción o sensación temporal de dolor leve al presionar tu lengua contra el paladar cuando sientas la necesidad de llorar.
  3. [8] Cuenta hasta diez, y respira varias veces de forma lenta y profunda. Obtener bastante oxígeno puede potenciar tu buen humor e incrementar tu estado de alerta. Además, tener un momento para hacer una pausa puede ayudar a que tus pensamientos recuperen el control de tus sentimientos y disipar la necesidad de llorar.
  4. 4
    Distráete mediante un conteo. Elige un número al azar, como el 7, y comienza a contar hasta 100. Tu cerebro se concentrará en la acción lógica del conteo, lo que podrá reducir tu reacción emocional.
  5. [9] Si quieres evitar llorar en frente alguien, como tu jefe en el trabajo, excúsate y deja el lugar. Por ejemplo, di que necesitas ir a los servicios higiénicos o tomar un poco de aire. Un breve descanso para ir a caminar o evaluar tus sentimientos te puede hacer ganar algo de tiempo, y así detener las ganas de llorar.
  6. Algunas veces, tener algo más en que enfocarse puede distraerte de las ganas de llorar. [10] Por ejemplo, si tienes una reunión estresante con tu jefe y temes que puedas llorar, lleva un bloc de notas u otro objeto contigo. Enfocarte en esto en la reunión puede prevenir que llores.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Reflexionar sobre tu situación

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  1. Si a menudo sientes que vas a llorar en ciertos momentos, intenta imaginarlos en tu cabeza y desarrollar situaciones alternativas. [11] Visualizar repetidas veces mejores resultados en momentos imaginarios, donde no llores, puede ayudarte a manejar una situación real.
    • Por ejemplo, si sueles llorar durante discusiones familiares, imagina una situación donde hables con tu familia confiada y tranquilamente. Si puedes imaginar cómo te verás sin llorar, tendrás un plan.
    • Si tratas de evitar llorar cuando te defiendes a ti mismo, imagina situaciones en que hables con fuerza. Por ejemplo, imagina estar con tu jefe en una evaluación y decir “Agradezco su sugerencia con respecto a ese tema. Me gustaría ofrecer mi punto de vista sobre el mismo”.
    • Si tratas de evitar llorar cuando estás en público, imagínate a ti mismo sobre un escenario, dando tu discurso, presentación, entre otros, con confianza. De esta forma, cuando tengas que hablar realmente en público, ya habrás ensayado el tener un buen resultado.
  2. Si sientes que tienes un serio problema para controlar tus emociones, no temas buscar ayuda. Los consejeros están capacitados para ayudarte a entender tus emociones, y para desarrollar técnicas que te ayuden a comprender y controlar tus sentimientos. [12]
  3. Algunas condiciones médicas, como el afecto pseudobulbar y ciertas formas de depresión, pueden causar arranques de llanto incontrolable o incrementar las probabilidades de que llores. [13] Si sientes con frecuencia la necesidad de llorar o parece ser imposible detenerse cuando lo haces, es posible que quieras ver a un doctor para determinar si existe una causa subyacente que debe tratarse.
  4. Aunque los científicos no entiendan por completo por qué los humanos lloran, es evidente que existe una relación entre llorar y la expresión de las emociones. [14] [15] En realidad, llorar puede hacer que uno se sienta mejor y causar que otros sientan simpatía y empatía, estableciendo de este modo conexiones entre las personas. [16] Recuerda que cada persona tiene una buena razón para llorar de vez en cuando, así que es posible que no siempre necesites o quieras dejar de hacerlo.
    • Intenta reprimir tus emociones. Es más saludable aceptar tu molestia por algo.
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Parte 4
Parte 4 de 4:

¿Cuándo deberías intentarlo?

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  1. Tomarte un tiempo para llorar bien es una manera importante de liberar emociones, pero si lo haces en el trabajo o en la escuela, puede ser que no termines sintiéndote mejor después. Llorar alrededor de colegas o compañeros de estudio puede atraer la atención que no quieres. Aunque la mayoría de la gente es comprensiva cuando necesitas llorar, algunas personas no lo son, y quizá no quieras compartir un lado tan íntimo fe ti con ellos. Además, llorar en el trabajo podría ser visto como poco profesional, especialmente si ocurre durante una reunión u otro momento de mucha presión.
  2. El llanto puede ser una reacción normal cuando se hieren los sentimientos. Aunque no hay nada malo en llorar en respuesta al dolor o la ira, le puede indicar a la otra persona que no estás totalmente en control de sus emociones. Si no deseas darles la satisfacción, prueba técnicas para evitar llorar por cosas como una evaluación que salga mal de tu trabajo o un comentario grosero.
  3. Llorar por el miedo también es normal, pero hay momentos en los que tal vez no quieras expresarte de esa manera. Por ejemplo, tal vez tengas una presentación que dar, y tu miedo escénico es tan extremo que temes llorar delante de la clase. Vale la pena practicar métodos de distracción y otras maneras de evitar que llores hasta que termines la presentación.
  4. Llorar es una manera válida de liberar todo tipo de emociones. Algunas situaciones pueden no ser adecuadas para llorar, pero otras son absolutamente adecuadas. Déjate llorar cuando estés con gente que te conoce y te apoya. Déjate llorar en los servicios conmemorativos, funerales, y otros espacios donde expresar las emociones sea algo que se anima. Y, por supuesto, permítete llorar cuando estés a solas. A veces, el mejor momento para llorar es cuando no tienes que preocuparte por cómo tus lágrimas afectarán a otras personas, y solo puedes centrarte en ti.
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Consejos

  • Si sientes la necesidad de llorar cuando picas las cebollas, intenta colocarlas en la refrigeradora para enfriarlas de antemano. [17] De forma alternativa, puedes esparcir un poco de jugo de limón sobre el área donde vas a picarlas.
  • El llanto es la reacción natural de tu cerebro para pedir ayuda. Si absolutamente debes reprimir tu llanto, sigue estos pasos.
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