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¿Quieres evitar ir a la escuela o al trabajo, fingir estar enfermo para que el médico te dé una justificación o simplemente para tomarte un día libre? Te mostraremos cómo verte enfermo, cómo actuar como enfermo e incluso cómo sonar enfermo para que puedas convencer a cualquiera de que no te sientes bien. Ten en cuenta que fingir estar enfermo no siempre es una buena idea, especialmente si hay una crisis de salud pública grave actual como la pandemia de COVID-19 . Mientras no asustes ni molestes a las personas, sigue leyendo para ver nuestra guía completa sobre cómo fingir estar enfermo.

Cosas que debes saber

  • Representa tu "enfermedad" en persona actuando como si estuvieras mareado y cansado, o trata de pasar más tiempo en el baño.
  • Simula una enfermedad por teléfono hablando en voz baja y ronca, deteniéndote para estornudar y toser, y habla de lo contagioso que es.
  • Consígue una lectura de fiebre falsa tocando tu termómetro con una bombilla o agitándolo vigorosamente.
Método 1
Método 1 de 6:

Hacerte el enfermo

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  1. Lo ideal es algo que te incapacite para cumplir con tus responsabilidades, pero no tan serio que haga que te lleven al hospital. Un resfriado, una fiebre o un virus de 24 horas son buenas opciones. Asegúrate de conocer los síntomas que quieres fingir y limita tu actuación en ellos. Si finges exageradamente síntomas que son irrelevantes, esto no funcionará de la manera que deseas.
  2. De esa manera tu “enfermedad” parecerá más creíble. Si no quieres ir a la escuela el lunes, finge estar muy cansado y lento el domingo por la tarde. Di que no te sientes bien, o que tienes un ligero dolor de cabeza. No comas mucho y vete a la cama temprano. De esa forma, cuando “tengas” síntomas más graves será más creíble.
  3. Tú has estado enfermo de verdad antes, y la gente lo notó. Piensa en cómo te sentiste y en cómo lo notaron los demás. Intenta reproducir esos síntomas y canaliza ese sentimiento. Será mucho más fácil convencer a otros de que tienes algún malestar con algo que ya hayas tenido antes que con una enfermedad nueva para ti.
  4. Haz que tu cara se vea como que estás enfermo y pálida. Toma una base de maquillaje que sea 2 o 3 tonos más clara que el tono natural de tu piel. Si tienes corrector verde, frótalo en las mejillas y la frente para que luzca pálida. No te pintes la cara de verde, solo cambia ligeramente el color de tu piel. Si es útil, use un poco de polvo o harina.
    • Asegúrate de saber aplicar el maquillaje de forma efectiva. Si es muy obvio que te has maquillado, te van a descubrir.
    • Si usas maquillaje, evita que te toquen. Si alguien te toca la cara y el maquillaje se corre, te descubrirán.
  5. Camina despacio, con pasos cortos. Tómate tu tiempo para levantarte de la cama o de una silla. Cuando te levantes de tu escritorio, finge que pierdes el equilibrio un poco y pon tu mano en la mesa para “recuperar” el equilibrio.
    • Para recordar cómo te sientes al estar mareado, espera a quedarte a solas y da unas vueltas sobre ti mismo para marearte un poco. Toma nota de cómo te sientes y cómo actúas. Cuando estés frente a otros, imita este comportamiento, pero muy levemente.
  6. Quien está enfermo no se siente bien, así que no bromea ni sonríe mucho. Debes dar la impresión de estar desorientado y “en tu propio mundo”. Si eres de los que se ponen irritables cuando estás enfermo, entonces ponte irritable, como de mal humor. No aparentes disfrutar de las cosas que normalmente disfrutas. Si te invitan a ir al cine y normalmente te encanta ir, declina la oferta.
  7. Quédate en la cama si puedes. Querer quedarse en la cama y dormir mucho es una reacción natural cuando uno está enfermo. Es la manera que tiene tu cuerpo de darse tiempo para luchar contra la enfermedad y curarse. Da cabezadas o pon la cabeza sobre el escritorio de vez en cuando. Cada vez que tengas la oportunidad, recuéstate sobre el sofá más cercano que encuentres.
    • Finge escalofríos estando en la cama, incluso bajo las mantas.
  8. Estar enfermo de verdad no es divertido, y a menudo te deja con un montón de trabajo para poner al día. Dile a la gente que desearías poder hacer lo que estás dejando, y pide disculpas por los inconvenientes que puedas causar. Nunca des la impresión de estar feliz por quedarte en casa. Expresa un “está bien” desganado y entre dientes, y finge irte a dormir de nuevo.
  9. Si has logrado convencer a todos de que estás enfermo, empezarán a sospechar si estás al 100 % al día siguiente de tu enfermedad. Si tus padres deciden dejar que te quedes en casa, no empieces a sonreír y actuar con energía a las pocas horas de terminar el horario de clases.
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Método 2
Método 2 de 6:

Finge una fiebre

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  1. La fiebre es un síntoma clásico para fingir, ya que implica que tienes algo contagioso y el tratamiento recomendado es quedarse en la cama. Quienes tienen fiebre, normalmente tienen la cara y la frente calientes, aunque sienten frío. Hay varias formas de dar a tu cara una apariencia febril:
    • Toma una ducha caliente sin mojarte el pelo.
    • Expón tu rostro al aire caliente de un secador de cabello.
    • Ponte agua en la cara para que parezca sudorosa.
    • Calienta tu cara durante unos minutos con una almohadilla eléctrica o una botella con agua caliente cuando nadie te vea.
    • Restriega tu rostro vigorosamente con tus manos.
    • Túmbate de espaldas en la cama con la cabeza colgando por un lateral, para que toda la sangre fluya a ella.
  2. Esto te hará sudar, y los demás pensarán que tienes mucho frío. Finge sentir escalofríos, sin importar cuánto te abrigues. El sudor frío es un síntoma inequívoco de resfriado y fiebre.
  3. Si tus padres o tu enfermera te dejan solo con un termómetro en la boca, hay algunas cosas que puedes hacer para elevar la temperatura artificialmente. Solo asegúrate de no elevarla demasiado; esto dejaría tu engaño al descubierto o provocaría que te llevaran con el doctor inmediatamente para tratar tu peligrosa fiebre alta.
    • Bebe agua muy caliente antes de ponerte el termómetro en la boca.
    • Toca con el termómetro una bombilla encendida por unos segundos.
    • Sacude el termómetro vigorosamente tomándolo por la ampolla de mercurio para que el metal líquido suba por la escala. Por supuesto, esto no funciona con termómetros digitales.
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Método 3
Método 3 de 6:

Fingir malestar estomacal

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  1. Picotea tu comida y evita acabar incluso las cosas que normalmente te gustan.
  2. Frótate el estómago de vez en cuando. Acompaña el gesto con una mueca de incomodidad. No hace falta que digas nada al principio, pero menciona que te molesta el estómago (o si eres un niño pequeño, tu barriga) si alguien te pregunta qué te pasa, dile que te ha estado molestando la barriga.
  3. Incluso si nunca lo has usado, darás la impresión de que estás a punto de vomitar allí mismo. De vez en cuando, agárralo desconcertadamente y mete tu cara en él como si estuvieras sintiendo una fuerte nausea.
  4. Ya sea por vómitos o diarrea, quienes se sienten mal del estómago hacen frecuentes y prolongadas visitas al baño. No hace falta que hagas un espectáculo, solo con correr al baño unas cuantas veces cada hora, todos notarán que algo malo te sucede.
  5. Corre al baño, haz un sonido fuerte de arcada mientras arrojas un vaso de agua al retrete, y después descarga la cisterna. Repítelo un par de veces, y luego tómate un minuto para “limpiarte” antes de volver a tu sitio con apariencia desdichada.
    • Lo normal es que la gente no quiera ver tu vómito, así que el espectáculo de sonidos debería ser suficiente. También puedes fabricar vómito falso y arrojarlo al retrete mientras finges vomitar.
    • Si estás tomando una sopa, pon un poco en tu boca y finge que te la tragas. Luego, hincha tus mejillas como si la sopa hubiera regresado a tu boca y corre al baño para escupirla en la taza del baño.
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Método 4
Método 4 de 6:

Fingir síntomas de resfriado o gripe

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  1. Es difícil fingir una nariz mocosa, pero puedes fingir que está taponada. Respira solo por la boca y habla un poco más despacio. Inspira entrecortadamente por la nariz de vez en cuando, como si te estuvieras sorbiendo los mocos.
  2. Ponte mucha ropa o tápate con muchas mantas. Date una ducha con agua fría para que tu piel parezca helada al tocarla.
  3. Tose o estornuda . Esta es una maniobra arriesgada. Cualquiera de las dos opciones, si no se fingen convincentemente, pueden hacer pensar que realmente no estás enfermo. Fingir la tos es mucho más fácil que fingir un estornudo, pero también puede sonar forzada si no eres cuidadoso.
    • También puedes provocarte un estornudo real , oliendo pimienta. Coloca un poco de pimienta en un pañuelo y finge que te limpias la nariz con él mientras esnifas la pimienta. Esto te provocará un estornudo.
  4. Asegúrate de ponerla cerca pero no dentro del ojo. Deja la pasta allí por unos tres minutos para que tus ojos parezcan irritados.
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Método 5
Método 5 de 6:

Fingir estar enfermo con una justificación médica

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  1. Pretende que tienes un dolor de cabeza . Podrías fingir que tienes una migraña , un tipo de dolor de cabeza fuerte que generalmente ocurre en un lado. Describe el dolor como palpitante, e incluso puedes entrecerrar los ojos un poco, ya que las migrañas hacen que algunas personas sean sensibles a la luz. [1]
    • Las migrañas suelen durar de 4 a 72 horas.
    • Los dolores de cabeza por migraña son buenos para fingir porque no son contagiosos, por lo que es menos probable que preocupes a otras personas. Además, es difícil para un médico "examinar" una migraña.
  2. Dile a tu médico que podrías tener una intoxicación alimentaria o malestar estomacal por algo que comiste unas horas antes. Actúa cansado y dile que estás experimentando muchos calambres abdominales. Otros síntomas comunes de malestar estomacal o intoxicación alimentaria incluyen: náuseas, vómitos y heces acuosas. [2]
    • Si estás buscando una justificación médica, no es una buena idea fingir que tienes fiebre porque él puede controlarte la temperatura fácilmente.
  3. Si eres mujer, puedes decirle a tu proveedor de atención médica que tus cólicos menstruales te dificultan ir a trabajar o a la escuela. Es completamente normal que entre el 5 y el 10 % de las personas que tienen períodos experimenten un dolor que dificulta su vida diaria. [3]
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Método 6
Método 6 de 6:

Finge una enfermedad por teléfono

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  1. Si tienes que llamar a tu jefe para no ir al trabajo, tu voz debe ser convincente para evitar sospechas.
    • Habla un poco más despacio. Pausa ocasionalmente por un segundo en medio de tus frases. No respondas muy rápido. Recuerda que estás enfermo y cansado.
    • Intenta respirar por la boca para que parezca que tienes la nariz taponada.
  2. A tu jefe tal vez no le importe cómo te sientes, pero sí le preocupará que puedas contagiar al resto de la plantilla. Menciona que crees que te contagiaste de alguien. Explícale que estás estornudando como loco y moqueando.
  3. No lo hagas directamente sobre el teléfono. No lo harías normalmente, ¿verdad? Sujeta el teléfono a una distancia razonable de tu boca y tose o estornuda. Luego pide disculpas y continúa la conversación.
  4. Haz la llamada desde el cuarto de baño y ten listos un par de vasos de agua. Si realmente quieres sonar enfermo, detén la conversación abruptamente, haz un sonido gutural y vierte el agua en la taza del retrete. Así parecerá que estás arrojando hasta la primera papilla.
  5. La manera más fácil de que te descubran es pasarte de la rosca con tu actuación. Si solo deseas tomarte un día de descanso, limítate a decir que te sientes mal, o te arriesgarás a que te atrapen en tu red de mentiras.
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Consejos

  • Mantente muy callado con tus padres y acuéstate mucho.
  • No le digas a nadie que estás fingiendo una enfermedad. Podría revelar tu secreto sin querer.
  • Di que te duele mucho la cabeza, como una migraña. No pueden demostrar lo contrario. Di que te duele una parte específica de la cabeza y pretende ser sensible a la luz y al sonido.
  • Ten un balde o recipiente cerca si estás fingiendo un virus estomacal. Para darle un efecto adicional, siéntate y trata de alcanzarlo de vez en cuando, como si estuvieras a punto de vomitar.
  • Cuando hables con tus padres, háblales con una voz áspera o suave hasta donde apenas puedan entenderte.
  • Independientemente de lo bien que te vaya, asegúrate de que tus padres no terminen llevándote al médico. Malgastar dinero así no está bien. Sigue diciendo "Veré cómo me siento".
  • No hagas actividades activas como jugar videojuegos: estás enfermo, por lo que no tienes la energía para eso.
  • No lo hagas con demasiada frecuencia; en algún momento, la gente empezará a sospechar.
  • Frótate la nariz para que parezca roja e irritada.
  • Hazle saber a un amigo que te sientes enfermo. De esta manera, si tu mamá revisa tu teléfono, sabrá que te sientes mal y pensará en dejar que te quedes en casa al día siguiente.
  • Menos es más cuando se habla con figuras de autoridad. Si simplemente puedes decirle a tu jefe que necesitas tomar un día por enfermedad, no entre en más detalles a menos que te lo pida. Cuanto más complicadas sean tus mentiras, más probable es que lo compliques todo.
  • Avísales a tus padres dos días antes y hazte el enfermo.
  • Si quieres darte un malestar estomacal, levántate una media hora más temprano de lo habitual y come unos tres o cuatro dientes de ajo.
  • Simula descuidar tareas simples como ponerte desodorante, cepillarte el cabello o cepillarte los dientes.
  • Si sueles maquillarte, no lo hagas y no hagas nada de lo que harías normalmente.
  • Si quieres fingir un virus estomacal puedes meterte los dedos en la garganta (no hasta el fondo) y eso te hará vomitar o casi vomitar para convencer a tus padres.
  • Puedes ayudar a que tu rostro luzca sonrojado; esto se puede lograr aplicando cantidades generosas de rubor, especialmente en las mejillas.
  • Espera a que tus padres te pregunten sobre quedarte en casa. Si lo mencionan, tienes muchas más posibilidades de éxito que las que tendrías si preguntaras.
  • Luce miserable en la casa, para lograrlo trata de bajar los hombros, encorva un poco la espalda y relaja los músculos de la cara para que los ojos y la boca bajen.
  • Mantén un registro de fechas, excusas y por qué querías fingir que estabas enfermo. Asegúrete de no dejar que se desarrolle ningún patrón obvio que otros puedan captar.
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Advertencias

  • No tomes ningún medicamento para los síntomas que solo estás fingiendo. Esto podría ser peligroso. Si es una pastilla, finge tragarla y tírala cuando nadie esté mirando.
  • Si te quedas en casa, ten cuidado de no levantarte o hacer cosas por un tiempo, incluso cuando tus padres se hayan ido. Existe la posibilidad de que regresen si olvidaron algo, o simplemente para controlarte.
  • Especialmente si estás en la escuela, no finjas síntomas que son vergonzosos. Tos, fiebre, vómitos están bien, pero decirle a la gente que tuviste diarrea podría generarte algunas burlas desagradables.
  • Evita fingir síntomas de una enfermedad durante tiempos de crisis de salud pública como la pandemia de COVID-19. Puede que no parezca gran cosa, pero realmente podrías asustar o molestar a los demás.
  • No finjas más síntomas de los que deberías. No finjas una tos ni hagas una diarrea falsa.
  • Ten cuidado con las mentiras repetitivas. Si las personas se dan cuenta de que finges estar enfermo, es posible que no te tomen en serio cuando en realidad te enfermes y necesites su ayuda. Piensa en la fábula clásica "El niño que gritó lobo".
  • Fingir enfermedades es muy delicado, con la salud no se juega. Cuando sea en serio no te creerán y podría pasarte algo peor e incluso poner tu vida en riesgo.
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