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El caramelo es la cubierta perfecta para casi cualquier tipo de postre, pero la mayoría de la gente piensa que tiene que conformarse con las opciones que se encuentran en las tiendas locales: jarabe de maíz alto en fructuosa y otras opciones llenas de conservantes. Sin embargo, el caramelo casero es increíblemente fácil de hacer (y más fácil de comer).
Ingredientes
- 1 taza (210 g) de azúcar granulada
- 6 cucharadas (85 g) de mantequilla
- 1/2 taza (120 mL) de crema de leche
Pasos
-
Prepara una cacerola de fondo grueso de 2 a 3 cuartos, y colócala sobre la hornilla. -
Vierte el azúcar en la cacerola, y enciende el fuego a temperatura de mediana a alta. -
Bate o revuelve el azúcar vigorosamente hasta que comience a hervir. Una vez que el azúcar hierva, puedes seguir agitando o detenerte y comenzar a revolver con movimientos circulares. -
Deja de revolver una vez que se hayan fundido todos los granos de azúcar. -
Agrega la mantequilla a la cacerola. Esto provocará que la mezcla se vuelva espumosa, pero continúa batiendo hasta que la mantequilla esté completamente fundida. -
Saca la cacerola del fuego, y espera 2 o 3 minutos. -
Vierte cuidadosamente la crema en la cacerola, y continúa batiendo hasta que el caramelo quede suave. -
Deja enfriar el caramelo en la cacerola durante algunos minutos, y luego traspásalo a un frasco o recipiente resistente al calor. -
Puedes almacenar tu caramelo casero en el refrigerador hasta por 2 semanas.Anuncio
Consejos
- Para hacer caramelo salado, agrega una cucharada de flor de sal o sal marina una vez que el caramelo se haya incorporado bien.
- Calienta el caramelo para que sea más fácil de verter.
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Cosas que necesitarás
- Cacerola de fondo grueso de 2 a 3 cuartos
- Taza medidora
- Batidor o cuchara de madera
- Recipiente resistente al calor
Acerca de este wikiHow
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