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Lo único peor que el calor extremo es el calor extremo con una humedad alta. El aire cálido y húmedo hará que estés sudoroso e incómodo. Incluso puede ser peligroso, ya que aumenta el riesgo de sufrir un agotamiento por calor y un golpe de calor. Si usas algunas estrategias para mantener tu temperatura corporal y tu hogar frescos, podrás estar seguro, fresco y cómodo en los días más calurosos y húmedos.

Método 1
Método 1 de 3:

Mantener tu calor corporal fresco

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  1. La cantidad de agua que necesites tomar cada día variará según la persona, pero una buena regla general es tomar agua con cada comida y entre ellas. El clima cálido y húmedo hará que sudes más, lo que significa que necesitarás aumentar tu hidratación incluso más para reestablecer estos fluidos. [1]
    • Sabrás que bebes suficiente líquido si no sientes sed y tu orina es transparente o de un color amarillo muy claro.
    • Si te desplazas al aire libre y sudas mucho, complementa tu consumo de agua con una bebida energética con electrolitos. Esto puede ayudarte a restablecer los minerales en la sangre que se pierden con el sudor.
    • Tomar mucha agua también te ayudará a mantener una temperatura corporal fresca, lo que puede mantenerte más cómodo en general.
  2. Si comes alimentos calientes cuando el clima es cálido y húmedo, esto elevará tu temperatura corporal y también hará que la casa esté más cálida si vas a cocinar. En lugar de ello, lava los vegetales frescos y prepara una ensalada , come frutas frescas como bocadillos, sal a comer sushi, o combina carnes y quesos fríos en un emparedado o un burrito. [2]
    • Para el postre, puedes darte un gusto con golosinas dulces como paletas heladas y helado. Una opción más saludable es comer fruta fresca sola o con yogur.
  3. Tomar un baño o una ducha fríos es una manera rápida y eficaz de refrescarte. Si no estás en casa, puedes lograr un efecto similar echándote agua fría en el cuello, la frente y las axilas. [3]
    • También puedes usar compresas heladas o toallas húmedas frías para gozar de un alivio más continuo.
  4. Los días calurosos y húmedos requieren el uso de prendas de algodón sueltas y de colores claros. No uses jeans ajustados ni telas sintéticas ceñidas como el rayón o la licra, y usa sandalias o calzado de lona para mantener los pies frescos. [4]
  5. Asegúrate de que las sábanas estén hechas de una tela ligera, como el algodón, en lugar de franela o vellón. Las sábanas de algodón permitirán el paso del aire con más facilidad y se mantendrán más frescas por la noche, lo que te permitirá dormir con más comodidad en el clima cálido y húmedo. [5]
    • Para tener un alivio adicional, humedece una sábana o toalla con agua fría, y úsala como una manta. Colócala sobre una toalla seca para que no mojes el colchón.
  6. Aclimátate al calor y la humedad si son algo habitual en tu área. Si sabes que vas a lidiar con un clima caluroso y húmedo por un buen tiempo (de una semana a todo el verano), esforzarte por acostumbrarte a él puede ayudarte a sentirte más cómodo. Tu cuerpo se adaptará al calor si se lo permites, pero sentirás un poco de incomodidad al principio. Las personas jóvenes y de edad a avanzada en particular deben tener mucho cuidado y proceder con mucha lentitud. Para aclimatarte, haz lo siguiente: [6]
    • Empieza con ejercicios ligeros al aire libre, como una caminata rápida o trabajos de jardinería. Aumenta el tiempo y luego la intensidad todos los días.
    • Reduce un poco la intensidad del aire acondicionado todos los días. Fíjate el objetivo de sentirte cómodo cuando esté mucho más fresco que la temperatura exterior.
    • Sigue tomando mucha agua y no sobrepases tus límites físicos. Si notas que respiras con más dificultad de lo debido o te mareas, deja de ejercitarte y siéntate lejos del calor.
  7. El clima caluroso y húmedo puede hacer que corras el riesgo de sufrir de agotamiento por calor o un golpe de calor, sobre todo si vas a ejercitarte de forma vigorosa. Puedes evitar las enfermedades relacionadas con el calor como estas si tomas mucha agua, usas prendas sueltas y te proteges de las quemaduras, pero presta atención a los síntomas tan solo para estar seguro. Estos son los signos de advertencia: [7]
    • Para el agotamiento por calor: piel húmeda y fría con escalofríos cuando estás expuesto al calor; sudoración excesiva; sentirse débil, mareado o fatigado; pulso rápido y débil; presión arterial baja cuando te paras; espasmos musculares; dolor de cabeza; y náuseas.
    • Para el golpe de calor: temperatura corporal por encima de los 40 °C (104 °F); comportamiento o estado mental alterados, como la confusión, la dificultad para hablar, la irritabilidad o los delirios; náuseas o vómitos; piel enrojecida; respiración rápida; frecuencia cardiaca alta; y dolores de cabeza. [8]
    • Si empiezas a experimentar los síntomas del agotamiento por calor, recuéstate en la sombra y levanta las piernas. Toma agua fría y desciende tu temperatura corporal con un paño húmedo y un ventilador. En el caso de un golpe de calor, remójate en un baño frío o coloca hielo y mantas de enfriamiento alrededor de ti. Si los síntomas de alguna de estas afecciones no mejoran en media hora, llama a los servicios de emergencia.
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Método 2
Método 2 de 3:

Refrescar tu casa

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  1. El aire acondicionado es la mejor manera de mantener tu casa fresca, pero usarlo con demasiada frecuencia o configurarlo para una temperatura muy baja puede hacer que el recibo de la luz se eleve demasiado. Para conservar energía, mantén la temperatura en no menos de 26 °C (78 °F). Si esto es demasiado incómodo, redúcelo un poco cada vez para encontrar el punto adecuado. También puedes usar estas pautas generales: [9]
    • Configura el aire acondicionado a 26 °C (78 °F) cuando estés en casa y despierto.
    • Configúralo a 29 °C (85 °F) cuando estés lejos de casa o en el trabajo.
    • Deja la temperatura en 27 °C (82 °F) cuando te vayas a dormir.
  2. Los ventiladores son una alternativa al aire acondicionado que consume menos energía, y colocarlos de forma estratégica en tu casa puede reducir la temperatura de forma notable. Prueba estas opciones para mantener la casa fresca y cómoda:
    • Enciende los ventiladores de techo en sentido antihorario. Esto creará un efecto de viento frío cuando te pares debajo del ventilador. [10]
    • Coloca un ventilador de caja o uno pequeño detrás de un tazón lleno con hielo o una compresa de hielo, de modo que sople el aire frío alrededor del hielo hacia la habitación.
    • Apunta los ventiladores hacia ti cuando estés sentado o durmiendo para que el aire cálido estancado no te haga sudar.
  3. Podrías sentir la tentación de abrir las ventanas para fomentar el flujo de aire, sobre todo si no tienes aire acondicionado, pero esto solo permitirá que el aire caliente ingrese y hará que tu casa sea más incómoda. Cuando hay humedad, también corres el riesgo de permitir el ingreso de la misma, lo que puede generar problemas de moho.
    • También mantén las persianas cerradas para evitar que la luz del sol caliente la casa.
    • Si te preocupa que tu casa se vuelva sofocante, los ventiladores ayudarán a mantener el aire en movimiento.
    • Si el calor y la humedad descienden por la noche, puedes abrir un poco las ventanas antes de irte a dormir. Recuerda cerrarlas por la mañana antes de que el clima se vuelva cálido y húmedo.
  4. Apaga toda luz incandescente (ya que generan calor) o incluso reemplázalas con lámparas fluorescentes compactas. Desconecta los aparatos electrónicos que no uses de forma activa, como los cables cargadores, las lámparas y los tostadores. El flujo de electricidad a través de los cables genera cantidades pequeñas de calor y puede acumularse con rapidez. [11]
  5. Cierra las puertas hacia toda habitación que no uses durante las horas del día, de modo que el aire fresco que generes con los ventiladores o el aire acondicionado se quede concentrado en las áreas en las que estés. Por la noche, abre las habitaciones para permitir que el aire fluya de forma natural y enfríe la casa. [12]
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Método 3
Método 3 de 3:

Mantenerte fresco al aire libre

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  1. Si es posible, quédate adentro durante las horas más calurosas del día, las cuales suelen ser de la mitad de la mañana a las primeras horas de la tarde. Programa los recados y el trabajo al aire libre durante la noche o las primeras horas de la mañana, cuando el clima es más fresco y menos húmedo.
  2. Quédate en la sombra lo más que puedas cuando estés al aire libre, sobre todo durante las horas más calurosas del día. Debes tomar descansos frecuentes, sobre todo si vas a ejercitarte, y toma mucha agua. [13]
    • Sigue las pautas generales para mantenerte fresco, como usar protección contra el sol y prendas sueltas y ligeras.
    • Para refrescarte cuando estés en exteriores, toma un descanso y échate agua fría en la piel.
  3. Las quemaduras solares no solo son dolorosas, sino que también pueden obstaculizar la capacidad del cuerpo de refrescarse. Para protegerte, usa un bloqueador solar con un FPS de 30, además de un sombrero de ala ancha y gafas de sol. [14]
    • El calor húmedo puede hacerte sudar, así que asegúrate de usar una marca que sea a prueba de agua y sudor, y vuelve a aplicártelo cada hora.
    • También aplícate un bálsamo labial con FPS.
  4. El ejercicio intenso en el clima húmedo y caluroso no solo es incómodo, sino que también puede ser peligroso. Te deshidratarás con más rapidez, podrías experimentar calambres musculares dolorosos y correrás un mayor riesgo de sufrir un agotamiento por calor y un golpe de calor. Si es posible, evita el ejercicio vigoroso como correr o practicar deportes en los días con mucho calor y humedad. [15]
    • Si no puedes evitar el ejercicio, detente con frecuencia para tomar agua y reposar fuera del sol. Observa con atención todo signo de agotamiento por calor.
  5. Salir de casa significa enfrentarte al clima cálido y húmedo, pero podría valer la pena si vas a un lugar más fresco. Si tu casa es demasiado calurosa, dirígete a una estructura con aire acondicionado (como la biblioteca, un centro comercial cerrado, el cine o un museo) para mantenerte entretenido mientras permaneces fresco.
  6. Para estar activo mientras vences el calor, ve a nadar a la piscina local o ten una experiencia refrescante propia del invierno en una pista de patinaje sobre hielo en un espacio cerrado. Para divertirte mientras te refrescas en casa, corre a través de los rociadores en el patio por unos minutos o invita a tus amigos para tener una batalla con globos con agua.
    • Estas son actividades grandiosas si tratas de entretener a los chicos mientras te mantienes fresco junto con ellos.
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Advertencias

  • Si es posible, evita el ejercicio vigoroso en el clima muy cálido y húmedo, para protegerte de las enfermedades relacionadas con el calor.
  • Si tú u otra persona muestran los síntomas del agotamiento por calor o el golpe de calor, y no mejora en media hora, comunícate con los servicios de emergencia lo más pronto posible.
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