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Sherlock Holmes es conocido por ser un detective brillante, sin embargo la mayoría de las personas puede entrenar sus mentes para pensar un poco más como el personaje famoso del escritor Sir Arthur Conan Doyle simplemente imitando la conducta de Sherlock. Aprende a realizar mejores observaciones y a analizar dichas observaciones de forma más efectiva. Si te interesa un reto aún mayor, construye un "palacio de la memoria" o "almacén de la memoria" para guardar tu información.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Ver y observar

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  1. Watson veía , pero Holmes observaba . Por defecto, probablemente tienes el hábito de ver a tu alrededor sin procesar la información básica. Observar todos los detalles de una circunstancia es el primer paso que necesitas dar si quieres pensar como Sherlock Holmes.
  2. Es necesario conocer tus límites. El cerebro humano no está estructurado para realizar múltiples tareas complejas. Si realmente quieres hacer observaciones significativas, no puedes involucrarte en muchas actividades al mismo tiempo ya que esto distrae tu mente de pensar.
    • Estar comprometido con la observación le permite a la mente resistir por más tiempo y la entrena a resolver problemas de manera más efectiva y más eficiente.
    • Permanecer comprometido en realidad es uno de los aspectos más simples de la observación. Todo lo que realmente necesitas hacer es concentrarte solo en el asunto en cuestión. Al momento de realizar observaciones, solo presta atención a lo que estás observando. Pon tu celular en vibrador y no dejes que tu mente se desvíe pensando en ese correo electrónico que debes escribir más tarde o en el comentario de Facebook que leíste hace una hora.
  3. [1] Si estás tratando de observar minuciosamente todo lo que ves, en poco tiempo terminarás cansado y agobiado. Necesitas aprender a observar tu entorno, pero también necesitas ser selectivo al momento de enfocar tu atención en algo.
    • La calidad vale más que la cantidad. Es necesario aprender cómo observar las cosas más minuciosamente y no simplemente cómo observar más cosas.
    • Lo primero que hay que hacer en una situación es evaluar qué áreas son esenciales y cuáles no son relevantes. Esto requiere de práctica y no hay nada más que puedas hacer para mejorar tu capacidad de diferenciar una cosa de la otra.
    • Una vez que hayas establecido qué aspectos son importantes, tienes que observarlos hasta el último detalle.
    • Si las áreas que observas no te proporcionan el tipo de detalle que requieres, es posible que necesites expandir lentamente tu campo de observación hacia otros aspectos de la situación que excluiste previamente por ser irrelevantes.
  4. Por naturaleza, los seres humanos tendemos a tener prejuicios e ideas preconcebidas que influyen en nuestra manera de percibir las cosas. Sin embargo, si realmente quieres realizar observaciones significativas, deshazte de esos prejuicios y sé objetivo al momento de echar un vistazo a tu alrededor.
    • A menudo el cerebro capta lo que quiere ver y lo interpreta como un hecho, cuando en realidad es solo una percepción. Una vez que el cerebro registra algo como un hecho, puede ser difícil darse cuenta de lo contrario. Necesitas enfocarte en ser objetivo al momento de observar para que no eches a perder tu fuente de información.
    • Recuerda que la observación y la deducción son dos partes distintas del proceso. A la hora de observar, lo único que haces es observar. Únicamente durante la etapa de la deducción puedes emitir opiniones acerca de la información que has reunido.
  5. No pongas atención únicamente a lo que ves. Tus observaciones también deben incluir notas mentales considerando los demás sentidos (oído, olfato, gusto y tacto).
    • Concéntrate en agudizar tus sentidos de la vista, oído y olfato. Estos tres sentidos son de los que más dependes, pero también son los que más das por hecho. Después de que aprendas a usar estos sentidos de forma objetiva, pasa al tacto y al gusto.
  6. [2] Una forma práctica de ejercitar y desarrollar tu habilidad de observar es meditar durante quince minutos al día. La meditación puede mantener tu mente aguda y puede ayudar a familiarizarte con el concepto de estar completamente enfocado en tu entorno.
    • No es necesario salirte de lo que haces normalmente para meditar. Lo único que necesitas es pasar unos minutos al día alejado de las distracciones y desarrollando tu capacidad de concentración. Puedes enfocarte en una imagen específica en tu mente o en una imagen externa durante la meditación. La idea principal simplemente es asegurarte de permanecer completamente enfocado en lo que sea que estés meditando.
  7. Resolver un rompecabezas al día, a la semana o al mes puede ayudarte a perfeccionar tus poderes de observación. Busca un misterio qué resolver, pero asegúrate de que este requiera el uso total de tus poderes de observación.
    • Un desafío simple es observar algo nuevo cada día. Por ejemplo, toma una foto al día desde una perspectiva distinta. Concéntrate en tomar fotos que muestren nuevas perspectivas en lugares cotidianos.
    • Observar a las personas es otro desafío simple pero poderoso que puedes establecerte. Comienza con los detalles simples, como la ropa que lleva puesta una persona o su forma de caminar. Eventualmente, tus observaciones deben incluir detalles acerca del lenguaje corporal y señales de emociones intensas específicas.
  8. Aunque Sherlock Holmes no necesita llevar consigo un bloc de notas y un bolígrafo, mientras estás tratando de desarrollar tus poderes de observación, tomar apuntes puede ser beneficioso. Asegúrate de que los apuntes que tomes sean lo suficientemente detallados como para recordar las diferentes vistas, sonidos y olores de la situación.
    • El proceso de tomar apuntes obliga a tu mente a prestar atención a las situaciones de manera detallada. Con suerte, llegarás a un punto en el que dichas notas ya no serán importantes. Aunque al inicio, esta actividad podría contribuir a orientar tu mente hacia observar en vez de simplemente ver.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Desarrollar la capacidad de deducción

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  1. Mira todo con un nivel aceptable de escepticismo y haz preguntas constantemente acerca de lo que observas, piensas y sientes. En vez de ir directamente hasta la respuesta más obvia, fragmenta cualquier dilema en varias preguntas y responde cada una de modo que llegues a la solución más minuciosa.
    • También debes cuestionar cada información nueva que reúnas antes de almacenarla en tu mente. Pregúntate a ti mismo por qué dicha información es importante de recordar o cómo esta se relaciona con eso que ya sabes.
    • Con el fin de hacer preguntas importantes, también necesitas cultivar tu mente. Una comprensión de lectura minuciosa y una base sólida de conocimiento ayudarán en gran manera. Estudia temas de importancia, experimenta con temas que atraen tu curiosidad y mantén un diario para seguir los patrones de tus pensamientos. Mientras más sepas, es más probable que hagas preguntas que realmente importan.
  2. Por naturaleza, podrías verte tentado a descartar una posibilidad si esta parece inverosímil o improbable. Sin embargo, debes tener en cuenta estas posibilidades. Solo lo imposible (lo que no puede ser cierto pase lo que pase) puede descartarse completamente.
  3. Así como necesitas deshacerte de los viejos prejuicios a la hora de observar una situación, también necesitas eliminar dichos prejuicios a la hora de analizar una situación. Las cosas que solo intuyes no pesan tanto como las cosas que sabes o deduces. La intuición tiene su lugar, pero necesitas equilibrar la intuición y la lógica.
    • Evita hacer cualquier teoría antes de tener todas las evidencias. Si sacas una conclusión antes de reunir y analizar todos los hechos, vas a echar a perder tu proceso de reflexión y te será más difícil establecer una solución precisa.
    • Debes aprender a adaptar las teorías a los hechos y no lo contrario. Reúne los hechos y desecha cualquier idea o teoría posible que no se ajuste a esos hechos. No hagas conjeturas acerca de las posibilidades que solo existen en teoría y no en hechos, sobre todo si te ves tentado a hacerlo simplemente para hacer que funcione tu teoría previa.
  4. [3] Aunque Sherlock Holmes es el genio famoso, su intelecto habría estado un poco incompleto si no tuviera al Dr. John Watson para impulsar sus ideas. Busca un amigo o colega en quien confíes debido a su inteligencia y discute tus observaciones y conclusiones con esa persona.
    • Es importante que permitas a la otra persona dar forma a las teorías y conclusiones sin descartar la información que ya sabes que es verdadera.
    • Si tu discusión saca a relucir nuevas ideas que modifican tus teorías, deja que ocurran. No dejes que el orgullo se interponga entre tú y la verdad.
  5. [4] Tu mente se agotará si todo el tiempo la dejas programada en el modo “Sherlock”. Incluso este detective genial hace pausas durante casos especialmente agotadores. Dejar que tu mente descanse en realidad mejora su capacidad de formar conclusiones precisas a largo plazo.
    • Concentrarte demasiado en un problema puede provocar el desgaste de tu mente y en consecuencia, esta procesará la información de forma menos precisa. Darle a tu mente la oportunidad de relajarse puede permitirle realizar conexiones de manera constante e inconsciente. De este modo cuando vuelvas a enfocarte en el problema, podrías darte cuenta de un orden de ideas aparentemente obvio que no habías notado antes de darle un descanso a tu mente.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Construir un palacio de la memoria

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  1. Un “palacio de la memoria” o “almacén de la memoria” te permite organizar la información de una manera que la hace más accesible y fácil de recordar. Holmes usaba esta técnica, pero el concepto en sí en realidad proviene de mucho más antes que eso. [5]
    • Oficialmente, esta técnica se llama "el método de Loci" ( loci en latín es el plural de "ubicación"). Esto data de la antigua Grecia y Roma.
    • Puedes recordar los hechos y la información asociándolos con una ubicación física específica.
  2. Elige una imagen que puedas visualizar claramente y en detalle al interior de tu mente. El lugar que elijas para tu palacio de la memoria puede ser cualquier lugar que has creado o algún lugar que has visitado.
    • Es preferible tener un espacio amplio ya que puedes almacenar más información. Por ejemplo, si imaginas un palacio de verdad, puedes asignar una habitación diferente para cada disciplina o área temática.
    • Si eliges un lugar que existe en el mundo real, asegúrate de que sea un lugar que conozcas lo suficiente para visualizarlo con mucho detalle.
  3. Visualízate a ti mismo desplazándote hacia tu palacio de la memoria. La ruta debe ser la misma cada vez que visites dicho palacio. Además, practica ir a menudo por dicha ruta para que se convierta en tu segunda naturaleza.
    • Después de establecer la ruta, necesitas identificar señales a lo largo de dicha ruta. Por ejemplo, podrías imaginar media docena de sillas o un conjunto de lámparas en un vestíbulo amplio o podrías identificar cada pieza de los muebles en un comedor o habitación. Pasa tiempo en cada punto a lo largo de tu ruta y define la mayor cantidad de señales que puedas.
    • Incluso cuando no necesites tu palacio de la memoria, debes darte tu tiempo para visitarlo mentalmente. Los detalles y la ruta deben ser los mismos cada vez que vayas. Tienes que hacer que este lugar parezca tan real para ti como cualquier otro lugar de la vida real.
  4. Una vez que ya sabes cómo viajar a través de tu palacio de la memoria, necesitas comenzar a llenar información a lo largo de la ruta. Imagínate colocando la información en una ubicación específica. Al igual que antes, practica viajar a lo largo de dicha ruta y accede a dicha información con la frecuencia suficiente como para acostumbrarte a esa acción.
    • Usa los detalles que precisaste anteriormente a medida que asignes información a varias partes de tu palacio de la memoria. Por ejemplo, si te imaginaste una lámpara en la esquina de una habitación al interior de tu palacio de la memoria, podrías terminar imaginándote una persona clave encendiendo dicha lámpara con el fin de recordar un detalle respecto a dicha persona.
    • Haz que los detalles sean lo más específicos e inusuales posibles. La mente recordará con mayor facilidad algo extraño en vez de algo que haces parecer demasiado normal u ordinario.
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