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Preparar la tierra para crear un jardín saludable es más complejo que elegir un lugar y cavar agujeros para plantar. Primero necesitas escoger un lugar con buena exposición al sol, buen drenaje y sin sistemas radiculares. Luego necesitas probar la tierra para determinar su contenido de arena y arcilla. También es buena idea llevar una muestra a un centro de jardinería para verificar el nivel de pH y las concentraciones de nutrientes. Después removerás la tierra, retirando las rocas y las raíces. Por último, necesitarás agregar materia orgánica, correctores de suelo (como arcilla y arena) y aplanar todo el terreno antes de plantar.

Método 1
Método 1 de 4:

Verificar la condición del suelo

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  1. Cava la tierra con una pala y toma un puñado de ella. Observa de qué está compuesta. Podría ser arenosa, rica en arcilla o solo tierra infértil. Si contiene mucha arena o arcilla, las plantas de jardín no crecerán muy bien.
    • La tierra debe sentirse mullida, como si estuviera llena de aire, ya que esto significa que recibe mucho oxígeno.
    • Este también es un buen momento para observar si hay muchos gusanos e insectos, ya que esto normalmente indica que la tierra es muy rica.
    • Dependiendo de cómo sea el suelo de tu zona, podrás agregar correctores de suelo más adelante para que tenga la composición adecuada.
    • Por lo general, lo ideal es un suelo color marrón oscuro o casi negro debido a que esto significa que contiene mucha materia orgánica en descomposición y que es rico en nutrientes. El suelo marrón claro o casi amarillo tiene un menor contenido de nutrientes.
  2. Para mejores resultados, lleva una muestra de la tierra a una tienda de jardinería para que determinen de qué nutrientes carece y cuál es su nivel de pH. También puedes comprar un kit de prueba casero, pero no será muy preciso. [1]
    • El pH ideal es entre 6,5 y 6,8. Una forma común de ajustar el pH del suelo es agregar cal, pero es un proceso largo que tarda 6 meses en surtir efecto por completo.
    • Puedes compensar la falta de otros nutrientes con fertilizante y compost, pero eso lo discutiremos más adelante.
  3. Cuando vas a cultivar un jardín por primera vez (sobre todo si lo haces a inicios de la primavera), debes esperar a que se haya secado lo suficiente. Si aprietas un puñado de esta y se mantiene compacta, aún está muy húmeda. [2]
    • Realiza esta prueba una vez a la semana hasta que la tierra esté lo suficientemente seca para empezar a preparar el jardín.
    • La tierra con un alto contenido de arcilla se compacta más, pero esto no necesariamente significa que esté muy húmeda.
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Método 2
Método 2 de 4:

Romper la tierra para preparar la parcela

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  1. Antes de empezar a cavar, decide el tamaño y la forma del jardín. Si tendrá más de 3 hileras, asegúrate de considerar un espacio adicional para caminar entre cada hilera. En el caso de solo 2 hileras, puedes cuidar del jardín desde el exterior de cada hilera.
    • Coloca 4 tutores en la tierra para formar el rectángulo de la parcela del jardín.
  2. Usa una pala para eliminar la hierba, los musgos o las malezas que crecen en la zona donde piensas crear tu jardín. Asegúrate de cavar lo suficientemente profundo para retirar la maleza desde su raíz. Puedes avanzar unos 10 cm (4 pulgadas) de profundidad para este paso. [3]
    • Puedes colocar todo esto en la pila de compost para usarlo posteriormente, pero no debes reincorporarlo al suelo hasta que se haya convertido en compost. También debes tener listo un contenedor para separar el compostaje de esta capa de otros compost que podrías tener.
  3. Para las parcelas nuevas, debes removerla a una profundidad de 30 a 45 cm (12 a 18 pulgadas). Primero cava a esa profundidad con una pala y luego dale una segunda pasada a la parcela con un cultivador para romperla. [4]
    • A medida que cavas la tierra, retira las piedras grandes, las raíces o los desechos (por ejemplo, trozos de metal, plástico, etc.) que encuentres. Si el suelo es muy compacto, es posible que debas hacer más de una pasada para romperlo.
    • Esta es la parte del proyecto que consume más tiempo, sobre todo si al final encuentras muchas piedras u otros desechos. Por eso es bueno tener cerca un bote de basura para tirar cualquier cosa que encuentres en el suelo.
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Método 3
Método 3 de 4:

Ajustar la composición del suelo

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  1. El pH del suelo es uno de los aspectos más importantes para mantener un suelo saludable que produzca plantas saludables. Asegúrate de usar la información obtenida al evaluar la tierra. La cal aumenta el nivel de pH si es muy bajo, mientras que el azufre lo reduce si el pH es muy alto. [5]
    • Un centro de jardinería te permitirá descubrir la cantidad exacta de cal que necesitas para tu jardín. Esto depende de lo grande que sea el jardín y de qué tanto necesites cambiar el pH. Esparcir cal requiere un método específico, así que no asumas que solo debes echar un poco en la tierra.
    • También debes buscar orientación respecto al uso de azufre de acuerdo con las necesidades de tu jardín.
  2. A la hora de verificar y mandar a analizar la composición de la tierra, descubrirás si es necesario agregar arena, arcilla u otra tierra vegetal para hacer que sea la mejor mezcla posible para tu jardín. Esto es algo para lo que un centro de jardinería puede ser increíblemente útil. [6]
    • No debes excederte con la arena o la arcilla, trata de agregar un poco a la vez para emparejar la textura general de la tierra.
    • Puedes agregar yeso o perlita para airear la tierra en caso de que la prueba revele un contenido bajo de oxígeno.
    • La turba de esfagno es un corrector de suelo útil si este se ve muy seco, puesto que retiene la humedad y la libera poco a poco en el suelo.
    • Podría ser necesario agregar un poco de fertilizante básico para equilibrar el nitrógeno, el fósforo, el calcio, el magnesio y el potasio, elementos vitales para el crecimiento saludable de las plantas.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Steve Masley

    Especialista del hogar y jardinería
    Steve Masley ha estado diseñando y manteniendo huertos orgánicos en el Área de la Bahía de San Francisco por más de 30 años. Es consultor de jardinería orgánica y fundador de Grow-It-Organically, un sitio web que enseña a clientes y estudiantes los entresijos de la horticultura orgánica. En 2007 y 2008, enseñó la práctica de campo de agricultura sostenible local en la Universidad de Stanford.
    Steve Masley
    Especialista del hogar y jardinería

    Si la tierra tiene más arena, agrega corteza de coco o biocarbón. Ambos absorben humedad hasta aproximadamente 5 veces su peso. Estos también fomentan la vida microbiana y el crecimiento de biopelículas, las cuales mantienen la humedad alrededor de las plantas.

  3. Es decir, trata de agregar la mayor cantidad posible de materia orgánica, de modo que la capa superior del jardín sea mitad la tierra que ya estaba allí y mitad la materia orgánica añadida. [7]
    • La materia orgánica puede incluir hojas marrones y verdes trituradas, estiércol de caballo, virutas de madera o compost , como pedazos de verduras y frutas. No es necesario añadir materia orgánica a todos los 30 a 45 cm (12 a 18 pulgadas) que cavaste, pero sí a los primeros 15 a 20 cm (6 a 8 pulgadas).
    • No añadas carne, pescado o productos lácteos como materia orgánica. Tampoco debes agregar estos tipos de restos a un contenedor o pila de compost.
  4. Dado que le has agregado diversos materiales, debes asegurarte de que todo esté mezclado de forma homogénea. Esto podría requerir que pases por toda la parcela del jardín 2 o 3 veces.
    • Es una buena idea regar ligeramente la tierra después de removerla por segunda vez, de modo que todo pueda mojarse.
  5. La tierra debe quedar suelta, así que no camines por la nueva parcela mientras rastrillas. Si has dejado espacio para senderos entre cada hilera de plantas, puedes caminar por ellos durante el rastrillado. Pasa con suavidad el rastrillo sobre la tierra, de modo que toda la parcela quede lo más nivelada posible.
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Método 4
Método 4 de 4:

Elegir un lugar para el jardín con anticipación

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  1. Para lograr resultados óptimos en tu jardín, se recomiendan 6 horas de luz solar. Por lo tanto, es mejor evitar construir tu jardín muy cerca de tu casa o en zonas donde quedará cubierto con la sombra de un árbol. [8]
    • Si tienes muchos árboles, casas cercanas u otros objetos que bloquean el sol, debes prestar atención a tu patio por una semana para encontrar la ubicación que reciba luz solar por más tiempo todos los días.
  2. El sistema radicular de un árbol puede extenderse mucho debajo de la tierra, aunque no puedas ver las raíces. Si tratas de instalar tu jardín muy cerca de un árbol, su sistema radicular provocará problemas con tus plantas. Ubícate al menos a 3 m (10 pies) de distancia del punto más lejano al que llegan las ramas.
    • A medida que empieces a cavar más adelante, podrás notar si la tierra tiene o no muchas raíces de árboles. Si al final el lugar elegido presenta muchas raíces, es mejor cambiar de lugar (si es posible).
  3. Debes encontrar un equilibrio entre un lugar que no retendrá nada de agua en la tierra y un lugar que se inundará cada vez que llueva. Busca en tu patio una zona donde la hierba crezca mejor, ya que es probable que drene bien. Lo ideal es que el jardín se encuentre en una parte plana y nivelada de tu patio.
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