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La Organización Mundial de la Salud ha nombrado a la contaminación del aire como el riesgo medioambiental más grande para la salud. [1] El primer paso para reducir sus efectos en el cuerpo es educarte acerca de los riesgos de la contaminación del aire en tu localidad. Luego, puedes hacer cambios en tus actividades para reducir el efecto de la contaminación en tu cuerpo. Después de hacer estos ajustes, puedes empezar a hacer cambios en tu dieta para tener la certeza de que tu cuerpo se repare a sí mismo y evite los daños causados por los radicales libres provenientes de la contaminación del aire.

Método 1
Método 1 de 3:

Tomar las precauciones adecuadas

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  1. Revisa en línea para ver cuál es el nivel de la calidad del aire. Estos indican si es que la contaminación del aire está bien o mal. Según el resultado, puedes planificar tu horario de antemano pasando más tiempo en interiores. [2] Ten en cuenta que la calidad del aire se mide mediante el índice de calidad del aire (ICA), el cual te indica la cantidad de partículas de aire contaminado que hay en el aire a tu alrededor. [3]
    • Como referencia, un ICA de entre 0 y 50 se considera buena calidad, en tanto que entre 51 y 150 indica que es posible que las personas con problemas respiratorios (por ejemplo, asma) tengan más dificultades. El aire cuyo ICA supere los 151 es poco saludable y, en lo posible, no debe respirarse.
    • Si vives en los EE.UU., puedes revisar la calidad del aire de tu localidad aquí .
  2. Revisa alrededor de tu casa y asegúrate de que esté sellada. Enciende ventiladores o bien utiliza aire acondicionado para mantenerte refrescado en lugar de respirar aire fresco. [4]
    • Haz el intento de adoptar el hábito de revisar el nivel de la calidad del aire antes de abrir las puertas o ventanas.
  3. Busca el botón para recircular en el panel de control. Este botón evita que el aire de afuera cicle a través de tu vehículo. Utiliza este botón los días en los que la calidad del aire no sea buena o en caso de que estés atascado detrás de un vehículo que tenga emisiones malas. [5]
    • Revisa bien el manual del usuario de tu auto en caso de que no estés seguro en cuanto a dónde se encuentra el botón de recirculación.
  4. Busca en línea mascarillas que tengan una calificación N95 o FFP3. Estas te protegerán de respirar aire contaminado. Colócate una de estas mascarillas en caso de que vayas a desplazarte por una zona concurrida que tenga aire de mala calidad o si es que la calidad del aire en tu ciudad natal es peor de lo habitual. [6]
    • Es necesario que uses mascarillas especiales para de verdad obtener los beneficios. Las mascarillas faciales regulares no bloquearán tanto aire contaminado.
  5. Quítate la ropa sucia después de pasar algún tiempo al aire libre y luego entra en la ducha para limpiarte los materiales particulados que podrían estar pegados a tu piel. Ponte ropa nueva una vez que estés limpio. Haz el intento de adoptar el hábito de ducharte cada vez que pases mucho tiempo en aire de mala calidad, sobre todo si te desplazas de un lado a otro. [7]
    • En caso de que no quieras ducharte, como mínimo debes lavarte el rostro después de entrar. [8]
  6. Programa tu alarma a entre 30 y 60 minutos antes para así poder ponerte en camino antes de la hora punta. Esta es una buena opción en caso de que trabajes cerca de una ciudad o vivas en una zona cuyo ICA sea constantemente alto. [9]
    • Tu rutina modificada dependerá de la duración de tu viaje al trabajo en general.
  7. Incorpora muchas frutas y vegetales frescos a tu dieta junto con productos integrales y carnes magras. Mantente saludable de forma que no sea tan probable que la contaminación del aire te afecte negativamente. En caso de que te preocupe que podrías correr un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad a causa de la contaminación del aire, conversa con tu doctor. [10]
    • Es posible que las personas que corran riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares tengan una mayor vulnerabilidad a los efectos negativos de la contaminación del aire.
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Método 2
Método 2 de 3:

Hacer ajustes en casa

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  1. Revisa los filtros una vez al mes o cada dos meses para determinar si es necesario limpiarlos o reemplazarlos. Ten en cuenta que es posible que el filtro se encuentre en el sótano, el techo o la caldera según el tipo de aire acondicionado que tengas. En caso de que tu casa tenga polvo o tengas muchas mascotas, quizás sea necesario que reemplaces o limpies los filtros con mayor frecuencia. [11]
    • Si el aire acondicionado tiene polvo, no funcionará tan bien.
  2. Busca moho alrededor de las zonas húmedas de tu casa (por ejemplo, el baño o la cocina). En una cubeta con agua tibia, añade una cucharada de detergente limpiador y refriega el moho visible, de haberlo. [12] Siempre debes limpiar el moho usando guantes de goma y un respirador de forma que no lo inhales accidentalmente. [13]
    • En caso de que vayas a trabajar con químicos más fuertes, debes usar en cambio guantes hechos de nitrilo, poliuretano o PVC.
    • Si consideras que tu sistema de aire acondicionado está lleno de moho, ponte en contacto con un profesional para limpiarlo. [14]
  3. Revisa el ICA de tu localidad para determinar si el aire alrededor de tu casa está limpio o sucio. En caso de que el aire afuera esté limpio, recorre tu casa abriendo varias ventanas de forma que entre un flujo de aire fresco. [15]
    • Una excelente forma de incrementar la calidad del aire de tu casa en general es dejar entrar aire limpio.
  4. Busca en línea o en una tienda de bricolaje un purificador de aire que cumpla con las necesidades de tu hogar. Estos son de particular utilidad en caso de que vivas en una zona concurrida que tenga una contaminación de aire constantemente alta (por ejemplo, una ciudad). [16]
    • Los purificadores de aire son dispositivos que se conectan y ayudan a filtrar el polen y otras partículas malas del aire.
  5. Adopta el hábito de aspirar con regularidad, sobre todo las habitaciones y las zonas en las que pases mucho tiempo. Programa un momento una vez por semana para aspirar tu hogar de forma que no se acumulen el polvo y la suciedad con el tiempo. [17]
  6. Observa tu cortadora de césped y considera si es momento de subirla de categoría. Acude a una ferretería o tienda de bricolaje local para buscar cortadoras de césped eléctricas. Quizás debas cambiar a un dispositivo portátil en caso de que tu jardín no sea muy desafiante ni difícil de cuidar. [18]
    • Las cortadoras de césped a gas contaminan el aire. Esto es particularmente malo si vas a cortar el césped tú mismo.
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Método 3
Método 3 de 3:

Hacer ejercicio de forma segura

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  1. Observa el informe local del ICA y fíjate si es seguro hacer ejercicio al aire libre o si te iría mejor haciéndolo en interiores. Instálate en un lugar que no tenga aire fresco (por ejemplo, una sala o gimnasio con aire acondicionado) para protegerte de la mala calidad del aire. [19]
    • Busca membresías a gimnasios locales. Esto puede serte de ayuda para limitar tu exposición al aire contaminado.
  2. Busca caminos alternativos y otras calles menos concurridas en tu localidad. Monta bicicleta o sal a trotar por una calle por la que no pasen tantos autos de forma que sea menos probable que respires aire contaminado. [20]
    • En caso de que seas un ciclista o corredor ávido, haz el intento de reorientar tu ruta a través de vecindarios locales. Estarán menos contaminados que una autovía u otra calle concurrida.

    Consejo: evita las zonas de una gran cantidad de tráfico con muchos gases de escape. [21]

  3. Al hacer ejercicio al aire libre, confórmate con una caminata rápida, un paseo lento en bicicleta u otra forma de ejercicio que no te haga bombear la sangre al máximo. Asimismo, quizás debas dividir el ejercicio en partes más pequeñas de forma que no respires tanto aire contaminado a la vez. [22]
    • Por ejemplo, puedes dar una caminata rápida de 20 minutos al aire libre y luego hacer ejercicio en interiores por 10 minutos.
    • Si tu rutina de ejercicios no es tan intensa, no te quedarás tanto sin aliento ni respirarás tanto aire contaminado.
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Consejos

  • Solicita a las escuelas locales que prohíban que los autobuses escolares se queden en reposo. [23]
  • Ten a la mano constantemente tu inhalador en caso de que lo tengas. [24]
  • Únete a campañas públicas para evitar la contaminación del aire. [25]
  • Visita únicamente tiendas y restaurantes que figuren como libres de tabaco. [26]
  • Apaga las luces y electrodomésticos cuando no los uses. Adopta el hábito de apagar las luces y desconectar los electrodomésticos cuando no los uses. Ten en cuenta que la electricidad contribuye a la contaminación del aire. Si reduces tu consumo de electricidad, de hecho reduces la cantidad de contaminación del aire. [27]
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