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La inflamación puede ser de moderada a intensa los primeros días después de una cirugía de reemplazo de rodilla, pero desaparece gradualmente durante la recuperación. De todas formas, es posible que experimentes una inflamación de leve a moderada en las semanas y meses luego de la recuperación. Afortunadamente, existen varias estrategias que puedes probar para reducir la inflamación, como seguir las indicaciones de tu médico después de la cirugía y realizar ejercicios diseñados para disminuir la inflamación. Si notas un incremento en la inflamación, habla con tu médico de inmediato.

Método 1
Método 1 de 2:

Seguir los protocolos de los cuidados postoperatorios

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  1. Al estar recostado o sentado, apoya siempre la pierna afectada sobre uno o dos cojines. Posiciónalos debajo de la pantorrilla y el tobillo para que la pierna esté recta y no se flexione a la altura de la rodilla mientras la elevas. Asegúrate de que el pie esté por encima del nivel del corazón, y eleva la pierna a un ángulo de 45 grados o más desde el cuerpo. [1]
    • Quédate en esta posición por el tiempo que estés sentado o recostado.
    • Eleva la pierna siempre que sientas inflamación en los días, las semanas y los meses posteriores a la cirugía.
  2. Si estás sentado o recostado, aplicar hielo en la rodilla también puede ayudar a reducir la inflamación. Envuelve una compresa de hielo en un paño fino y colócalo en la rodilla afectada. Mantén la compresa en la rodilla por 10 o 20 minutos y luego quítala por una o dos horas para que la piel recupere la temperatura normal. Repite con la frecuencia necesaria durante el día. [2]
    • No pongas una compresa de hielo directamente en la piel, dado que podría causar congelación y daño cutáneo.
    • Asegúrate de volver a congelar la compresa de hielo cuando termines para que esté fría la próxima vez que la uses.
    • Jamás uses una almohadilla térmica en la rodilla cuando esté inflamada, dado que puede empeorar la inflamación. [3] Usa únicamente compresas de hielo en la rodilla cuando esté inflamada. [4]
    • Prueba un sistema de enfriamiento continuo para proporcionar una formación de hielo constante en la rodilla, en caso de ser posible. Puedes comprar sistemas en línea, cuyo precio varía de país en país.

    Consejo: si no tienes una compresa de hielo, usa una bolsa de maíz o guisantes congelados envueltos en una toalla de papel.

  3. Pregúntale a tu médico sobre el uso de las medias de compresión . Las medias de compresión pueden promover una mejor circulación y reducir la inflamación en las piernas. [5] Si tu médico te las recomienda, pregúntale por cuánto tiempo tienes que usarlas después de la cirugía. Póntelas y quítatelas diariamente según las indicaciones. Póntelas primero en el pie y deslízalas hasta justo debajo de la rodilla. Alisa cualquier arruga en la media al estirarla un poco más. [6]
    • Ponerse las medias de compresión puede ser un poco difícil. Si te aplicas loción en las piernas en primer lugar, espera hasta que la piel la absorba por completo antes de ponerte las medias. También puedes aplicar maicena o polvo para bebé en las piernas para que ponerlas sea más sencillo.
    • Lava las medias todos los días en un recipiente o fregadero lleno de agua jabonosa, y luego enjuaga bien. Cuélgalas para que se sequen y espera hasta que estén totalmente secas antes de usarlas.
    • Puedes comprarlas en una tienda de suministros médicos, y tu seguro médico quizás cubra su costo.
    • Las medias de compresión pueden causar una infección si se usan sobre heridas o incisiones recientes. Habla con tu médico de cabecera para determinar si puedes usarlas de forma segura.
  4. Si te recetan medicamentos (como anticoagulantes o analgésicos), tómalos siguiendo las indicaciones del médico al pie de la letra. No tomar anticoagulantes recetados puede incrementar el riesgo de desarrollar coágulos, lo que podría causar un inicio rápido de la inflamación. Si ocurriera, comunícate con tu médico o visita un centro de emergencias de inmediato. [7]
    • Las cirugías de rodillas incrementan el riesgo de trombosis venosa (coágulos en las venas) durante los primeros tres meses de la recuperación. Sigue por completo las indicaciones de tu médico con respecto a los anticoagulantes que te recete.

    Advertencia: si experimentas falta de aliento, un inicio repentino de dolor en el pecho, o dolor localizado en el pecho con tos, llama a los números de emergencia o acércate al departamento de emergencias del hospital más cercano. Estas podrían ser señales de un coágulo que ha viajado hasta los pulmones. [8]

  5. Lávate las manos con agua corriente y jabón, y sécalas con una toalla limpia. Quita el vendaje viejo al tomarlo por el borde. Luego, tíralo. Desenvuelve un vendaje nuevo y limpio, y colócalo sobre el lugar de la incisión para que cubra la herida por completo. [9]
    • Recibirás instrucciones sobre los cuidados de la herida después de recibir el alta en el hospital. Sigue las indicaciones detenidamente.
    • Cambia el vendaje solo cuando sea absolutamente necesario, como cuando esté empapada en sangre o tenga filtraciones. Consulta con tu médico si no sabes cuándo y cómo cambiar el vendaje.
  6. Si la inflamación parece empeorar o no mejora, habla con tu médico de inmediato. Estas son algunas señales de inflamación anormal y otras señales que es necesario informar al médico: [10]
    • inicio rápido de la inflamación en la pierna afectada
    • sensibilidad, calor o enrojecimiento alrededor del área inflamada de la pantorrilla
    • drenaje nuevo, calor, enrojecimiento o dolor junto con inflamación en el lugar de la incisión
    • 38 °C (101 °F) de fiebre o más por más de 24 horas
    • incapacidad de flexionar la rodilla más allá del punto alcanzado al recibir el alta
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Método 2
Método 2 de 2:

Ejercitar la rodilla afectada

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  1. Hacer mucho demasiado pronto podría causar inflamación o empeorar la existente. Tu médico posiblemente te recomiende que evites ciertas actividades hasta que la rodilla tenga tiempo para sanar, como subir escaleras y caminar largas distancias. [11]
    • Por ejemplo, tu médico podría recomendarte que evites subir y bajar las escaleras, como al cambiar el entorno de tu casa y vivir en un solo nivel.
  2. Si no sabes si puedes ejercitar, llama a su consultorio para preguntar. Muchos médicos recomiendan ejercicios de fisioterapia o citas para incrementar el rango de movimiento y mejorar la inflamación alrededor de la rodilla. Asegúrate de seguir las instrucciones de tu médico para cualquier terapia postoperatoria que necesites. [12]
    • Si sientes dolor al hacer ejercicio, detente de inmediato y dile a tu médico.
  3. Puedes hacer este ejercicio en una cama, un sofá o un sillón reclinable con la pierna elevada. Flexiona el pie para llevarlo hacia el cuerpo, y luego apunta los dedos hacia abajo y lejos del cuerpo. Repite este movimiento 10 veces para una serie, y haz dos series por día. [13]
    • Incrementa gradualmente la cantidad de repeticiones por serie hasta hacer 20 repeticiones, dos veces al día.
    • Mantén la pierna recta mientras haces el ejercicio y apoya la pantorrilla y el tobillo en uno o dos cojines. Eleva la pierna a un ángulo de 45 grados desde el cuerpo.
    • Tu médico podría recomendarte que hagas estos ejercicios al estar en el hospital, pero puedes continuar en casa para reducir la inflamación. [14]
  4. Con la pantorrilla y el tobillo apoyados en cojines y la pierna recta, comienza a rotar el tobillo con un movimiento en sentido horario. Rota el tobillo 10 veces, y luego revierte la dirección y rótalo 10 veces más en sentido antihorario. Esto completará una serie. Haz dos series por día. [15]
    • Incrementa la cantidad gradualmente hasta hacer 20 repeticiones en cada dirección dos veces al día.
    • Mantén la pierna recta al hacer estos ejercicios y asegúrate de que la pantorrilla y el tobillo estén apoyados en cojines. La pierna debe estar elevada a un ángulo de 45 grados desde el cuerpo.
  5. Quizás te recomiende que te pongas de pie y camines por la casa cinco veces al día. Procura espaciar las caminatas para ponerte de pie cada 30 o 45 minutos aproximadamente. [16] Es importante que no estés sentado por mucho tiempo después de la cirugía, dado que esto incrementa el riesgo de que se formen coágulos. [17]
    • Camina hacia adelante y atrás en un área abierta de la casa, como la sala de estar o el pasillo.
    • Es probable que necesites un andador al principio para tener apoyo.

    Consejo: escucha a tu cuerpo al realizar los ejercicios, y haz tanto como seas capaz. Si sientes dolor o incomodidad, detente y tómate una pausa.

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Consejos

  • Asegúrate de seguir las recomendaciones dietéticas especiales que tu médico te proporcione. Comer alimentos saludables y mantenerte hidratado son cosas que ayudan a la recuperación.
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Advertencias

  • Si notas inflamación en la rodilla u otra parte del cuerpo, y no sabes si es normal, llama a tu médico. El profesional te proporcionará consejos en función del tipo de inflamación y otros síntomas que experimentes.
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