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Todos tenemos un amigo que nunca usa recetas, pero con todos los ingredientes hace un platillo delicioso en un dos por tres. Lo que sí no es muy evidente es el esfuerzo que le ha puesto anteriormente a perfeccionar su talento. Debes acercarte a la cocina de la misma manera en que un pintor se acerca a su lienzo. Ser un buen cocinero requiere práctica, pero con el tiempo tendrás más confianza y éxito en la cocina.

Método 1
Método 1 de 3:

Cultivar el chef que hay dentro de ti

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  1. Tienes que leer recetas antes de empezar a experimentar en la cocina. Incluso los cocineros que te han dicho que no usan recetas han leído una buena cantidad de ellas e incluso se han guardado algunas. Para encontrar recetas confiables, te recomendamos buscar una receta en particular.
    • Haz una búsqueda en Internet de una platillo común como “pollo con papas fritas”.
    • Lee varias recetas y escoge una que tenga una buena puntuación en línea y que te parezca interesante.
    • Los comentarios de los sitios web no son confiables, pero con ellos puedes hacerte una idea general de lo buena o no que es cierta receta.
    • También pide sugerencias. Tus amigos amantes de la cocina quizá tengan sitios web o libros de cocinas favoritos. No tengas vergüenza de preguntarles.
    • Siempre debes preguntarles a tus familiares. Hay ciertas recetas familiares que las abuelas mantienen guardadas para la familia y suelen ser increíbles.
  2. Cuando ya empieces a desarrollar un repertorio de recetas increíbles, empieza a cocinar. Si eres nuevo en la cocina, trata de cocinar lo más que puedas. La mayoría de las recetas tienen un nivel de dificultad indicado y debes guiarte de ello para hacer recetas fáciles. No hay necesidad de empezar con cosas difíciles y hacer ñoquis caseros. Prueba algunas de las siguientes recetas básicas:
    • espagueti y albóndigas
    • pan al ajo
    • frittata
    • pollo frito
    • hamburguesas
    • tostada francesa [1]
    • Lee toda la receta antes de cocinar.
  3. Ayuda mucho, tanto para principiantes como para profesionales, tener una receta editada e impresa al frente. Hoy en día, hay varios tipos de libros de cocina que varían según las habilidades y las gastronomías. Tómate un tiempo para considerar algunos de los siguientes libros de cocina recomendados:
    • Afro Vegan de Bryant Terry
    • The Ode to Southern Food de Edna Lewis
    • Momofuku de David Chang y Peter Meehan
    • The Zuni Cafe Cookbook de Judy Rodgers [2]
    • También hay grandes blogs o sitios web de cocina como http://food52.com o http://smittenkitchen.com
  4. Cuando ya empieces a familiarizarte más con la cocina y las recetas, puedes adentrarte a recetas más complejas. Quizá te salgan mal un par de recetas mientras practicas para ser un buen cocinero. La idea es aprender y superar las dificultades en la cocina. Para muchas recetas que dicen ser “avanzadas” solo hay que planificarse un poco más y a veces hay que preparar las cosas la noche anterior.
    • Prueba algunos de los siguientes platillos considerados “difíciles”: paella, asado de res o mole.
    • Estas recetas toman una buena cantidad de tiempo, pero te sentirás imparable si logras terminar una de ellas.
  5. Si quieres mejorar tus habilidades para la cocina, tienes que obligarte a comer solamente tus propias creaciones. Esto te ayudará a ser un experto haciendo tus platillos favoritos, pero también te inspirará a crear sabores nuevos. Al hacer tus comidas en grandes cantidades podrás comer lo que sobre en el trabajo.
    • Hacer todas tus comidas te llevará tiempo y voluntad, ¡pero aprenderás a cocinar mucho!
    • Resístete al impulso de comer en tus restaurantes favoritos cocinando un platillo similar.
  6. Una de las claves para ser un buen cocinero es abrirse a diferentes gastronomías de diversas culturas. Tienes que experimentar una gran variedad de sabores para ayudarte a desarrollar tu creatividad como cocinero. Ve a restaurantes de gastronomías que nunca hayas probado, por ejemplo, de comida coreana, cubana, india, etíope o mediterránea.
    • Habla con los fanáticos gastronómicos para inspirarte. Busca amigos que se consideren fanáticos gastronómicos para pedirles recomendaciones para ir a un restaurante. Puedes salir a comer con esa persona para tener una experiencia gastronómica aún más plena.
  7. Los programas de cocina son excelentes para ver la preparación de recetas, además ofrecen muchos consejos de cocina. Puedes mirar el canal “Food channel”, que se dedica exclusivamente a programas de televisión de comida y gastronomía. También hay muchos videos de cocina en Internet para principiantes hasta para chefs profesionales.
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Método 2
Método 2 de 3:

Cocinar sin receta

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  1. Muchas veces, los que no usan recetas ya han hecho cierto platillo siguiendo una receta similar. Cuando ya hayas hecho determinada receta varias veces, prueba hacerla de nuevo de memoria. Al ejercer tu memoria, adaptarás la receta según tu propia creación.
    • Si disfrutas cierto ingrediente en particular en un platillo, por ejemplo, el apio, puedes agregar más apio picado a tu platillo.
    • Intenta crear una receta con los ingredientes que tengas. Trata de adaptar la receta sin comprar más ingredientes. Puede ser un éxito como también un fracaso, pero al menos lo habrás intentado.
  2. Un especiero bien surtido puede resaltar tus creaciones espontáneas. Hay docenas de especias y combinaciones disponibles. Guíate con la siguiente información sobre algunas especias clásicas para ayudarte a empezar:
    • La albahaca es una hierba terrosa y dulce que tiene muchos variantes. La albahaca combina bien con las recetas italianas (pasta, salsa de tomate) y también va bien con los salteados asiáticos con maní o leche de coco.
    • El curry es una diversidad de hierbas diferentes que es excelente para platillos y variedades indias. Prueba echar curry en polvo en un guiso de lentejas, a los huevos revueltos de la mañana o al arroz o quínoa con cilantro.
    • El comino tiene un sabor terroso con un poco de picante. El comino es perfecto para los platillos mexicanos como los tacos, los frijoles negros refritos, las raíces de vegetales y para el pescado (tilapia).
    • El romero es dulce y amaderado. El romero va bien con muchos platillos con carne o papas. El romero es una buena adición para cualquier tipo de asado con aceite de oliva.
    • El tomillo es un hierba terrosa. El tomillo va bien con cualquier platillo de frijoles. Combina bien con otras especias como las hojas de laurel, la cáscara de limón y el perejil. [3]
  3. Aprovecha lo que queda en tu sartén después de cocinar para hacer una deliciosa salsa para acompañar tu platillo. Esta técnica sale mejor después de sellar carne en una sartén. Saca la carne y el exceso de grasa de la sartén y baja el fuego a un fuego medio. Añade algunas especias y hierbas como cebollín y ajos picados y mostaza amarilla en polvo. Cocínalos unos 5 minutos y luego añade un poco de líquido.
    • Uno de los mejores líquidos para absorber los residuos de la sartén y dar sabor es el alcohol. Añade ¼ taza de vino tinto o blanco, o cerveza.
    • Deja que el líquido se reduzca mientras revuelves con una cuchara de palo para integrar todos los residuos de la sartén a la salsa. Después de 4 a 5 minutos, echa un poco de cáscara de limón, tomillo o romero para completar el delicioso acompañamiento para tu platillo. [4]
  4. El salteado es el proceso de cocción rápida a alta temperatura en una sartén ancha y plana. La clave para hacer el salteado es picar todos los ingredientes en un tamaño uniforme para que todo se cocine de manera uniforme. Puedes saltear carne, vegetales e incluso fruta. Deja calentando la sartén a fuego medio o alto durante 10 minutos y luego añade tu aceite favorito o mantequilla (2 cucharadas). [5]
    • Añade los ingredientes picados a la sartén y cocínalos unos 10 minutos revolviendo frecuentemente.
    • Experimenta con el orden a la hora de agregar ciertos ingredientes. A algunos les gusta echar ajo y cebolla al último, mientras que a otros les gusta hacerlo primero.
    • Si vas a saltear carne, considera la posibilidad de saltearla por separado para que no quede cruda. Cuando ya te sientas cómodo haciéndolo, puedes saltear todo en la misma sartén.
  5. La caramelización es una técnica útil que puede usarse para muchos ingredientes. La caramelización consiste en cocinar lentamente en una sartén para sacar el dulce natural de un ingrediente. Veamos un ejemplo con la cebolla:
    • Usa rodajas gruesas para no quemar la cebolla y cocínalas en una proporción uniforme de mantequilla y aceite. Cubre la superficie de la sartén, pero no llenes la sartén de cebolla. Mantén el fuego a fuego medio a bajo durante toda la cocción para garantizar el éxito de la caramelización sin quemar nada. Todo te tomará casi 45 minutos, si lo haces correctamente. [6]
    • Puedes hacer la misma técnica con diversos productos como el ajo o incluso el brócoli.
  6. El proceso de sudar los vegetales es muy similar al salteado, pero la temperatura que se usa es menor. La idea es sacar los sabores mientras los vegetales se ablandan, en vez de dorarlos. Calienta la sartén a fuego medio bajo y espera unos 10 minutos para que la sartén se caliente. Añade el aceite de tu elección (2 cucharadas), distribuye el aceite en la sartén y luego añade los vegetales picados.
    • Echa una cantidad saludable de sal y deja que los vegetales chisporroteen suavemente, no muy fuerte. Ajusta la temperatura si chisporrotean demasiado fuerte.
    • Revuelve los vegetales frecuentemente para que no se doren. Cocínalos en la sartén de 5 a 10 minutos. La idea es que ablandes los vegetales o se vuelvan transparentes. [7]
  7. Otra técnica para los vegetales es el blanqueado. Pon a calentar una olla grande de agua a fuego alto con una cantidad generosa de sal. Prepara un tazón de agua con hielo y resérvalo. Pica los vegetales y cuando el agua esté hirviendo, échalos a la olla. Deja que cocinen de 1,5 a 2 minutos como máximo. Cuela los vegetales e inmediatamente échalos en el baño de hielo. [8]
    • Te quedarán vegetales perfectamente tiernos que fácilmente se pueden añadir a un platillo.
    • Si tienes pensado cocinar los vegetales en otra olla, caliéntalos en agua hirviendo durante 1 minuto.
    • Después de 30 segundos en el baño de hielo, los vegetales estarán listos.
  8. Uno de los pasos más vitales para cocinar es probar el sabor durante el proceso. Si el platillo sabe amargo o insulso, échale sal. Echa una pizca o de cucharadita en cucharadita hasta que mejore el sabor. Si crees que el platillo todavía necesita más sabor, prueba añadirle algo ácido o picante.
    • Para añadirle picante, puedes usar chiles frescos picados (jalapeño o habanero), 1 cucharadita de pimienta cayena u hojuelas de chile rojo.
    • Para añadirle algo ácido casi al final de la cocción, exprime 1 limón fresco sobre el platillo o 2 cucharadas de vinagre (de arroz, vino, balsámico o de malta).
    • Otra manera de mejorar el sabor de un platillo es añadiéndole un chorro de vino. Deja que el platillo se cocine de 5 a 10 minuto para que se evapore el alcohol. [9]
  9. Experimentar en la cocina no siempre te dará un platillo increíble. Todos los cocineros que han optado por esta vía han fracaso en algún momento u otro. La idea es tratar de adentrarse en territorios de cocina desconocidos.
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Método 3
Método 3 de 3:

Preparar tu cocina y alacena

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  1. La mejor manera de preparar una receta es teniendo un espacio de trabajo limpio y organizado. Primero, limpia las superficies de tu cocina y asegúrate de que no haya vajilla sucia en el fregadero. Para mantener los armarios limpios y organizados, revisa que no haya productos vencidos.
    • Además, el refrigerador debe estar limpio y sin productos vencidos ni demasiadas sobras de comida.
  2. El primer consejo que oirás de los expertos para ser un mejor cocinero es tener buenos cuchillos. Compra los mejores cuchillos que puedas según tu presupuesto. Puede parecer trivial, pero los cuchillos de calidad aceleran el proceso de picado y hace que todo sea más entretenido. [10]
    • Si quieres saber si tu cuchillo tiene el filo adecuado, observa si lloras al cortar cebolla. Un cuchillo afilado no hace llorar.
  3. La mejor manera de ahorrar y comprar eficientemente consiste en planificar un platillo para cada noche de la semana. Cuando sepas qué cocinar para cada día de la semana, podrás mirar cara receta y lista de ingredientes del día. Haz una lista de compras según tu plan. Toma el siguiente modelo como inspiración mientras planificas tu semana: [11]
    • Lunes es noche de pasta.
    • Martes es noche de tacos.
    • Miércoles es noche de salteado asiático.
    • Jueves es noche de papas con carne.
    • Viernes es noche de hamburguesa.
    • Sábado es noche de salir.
    • Domingo es noche de sobras.
  4. La mejor manera de comprar para varias recetas al mismo tiempo es escoger recetas que requieran ingredientes similares. De esta manera, podrás comprar cantidades grandes de ingredientes similares para tener cubiertos varios frentes. También debes tomar en cuenta la cantidad de alimentos procesados que compras y le das a tu familia. Procura no comprar productos con listas largas de ingredientes, especialmente productos OGM (organismos genéticamente modificados) y que contengan jarabe de maíz de alta fructuosa.
    • Si tienes los recursos, opta por lo orgánico. Hay maneras de comprar ingredientes saludables con bajo presupuesto.
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