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Sin duda, trabajar mientras obtienes un título tiene algunos beneficios. Uno de los más evidentes es recibir un pago. Asimismo, la estructura que aporta el equilibrio de dos o más horarios puede ayudarte a tener una mayor productividad en general. Sin embargo, trabajar y estudiar al mismo tiempo puede ser difícil e impedir la dedicación completa a los estudios. Afortunadamente, puedes seguir algunos pasos para encontrar un equilibrio perfecto entre el trabajo y el estudio.

Método 1
Método 1 de 5:

Trabajar mientras estás en la escuela

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  1. En muchas facultades y universidades, se ofrecen puestos que brindan la oportunidad perfecta para estudiar y trabajar al mismo tiempo. Algunos de estos empleos se relacionan con una ayuda financiera que cubre directamente tus gastos estudiantiles y otros están disponibles únicamente para estudiantes. Los tipos de puestos y los parámetros específicos que conllevan serán distintos para cada país, estado e institución. Empieza a buscar una oportunidad de empleo que se relacione con la institución a donde asistas. [1]
    • Estos puestos se han creado para los estudiantes y encajan mejor en sus horarios. Tus superiores sabrán que también eres estudiante y lo tendrán en cuenta para programar los horarios y cuando surjan otros asuntos específicos.
    • Algunos empleos a los que puedes postularte incluyen un puesto en la biblioteca o en la residencia de estudiantes.
    • Mantente atento a los puestos que te permitan estudiar en las horas de trabajo.
    • Puedes registrarte en una lista de correos electrónicos que reciban notificaciones cuando se publiquen nuevos empleos para estudiantes.
  2. Por ejemplo, si estás estudiando una licenciatura en antropología, averigua si hay algún puesto de medio tiempo en el departamento de antropología. En las universidades más grandes, los departamentos suelen emplear a varios estudiantes para que realicen las tareas administrativas, etc.
    • Trabajar en el departamento donde estudies también es una forma excelente de darte a conocer en la facultad y a los estudiantes del departamento, y enterarte sobre las oportunidades relevantes para tus estudios.
    • Como alternativa, puedes preguntarles a tus profesores favoritos sobre algunos buenos empleos de nivel inicial que se relacionen con tus intereses. Es posible que estén enterados sobre los puestos que otros estudiantes hayan tenido y puedan guiarte hacia un posible empleador.
  3. Si has invertido tiempo, dinero y energía en tu educación, es probable que sea más importante que el trabajo. Lo importante es que analices con honestidad cuánto tiempo tienes disponible para trabajar. Afortunadamente, puedes elegir entre muchos tipos de empleos. [2]
    • Si un trabajo de medio tiempo parece ser demasiado, puedes trabajar durante los recesos de tu horario académico.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Christopher Taylor, PhD

    Profesor de inglés
    Christopher Taylor es un profesor asistente adjunto de inglés en Austin Community College en Texas. Recibió su PhD en Literatura Inglesa y Estudios Medievales en la Universidad de Texas en Austin en 2014.
    Christopher Taylor, PhD
    Profesor de inglés

    Christopher Taylor, profesor auxiliar de inglés, recomienda: “Mantén un horario estricto de estudio y no aceptes más horas de las que puedas controlar”.

  4. Por ejemplo, si empezarás un programa académico muy complicado, como derecho o medicina, quizás valga la pena pedir un préstamo para cubrir tus gastos y concentrarte en tus estudios. Asimismo, si no quieres trabajar y estudiar al mismo tiempo, puedes posponer los estudios durante un año y trabajar a tiempo completo para ahorrar un poco de dinero.
    • Si el programa de estudios es muy competitivo y el éxito que tengas determinará la calidad del trabajo que obtendrás, es recomendable que les des prioridad a los estudios. Según la disciplina, el trabajo que obtengas podría acortar la deuda.
  5. Si no logras decidir si deberías trabajar mientras estudias o si, más que por la compensación financiera, esperas trabajar para obtener experiencia, debes tener en cuenta algunos factores importantes. Las percepciones del “mundo real” que un trabajo ofrece suelen considerarse igual de valiosas que un título, si no es que más. Aunque en muchas profesiones ambos aspectos son importantes, involucrarte en el mundo laboral también puede facilitarte la búsqueda de trabajo después de graduarte. [3]
    • Aunque el empleo y los estudios no se relacionen entre sí, el trabajo aún te brindará la experiencia para darles prioridad a las responsabilidades, a la comunicación, etc.
  6. Uno de los empleos clásicos para estudiantes es la participación en los estudios académicos, con los cuales podrías ganar grandes cantidades de dinero. También puedes ofrecer tutorías para otros estudiantes, sobre todo si conoces un idioma que otros quieran aprender. [4]
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Método 2
Método 2 de 5:

Ir a la escuela mientras trabajas

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  1. Debes asegurarte de que el tiempo, el dinero y la energía que invertirás en los estudios compensarán la disminución de trabajo o el horario ajetreado. Por ejemplo, si quieres obtener un título mayor mientras tienes un empleo orientado a una carrera que ya disfrutas, es posible que debas darle prioridad al trabajo. [5]
    • Algunas personas trabajan a tiempo completo y estudian a medio tiempo. Esto funciona muy bien sobre todo para obtener títulos complementarios.
    • Consulta con un consejero de la institución a donde quieras asistir sobre los programas o las clases que se adapten a tu horario laboral.
  2. Si tienes un trabajo estable, es probable que quieras conservarlo y te esfuerces por lograr un ascenso. Un título puede ayudarte incluso a lograr las metas profesionales que ya tengas. Afortunadamente, puedes incorporar tu experiencia laboral en las tareas académicas.
    • Por ejemplo, si tu trabajo incluye la supervisión de las redes sociales de la empresa, puedes aplicar los conocimientos que has adquirido en el trabajo para una tarea de mercadotecnia en una clase de administración.
    • Incluso puedes elegir los temas para las tareas según el trabajo que tengas. Por ejemplo, si te asignan un proyecto en el que debes diseñar una nueva campaña de publicidad, puedes crear la campaña con base en el negocio donde trabajes y ganar puntos con el profesor y con tu jefe al mismo tiempo.
  3. Debes evitar abrumarlo con los detalles de tu horario fuera del trabajo, pero vale la pena que le informes con anticipación cuando sepas que estarás ocupado con responsabilidades académicas. Si estudias durante medio tiempo y trabajas de una forma más constante, debes recordarle a tu jefe cuando se acerquen los exámenes finales. Díselo lo antes que puedas para que te dé un poco más de tiempo libre. [6]
  4. Si necesitas trabajar, pero quieres obtener algunos créditos para recibir un título, puedes buscar un trabajo con un horario más flexible o que exija menos tiempo. En particular, si tu trabajo actual no te permite lograr un avance profesional, puedes buscar un trabajo en el que recibas un sueldo, pero tengas un poco más de tiempo disponible.
    • Por ejemplo, muchos puestos de prestación de servicios tienen horarios nocturnos y de fines de semana, por lo que te permiten tomar una clase adicional.
    • Puedes atender un bar o servir comida en un restaurante popular. Con estos puestos, aunque suelen ser desafiantes, puedes recibir un salario bastante alto por hora y es poco probable que te causen distracciones cuando no estés trabajando.
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Método 3
Método 3 de 5:

Mantener una rutina para mejorar tu productividad

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  1. Acostúmbrate a mantener un horario semanal y asegúrate de asignar un tiempo para estudiar todos los días. Puedes usar un calendario impreso o un programa electrónico de planificación. Varía los tiempos de estudio para encajarlos con otros compromisos, incluyendo el trabajo, el ejercicio y las reuniones sociales. [7]
  2. En cuanto recibas las tareas o conozcas la fecha del siguiente examen, programa algunos períodos específicos para prepararte. Quizás también debas ajustar tu horario para asegurarte de no trabajar la noche antes de la entrega de un proyecto importante o de un examen. [8]
    • Cuando empiece el ciclo académico, transfiere toda la información del programa de cada clase a tu calendario, para saber con exactitud cuando se acerquen las fechas importantes.
    • Una buena práctica es estudiar durante una o dos horas justo antes o después de cada turno de trabajo.
    • Después de crear un buen plan semanal, esfuérzate por cumplirlo. Por ejemplo, no debes aceptar un turno si interrumpe el tiempo que destinaste para estudiar, a menos que puedas recuperarlo al siguiente día.
  3. El crecimiento rápido de las tecnologías sencillas de comunicación e intercambio de información ha hecho que el aprendizaje colaborativo sea más factible y más beneficioso. Por esta razón, es incluso mejor sentarte y trabajar los materiales desafiantes junto a otros estudiantes. [9]
    • Incluye algunas sesiones de estudio en grupo en el programa semanal. Por ejemplo, puedes organizarlas en la cafetería de la universidad los jueves por la noche.
    • Usa un foro grupal, el cual suele habilitarse en la propia clase. Si no existe uno, puedes crearlo e invitar a tus compañeros a través de su correo electrónico escolar.
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Método 4
Método 4 de 5:

Triunfar en los estudios

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  1. Busca un lugar a donde puedas ir y concentrarte en el estudio. En general, esto es útil para tener un tiempo de calidad para estudiar, lo cual es aún más importante cuando también trabajas. Para asegurarte de que el tiempo de estudio sea productivo, busca un lugar donde no haya distracciones, ya sea un rincón de la biblioteca o un escritorio limpio en tu habitación. [10]
    • Asegúrate de evitar las habitaciones donde haya televisores u otras cosas que atraigan tu atención.
    • Apaga el teléfono y usa unos auriculares cuando estés cerca de otras personas. Escucha música sin letra para poder concentrarte.
    • Acostúmbrate a mantener juntos todos los materiales que necesites para estudiar, ya sea en el lugar de estudio o en la mochila.
  2. Podrías sentir la tentación de terminar todo el trabajo escolar en una o dos sesiones maratonianas por semana. Sin embargo, tu memoria y tu concentración funcionarán mejor si creas sesiones de una o dos horas. Por lo tanto, no intentes hacer todas las tareas en una sola sesión. [11]
    • Para tener constancia en las sesiones, acostúmbrate a estudiar cuatro o cinco días a la semana, a la misma hora.
    • La frecuencia que se deriva de un programa constante de estudios también hará que las sesiones sean más productivas. Podrás concentrarte mejor porque tu cerebro se adelantará a concentrarse en las tareas académicas en ese momento del día.
    • Si programas sesiones frecuentes de estudio también podrás omitir de vez en cuando una sesión, siempre y cuando regreses a la rutina lo antes posible.
  3. De esta forma, evitarás aplazar las cosas y tus sesiones de estudio serán más productivas. Si te sientas con una tarea o una meta específica en mente, tendrás un rumbo que te hará ponerte a trabajar. Además, si tienes varias tareas pendientes, debes empezar con la más difícil o la más importante. [12]
    • Puesto que deberás invertir un esfuerzo mental y emocional mayor para comprender un material difícil, es recomendable que lo abordes primero, mientras tu cuerpo y tu mente estén frescos y concentrados. Podrás llevar a cabo los trabajos más rutinarios en la última parte de la sesión de estudio.
    • Revisa las notas de la clase antes de empezar a hacer una tarea. Es muy importante que entiendas por completo los requisitos específicos y los objetivos de aprendizaje antes de empezar.
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Método 5
Método 5 de 5:

Mantener tu salud mental y física

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  1. Debes programar un tiempo para relajarte de forma esporádica. Aunque parezca que no te queda ningún tiempo libre, es importante que tomes un descanso para que tu mente se recupere. ¡No puedes trabajar y estudiar todo el tiempo! Puedes planificar algunas actividades sociales con tus amigos; mientras más actividad física puedas incluir, mejor. [13]
    • Toma algunos descansos incluso durante los días ajetreados. Da una caminata alrededor de la cuadra y deja tu teléfono en casa. Evita pensar en el trabajo pendiente. En lugar de eso, siente el sol y el aire sobre tu piel, aprecia el color de las hojas, y contempla los ángulos de un edificio que nunca hayas observado.
    • Trabaja durante 50 minutos y descansa de 10 a 15 minutos antes de acomodarte para continuar con otros 50 minutos de concentración en el estudio o en el trabajo.
    • Después de un período muy ajetreado, planifica un viaje, por ejemplo, a Las Vegas o a un lugar para acampar fuera de la ciudad. El viaje te permitirá relajarte y será algo que esperarás con ansias mientras tanto.
  2. Debes darle mantenimiento a tu cuerpo para que funcione con todo su potencial y para que tu mente mantenga la concentración durante todo el día. Asegúrate de programar tres o cuatro sesiones de 30 minutos de cardio por semana. Si no sabes a qué hora programarlas, levántate un poco más temprano y sal a correr antes de empezar el día. [14]
    • Aunque al principio te resulte difícil incluir el ejercicio en tu rutina, ¡no desistas! Muy pronto esperarás con ansias cada sesión.
  3. Suele ser tentador quedarte despierto hasta tarde, estudiar un poco más de tiempo o hacer una última sesión para prepararte para trabajar al siguiente día. Sin embargo, suele ser más importante dormir lo suficiente. Los requisitos son distintos para cada persona, pero procura dormir ocho horas cada noche. [15]
    • Para conocer el tiempo específico que necesitas dormir, cuando sea posible, descansa sin programar la alarma durante tres días seguidos. Es probable que el tiempo que duermas de forma natural durante la segunda y la tercera noche será lo que tu cuerpo necesita.
    • Duerme como mínimo siete horas cada noche.
    • Si sueles levantarte más tarde los fines de semana, significa que necesitas dormir más durante la semana.
  4. Otra trampa del ajetreado estilo de vida entre el trabajo y el estudio es elegir comidas para llevar, las cuales pueden ser rápidas, pero no suelen ser saludables. En lugar de visitar un restaurante de comida rápida para almorzar, ve a un supermercado y compra un poco de hummus con vegetales o una ensalada lista para comer. Lleva también algunas frutas para comer un bocadillo saludable y aumentar la energía durante la tarde. [16]
    • Desayuna. Esto te sustentará durante todo el día y mantendrá tu metabolismo a un ritmo saludable. Come un poco de granola integral con yogur griego, endulzado con miel o fruta.
    • Ten a la mano algunos bocadillos saludables. Las nueces crudas o un poco saladas son una opción excelente.
  5. Si constantemente te sientes estresado, cansado o no te sientes bien por algún motivo, quizás debas reducir un poco la velocidad. Cuando te sientas agotado, pídele a tu jefe una semana libre del trabajo. Aprovecha el tiempo para descansar y concentrarte en las tareas académicas. Por otro lado, si la cantidad de cursos que estás tomando afecta de forma negativa tu situación laboral, consulta con un consejero escolar sobre las opciones disponibles o planifica tomar menos horas de estudio el siguiente ciclo.
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