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Cuando alguien tiene una convulsión, puede experimentar espasmos musculares incontrolables e involuntarios con contracciones y temblores de extremidades, cambios de conducta o falta de consciencia. Si nunca has presenciado una convulsión, es probable que te sientas consternado, confundido, asustado o preocupado. Para ayudar a una persona que experimenta una convulsión, mantén la calma, ayuda a protegerla de cualquier lesión y quédate con ella hasta que recupere la consciencia.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Cuidar a la persona durante una convulsión

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  1. Cuando una persona tiene una convulsión, puede caerse y lesionarse. Para ayudarla a que no se lastime, si está de pie, busca una manera para impedir que se caiga. Una forma de ayudar es poner tus brazos alrededor de ella o tomarla de los brazos para mantenerla erguida. Si puedes, protege su cabeza. [1]
    • Si la persona aún tiene un poco de control de sus movimientos, también puedes tratar de guiarla cuidadosamente al piso.
  2. Si está echada cuando la encuentras, trata de ponerla de costado con la boca inclinada hacia el piso. Esta medida ayuda a protegerla permitiendo que la saliva y el vómito salgan del costado de la boca en vez de que vuelvan a la garganta o a la tráquea, lo cual puede hacer que los inhale. [2]
    • Dejar a una persona que convulsiona boca arriba puede conducir a la asfixia y hacer que los líquidos vayan a los pulmones.
  3. Las personas que tienen convulsiones pueden lastimarse al chocar con muebles, paredes u otros objetos cercanos. Para ayudar a la persona a evitar las lesiones, mueve todos los objetos que están alrededor de ella lo más lejos posible. Sobre todo, es importante que alejes de la persona cualquier objeto punzante. [3]
    • Mover los objetos es más fácil que mover a la persona. Sin embargo, si la persona camina confundida alrededor, trata de alejarla de lugares peligrosos, como el tráfico, las áreas altas o los objetos punzantes.
  4. Algunas convulsiones pueden hacer que la persona se golpee la cabeza contra el piso repetidas veces. Si su cabeza golpea el piso o un objeto, protege su cabeza con algo suave, como una almohada, un cojín o una chaqueta. [4]
    • No sujetes su cabeza ni ninguna parte de su cuerpo.
  5. Si alguien que está cerca de ti tiene una convulsión, debes tratar de medir la duración de la convulsión. Por lo general, las convulsiones duran entre 60 y 120 segundos (uno o dos minutos). Las convulsiones que duran más pueden indicar un problema mayor, por lo que debes llamar a los servicios de emergencia. [5]
    • Si tienes un reloj, úsalo para medir el tiempo con más precisión. Sin embargo, puedes contar mentalmente cuánto tiempo dura la convulsión.
  6. Nunca coloques nada en la boca de una persona que sufre una convulsión aunque creas que de esa manera impedirás que se lastime la boca o los dientes. Una persona que experimenta una convulsión no se tragará la lengua. No obstante, poner cosas en su boca puede hacer que se rompa un diente. [6]
    • Nunca debes colocar los dedos en su boca. La persona puede morderlos y lastimarte.
  7. Durante la convulsión, nunca sujetes a la persona. Nunca trates de impedir que se mueva. Esta acción puede hacer que se lesione. La persona puede dislocarse el hombro o romperse un hueso. [7]
  8. Algunas de las personas que padecen de convulsiones pueden usar un accesorio de identificación médica. Fíjate si la persona lleva un brazalete en la muñeca o un collar en el cuello. Este accesorio puede darte la información necesaria durante una emergencia. [8]
    • Cuando tengas la oportunidad, puedes buscar en su billetera o en sus bolsillos alguna tarjeta de identificación médica.
  9. La mayoría de las convulsiones duran solo unos minutos y no son motivo de pánico. Debes mantener la calma para ayudar a la persona que experimenta la convulsión. Si entras en pánico o actúas estresado, la persona también puede estresarse. En vez de eso, mantén la calma y trata de tranquilizarla. [9]
    • También debes mantener la calma después de la convulsión. Mantener la calma y ayudar a la persona a que mantenga la calma puede contribuir con su recuperación.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Determinar si debes llamar a los servicios de emergencia

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  1. Si sabes que una persona tiene un historial de convulsiones, entonces no necesitas llamar a los servicios de emergencia a menos que la convulsión dure más de 2 a 5 minutos o si hay algo distinto con respecto a este episodio. [10] Sin embargo, si una persona tiene una convulsión por primera vez o si te sientes inseguro, debes llamar a una ambulancia de inmediato. [11]
    • Si no conoces a la persona, fíjate si tiene un brazalete médico para saber si padece regularmente de convulsiones.
    • Un doctor debe evaluar a la persona para determinar la causa subyacente de la convulsión.
  2. Las convulsiones de la mayoría de las personas terminan al cabo de unos minutos y luego recuperan la conciencia y se vuelven conscientes de su entorno. Sin embargo, si una persona tiene una actividad convulsiva atípica, debes llamar a una ambulancia. La actividad anormal puede incluir los siguientes síntomas: [12]
    • La persona experimenta varias convulsiones sin recuperar la consciencia.
    • La convulsión dura más de cinco minutos.
    • La persona no puede respirar.
    • La convulsión ocurre después de que la persona se queja de un dolor de cabeza repentino e intenso.
    • La convulsión ocurre después de una lesión en la cabeza.
    • La convulsión ocurre después de que la persona ha inhalado gases o veneno.
    • La convulsión ocurre con otros signos de derrame cerebral (como problemas para hablar o comprender lo que se dice, pérdida de la visión e incapacidad para mover parte del cuerpo o la totalidad de un lado).
  3. Experimentar una convulsión en una situación peligrosa puede conducir a la lesión o a la muerte. Debes llamar a los servicios de emergencia si la persona que tiene la convulsión está embarazada o tiene diabetes, está en el agua o se ha lastimado durante el episodio. [13]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Ayudar a la persona después de la convulsión

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  1. Cuando la convulsión termine, espera hasta que la persona se tranquilice. Luego, debes hacer que la persona se ponga de costado si es que no está aún en esa posición. Revisa el cuerpo de la persona para ver si tiene alguna lesión que pueda haber ocurrido durante la convulsión. [14]
  2. Si notas que la persona tienen problemas para respirar después de que se haya calmado, usa el dedo para limpiarle la boca. Su boca puede estar llena de saliva o de vómito, lo cual puede bloquear el flujo de aire. [15]
    • Si limpiarle la boca no ayuda a que respire mejor, llama a los servicios de emergencia.
  3. Si la persona tiene una convulsión en un lugar público, las personas pueden amontonarse para ver lo que sucede. Una vez que logres llevar a la persona a un lugar seguro, pide a los observadores que sigan su camino y que le den espacio y privacidad a esta. [16]
    • Tener una convulsión rodeado de desconocidos que miran puede ser muy estresante para alguien.
  4. Lleva a la persona a un área segura en la que pueda descansar. Asegúrate de aflojar cualquier prenda ajustada alrededor de su cuello y de su cintura. No permitas que coma o que beba hasta que esté tranquila y que sea consciente de lo que sucede a su alrededor. [17]
    • Quédate con la persona mientras descansa y se recupera. Nunca dejes a una persona confundida, inconsciente o adormilada después de una convulsión.
  5. Así como mediste el tiempo de la convulsión, también debes medir su recuperación. Evalúa cuánto se demora la persona en recuperarse de la convulsión y en volver a su estado y a su nivel de actividad normales. [18]
  6. Las convulsiones pueden ser situaciones atemorizantes y estresantes. Recuerda que una persona puede estar confundida o avergonzada al despertar. Recuérdale que está a salvo. Cuando esté consciente y alerta, explícale lo que sucedió. [20]
    • Ofrece quedarte con la persona hasta que se sienta mejor.
  7. Apenas tengas la oportunidad, anota los detalles que rodean a la convulsión. Esta medida puede ser muy valiosa para la persona que ha tenido el episodio, así como para su doctor. Anota la siguiente información: [21]
    • partes del cuerpo en las que se inició la convulsión
    • partes del cuerpo afectadas
    • signos de advertencia antes de la convulsión
    • duración de la convulsión
    • actividades de la persona antes y después de la convulsión
    • cualquier cambio de humor
    • cualquier desencadenante (por ejemplo, cansancio, hambre o náusea)
    • cualquier sensación inusual
    • cualquier detalle acerca de la convulsión (por ejemplo, si hubo algún ruido, si la persona entornó los ojos o si la persona se cayó y de qué modo)
    • consciencia de la persona durante y después de la convulsión
    • cualquier conducta inusual durante la convulsión (por ejemplo, murmurar o tocar su ropa)
    • cualquier cambio en la respiración
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