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En medicina, la presión sistólica de una persona es la presión de la sangre en las arterias durante un latido del corazón, mientras que la presión diastólica es la presión sanguínea durante el periodo de "descanso" entre latidos. [1] Si bien ambas medidas son importantes, también es importante conocer la presión media para ciertos propósitos (como la determinación de la forma en la que la sangre llega a los órganos del cuerpo). Este valor, llamado "presión arterial media" (PAM), puede ser fácilmente encontrado con la ecuación PAM = (2(PD) + PS)/3 , donde PD = presión diastólica y PS = presión sistólica.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Usar fórmulas para la PAM

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  1. Para poder calcular tu presión arterial media, necesitas saber tanto la presión arterial diastólica como la sistólica. Si no las conoces, toma tu presión sanguínea para obtener estos valores. Si bien existe una variedad de métodos sofisticados para medir la presión arterial, todo lo que necesitas para obtener resultados razonablemente precisos es una manga de presión arterial y un estetoscopio. Como recordatorio, la presión arterial que mides cuando escuchas el primer latido en el estetoscopio es la presión sistólica. La presión que mides cuando dejas de escuchar el latido es la diastólica. [2]
    • Si no estás seguro de cómo tomar tu propia presión arterial, consulta la siguiente sección para obtener instrucciones paso a paso o lee nuestro artículo sobre el tema .
    • Otra opción es el uso de máquinas automáticas de medición de presión arterial, las cuales están disponibles de forma gratuita en muchas farmacias y tiendas de alimentos.
  2. Una vez que conozcas tu presión diastólica y sistólica, encontrar la PAM es fácil. Simplemente multiplica tu presión diastólica por 2, súmalo a la sistólica y divide el total entre 3. Esencialmente, es la misma ecuación básica que se usa para encontrar el promedio (media) de una serie de números. La PAM se mide en mm Hg, o "milímetros de mercurio", unidad estándar de presión.
    • Ten en cuenta que la presión diastólica se multiplica por 2 porque el sistema cardiovascular pasa casi 2/3 de su tiempo en la fase de "reposo", o diástole. [3]
    • Por ejemplo, digamos que tomamos nuestra presión arterial y encontramos que tenemos una presión diastólica de 87 y una sistólica de 120. En este caso, insertamos nuestros valores en la ecuación y la resolvemos como sigue: PAM = (2(87) + 120)/3 = (294)/3 = 98 mm Hg .
  3. Otra forma de calcular la PAM es con esta otra simple ecuación. Resta tu presión diastólica de tu presión sistólica, divide entre 3 y suma tu presión sistólica. El resultado que obtengas debe ser exactamente el mismo del que se obtendría con el uso de la ecuación anterior.
    • Usando los mismos valores de presión arterial mencionados anteriormente, podemos resolver esta ecuación como sigue: PAM = 1/3(120 – 87) + 87 = 1/3(33) + 87 = 11 + 87 = 98 mm Hg .
  4. En situaciones médicas, esta ecuación alternativa, que usa las variables de gasto cardiaco (GC, medido en L/min) y resistencia vascular sistémica (RVS, medida en mm HG × min/L) se usa algunas veces para hallar una estimación rápida de la PAM de una persona. Si bien los resultados de esta ecuación no son siempre 100 % precisos, son adecuados como estimaciones aproximadas. Ten en cuenta que el CO y el RVS se miden generalmente en centros médicos con equipo especial (aunque es posible hallarlos con métodos simples).
    • Para una mujer promedio, el gasto cardiaco normal es de 5 L/min. Si asumimos un RVS de 20 mm HG × min/L (en el extremo superior de los niveles normales), la PAM será aproximadamente 5 × 20 = 100 mm Hg .
  5. Es importante notar que no es necesario realizar el cálculo de la PAM de forma manual. Si tienes prisa, una amplia variedad de calculadoras en línea (como esta ) puede permitirte encontrar el valor de la PAM instantáneamente, simplemente colocando tus valores de presión sanguínea.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Entender el valor de la PAM

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  1. Al igual que con la presión arterial diastólica y sistólica, ciertos rangos de la PAM son generalmente considerados normales o saludables. Si bien algunas personas sanas pueden tener valores de PAM fuera del rango, esto a veces puede significar el potencial de enfermedades cardiovasculares peligrosas. En general, los valores de la PAM entre 70 y 110 mm Hg son considerados normales. [4]
  2. Si tu PAM en reposo está fuera del rango normal, no necesariamente significa que estés en peligro, pero aun así deberías acudir a una consulta médica para un examen minucioso. Lo mismo es válido si es que tienes valores anormales en tu presión sistólica o diastólica en reposo (las cuales deberían estar debajo de 120 y 80 mm Hg respectivamente). No dejes de hablar con tu médico. Muchas enfermedades cardiovasculares son fáciles de tratar si son atendidas antes de que se conviertan en un problema serio.
    • Ten en cuenta que una PAM por debajo de 60 es generalmente considerada peligrosa. Como se señaló anteriormente, la PAM se usa para determinar la forma en la que llega la sangre a los órganos. Un valor de PAM mayor de 60 es generalmente necesario para lograr una adecuada perfusión. [5]
  3. Es importante entender que ciertos tipos de afecciones médicas pueden alterar lo que se considera un valor normal o saludable de la PAM. En estos casos, un médico puede tener que monitorear tu PAM cuidadosamente para asegurarse de que no caiga fuera del nuevo rango aceptable y así evitar daños graves. A continuación, mencionaremos algunos tipos de pacientes cuyas PAM pueden necesitar ser estrictamente controladas. Si no estás seguro de que alguna enfermedad o medicamento esté alterando tu rango aceptable de PAM, consulta a tu médico inmediatamente: [6]
    • pacientes con lesiones en la cabeza
    • pacientes con ciertos tipos de aneurismas
    • pacientes que sufren de shock séptico o que están en vasopresores
    • pacientes tratados con vasodilatadores de infusión (GTN)
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Tomar tu propia presión arterial

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  1. Si no estás seguro de cuál es tu presión sistólica y diastólica en reposo, realizar una prueba manual de presión arterial es relativamente fácil. Lo único que necesitas es una manga de presión arterial y un estetoscopio (encontrarás ambos artículos en tu farmacia local). Espera hasta que estés completamente relajado, luego toma asiento y siente la parte inferior de tu antebrazo o tu muñeca hasta que encuentres el pulso. Coloca el estetoscopio en tus oídos en preparación para el siguiente paso.
    • Si se te hace difícil encontrar el pulso, intenta usar tu estetoscopio para escucharlo. Cuando oigas un golpeteo ligero y regular, habrás encontrado el lugar correcto.
  2. Toma la manga de presión arterial y ajústala alrededor de tu bíceps, en el mismo brazo en el que encontraste el pulso. Muchas mangas modernas tienen una correa de velcro para que sean fáciles de ajustar. Cuando la manga esté firme (pero no ajustada), usa la bomba manual adjunta para inflarla. Observa el manómetro. Debes inflar la manga hasta alcanzar aproximadamente una presión 30 mm Hg más alta que la que esperas obtener de tu presión sistólica. [7]
    • Al hacer esto, mantén la cabeza del estetoscopio en el lugar donde encontraste tu pulso (o, si no pudiste encontrarlo, en la parte interior del codo). Escucha: si inflaste la manga a una presión suficientemente alta, no deberás oír tu pulso.
  3. Si el aire no fluye hacia fuera de la manga, gira la válvula de escape (el pequeño tornillo en la bomba de inflado) en sentido antihorario, hasta que el aire fluya a un ritmo lento y constante. Mantén tus ojos en el manómetro mientras el aire sale de la manga: se supone que la presión debe decrecer a paso constante.
  4. Apenas oigas el primer latido en tu estetoscopio, toma nota del valor mostrado en el manómetro. Esta es tu presión sistólica. En otras palabras, es la presión cuando las arterias están más tensas, justo después de un latido del corazón.
    • Apenas la presión en la manga sea la misma que la de tu presión sistólica, la sangre puede fluir debajo de esta, durante cada latido del corazón. Es por esto que usamos la presión que marca el manómetro, durante el primer latido audible, como el valor de la presión sistólica.
  5. Sigue escuchando. Toma nota de la presión que indica el manómetro en el momento en que no puedas escuchar ningún otro pulso en tu estetoscopio. Esta es tu presión diastólica. En otras palabras, es la presión cuando las arterias están "descansando" entre latidos.
    • Apenas la presión en la manga sea la misma que la de tu presión sistólica, la sangre puede fluir debajo de esta, incluso cuando el corazón no está bombeando. Esta es la razón por la que no se puede oír pulsos en ese momento y la razón por la que usamos la presión que indica el manómetro luego del último latido cardiaco como el valor de presión diastólica.
  6. Generalmente se considera que los valores normales son de menos de 80 mm Hg para la presión diastólica y de menos de 120 mm Hg para la presión sistólica. Si cualquiera de tus valores de presión arterial es mayor que los valores normales, quizá no sea necesario preocuparse. Una variedad de afecciones, tanto serias como insignificantes, pueden afectar la presión arterial de una persona. Si has tenido alguno de los siguientes casos, espera hasta que esta desaparezca y luego vuelve a intentar: [8]
    • estar nervioso o estresado
    • haber comido recientemente
    • haber hecho ejercicios recientemente
    • haber consumido alcohol o drogas
    • Ten en cuenta que, si tienes una presión arterial constantemente alta, debes ponerte en contacto con tu médico (incluso si te sientes bien). Este puede ser un signo de hipertensión (alta presión arterial) o pre hipertensión, lo que puede convertirse en una enfermedad perjudicial.
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Advertencias

  • EXENCIÓN DE RESPONSABILIDAD: TODAS LAS CALCULADORAS DEBEN SER APROBADAS POR PROFESIONALES MÉDICOS CALIFICADOS.
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