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¿Has comprado una jícama en la tienda y no sabes qué hacer con ella? Este popular tubérculo se puede comer de varias formas distintas. Es deliciosa y tiene un sabor similar a una mezcla entre manzana y papa. ¡Pruébala!

Parte 1
Parte 1 de 4:

Preparar una jícama para comer

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  1. Dependiendo dónde te encuentres, podrás o no encontrar jícama en el supermercado o en el mercado de agricultores local. Es más probable que los supermercados generales vendan jícama en áreas con grandes poblaciones hispanas o del sur de Asia.
    • Si el supermercado local no vende jícama, la mejor opción son los supermercados mexicanos, asiáticos y latinoamericanos.
    • Es más probable que encuentres jícamas en primavera y verano, ya que usualmente las importan de países centroamericanos durante esa época. Evita comprar los tubérculos que sean suaves, estén arrugados o tengan manchas oscuras.
  2. Retira la cáscara de la jícama . Necesitas pelar la jícama antes de comerla. Probablemente sea difícil pelarla con un pelador de vegetales. No comas la cáscara.
    • En su lugar, intenta usar un cuchillo de chef. Primero, corta una rebanada delgada en la parte superior e inferior para que ambos extremos queden planos. Sin embargo, antes de pelar la jícama, lávala con agua corriente y luego sécala como lo harías con una papa.
    • Coloca la jícama sobre su extremo más ancho. Trabaja de arriba hacia abajo, deslizando el cuchillo debajo de la cáscara. Pélala siguiendo sus líneas naturales.
  3. Después de pelar la jícama, colócala sobre el extremo más ancho y hazle cortes verticales y uniformes. Luego corta estos trozos en palitos. Forma cubos con los palitos. [1] Formar cubos significa cortar la jícama en cubitos.
    • También puedes rallar la jícama usando una mandolina. Primero, córtala en mitades o en cuartos y después usa la mandolina para cortarla en virutas delgadas. [2]
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Guardar la jícama

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  1. Aunque la jícama es blanca por dentro, no necesitas preocuparte por que se decolore al exponerla al aire como lo haría una manzana. Por lo tanto, no necesitas guardarla en un lugar especial.
    • Sin embargo, si te queda, por ejemplo, la mitad de la jícama, deberás guardarla en el refrigerador dentro de una bolsa o un recipiente resellable de plástico. Se conservará bien para comerla incluso varios días después.
    • Es probable que esté un poco reseca en los extremos cortados, así que puedes cortar esas partes antes de prepararla para comer.
    • Puedes guardar una jícama sin cortar hasta por dos a cuatro semanas, si la mantienes en un lugar fresco, seco y oscuro. No la guardes en lugares con temperaturas por debajo de los 10 °C, ya que esto provocará que cambie su color y su textura.
Parte 3
Parte 3 de 4:

Comer la jícama

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  1. Puedes comer la jícama sin cocinarla. De hecho, sabe muy bien así. Puedes comerla como un palito de zanahoria, poniéndole un aderezo o así sola.
    • Las personas también usan la jícama para preparar salsa, mezclándola con maíz o tomate en cubos, frijoles negros, cebolla morada, jalapeño picado, jugo de limón y cilantro.
    • Convierte la jícama en ensalada de repollo mezclándola en tiras delgadas con repollo morado rallado y zanahorias ralladas.
    • Pon jícama en unos rollitos primavera o saltéala. Si la cocinas brevemente, le añadirás una textura crujiente a un salteado. Puedes cocinarla con brócoli, ajo, jengibre, cebollín, anacardos o semillas de sésamo tostadas.
  2. También puedes saltear la jícama con otros vegetales como brócoli, calabacín, cebolla y pimientos dulces. La jícama combina bien con otros vegetales porque su textura crujiente se asemeja a la de las castañas de agua.
    • Primero, dora la jícama usando un poco de aceite de oliva. Agrega una cebolla pequeña en rodajas y ½ pimiento rojo en tiras. Cocina la mezcla hasta que se suavice. [3]
    • También puedes asar jícama cortándola en cubos y poniéndola en una bandeja para hornear. Precalienta el horno a 205 °C (400 °F), rocía la jícama con aceite de oliva, romero, perejil y ½ cucharadita de ajo picado y ásala durante una hora.
  3. Las frituras de jícama son un bocadillo saludable. Para prepararlas, debes pelar 450 g (1 lb) de jícama.
    • Corta la jícama usando la mandolina para formar rodajas de 2 mm. Usa una brocha para untar aceite de oliva a ambos lados de las rebanadas y agrégales sal y pimienta. Pon las rebanadas sobre bandejas para hornear cubiertas con papel pergamino. Asegúrate de que formen una sola capa.
    • Hornéalas a 95° C (200 °F) aproximadamente por 100 minutos. Deberás asegurarte de que queden crujientes y voltearlas cada 20 minutos.
    • También puedes hacer una bocadillo crudo. Simplemente pela la jícama y córtala en rebanadas delgadas. Exprime la mitad de un limón encima de las rebanadas y espolvoréalas con sal, azúcar y chile en polvo. Enfríalas durante 20 minutos antes de servirlas.
  4. Una forma de comer jícama es ponerla en una ensalada de fruta. Esto es común en México, donde los vendedores callejeros la combinan con fruta.
    • Mezcla la jícama en cubos con trozos de mango, piña, sandía y pepino y agrégales jugo del limón y chile en polvo. [4]
    • Agrega jícama en los canapés para un cóctel o úsala en lugar de papaya en una ensalada de camarón. En un recipiente grande mezcla jícama, brotes, especias y cebollines. En otro recipiente añade pasta de chile y ajo, jugo de limón, salsa de pescado, azúcar, sal y pimienta y revuélvelos. Junta todo y mézclalo. Agrega camarones y maní. [5]
    • Considera añadirle jícama a una ensalada o usarla para reemplazar el pepino en unos rollos de sushi. Funciona mejor en recetas que se cocinan rápido, donde conserva su textura crujiente. [6]
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Aprender los beneficios de la jícama

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  1. La jícama es un vegetal, no una fruta. Este vegetal redondo y carnoso puede crecer hasta ser bastante grande y su cáscara tiene una textura similar a la corteza de los árboles. [7]
    • El sabor de la jícama ha sido descrito como similar al de una manzana. En ocasiones llamada nabo mexicano, la jícama es un tubérculo rico en almidón, ligeramente dulce y muy popular en México. Tiene la textura de una pera firme o una papa cruda.
    • La jícama es una especie del género Pachyrhizus en la familia de los frijoles. Las plantas de este género se conocen como frijoles de ñame, aunque ese término puede ser otro nombre para la raíz de jícama. Crecen en América Central, Asia Meridional y el Caribe. [8]
  2. Existen muchas razones para comer jícama. Por un lado, tiene muy pocas calorías, solo 35 por cada 100 g. Además, es buena para disminuir el colesterol y tiene muy bajo contenido de sodio. [9]
    • Es una gran fuente de fibra dietética. Se considera un buen bocadillo para las personas diabéticas o las personas que están a dieta. Sin embargo, también debes saber que la jícama contiene una toxina orgánica llamada rotenona, que se ha relacionado con la enfermedad de Parkinson en algunos estudios. La toxina se encuentra principalmente en la parte superior de las hojas, el tallo y el episperma, así que no te los comas. Las jícamas peladas se consideran seguras para el consumo humano.
    • La jícama es rica en vitamina C, además contiene minerales importantes como magnesio, cobre, hierro y manganeso. [10]
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Consejos

  • Para comer jícama al estilo mexicano, puedes añadirle un poco de chile en polvo, limón y sal.
  • Asegúrate de lavar bien la jícama una vez que la peles.
  • Guarda las sobras en plástico para envolver o en una bolsa de plástico dentro del refrigerador.
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Advertencias

  • No comas la cáscara.
  • Siempre ten cuidado al usar cuchillos.
  • El jugo de limón irrita mucho los ojos. Ten cuidado.
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Cosas que necesitarás

  • jícama
  • cuchillo
  • tabla de cortar
  • limones
  • sal
  • chile en polvo
  • apetito por probar nuevas cosas

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