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Los ejotes, también conocidos como judías verdes, están usualmente disponibles en supermercados de granjas y jardines por corto tiempo durante el verano. Si a tu familia le gusta el sabor de estos vegetales, puedes preservarlas en el congelador. Es muy sencillo hacerlo en casa, y te da el control sobre lo que consume tu familia. Lee este artículo para saber cómo congelar judías verdes y utilizarlas en deliciosas recetas.
Pasos
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Selecciona judías verdes verdes de un jardín o cómpralas del supermercado
- Únicamente usa las judías verdes que estén libres de defectos. Busca judías verdes que no tengan pequeñas semillas dentro de ellas. Aunque estas semillas no interfieren en el sabor o la calidad, son señal de que su momento de mejor calidad ya ha pasado
- Usa las judías verdes más frescas que encuentres. Congélalas el día que las recojas de tu jardín o el día que las compres. Si debes esperar un tiempo para congelarlas, almacénalas en el refrigerador mientras tanto.
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Lava bien las judías verdes verdes.
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Corta las judías verdes
- Usa un cuchillo con filo para quitar las terminaciones de las judías verdes. Si las judías verdes tienen manchas de gusanos o están golpeadas, corta estas partes con el cuchillo.
- Corta las judías verdes del largo que prefieras. Puedes dejarlas enteras o puedes cortarlas en pedazos de una pulgada de largo. Un cortador de judías verdes es un artículo que te permite cortar las judías verdes en pedazos largos y delgados.
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Prepara los utensilios de cocina.
- Coloca una olla grande con agua a hervir. Deja espacio para las judías verdes. Cubre la olla con una tapadera hará que hierva el agua rápidamente y conserva energía.
- Llena una segunda cacerola con cubos de hielo y agua.
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Coloca las judías verdes en el agua hirviendo por 3 minutos
- Este proceso elimina las enzimas que descomponen la calidad de las judías verdes verdes.
- Asegúrate de no dejar que las judías verdes hiervan por mucho tiempo, o se cocinarán demasiado.
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Pasa las judías verdes al agua fría.
- Usa una cuchara con ranuras para mover las judías verdes de una olla a otra.
- Agrega más hielo a las judías verdes si es necesario.
- Enfría las judías verdes al menos por 3 minutos.
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Seca las judías verdes.
- Es importante quitar la humedad de las judías verdes lo más que se pueda. De otra manera, se formarán cristales de hielo en el congelador, lo que puede deteriorar su sabor.
- Utiliza papel o un trapo de cocina para quitar la humedad de las judías verdes verdes.
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Empaca las judías verdes.
- Usa bolsas para congelar que tengan cierre o que cierren con un sellador al vacío.
- Coloca suficientes judías verdes en cada bolsa para hacer una comida para tu familia. Esto te permitirá descongelar la cantidad necesaria en lugar de descongelar todas las judías verdes. Una medida estándar es una manojo de judías verdes por porción.
- Cierra la bolsa casi por completo. Inserta una pajilla en la abertura. Saca el aire que permanece en la bolsa a través de la pajilla. Saca la pajilla y termina de sellar la bolsa.
- Etiqueta la bolsa con la fecha en que las congelaste.
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Congela las judías verdes.
- Vuelve a arreglar las judías verdes en las bolsas, a modo de que las bolsas permanezcan lo más planas posibles. Esto permite que las judías verdes se congelen rápidamente y preserven su sabor.
- Las judías verdes se conservarán por nueve meses en un congelador convencional, y por más tiempo en un congelador más potente.
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Precaliente el horno a 325 grados F (128 grados C. ) .
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Retira las judías verdes del congelador. Sácalas de la bolsa y espárcelas sobre una bandeja para hornear. Algunas de las judías verdes se habrán congelado en cúmulos; sepáralas usando tus dedos y el tenedor.
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Vierte sobre las judías verdes aceite. Aceite de oliva, aceite de sésamo, aceite de cacahuate o aceite de semilla de aceite, todos son buenas opciones.
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Sazona las judías verdes con sal y pimienta. Espolvorea otros sazonadores si lo deseas, como pimienta de pimentón, comino, chile en polvo, ajo en polvo, orégano y otras especies. Agita las judías verdes para asegurarte de que estén bien cubiertas.
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Coloca las judías verdes en el horno. Cocínalas por 10 minutos, luego retíralas del horno y utiliza una espátula para revolverlas. Vuélvelas a colocar en el horno y cocina hasta que todas las partes se vean marrón y crujientes, unos 5 minutos más.
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Quita las judías verdes del horno. Agrega otros sazonadores o queso rallado si lo deseas. Sírvelas calientes.Anuncio
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Retira las judías verdes del congelador. Sácalas de la bolsa y colócalas en una cacerola. Usa una cuchara de madera para separar las judías verdes que se hayan pegado.
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Vierte algo de aceite sobre un sartén y colócalo sobre una hornilla a fuego medio. Deja que el aceite se caliente.
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Coloca las judías verdes en el sartén. Revuélvelas usando una cuchara de madera hasta que estén cubiertas de aceite. Empezarán a derretirse y liberar el agua. Cocina las judías verdes hasta que el agua se haya evaporado.
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Sazona las judías verdes con sal y pimienta. Agrega otros sazonadores como ajo, jengibre fresco, limón y pimientos rojos para agregar un sabor extra.
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Saltea las judías verdes hasta que estén ligeramente marrones y crujientes. Retíralas del calor antes de que se pongan blandas.
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Coloca las judías verdes en una cacerola. Sírvelas calientes en un plato o coloca espinacas y otra ensalada verde para crear un contraste de texturas.Anuncio
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Retira las judías verdes del congelador. Sácalas de la bolsa congelada y colócalas en un colador sobre una cacerola. Deja que se descongelen por completo.
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Seca las judías verdes con una trapo de cocina. El exceso de agua hará que las judías verdes salgan pegajosas.
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En una pequeña cacerola, mezcla un vaso de cerveza, una vaso de harina y 1 ½ cucharadita de pimienta. Usa una batidora para revolver la mezcla hasta que ésta esté suave.
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Coloca unas pulgadas de aceite para cocinar en un sartén grande sobre una hornilla a temperatura media. Deja que el aceite se caliente hasta que esté listo para freír. Prueba si está listo para freír al insertar una cuchara de madera. Si se empiezan a formar burbujas alrededor de la cuchara, el aceite está listo..
- No uses aceite de oliva para freír ya que se descompone a altas temperaturas. El aceite de cacahuate, aceite vegetal o aceite de canola son mejores opciones.
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Coloca la pasta en una bolsa para almacenar comida. Coloca las judías verdes dentro de la bolsa. Cierra y agítala bien.
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Usa un par de pinzas para pasar las judías verdes con la mezcla al aceite caliente. Continúa pasando las judías verdes hasta que tengas una capa de judías verdes en el sartén.
- No llenes demasiado el sartén o las judías verdes se pondrán pegajosas.
- Evita que las judías verdes se peguen.
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Cocina las judías verdes hasta que tengan un color marrón y crujiente. Quítalas con una cuchara que tenga ranuras y colócalas en un plato con toallas de papel para secarlas. Rocíalas con sal y pimienta, y sírvelas calientes.Anuncio
Consejos
- Puedes usar la misma agua hervida hasta para cinco grupos de judías verdes.
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Cosas que necesitarás
- Cuchillo de cocina
- Cortadora de judías verdes (opcional)
- Una olla grande con tapadera
- Olla grande o cacerola
- Hielo
- Cuchara con ranuras
- Escurridor
- Bolsas para congelar
- Bolsas con cierre y sellador al vacío (opcional)
- Pajilla
- Aceite de cocina
- Sal y pimienta
- Sazonadores adicionales a tu elección
- Para la mezcla para freír: Harina y cerveza
Acerca de este wikiHow
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