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Estás listo para tener tu propio cuarto, pero seguro no crees que tus padres están listos para dártelo. Tus padres tienen el control, así que convencerlos para que te den lo que deseas puede ser desafiante. Observa la situación desde el punto de vista de tus padres para descubrir una manera de hacer que la idea de tener tu propio cuarto parezca atractiva. Ten una conversación tranquila y convincente, y realiza acciones que demuestren que te mereces tu propio cuarto ¡y que será genial para todos!

Parte 1
Parte 1 de 3:

Planificar tu estrategia

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  1. Esto te ayudará a organizar tus pensamientos y recordar todo lo que quieras decir cuando converses con tus padres. Esta conversación puede ser tan corta o larga como lo necesites. Algunas razones que puedes considerar son las siguientes: [1]
    • Estás creciendo y te gustaría tener más privacidad para ti mismo, para invitar a tus amigos o para concentrarte en la tarea.
    • El cuarto en la que te encuentras te queda pequeña, por lo que dos personas ya no caben.
    • Tu hermano (o hermana) es desordenado y quieres un espacio limpio.
    • Tienes problemas para dormir.
  2. Ellos establecieron la casa de la manera en la que está por alguna razón. Quizás encontrar una forma en que tener tu propia habitación sea la solución a un problema, como llevarte mejor con tus hermanos o tener una casa más silenciosa ya que tendrías tu propio espacio. Pensar en el punto de vista de tus padres respecto a esta situación te ayudará a predecir qué desafíos podrían surgir, así como también a comunicarte de una manera interesante para ellos. [2]
    • ¿Sobre qué han estado de acuerdo tus padres en el pasado y por qué?
    • ¿Cómo usan actualmente el espacio que deseas como habitación?
    • ¿Cómo les podría atraer la idea de darte tu propio cuarto?
  3. Si hay un espacio en la casa que estás considerando que sea tu propia habitación, es probable que ya lo estén utilizando para algo más. Planifica cómo se puede organizar la casa o cómo podrías compensar el espacio que quieres tomar.
    • Si hay una habitación de huéspedes que deseas como cuarto, ofrece alojar a los huéspedes en ella y dormir en tu antigua habitación cuando tengan visita.
    • Si el cuarto se trata de un espacio compartido, puedes ofrecer determinados momentos en los que compartirías tu habitación o encontrar un lugar nuevo en la casa para los artículos públicos que se encuentran allí, como un televisor o un videojuego.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Hablar con tus padres

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  1. Cuando inicies la conversación, querrás asegurarte de tener el tiempo suficiente para terminarla. Encuentra un momento en el que tus padres no estén ocupados o estresados. Lo mejor es hacerlo cuando estén relajados y de buen humor.
    • Evita los momentos en los que están ocupados, como alistándose para la escuela o el trabajo, o muy tarde en el día cuando la gente está cansada y se prepara para ir a la cama.
    • Considera programar una conversación con anticipación. Diles que te gustaría conversar con ellos sobre algo y pregúntales si pueden conversar contigo después de la cena.
  2. Si bien serás quien inicie la conversación, recuerda que se trata de una vía de doble sentido. Permíteles a tus padres hablar también y escucha en verdad lo que ellos tienen que decir. No los interrumpas. Asiente con la cabeza mientras estén hablando. Trata de no juzgar lo que digan. [3]
    • Recuerda lo que dicen para que puedas repetirles algo y hacerles saber que los escuchaste.
    • Una vez que sea tu turno de hablar nuevamente, dales tu propia opinión sobre lo que dijeron.
  3. Si tienes esta conversación cuando estás molesto, eso reducirá tus oportunidades de obtener lo que quieres. Estarás desenfocado y expresándote con poca claridad, mientras envías señales muy negativas. Mantente tranquilo y relejado, o aplaza la conversación hasta más tarde. [4]
    • Si sientes que te estresas, respira profundamente y trata de enfocarte en algo positivo. Acaricia a tu perro o déjate envolver por el aroma de la gran cena que acabas de comer. Utiliza tus sentidos.
    • Haz una broma. Añadir un poco de humor puede romper la tensión y relajar a todos para volver a la conversación.
    • No seas irrespetuoso con tus actos o palabras insultándolos o cerrado las puertas de golpe.
    • Pregúntales “¿Podemos hablar de esto más tarde? Creo que necesito más tiempo para ordenar mis ideas”.
  4. ¿Cuáles son algunas de las cosas que tus padres desean o necesitan y que podrían obtener si tienes tu propia habitación? Descubre formas para hacer felices a tus padres y benefícialos para reorganizar la casa. [5]
    • Diles que habrán menos peleas entre tú y tus hermanos.
    • Diles que podrías terminar tus tareas si tuvieras tu propia habitación.
    • Promete ser el responsable de limpiar esa parte de la casa a partir de ese momento.
  5. Si tu conversación no resultó de la forma en la que esperabas, es posible que seas mejor escribiendo tus pensamientos que hablando al respecto. Puedes escribirles una carta pidiéndoles que cambien de opinión. Trata de escribirla de la forma en la que escribirías un ensayo persuasivo. [6]
    • Empieza con una introducción explicando lo que quieres y cómo piensas convencerlos para que estén de acuerdo contigo.
    • Cada párrafo debe iniciar con una oración temática que explique de qué se trata ese párrafo y cómo respalda tu argumento. Puedes agregar varios de estos párrafos.
    • Finaliza con una conclusión que incluya tus razones y vuelve a expresar lo que deseas en vista de todo el respaldo mencionado en tu carta.
  6. Tal vez no tiene sentido logístico tener tu propio cuarto ahora mismo, pero quizás haya algo más pequeño que puedas pedir. Piensa en una solución más simple que pueda darte alguna de las cosas que buscas de tener tu propia habitación. [7]
    • Podrías conseguir tu propio escritorio para hacer tus tareas o manualidades y almacenar algunas de tus cosas.
    • Pídeles que te permitan tener la habitación para ti cuando tus amigos te visiten.
  7. No insistas en que te den una respuesta positiva de inmediato. Has pasado mucho tiempo pensando en qué tanto quieres tener tu propia habitación, pero es posible que tus padres necesiten tiempo para pensar en cómo hacer que funcione. El tiempo les proporcionará distancia de la intensidad y el estrés de la conversación.
    • Si dicen “no” de inmediato, pídeles que se tomen un tiempo para pensarlo y que hablen contigo más tarde. Pregúntales “¿Podrían pensarlo un poco más y volver a hablar de ello la próxima semana?”.
    • Es posible que llegue el punto en el que tengas que aceptar un “no”. Si ese no es el momento adecuado para que tengas tu propia habitación, lo mejor es seguir adelante y no pensar demasiado en ello. Diles “Entiendo” y sigue adelante. Tarde o temprano, tendrás tu propio cuarto, pero no hoy.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Probar que lo mereces

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  1. Si tu cuarto es un desastre, tus padres no querrán que ese desastre se propague más por la casa. Mantener tu habitación ordenada y fresca solo requiere diez minutos al día y unos simples pasos. [8]
    • Comienza con las cosas grandes y no deseadas. ¿Hay una gran cantidad de basura o pilas de ropa sucia en tu cuarto? Si es así, haz la limpieza.
    • Tiende tu cama.
    • Coloca un calcetín en cada una de tus manos. Moja uno. Luego, quita polvo del cuarto con el calcetín seco y limpia con el húmedo.
  2. Puedes decirles a tus padres que te harás cargo del espacio al demostrar responsabilidad en todo lo que haces. Cada cosa pequeña que hagas te hará ganar crédito para obtener lo que quieres. Esfuérzate por ser amable y responsable haciendo más de lo que esperan que hagas sin que te lo pidan.
    • Cuida bien a la mascota de la familia.
    • Cuida a tus hermanos jugando con ellos y ayudándolos con los quehaceres o la tarea. Es posible que sientan que los estás abandonando por tener tu propia habitación.
    • Haz algunas tareas adicionales, como lavar los platos después de la cena o lavar la ropa.
    • Termina tus tareas temprano y saca buenas calificaciones.
  3. Es importante estar agradecido por las cosas que tus padres ya han hecho por ti. Agradecerles por esas cosas les hará saber que aprecias lo que hacen para cuidarte. Ellos se sentirán bien al darte lo que quieres si saben que lo aprecias. Mostrar gratitud mejora tu actitud y comportamiento, así como también el de tus padres. [9]
    • Lleva un diario de gratitud y anota las cosas por las que estás agradecido todos los días.
    • Agradéceles por la cena, sobre todo si te llevan a un restaurante para tener una noche especial.
    • Agradéceles a tus padres por darte tu juguete favorito y hazles saber cuánto significa para ti.
    • Hazles saber que los aprecias mucho por darte la casa en la que vives, la habitación que compartes y todo lo que hay en ella antes de pedirles otra.
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Consejos

  • Si terminas cambiándote de cuarto, pero no al que exactamente querías, ¡no te enojes! Otra habitación es mejor que ninguna.
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Advertencias

  • Sé amable con tu hermano o con quien compartas tu cuarto actualmente. Es probable que esa persona se sienta ofendida de que trates de “escaparte” de ella. Puedes herir sus sentimientos o hacerle pensar que no disfrutar estar en una habitación con ella. Una buena idea puede ser explicarle que a veces necesitas un poco de privacidad y espacio y lograr que le entusiasme tener un cuarto para sí misma también.
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