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Las tortugas son mascotas que no requieren demasiados cuidados, aunque sí son necesarios algunos equipos especiales. Asimismo, no hay mucha diferencia entre el trato que se debe dar a una tortuga bebe y a una adulta, salvo el hecho de que debes proteger a las primeras de los peligros del mundo exterior, ya que son más pequeñas y vulnerables. Cuando recién recibes a tu tortuga nueva, es importante que identifiques a qué especie pertenece. Existen muchos tipos diferentes de tortuga que provienen de distintos lugares del mundo, por lo que su dieta y hábitat puede variar.

Método 1
Método 1 de 3:

Preparar el hábitat

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  1. Una tortuga bebé necesita un hábitat, pero no puede ser de cualquier tipo. Por ejemplo, los acuarios de vidrio, que mucha gente tiende a utilizar, no son realmente buenos hábitats para las tortugas, ya que los lados son demasiado elevados y no suelen proporcionarles la cantidad de superficie que necesitan. Las tortugas no distinguen el vidrio y pueden dirigirse hacia él. Es mucho mejor emplear un contenedor más plano y ancho. [1]
    • Puedes emplear un contenedor grande de plástico como hábitat bajo techo (no requiere una tapa o cubierta).
    • Si necesitas un contenedor más grande, puedes construir o conseguir una mesa de tortuga, que es un recinto de madera con soportes altos, como las patas de una mesa.
  2. En su hábitat natural, las tortugas toman sol para regular su temperatura corporal y absorber vitamina D. Es importante simular esta exposición a fin de mantener saludable a tu tortuga, ya que se encuentra en cautiverio. [2]
    • Es buena idea permitir que tu tortuga tome un baño de luz solar natural por algunas horas semanalmente. Sin embargo, ten en cuenta que no debes colocar un tanque de vidrio directamente bajo el sol, ya que, dado que es un espacio cerrado, podría calentarse demasiado.
    • Cuando la tortuga no tenga acceso a la luz solar, utiliza una lámpara de luz UV para proporcionar una alternativa artificial.
    • La cantidad exacta de luz UV que debe recibir una tortuga depende de la especie, pero por lo general se encuentra entre 8 y 12 horas al día.
  3. Todas las tortugas necesitan tener un hábitat cálido. Por ello, es buena idea utilizar una lámpara de calor para crear una gradiente de temperatura dentro del recinto. Un lado debe estar a 22 °C (70 °F) y el otro a 29 °C (84 °F). El nivel de humedad más apropiado dependerá de la especie, así que asegúrate de identificarla correctamente. [3]
    • Las tortugas del desierto requieren un hábitat seco, mientras que las que provienen de lugares tropicales necesitan un ambiente húmedo.
    • Algunas tortugas necesitan un hábitat incluso más cálido, así que busca información sobre las necesidades específicas de tu mascota según su especie.
    • Puedes humedecer el suelo a fin de incrementar el nivel de humedad, sobre todo el área que se encuentra bajo la luz de la lámpara focalizada. Puedes inclinar el contenedor ligeramente para mantener la humedad en un solo lado. De esta manera, le proporcionarás a tu tortuga una variedad de microclimas para elegir. [4]
  4. Existen distintos tipos de materiales para el suelo en las tiendas de mascotas, pero no todos son buenos para un hábitat de tortuga. La capa base más ideal es una combinación de tierra suave y arena. [5]
    • Muchas personas prefieren añadir agua a la tierra y luego la mezclan bien, descartando cualquier objeto no deseado en el proceso. Esto ayudará a prolongar la frescura del material, y si el material se mantiene fresco, no tendrás que cambiarlo con tanta frecuencia.
    • Añadir insectos, como lombrices, colémbolos y escarabajos o cochinillas puede ayudar a que la tierra dure mucho más tiempo, ya que estos ayudan a la ventilación y se alimentan de los restos que la tortuga deja.
  5. Asegúrate de incluir distintos objetos que le den un lugar donde esconderse en caso de que sienta la necesidad de hacerlo. Esto le proporcionará tanto sombra como la sensación de seguridad. [6]
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Método 2
Método 2 de 3:

Mantener a tu tortuga hidratada y bien alimentada

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  1. Asegúrate de colocar un tazón plano con agua que tu tortuga pueda beber. Cambia el agua regularmente a fin de mantenerla fresca. [7]
    • No te preocupes si notas que tu mascota no toma mucha agua. Algunas especies, sobre todo las que provienen de lugares con un clima árido, toman poca agua. No obstante, es buena idea proporcionarles un poco de modo que esté disponible si la necesitan.
  2. Cada una o dos semanas, es buena idea remojar a tu mascota en un tazón con agua a temperatura ambiente por entre 10 y 15 minutos. De esta manera, se mantendrá hidratada.
    • Asegúrate de que el agua no sobrepase la altura de la barbilla de tu tortuga.
    • Es probable que la tortuga empiece a beber el agua mientras se remoja, así que asegúrate de que esta permanezca limpia.
  3. Es necesario que le proporciones una gran variedad de alimentos a tu mascota, ya que de esta manera podrás asegurarte de que consuma todos los nutrientes que su organismo requiere. No obstante, cada especie particular tiene necesidades alimenticias específicas. Asegúrate de identificar a qué especie pertenece tu tortuga y aliméntala conforme a la dieta recomendada. [8]
    • Las tortugas del desierto requieren una combinación de césped, vegetales verdes y flores de cactus, así como una pequeña cantidad de frutas. [9]
    • Las especies de pradera, como la tortuga leopardo, requieren distintos tipos de céspedes y vegetales verdes. Evita alimentarlas con otros tipos de vegetales, frutas o carnes. [10]
  4. Es muy importante complementar la dieta de una tortuga bebé con vitamina D3 y calcio. Ten en cuenta que estos animales pueden morir si no consumen estos nutrientes, así que no te saltes este paso. También puedes emplear un producto multivitamínico para equilibrar sus necesidades alimenticias y de nutrientes. [11]
    • Puedes conseguir suplementos en polvo en cualquier tienda que venda productos para tortugas. Asimismo, puedes pulverizar los suplementos en forma de tableta.
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Método 3
Método 3 de 3:

Mantener a tu tortuga segura y saludable

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  1. Las tortugas bebés son increíblemente vulnerables a los depredadores debido a su tamaño tan pequeño. Toma precauciones adicionales para protegerlas de otros animales, como perros, gatos, mapaches y aves. [12]
    • Si tu tortuga vive bajo techo, asegúrate de que las demás mascotas no tengan acceso a su recinto.
    • Si sacas de la casa a tu tortuga, asegúrate de cubrir su hábitat con una malla metálica resistente para mantener fuera cualquier depredador.
  2. Una tortuga bebé puede estresarse fácilmente, de modo que es importante evitar manipularla demasiado. No hay problema si la acaricias suavemente y la alimentas de tu mano, pero será mejor que esperes a que crezca un poco para empezar a manipularla un poco más. [13]
    • En caso de que debas manipularla, ten cuidado de no causarle molestias. Es decir, no la coloques boca arriba y procura que no se caiga.
    • No permitas que un niño manipule a la tortuga sin supervisión ni por periodos largos.
  3. Se trata de una enfermedad bastante común en tortugas criadas en cautiverio. Se caracteriza por el crecimiento anormal del caparazón. Específicamente, en lugar de que la superficie sea lisa, tiene protuberancias de apariencia similar a una pirámide. Esta enfermedad suele desarrollarse dentro de los primeros dos años de vida del animal. [14]
    • El piramidismo puede producirse debido a una deficiencia de calcio o al nivel de humedad. Por ello, es recomendable incrementar el consumo de calcio de tu tortuga agregando suplementos de calcio en polvo a sus alimentos. Asimismo, intenta elevar el nivel de humedad de su hábitat.
  4. Estas también son bastante comunes en las tortugas criadas en cautiverio. El término “rinitis crónica” (o síndrome de la nariz moqueante, RNS, por su sigla en inglés) se emplea para describir una infección del tracto respiratorio superior en las tortugas. Para evitar que tu mascota desarrolle esta enfermedad, asegúrate de darle un buen mantenimiento a su hábitat. [15]
    • Nunca le des comida chatarra a tu tortuga, incluso si parece agradarle. Siempre proporciónale los alimentos recomendados para su dieta según la especie.
    • Ten cuidado de no mantener el hábitat demasiado húmedo. Tu mascota siempre debe tener acceso a suelo seco.
    • Permite que tu tortuga se exponga a tanta luz solar natural como sea posible.
    • Para el suelo, asegúrate de emplear un material que no cree polvo ni bloquee la nariz de la tortuga.
    • Asimismo, es importante reducir el estrés de tu mascota y no sobrepoblar un hábitat con demasiadas tortugas.
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Consejos

  • Existe una gran cantidad de especies distintas de tortugas y cada una tiene sus propias necesidades. Por lo tanto, asegúrate de investigar bien y descubrir a cuál pertenece tu tortuga para conseguir información más detallada.
  • Ten en cuenta que estos animales viven por mucho tiempo y crecen bastante. Así que asegúrate de estar preparado para cuidar a tu mascota durante toda su vida antes de decidir llevar una tortuga bebé a casa.
  • Incluso si planeas colocar a tu tortuga fuera de la casa más adelante, es buena idea tenerla bajo techo durante los primeros años.
  • Las tortugas africanas, cuando viven en el exterior, hibernarán durante los meses fríos.
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