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La cervicitis es una inflamación o infección que afecta al cuello uterino, el cual es un tejido denso que conecta el útero con la vagina. Las causas de la cervicitis obedecen a múltiples factores, incluidas las infecciones de transmisión sexual, las alergias y las irritaciones químicas o físicas. [1] Para tratar la cervicitis de manera efectiva, tu doctor deberá identificar la causa de la infección y, en consecuencia, sugerir tratamientos específicos.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Diagnosticar cervicitis

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  1. En algunas mujeres, la cervicitis no presenta síntomas. Por este motivo, es posible que no te des cuenta de que la tienes hasta que tu doctor descubra un problema durante tu examen ginecológico de rutina. Sin embargo, muchas mujeres sí presentan síntomas, los cuales incluyen: [2]
    • Descargas vaginales anormales con olor o con una coloración grisácea o amarillenta
    • Sangrado vaginal ligero entre periodos menstruales o después de las relaciones sexuales
    • Una sensación de pesadez en el abdomen bajo, en especial, durante las relaciones sexuales
    • Una sensación de ardor o picazón al orinar
  2. Los síntomas de la cervicitis pueden confundirse fácilmente con los síntomas de otras enfermedades. No intentes diagnosticar la cervicitis por ti misma. Consulta con tu médico de atención primaria o con tu ginecólogo si sospechas que tienes cervicitis. Si tu doctor sospecha que tienes cervicitis, te realizará un examen pélvico estándar con ayuda de un espéculo para examinar tu cuello uterino. [3]
    • Si tu examen pélvico revela cervicitis, tu doctor ordenará que tomes pruebas de laboratorio para confirmarla y determinar sus causas. Estas pruebas pueden incluir el cultivo de una descarga cervical, el cultivo de células cervicales, pruebas de sangre y, si eres sexualmente activa, pruebas para infecciones de transmisión sexual, tales como la gonorrea y la clamidia.
  3. Con ayuda de las pruebas correctas, tu doctor podrá identificar la causa de tu cervicitis. Existen dos diferentes tipos de cervicitis: infecciosa (también conocida como “aguda”) y no infecciosa (también conocida como “crónica”). La cervicitis infecciosa y la no infecciosa tienen causas distintas y, por lo tanto, requieren diferentes tipos de tratameinto. [4]
    • Casi siempre, la cervicitis infecciosa es causada por un virus que consiste en una infección de transmisión sexual (ITS), tal como el virus del papiloma humano (VPH), la gonorrea o la clamidia. Por lo general, este tipo de cervicitis se trata con medicamentos antivirales.
    • La cervicitis no infecciosa puede ser causada por varios motivos, incluidos los objetos extraños, tales como dispositivos intrauterinos y capuchones cervicales, una reacción alérgica al látex por haber usado condones, así como las duchas y lavados vaginales y otros productos que pueden irritar la vagina y el cuello uterino. Por lo general, este tipo de cervicitis se trata con antibióticos y la eliminación del agente causante.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Tratar la cervicitis infecciosa con medicamentos

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  1. Si tu cervicitis infecciosa ha sido causada por una enfermedad de transmisión sexual como el VPH, la gonorrea, la clamidia o la sífilis, tu doctor te recetará antibióticos para tratar la infección. [5]
    • Si tienes gonorrea, tu doctor te recetará un antibiótico llamado ceftriaxona, el cual puede administrarse en una sola inyección de 250 miligramos. En caso de infecciones complicadas o avanzadas, es posible se requieran dosis más altas o antibióticos orales adicionales. Asimismo, tu doctor puede recetarte azitromicina o doxiciclina, los cuales se utilizan para tratar la clamidia. A menudo, se toman estos pasos debido a que los pacientes están infectados con ambas ITS. [6]
    • Si tienes clamidia, tu doctor te recetará un antibiótico llamado azitromicina, el cual puede administrarse en una dosis oral de 1 gramo. De manera alternativa, tu doctor podría recetarte eritromicina, doxiciclina u ofloxacino. Por lo general, estos medicamentos se toman por siete días. Asimismo, tu doctor te recetará ceftriaxona para tratar la gonorrea, ya que, a menudo, ambas infecciones coexisten. [7]
    • Si tienes tricomoniasis, tu doctor te recetará un antibiótico llamado Flagyl, el cual puede administrarse en una sola dosis. [8]
    • Si tienes sífilis, tu doctor te recetará penicilina. Una única dosis es suficiente para curar la sífilis en etapas tempranas, cuando la infección tiene menos de un año. En casos más avanzados, es posible que necesites inyecciones adicionales u otros tratamientos. Si eres alérgica a la penicilina, tu doctor te recetará azitromicina. [9]
  2. Si tu cervicitis infecciosa ha sido causada por un virus como el herpes genital, tu doctor te recetará medicamentos antivirales para tratar el virus. [10]
    • Si tienes herpes genital, tu doctor te recetará un medicamento antiviral llamado aciclovir, el cual debes tomar por cinco días. De manera alternativa, tu doctor podría recetarte valaciclovir o famciclovir, los cuales se administran durante tres días y un día, respectivamente. Si tu caso es grave o complicado, necesitarás tratamientos adicionales o dosis más elevadas. Ten en cuenta que el herpes genital es una infección crónica y que dura toda la vida, de modo que deberás tratar la enfermedad de manera continua una vez que la hayas contraído. [11]
  3. Si tienes cervicitis infecciosa y has estado sexualmente activa, todas tus parejas deben someterse a pruebas y a los respectivos tratamientos. Las infecciones de transmisión sexual pueden presentarse tanto en hombres como en mujeres sin evidenciar síntoma alguno. De igual manera, los portadores de ITS que no reciben tratamiento pueden volver a infectarte en el futuro. Asegúrate de que todas tus parejas sexuales anteriores vean a un doctor. [12]
  4. Asimismo, es importante decirle a tu doctor si estás embarazada (o si es posible que quedes embarazada), si das de lactar o si sufres de alguna otra enfermedad antes de que te recete algún medicamento. Comunícate con tu doctor si notas que los medicamentos tienen efectos secundarios negativos, incluida la diarrea, las náuseas, el vómito y las erupciones cutáneas. [13]
    • La cervicitis se puede convertir en un problema grave y de largo plazo si no es tratada con los medicamentos correctos y si no le das el tiempo adecuado para sanar. Con los medicamentos y el tratamiento correctos, puedes recuperarte completamente de la cervicitis. Sin embargo, en el caso del herpes genital, deberás comprometerte con el tratamiento de esta infección crónica que dura toda la vida. [14]
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Tratar la cervicitis no infecciosa con cirugía

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  1. Si sufres de cervicitis no infecciosa persistente, es posible que debas afrontar el problema con una criocirugía o también conocida como terapia de frío intenso. [15]
    • La criocirugía involucra el uso de frío extremo para destruir el tejido anormal. En este procedimiento, se inserta una criosonda (un instrumento que contiene nitrógeno líquido) en la vagina. El nitrógeno frío comprimido congela el instrumento de metal de tal manera que ese destruye a los tejidos infectados. El congelamiento se lleva a cabo durante tres minutos. Luego, se le permite al cuello uterino descongelarse y el congelamiento se realiza nuevamente durante otros tres minutos.
    • La criocirugía es relativamente indolora, aunque es posible que experimentes cólicos, sangrado y, en casos más graves, infecciones y cicatrices. Se espera que, en las dos o tres semanas posteriores a tu cirugía, presentes descargas acuosas. Esto se debe al desprendimiento del tejido cervical muerto.
  2. Otro tratamiento quirúrgico posible para la cervicitis no infecciosa persistente es la cauterización o también llamada terapia de calor. [16]
    • La cauterización es un procedimiento ambulatorio que quema las células inflamadas o infectadas. Para este procedimiento, te recostarás boca arriba con tus piernas colocadas en estribos. Luego, el doctor insertará un espéculo en tu vagina para mantenerla abierta. Seguidamente, limpiará tu cuello uterino con ayuda de un hisopo vaginal y utilizará una sonda caliente para destruir los tejidos infectados.
    • En estos casos, se puede administrar anestesia para evitar la incomodidad después de la cauterización. Es posible que experimentes cólicos, sangrado y descargas acuosas por hasta cuatro semanas. Sin embargo, debes comunicarte con tu doctor si la descarga presenta un olor fétido o si el sangrado es profuso.
  3. Un tercer tratamiento quirúrgico posible para tratar la cervicitis no infecciosa persistente es la terapia láser. [17]
    • Por lo general, la terapia láser se realiza en una sala de operaciones con anestesia general e involucra el uso de un rayo láser intenso para quemar o destruir los tejidos anormales. Asimismo, se inserta un espéculo en la vagina para mantenerla abierta. Luego, se apunta el rayo láser hacia cualquier tejido anormal.
    • La anestesia limitará tu incomodidad durante la realización del procedimiento. Es posible que presentes cólicos y descargas acuosas y con sangre por dos o tres semanas luego de la cirugía. Comunícate con tu doctor si esta descarga tiene un olor fétido, si el sangrado incrementa o si sientes dolor pélvico.
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Tratar los síntomas de la cervicitis en casa

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  1. Ten en mente que no es posible curar la cervicitis sin atención médica, en especial, si es infecciosa. Sin embargo, puedes tomar determinados pasos en casa para sentirte más cómoda y hacer que los tratamientos recetados por el doctor funcionen de manera efectiva. Es importante que te abstengas de la actividad sexual hasta que tu doctor confirme que ya te has curado de la infección. [18]
    • Si tu cervicitis es infecciosa, debes evitar esparcir la bacteria o el virus. Incluso si tu cervicitis es no infecciosa, debes evitar el coito, ya que esto podría irritar aún más tu cuello uterino y empeorar tus síntomas.
  2. No utilices productos que puedan generar irritación o inflamación en tu vagina o tu cuello uterino, entre los cuales figuran los tampones y las duchas vaginales. [19]
    • Utiliza toallas higiénicas en lugar de tampones.
    • No utilices jabones, aerosoles ni lociones con olor. Estos y otros productos pueden causar irritación.
    • No utilices un diafragma como método anticonceptivo.
  3. Evita utilizar ropa interior apretada y fabricada con telas sintéticas, ya que esto puede generar irritación y la acumulación de humedad en el área genital. Busca ropa interior hecha de 100 % algodón para permitirle a tu área genital respirar y permanecer limpia. [20]
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