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Todo el mundo se ve obligado a ser egoísta de vez en cuando. Aunque muchos factores de nuestra sociedad puedan fomentarlo, el egoísmo sólo hiere a otras personas, a veces con poco o sin ningún beneficio propio. Una persona egoísta termina perdiendo amigos o seres queridos debido a que, sin importar lo encantadora o interesante que pueda ser, mantener una relación con ella es algo difícil. Una persona verdaderamente egoísta jamás consideraría la posibilidad de que es egoísta. Muchos piensan que el egoísmo y el orgullo son cosas buenas, y que poner las necesidades de los demás por encima de las propias es de tontos. Si te preocupa ser demasiado egoísta y quieres estar en el sendero de la gratitud y la humildad, lee los pasos a continuación.

Método 1
Método 1 de 3:

Cambiar tu perspectiva

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  1. Si eres egoísta, es probable que siempre estés buscando el # 1, es decir, el primer lugar. Debes cambiar eso tan pronto como puedas si quieres comenzar a vivir una vida llena de alegría y libre de egoísmo. La próxima vez que hagas algo, ya sea que estés parado(a) en la cola de un bufé o esperando la oportunidad para sentarte en el bus, detente y permite que otras personas tengan lo que desean primero, ya sea la comida, comodidad o un descanso. No seas esa persona que siempre piensa en yo yo yo yo y que debe tener todo antes que el resto; recuerda que no eres más especial que los demás y que otros también merecen obtener lo que quieren.
    • Establécete la meta de estar al final de la lista en al menos tres situaciones esta semana. Observa lo bien que te sientes cuando no piensas constantemente en cómo puedes beneficiarte en un momento dado.
    • Por supuesto, una vez que logres tu objetivo, no tienes que hacerlo siempre o podrías dar cabida a que las personas se aprovechen de ti. Pero si acostumbras a estar siempre primero(a), es bueno poner esto en práctica.
  2. Caminar una milla en los zapatos de otra persona puede cambiar tu vida para siempre. Obviamente, no puedes hacer esto literalmente, pero puedes tratar de pensar en las otras personas a tu alrededor y pensar en cómo se sentirían en una determinada situación. Antes que hagas algo, piensa cómo se sentiría tu madre, tu amigo, tu jefe o una persona al azar en la calle, y podrías descubrir que el mundo no es tan definido como pensabas. Cuanto más practiques tu empatía y te preguntes lo que otras personas pasan, más pronto podrás renunciar a tu egoísmo.
    • Por ejemplo, antes de comenzar a gritarle a tu camarera por darte la orden equivocada, piensa en cómo podría sentirse. Puede estar cansada de estar de pie por diez horas seguidas, agobiada de tener que trabajar en muchas mesas o simplemente triste por algo más, ¿es realmente necesario que la hagas sentir terrible sólo para conseguir lo que quieres?
  3. Las personas egoístas piensan continuamente que son el centro del universo y que el mundo debería girar a su alrededor. Bueno, necesitas abandonar ese pensamiento como si fuera un mal hábito. Así fueras Madonna o un(a) simple estilista, debes pensar que eres igual a los demás, no algo mejor sólo porque tienes más dinero, más miradas o más talento que la persona parada a tu lado.
    • Practica tu humildad y modestia. El mundo es un lugar enorme y absolutamente increíble, y tú eres apenas una diminuta parte de él. No creas que mereces más que otros sólo por ser quien “eres”.
  4. Está bien, tal vez todos tus amigos, compañeros de trabajo y vecinos piensen que eres la persona más egoísta en el mundo. Podría ser complicado para ti salir de ese modelo o hacer que otras personas te vean como alguien distinto de lo que ellos esperaban. Bueno, deja de pensar de esa manera y aprende a seguir adelante y a convertirte en una nueva persona. Claro, la gente que te conoce podría sorprenderse al ver tu actitud desinteresada o que has dejado de obsesionarte contigo mismo(a); esto te da un motivo más para seguir siendo una persona altruista.
    • Otras personas podrían cuestionar tus razones al momento de tratar de hacer algo de forma desinteresada. Esto debe alentarte a ser menos egoísta con mayor frecuencia. No te des por vencido(a) ni pienses que naciste egoísta y que no podrás cambiar eso.
  5. . Las personas egoístas siempre repiten el mismo mantra, “quiero, quiero, quiero…” pensando que todo el mundo debería ser suyo y que deben merecer todas las pequeñas cosas con las que sueñan. Detente y pregúntate si en verdad necesitas esos cinco suéteres, o si debes elegir la película o el restaurante cuando salgas con tu pareja. Si profundizas lo suficiente, descubrirás que en verdad podías vivir muy fácilmente sin la mayoría de cosas que pensabas que eran absolutamente necesarias.
    • Se sentirá bien simplificar tu vida y dejar algunas de las cosas que pensabas que necesitabas. Si únicamente tienes un suéter nuevo en lugar de cinco, sólo tendrás que preocuparte por perder uno.
    • Esto es de gran ayuda al momento de aprender a hacer concesiones. Puedes estar más dispuesto(a) a ceder ante otras personas si te das cuenta de que aquello que realmente deseabas se parece más a lo que te gustaría tener algún día.
  6. A las personas egoístas les disgusta cuando alguien más se vuelve el centro de las miradas porque siempre quieren tenerlo ellas. Bueno, si quieres dejar de ser egoísta, no sólo debes dejar de destacar entre los demás, sino que debes disfrutar permitiendo que otros lo hagan. Deja de tratar de ser la novia en todas las bodas y el difunto en todos los funerales, y permite que otros tengan su momento de atención. Enorgullécete de los logros de los demás en lugar de desear que fueran los tuyos.
    • Deja a un lado los celos o la amargura y siéntete a gusto con los logros de otros. Si siempre estás queriendo ser el único que tenga el mayor éxito, pregúntate si te falta algo en tu vida que te impida sentir alegría por tus propios logros.
  7. Las personas egoístas siempre piensan que su forma de vivir la vida es la mejor y que cualquiera que intente hacerles un comentario al respecto sólo intenta perjudicarlas o lo hace porque tiene motivos ocultos. Claro, no puedes creer en todas las críticas que recibes, pero si te concentras lo suficiente, podrías ver que mucha gente te dice lo mismo. Te gustaría saber cómo puedes mejorar como persona y cambiar tu comportamiento, ¿cierto? Si piensas que eres perfecto(a) y que no tienes nada en que esforzarte, entonces no leerías esta página, ¿no crees?
    • Incluso puedes tratar de pedir comentarios cuando tengas dificultades, en lugar de sólo aceptarlos cuando lleguen a ti. Eso requiere tener un fuerte carácter.
  8. Acostúmbrate a anotar todas las cosas por las que estás agradecido(a) cada domingo o al menos una vez por semana. Tómate el tiempo para pensar en cada una de las cosas en particular que hacen que tu vida sea realmente buena y no pases el tiempo centrándote en las cosas que no tienes, en las que te gustaría tener, ni en todos esos “si tan sólo”, que pueden arruinar tu día y tu vida. Piensa en las cosas en las que te va bien, desde tu salud hasta la cantidad de amigos que tienes y siéntete feliz con lo que posees.
    • Las personas egoístas nunca están satisfechas y siempre quieren más, más y más. Si quieres dejar de ser una de ellas, debes pensar en que ya tienes cosas lo suficientemente sorprendentes en tu vida. Cualquier alegría u obsequios adicionales deberían venir como un bono.
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Método 2
Método 2 de 3:

Preocuparse por los demás

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  1. Hacerles un favor a tus amigos sólo para que te hagan uno a ti es egoísta. En cambio, hacerles un favor simplemente porque necesitan ayuda o porque se siente bien ayudar a alguien más es la manera correcta de proceder. Si quieres dejar de ser egoísta, busca la oportunidad de ayudar a tus amigos, precisamente porque lo necesitan, no porque tengas algún motivo oculto. No querrás tener la reputación de ayudar a los demás sólo cuando necesitas algo de ellas, eso es tan malo como no ayudarlas en lo absoluto.
    • Tómate tu tiempo para escuchar a tus amigos y observarlos en acción. Podrían necesitar un favor pero quizás les de mucha vergüenza pedir ayuda.
  2. Las personas egoístas no son particularmente buenas escuchando. Esto se debe a que están muy ocupadas hablando de sus propios asuntos, de sus propios problemas y de sus propios contratiempos como para tener el tiempo de escuchar lo que dicen sus amigos. Si eres la clase de persona que levanta el teléfono, le habla a alguien durante media hora y luego se despide, entonces no te estás tomando el tiempo de escuchar lo que los demás te dicen.
    • Cualquier conversación debería ser un intercambio de ideas equitativo, pero si sueles monopolizar cada conversación que tienes, entonces la próxima vez que hables con alguien esfuérzate en perfeccionar tus habilidades para escuchar.
    • A las personas egoístas no les importa el resto, es por eso que no se toman el tiempo para escucharlos.
  3. Escuchar a la gente es una buena manera de mostrarles interés. Otra cosa que puedes hacer es preguntarles cosas, desde sus opiniones sobre las noticias locales hasta sus experiencias en su infancia. No es necesario interrogarlas para mostrar un interés casual en ellas como seres humanos y para hacerles ver que en verdad te importa lo que piensan o los problemas que tienen.
    • Puedes mostrar interés en las personas sin necesidad de abrumarlas. La próxima vez que hables con alguien, intenta hablar 20% menos y hacerle unas cuantas preguntas más que de costumbre y observa cómo te sientes al respecto.
  4. El voluntariado puede abrir tu mundo y hacerte ver que hay muchas otras personas que son menos afortunadas que tú. Podrías seguir pensando que no tienes todas las cosas que necesitas hasta que pases tiempo en un comedor de beneficencia o enseñes a adultos a leer. Si bien no deberías ofrecerte como voluntario(a) sólo para sentirte bien contigo mismo(a), deberías dedicar tu tiempo a hacer conexiones significativas con otras personas y a ver el mundo exterior con tus propios ojos.
    • Podrías descubrir que en verdad te encanta ayudar a otros. Pronto dejarás de pensar en todas las cosas que no tienes porque te preguntarás cuando puedes ayudar a otras personas.
  5. Aunque no sería bueno conseguir una mascota si eres la clase de persona que ha matado a sus últimos diez peces, tener una te hará sentir que hay alguien que depende de ti para poder vivir y que tienes el poder para ayudar a otras criaturas. Ve al refugio de animales, elige un lindo gatito o cachorro y hazlo tu mejor amigo. Notarás que mientras sacas a pasear a tu perro, alimentas a tu mascota o simplemente pasas algo de tiempo abrazando a tu nuevo amigo, no tendrás tanto tiempo para albergar todos esos pensamientos egoístas.
    • Los perros requieren mucha responsabilidad. Asumir responsabilidades (especialmente si se trata de ayudar a otros) te ayudará definitivamente a dejar de ser egoísta.
  6. Cuando tus amigos, familia o incluso tus vecinos estén atravesando dificultades, debes estar ahí para apoyarlos. Quizás tu compañero de trabajo tenga un familiar fallecido recientemente o tu vecino haya estado enfermo por meses, tómate el tiempo para prepararles una comida hecha en casa, llámalos o regálales una tarjeta y pregúntales cómo puedes ayudarlos.
    • Las personas podrían ser reacias a decir que necesitan ayuda aun cuando es evidente. Depende de ti averiguar cuando puedes ser realmente útil sin llegar a entrometerte.
  7. Las personas egoístas han detestado compartir desde el momento en que recibieron su primer patito de hule. Así que es hora de erradicar de tu sistema ese gen egoísta que tienes. Aprende a compartir tus cosas, aún si tienes que darle a tu amigo la mitad de tu sándwich o dejar que hurgue en tu armario en busca de algo perfecto para usar en su primera cita. Elige algo que te guste tanto que ni siquiera imagines compartir y ofréceselo. Al principio, renunciar a tus posesiones de esa manera puede dar miedo, pero te volverá una persona menos egoísta.
    • La comida es un gran comienzo. Las personas egoístas detestan compartir la comida. Pese a que sólo tengas lo suficiente para ti, pregúntate si realmente necesitas esa galleta o galletas extra, o si está bien ofrecérselas a tus amigos o compañeros de habitación.
  8. Ser parte de un equipo es una estupenda forma de ser alguien menos egoísta, ya sea si estás en un proyecto para el trabajo, si formas parte del equipo de debate de tu escuela o si eres un miembro de una liga de bolos de tu comunidad. Con sólo ser parte de un grupo y aprender a equilibrar las necesidades de cada individuo con las del grupo entero, puedes darte cuenta de la importancia de renunciar a parte de tu egoísmo.
    • Ser un líder de equipo puede ayudarte a ser aún menos egoísta. Notarás que las necesidades de cualquier grupo pueden ser más importantes que las de un individuo y que es inevitable hacer algunas concesiones para hacer a todos felices.
  9. Las personas egoístas hablan una y otra vez de sus necesidades, sus conflictos y sus deseos. La próxima vez que tengas una conversación con un amigo, haz una recapitulación personal y observa la cantidad de tiempo que pasaste hablando únicamente de ti. Si sientes que todo lo que dijiste fue sobre ti en lugar de hablar del mundo a tu alrededor y que tu amigo a duras penas tuvo oportunidad de decir unas cuantas palabras, entonces es hora de corregir ese comportamiento.
    • Está bien pedir consejo, hablar de tu día y de tus necesidades dentro de un contexto razonable, pero no está bien si te conocen por ser una persona que no puede ver más allá de sí misma en ninguna situación social. Por una parte, si tienes la reputación de hablar únicamente de ti mismo(a), las personas captarán el mensaje y no querrán pasar tiempo contigo.
  10. Dale a tus amigos, tu pareja, familiar o vecino un pequeño regalo como muestra de tu amor y aprecio. Las personas egoístas detestan gastar su dinero, dar obsequios o agradecer a gente en general, y tu deber es erradicar esa mentalidad que dice que si no haces nada por ti mismo, tampoco tendrías que hacerlo por lo demás. Aun cuando no sea el cumpleaños de tu amigo ni hayan ocasiones especiales en un futuro cercano, dar un pequeño obsequio puede dibujar una sonrisa en su rostro, de hecho, un obsequio imprevisto puede hacer a una persona mucho más feliz que si recibiese uno esperado.
    • Fíjate el objetivo de dar un pequeño obsequio al mes para mostrarle a las personas lo mucho que las aprecias. ¡Realmente te hará sentir mejor!
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Método 3
Método 3 de 3:

Ser considerado

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  1. Si quieres dejar de ser egoísta, debes aprender a ceder. Esto significa darse cuenta de que es mejor ser feliz que obtener lo que quieres, de que otras personas también tienen necesidades y de que no siempre puedes conseguir todo lo que deseas. No querrás tener la reputación de ser tan terco(a) que lo demás ni siquiera considerarían acercarse a ti en una situación difícil. Aprende a escuchar, a considerar los pros y contras de cualquier situación y a ser capaz de verla desde la perspectiva de otra persona.
    • No te concentres ciegamente en hacer que otros hagan lo quieras. Enfócate en entender la situación desde ambos lados.
    • Pregúntate, “¿quién lo desea más?”, ¿en verdad quieres tanto esta cosa en particular, o sólo estás siendo terco(a) por mero gusto? No todo puede ser una prioridad para ti.
  2. Las personas egoístas creen que merecen ser consentidas y tratadas de la mejor manera, pero ese no es el caso. Si alguien hace algo bueno por ti, ya sea haciéndote un cumplido o llevándote a clase, debes agradecerle el gesto en lugar de comportarte como si el querer hacerte favores fuera algo completamente normal. No esperes que te brinden amabilidad o comprensión, pero agradece cuando alguien te lo demuestre.
    • Las personas egoístas piensan que “merecen” ser tratadas de la mejor manera todo el tiempo. Es momento de detenerte y pensar en todas la gente que realmente ha hecho que tu vida sea mejor.
  3. Las personas egoístas piensan que deben elegir todas las películas, planear todas las vacaciones y hacer lo que les plazca en todos los proyectos relacionados con la escuela o con el trabajo. Bueno, es momento de dar un paso atrás y dejar que otras personas tomen parte de las decisiones. Claro, puede ser aterrador ir a ese nuevo restaurante tailandés en lugar de a tu restaurante favorito italiano y por supuesto, podría no gustarte dejar que alguien tenga tanto control sobre tu último informe, pero tienes que confiar en que otras personas también sepan lo que hacen y dejarlas hacer lo que quieren.
    • Dejar de ser controlador(a) también puede ayudarte a liberar el estrés y a ser feliz. Piensa en lo sencilla que será tu vida si no te obsesionas con planear cada cosa para que salga a tu manera.
  4. Júntate con personas amables y corresponde a su amabilidad. Frecuentar a otras personas egoístas no te ayudará a convertirte en alguien mejor. Nos definimos mucho por la gente con quien nos juntamos. Si pasas todo tu tiempo con individuos que sólo se preocupan por ellos mismos, entonces no serás una persona muy considerada. Pero si frecuentas a personas inspiradoras y generosas, estarás motivado(a) a comportarte de una forma menos egoísta.
  5. Déjalas terminar lo que tienen que decir. Recuerda que tus opiniones siempre pueden esperar. Si es algo urgente (como cuando debes irte) di, “perdón”. Las personas egoístas frecuentemente piensan que lo que tienen que decir es más importante que lo de los demás y que pueden simplemente meterse a decir sus opiniones en cualquier momento. Bueno, éste no es el caso. De hecho, tu opinión será mucho mejor recibida si esperas tu turno. Además, podrías cambiar tu punto de vista si realmente te tomas el tiempo de escuchar a los demás.
  6. Es casi seguro que los sentimientos de alguien salgan heridos si olvidas su día especial. Afortunadamente, siempre hay forma de solucionarlo si se te olvida. Aun así, recordar un cumpleaños se trata de algo más que sólo recordar su día especial. Se trata de reconocer a esa persona como alguien especial y hacerle saber lo mucho que significa para ti.
    • En el otro lado de la moneda, no seas esa persona que se molesta tremendamente si alguien olvida su cumpleaños. Estas cosas suceden y no tiene sentido pensar que todos deben recordar cada paso que das.
  7. Mantén contacto con tus amigos , familia y parientes . Las personas egoístas pierden fácilmente el contacto con la gente porque saben que siempre volverán a ellas. No pienses que tu tiempo es tan importante como para no poder llamar a tu propia abuela o salir a almorzar con un amigo y luego esperar que los demás estén a tu entera disposición cuando los necesites. Lo mínimo que puedes hacer es preguntarles cómo se encuentran sin tener ningún motivo en especial.
  8. Halaga a las demás personas. No sólo sigas hablando de lo estupendo(a) que eres. Tómate el tiempo para hacerle saber a las personas lo increíbles que son, ya sea hablándoles de su sentido de la moda, de sus personalidades o de las importantes decisiones que han tomado últimamente. O también puedes halagar a un perfecto extraño si te gusta su abrigo. Evita hacer falsos halagos sólo para adular a las personas; hazlos porque en verdad se lo merezcan.
  9. De igual manera, si ves a alguien con un andador o en silla de ruedas, reduce la marcha o ayúdalo en lugar de simplemente colarte frente a él. Nada puede ser tan importante como para que quieras estar en el primer lugar. Espera tu turno y permite que otros hagan su elección sin comportarte como si lo que tuvieras que hacer fuera tan importante que no te permita esperar cinco minutos parado(a) en la cola.
  10. De ser posible, llama a tu trabajo si sabes que llegarás tarde. Las personas egoístas son conocidas por hacer esperar a otras y por no importarles si están desperdiciando el tiempo de alguien más; por el contrario, piensan que su tiempo es tan importante que nadie podría jamás hacerlos esperar. Por lo tanto, sé cortés y dale a la gente el respeto que se merece al llegar cuando dices que lo harás.
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Consejos

  • Abraza a otros si es necesario. No contengas las lágrimas o emociones por culpa de tu ego.
  • Cambiar tu forma de ser tomará tiempo, pero admitir que tienes un problema con tu conducta es un gran paso.
  • Aprende a dejar de juzgar a otros y en lugar de eso, trata de aprender a entenderlos.
  • Alienta a la gente, porque todos necesitan recibir algún estímulo.
  • No te odies a ti mismo(a) porque pienses que no puedes cambiar. Lo harás.
  • No esperes convertirte en un santo de la noche a la mañana.
  • Emplea menos la palabra “yo”.
  • Si en una fiesta queda sólo una galleta y alguien más la quiere, déjalo tenerla o proponle repartirla entre ambos.
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Advertencias

  • No alardees con otras personas sobre tus buenas obras. El objetivo de ser voluntario y considerado es hacer lo correcto, no conseguir gloria.
  • No seas duro(a) con las personas sólo porque estás molesto(a).
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