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Al perro siempre se le ha llamado el "mejor amigo del hombre". De muchas formas, los perros son como las personas: disfrutan de la compañía, comunican sus sentimientos y les encanta jugar. Por ello, no es extraño que quieras traer un cachorro a tu familia y criarlo como si fuera uno de los tuyos. Si bien los cachorros son muy divertidos, también conllevan mucha responsabilidad. A diferencia de los niños, quienes crecen y pueden hacer cosas por su cuenta, las mascotas no pueden cuidar de sí mismas y necesitan un cuidado y alimentación constantes. No olvides que los cachorros se convierten en perros al crecer y algunos de ellos viven hasta los 15 años o más. Ten en cuenta varias cosas al elegir el tipo de cachorro que quieras traer a tu vida.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Evaluar tu estilo de vida

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  1. ¿Tienes una condición financiera estable y un ingreso fijo? No es barato tener un perro: el equipo, la comida y las tarifas del veterinario pueden costar mucho. [1]
    • El costo tendrá un efecto sobre el perro que elijas. Por ejemplo, los perros grandes suelen costar más debido a que pueden tener problemas de salud que no son tan comunes en los perros más pequeños y también debido a que consumen una gran cantidad de comida.
    • Asegúrate de contar con "fondos de emergencia" disponibles para visitas al veterinario, cirugías y exámenes de emergencia. En ocasiones, ocurren cosas fuera del cronograma regular de chequeos y vacunas para los cachorros. Debes brindarle el mejor cuidado posible a tu mascota y, por ello, debes asegurarte de tener la capacidad financiera para hacerlo.
  2. ¿Vives en el campo o en un pueblo o ciudad? ¿Tienes un condominio, un apartamento o una casa? El lugar en donde vivas y el espacio que haya a tu disposición deben influir en el tipo de cachorro que adquieras. Debido a que los cachorros necesitan espacio y aire fresco, debes considerar esto con cuidado antes de tomar tu decisión.
    • Por ejemplo, considera el tipo de espacio que haya en tu casa. Un perro grande y ruidoso en una casa pequeña volverá locos a todos. Además, no es saludable que un perro grande esté encerrado en un espacio pequeño. Debes elegir un cachorro cuyo tamaño cuando sea adulto sea adecuado para el espacio que haya a tu disposición.
    • Considera el espacio exterior. ¿Tienes un jardín trasero? Los cachorros tienen una gran cantidad de energía y necesitan espacio para hacer ejercicio. [2] Si tienes un jardín trasero, esto también te permitirá entrenar a tu cachorro para orinar afuera. En caso de que vivas en un edificio de apartamentos o condominio en una zona urbana, considera en dónde se encuentran los parques, áreas verdes y parques para perros más cercanos.
  3. ¿Tienes tiempo para cuidar de tu cachorro? Un cachorro nuevo necesita mucho cuidado y entrenamiento. ¿Estás dispuesto a planificar tu vida en función a las necesidades de tu mascota? En caso de que trabajes 12 horas al día o viajes con frecuencia, es probable que un cachorro no sea adecuado para tu estilo de vida.
    • Si bien los cachorros son divertidos, su energía puede hacer que consuman mucho tiempo. Durante las primeras semanas, será necesario que entrenes a tu cachorro para hacer sus necesidades dentro de la casa y le enseñes a obedecer órdenes simples.
    • Asimismo, debes encontrar el tiempo para sacar a tu cachorro a dar uno o dos buenos paseos largos todos los días. No basta con dejarlo salir para orinar o para que dé una carrera de 5 minutos en el jardín o el parque. El ejercicio que agote la energía no solo física sino también mental de tu perro es clave para que se mantenga estable y contento. [3]
    • Asimismo, las visitas al veterinario serán más comunes durante el primer año, ya que será necesario vacunar, desparasitar y esterilizar al cachorro.
  4. Considera los deseos y necesidades de tu familia, ya que moldearán tu elección en cuanto al cachorro. Por ejemplo, ¿alguien en tu familia es alérgico a los perros o a un tipo específico de perro? ¿Alguien tiene un miedo a muerte a los perros? Adquirir un cachorro es una decisión importante y, por ende, debes tener la certeza de estar preparado y elegir al correcto. Los cachorros se convierten en perros al crecer y es probable que formen parte de tu vida a largo plazo. Por esta razón, debes considerar al cachorro como una incorporación a tu familia y algo con lo que todos estarán comprometidos y que todos amarán.
    • Considera las mascotas que de por sí tengas, si acaso. Considera los temperamentos de tus mascotas actuales y la forma como suelan reaccionar a otros perros y animales. Por ejemplo, un gato macho que hayas tenido durante mucho tiempo podría ponerse celoso con facilidad. Asimismo, traer un cachorro energético podría estresar a las mascotas mayores. Si bien podría tomar un tiempo para que las mascotas mayores acepten al cachorro nuevo, la relación suele resolverse sola. [4]
    • Considera tus planes para el futuro. ¿Vas a mudarte o estás considerando mudarte en el próximo año? La mudanza de mascotas (sobre todo en avión) puede ser estresante y costosa, así que debes considerar si te quedarás en el mismo lugar durante un tiempo. ¿Estás embarazada o estás considerando empezar una familia pronto? Equilibrar los bebés y los cachorros puede ser desafiante debido a que ambos necesitan de tu amor, atención y cuidado constante. Debes tener la certeza de poder administrar tu tiempo y de sentirte cómodo con los animales en presencia de los bebés. [5] Siéntate y considera los próximos años y evalúa realmente de qué forma encaja una mascota en la vida que visualizas.
  5. ¿Hay un buen veterinario y un veterinario de emergencia cerca? ¿Hay perreras en la zona o amigos en el vecindario que podrían cuidar de tu mascota si te vas de vacaciones y no puedes llevar a tu cachorro contigo?
    • En caso de que trabajes mucho, pero sigas comprometido a adquirir un cachorro, podrías considerar la posibilidad de contratar a alguien para que alimente a tu perro y lo saque a pasear cuando estés trabajando.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Decidirte por un tipo de cachorro

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  1. ¿Quieres un perro grande o pequeño? En cierta medida, la respuesta debería estar supeditada a la evaluación de tu hogar y tu vecindario.
    • Los perros grandes como el gran danés y el San Bernardo son tranquilos y amables, en tanto que las razas como el Jack Russell terrier son más pequeñas y energéticas. Sin embargo, tanto los perros grandes como los pequeños tienen sus fanáticos. Es probable que la verdad en cuanto al perro que se comporte mejor se encuentre en los ojos de quien lo mire y dependa del perro individual. [6]
    • En general, un perro pequeño es uno que pesa menos de 10 kg (22 libras) o mide menos de 40 cm (16 pulgadas) de alto. Los perros más pequeños tienden a ser populares entre las personas que viven en las ciudades y en apartamentos, y las personas que no cuentan con un espacio vital grande. [7]
  2. Investiga el tipo de raza y presta atención a la información en cuanto al temperamento, las necesidades, la salud, las diferencias sexuales y cualquier otro detalle que podría tener un efecto sobre tu decisión. [8] Asimismo, es posible que de por sí tengas en mente una raza de cuando eras más joven que hayas soñado con tener durante toda tu vida.
  3. Los pura sangre son perros cuyos padres y otros ancestros pertenecen todos a la misma raza. Por otro lado, las razas mixtas son en esencia combinaciones de distintas razas de perros. [9]
    • Si bien los cachorros de pura sangre cuestan más que las razas mixtas, también es más fácil anticipar qué tan grandes que los perros de pura sangre pueden llegar a ser y cuál será tu tamaño completo. [10]
    • En general, los cachorros de raza mixta son saludables y fuertes y vienen en una amplia gama de colores, tipos y tamaños. [11]
    • Los perros de pura sangre tienen una mayor propensión que los de raza mixta a las enfermedades hereditarias. Sin embargo, los buenos criadores de perros de pura sangre les hacen exámenes a los padres para detectar enfermedades tiroideas, anomalías en los ojos, y problemas en los hombros y las caderas para descartar los rasgos negativos. [12]
    • En última instancia, ambos tipos de pedigrí tienen ventajas y desventajas. Sin embargo, a fin de cuentas, la forma como resulte ser tu cachorro dependerá en su totalidad de la forma como lo críes, lo alimentes y lo entrenes. [13]
  4. Existen algunas personas que consideran que los perros machos son más cariñosos y fáciles de entrenar y que las hembras son más agresivas y protectoras. Sin embargo, las diferencias entre los sexos parecen ser en gran medida anecdóticas. No existe un estudio que compruebe que un perro vaya a comportarse de una determinada forma por ser macho o hembra. [14] .
    • Asimismo, es posible que las diferencias de sexo dependan de la raza, por lo que debes investigar. Además, esterilizar al cachorro podría hacer desaparecer las distinciones entre las personalidades de los machos y las hembras.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Elegir y adquirir un cachorro

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  1. Tienes muchas opciones, entre ellas los centros de rescate de mascotas, las tiendas de mascotas o los criadores privados. Incluso puedes buscar en sitios web como Kijiji. El lugar de donde adquieras a tu mascota dependerá de si tienes en mente un tipo específico y la cantidad de dinero que puedas gastar, entre otros factores.
    • En lo posible, debes elegir un cachorro de una camada saludable que haya sido criada con su madre en lugar de en perreras. Este cachorro se adaptará con mayor rapidez a su nueva vida en tu hogar.
    • Es fundamental elegir al propietario o criador adecuados. Un buen lugar para empezar a buscar es en un club de crianza, ya que es posible que haya una lista de camadas disponible. Asimismo, el club podría ponerte en contacto con criadores respetados en tu localidad para poner en marcha el proceso. También podrías hacer el intento de asistir a una exhibición canina para conocer a criadores y propietarios como una forma de obtener más información. [15]
    • Nunca compres en un criadero de cachorros. Estos reproducen a la misma hembra con demasiada frecuencia y no suelen brindarles un cuidado adecuado a los cachorros. Los criaderos de cachorros crían para ganar dinero y no suele importarles ni la salud ni la felicidad de los perros. Además, es posible que no te informen acerca de cualquier enfermedad mortal o inquietud de salud debido a que simplemente quieren tu dinero.
  2. Después de decidirte en cuanto a dónde adquirirás el cachorro, consulta sobre el trasfondo de la institución o el criador. Determina si conocen mucho sobre perros y parecen estar comprometidos con la promoción del bienestar de los animales. [16]
    • Por ejemplo, en caso de que vayas a comprar un perro de pura sangre, conversa con el criador. Los criadores buenos pasan mucho tiempo con sus animales y deberían poder informarte acerca de la personalidad de cada cachorro. En caso de que vayas a comprar una raza mixta, pregunta tanto como puedas sobre los padres del cachorro. Esto te permitirá hacerte una buena idea en cuanto a cómo será cuando crezca. Asimismo, consulta sobre los antecedentes de salud de los padres.
  3. Antes de que elijas uno por encima de otro, observa con cuidado a los cachorros para ver cuáles parecen energéticos u ociosos, cariñosos o agresivos, ansiosos o tranquilos. [17]
    • No solo mires: juega con todos los cachorros y conócelos mejor. Busca a los que se te acerquen y te laman la mano moviendo la cola.
    • Una vez que hayas observado a toda la camada, es probable que tengas una idea en cuanto a los cachorros que más te interesen. Luego, puedes evaluar a cada uno por separado en un lugar tranquilo en donde no vaya a distraerse con el ruido, la comida o los demás cachorros. [18]
    • Ten cuidado de que tu cachorro esté acostumbrado a que lo manipulen desde su nacimiento y de que haya tenido contacto con las personas. De este modo, será más probable que sea amistoso cuando crezca. [19]
    • Ten cuidado con los cachorros que sean muy tímidos, se encojan de miedo, intenten morder, tengan rabietas o defequen u orinen cuando se les contenga. Es probable que estos cachorros sigan reaccionando así a menos que reciban un entrenamiento cuidadosamente planificado. [20]
  4. Tendrás mejores probabilidades de adquirir el cachorro adecuado si dependes no solo de tu corazón sino también de tu cabeza. Toma en cuenta tus sentimientos hacia el cachorro y tus observaciones objetivas de su salud física y conductual. [21]
  5. Consulta sobre la salud del cachorro que hayas elegido y sobre si recibió sus vacunas. Asimismo, puedes hacerle un examen físico tú mismo. Estas son algunas cosas que debes tener en cuenta: [22]
    • Nivel de energía: un cachorro saludable estará alerta e interesado en lo que ocurra a su alrededor.
    • Oído: un cachorro que tenga un buen oído debe reaccionar si das una palmada detrás de su cabeza.
    • Vista: un cachorro con la vista clara debe ver una pelota u otro juguete que pase rodando por su campo de visión.
    • Condición corporal: la barriga de un cachorro saludable debe sentirse suave al presionarla con suavidad. El cachorro debe tener un aspecto bien alimentado y tener un poco de grasa sobre la caja torácica.
    • Genitales: el cachorro no debe tener heces ni pus visibles en la zona genital.
    • Ojos: un cachorro saludable debe tener los ojos despejados, vivos y abiertos, sin cortezas ni secreciones.
    • Orejas: revisa las orejas y los dientes del cachorro. Deben estar limpios.
    • Pelaje: el pelaje de un cachorro debe ser atractivo, sin caspa, opacidad, textura hojaldrada ni zonas rojas. El pelaje debe ser lustroso y saludable.
    • Haz una revisión de pulgas. Busca manchitas pequeñas y negras en el pelaje del cachorro. Sin embargo, no debes molestarte mucho si encuentras una, ya que es fácil deshacerse de las pulgas .
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Consejos

  • Haz una lista de lo que quieras en un cachorro ideal. Menciona todo lo que se te ocurra, desde el color hasta el nivel de energía y las necesidades de acicalamiento. Si lo anotas, esto te obligará a pensar con cuidado no solo en el tipo de perro que de verdad quieras sino también en el tipo de perro que vaya a adecuarse a tu estilo de vida.
  • Obtén un registro de la salud de los padres del cachorro. En caso de que sus padres hayan tenido alguna enfermedad o problema médico, podría venir de familia y tu cachorro también lo padecerá. Debes estar preparado para esta posibilidad y tener la disposición para lidiar con ello.
  • Haz el intento de buscar razas de perros. En caso de que te enamores de una raza, investígala.
  • Esteriliza a tu cachorro. Esto hará que sea más cariñoso.
  • Trata de adoptar un cachorro. Al adoptarlo, puedes salvarle la vida.
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