Descargar el PDF Descargar el PDF

Si bien es natural que te preocupe lo que los demás puedan pensar de ti, preocuparte demasiado puede ser motivo de ansiedad, además puede hacer que ser tú mismo sea más difícil. Si observas que sueles sentirte alterado o preocupado por lo que la gente a tu alrededor pueda pensar de ti, trata de centrarte en tener amor propio. Vuelve a entrenar tu mente para centrarte en lo que realmente importa en un momento dado en vez de lo que los demás puedan pensar o decir de ti. Por último, aprende a usar las críticas constructivas de manera saludable y a filtrar las críticas que no ayudan o que son excesivamente duras.

La consejera Trudi Griffin advierte: “Cuando nos importa demasiado lo que los demás piensan de nosotros, solemos cambiar nuestro comportamiento para agradarles. Además, proyectamos una necesidad no verbal de aprobación que puede causar una dinámica de poder distorsionada en las relaciones interpersonales”.

Método 1
Método 1 de 3:

Levantar tu autoestima

Descargar el PDF
  1. Darte cuenta de que la autoestima proviene del interior es un paso importante en el aprendizaje de evitar que te importe lo que los demás piensen de ti. Para levantar tu autoconfianza y hacerte una mejor idea de ella, haz una lista de tus características positivas. [1]
    • Las fortalezas podrían ser tus rasgos de personalidad (por ejemplo, amabilidad y paciencia) o destrezas (tales como cocinar bien o conducir con cuidado). Entre tus logros, podrías incluir sacar buenas calificaciones, terminar un proyecto o haber sido ascendido en el trabajo.
    • Si te cuesta pensar en cosas para incluir en la lista, pídele a un amigo o pariente que te ayude. También podrías tomar la encuesta sobre fortalezas de carácter del Instituto VIA que está disponible en Internet (y solo en inglés) para enfocarte en lo que te da un buen carácter.
  2. Si estás acostumbrado a pensar demasiado en lo negativo o te tomas a pecho toda dura crítica, quizá te resulte difícil volver a entrenarte para pensar de manera positiva. Cuando veas que tu voz interna se vuelve negativa, detente y evalúa dichos pensamientos. ¿Tienen lógica? De no ser así, reemplaza ese pensamiento negativo por uno más neutral y realista. [2]
    • Por ejemplo, si te pillas pensando “Todos me van a odiar en la escuela nueva”, repítete más bien “Tal vez no a todos les caiga bien, pero no hay problema. Nadie puede caerle bien a todo el mundo. Si hago el esfuerzo de ser amable y amigable, quizá encuentre gente con la que me lleve bien”.
    • Aprende a aceptar tus debilidades para que puedas mejorarlas.
  3. Comprométete a mejorar tus debilidades . Todos tenemos defectos y no tiene nada de malo. Reconocer nuestras debilidades es importante para el crecimiento personal. Si identificas defectos, tómalos como una oportunidad para mejorar en vez de limitarte a pensar en lo que está “mal” contigo o lo que los demás puedan pensar de ello. Tomar medidas para mejorar te ayudará a sentirte mejor contigo mismo y estarás menos preocupado por lo que se pueda pensar de ti.
    • Por ejemplo, si no estás en forma y te molesta, trázate unas cuantas metas alcanzables de ejercicio, aunque sean pequeñas al principio. Podrías empezar planificando una caminata de 30 minutos diarios 3 veces por semana.
  4. Centrarte en los demás, más que en ti mismo, puede hacerte sentir bien contigo mismo a la larga. Haz lo posible por ser amable y considerado con los demás todos los días, sin andar preocupado por agradar a todo el mundo o por que tu amabilidad sea correspondida. Te sentirás bien y, aunque los demás no te agradezcan o te juzguen injustamente, sabrás que has hecho lo correcto. [3]
    • Procura incorporar unos cuantos gestos de amabilidad en tu rutina diaria, aunque sean cosas pequeñas, tales como abrirle la puerta a alguien o hacerle un cumplido por su ropa.
  5. Si bien es importante ser amable con la gente, no quiere decir que debas permitir que se aprovechen de ti o que te maltraten. Si no estás acostumbrado a establecer límites, puede resultarte difícil al principio. Sin embargo, cuando establezcas unos cuantos límites firmes, al final te sentirás mucho mejor contigo mismo y más seguro en tus relaciones interpersonales. [4]
    • Recuerda que no tiene nada de malo decir “no” en ocasiones.
    • Sé claro y directo con los demás en cuanto a los límites y diles cuáles serán las consecuencias en el caso de violarlos. Por ejemplo, “Mamá, tendré que dejarte de invitar a mi casa si sigues discutiendo conmigo acerca de la crianza de mi hijo cada vez que vienes”.
    • Quizá te encuentres con decepción, ira o resistencia al principio, especialmente si las demás personas en tu vida no están acostumbradas a que hagas respetar tus límites. No obstante, los que realmente te aprecian los respetarán, aunque no les agrade.
    • Si alguien se niega constantemente a respetar tus límites, quizá tengas que limitar tu contacto con esa persona.
    Anuncio
Método 2
Método 2 de 3:

Darle otro enfoque a tu atención

Descargar el PDF
  1. Tus miedos sobre lo que los demás piensen de ti pueden parecer difíciles de controlar si son grandes y ambiguos. Procura centrarte en lo que realmente te preocupa. Además de ayudarte a aliviar la ansiedad, hacerlo también te ayudará a desarrollar una estrategia para lidiar con ellos. [5]
    • Por ejemplo, quizá tengas un temor general de que la gente te juzgue en el trabajo. Haz lo posible por precisar esa preocupación de manera más específica. ¿Te preocupa de que tu jefe piense que no eres lo suficientemente productivo? ¿Te preocupa que tu colega pueda decir chismes sobre ti? ¿Sientes que necesitas más capacitación o apoyo en el trabajo?
  2. Después de delimitar lo que te causa molestias, medita acerca del origen de ese temor. En algunos casos, quizá veas que tus preocupaciones sean racionales. Sin embargo, también es posible que estés atascado en las ansiedades aprendidas en algún momento de tu vida. Con un poco de reflexión, podrías decidir que esos temores son infundados. [6]
    • Por ejemplo, quizá te preocupe que la gente en tu trabajo te juzgue por tus tatuajes. Si estás en un ambiente laboral donde los tatuajes se consideran inapropiados (por ejemplo, un estudio de abogados conservador), podría ser una preocupación legítima.
    • Si tienes un trabajo en una cafetería relajada donde todos tienen alguna expresión de arte corporal, quizá tus tatuajes no sean un problema. Pregúntate si tu ansiedad tiene algún otro origen, por ejemplo, de las cosas que te hayan dicho tus padres cuando eras más chico (como “Si te haces un tatuaje, ¡nadie confiará en ti!”).
  3. Practica la conciencia plena . La conciencia plena implica prestar mayor atención a los alrededores, los pensamientos y los sentimientos en algún momento dado. Hacer este esfuerzo puede ayudarte a sentirte más presente en el momento, en vez de preocuparte por lo que podría suceder o lo que los demás podrían pensar. [7]
    • Si te pillas preocupándote por lo que los demás piensan de ti, haz que tus pensamientos regresen lentamente al aquí y ahora. Piensa en lo que estás haciendo, cómo te sientes y qué tratas de lograr en ese momento.
    • Reconoce tus sentimientos y pensamientos sin juzgarlos. Tener simplemente una mayor conciencia de lo que sucede en tu mente puede ayudarte a reconocer y a controlar la ansiedad con mayor facilidad.
    • Prueba la meditación consciente como una ayuda para acostumbrarte a estar atento todo el tiempo. Busca aplicaciones de meditación consciente o busca ejercicios de meditación guiada en línea.
  4. Gran parte de la ansiedad sobre lo que los demás puedan pensar de uno proviene del estar atascado en la incertidumbre de lo que podría pasar. Para aliviar algunos de estos temores, desarrolla una solución o plan de acción en el caso de que lo peor efectivamente pase. [8]
    • Por ejemplo, quizá sigas pensando “Voy a hacer un desastre en mi parte del proyecto grupal y los demás del grupo me odiarán”. Pregúntate “¿Qué haría si efectivamente hago un desastre? ¿Qué me ayudaría a sentirme mejor? ¿Cómo evitaría que volviera a pasar?”.
    • Aunque la única solución que se te ocurra sea tan simple como “Me disculparía por hacer un desastre”, ya es un comienzo. Te sentirás menos impotente y ansioso incluso con un plan básico en marcha.
  5. Una excelente táctica para dejar de pensar en lo que los demás piensan de uno es hacer algo productivo. Ocuparte en una tarea importante te mantendrá concentrado en lo que estés haciendo en vez de cómo los demás te juzgan o podrían hacerlo. [9] Por ejemplo, podrías hacer lo siguiente:
    • Terminar un quehacer o proyecto que hayas estado postergando.
    • Ser voluntario por una causa que apoyes.
    • Salir y hacerle un favor a alguien (por ejemplo, ayudar a un vecino a cortar su césped).
    • Dedicarte a un pasatiempo o a un proyecto creativo que disfrutes.
    • Tener un tiempo de calidad con un ser querido.
    Anuncio
Método 3
Método 3 de 3:

Lidiar con las críticas

Descargar el PDF
  1. Las críticas son generalmente dolorosas, pero te resultará más fácil lidiar con ellas si las ves como una oportunidad de crecimiento en vez de algo hiriente o desalentador. Si alguien es crítico contigo, escúchalo activamente antes de ponerte a la defensiva. Tal vez descubras que sus comentarios son útiles. Antes de alterarte o rechazarlos, considera lo siguiente: [10]
    • La fuente: ¿Las críticas provienen de alguien que generalmente te apoya y cuyas opiniones respetas?
    • El contenido: ¿Esa persona te acaba de decir algo vago o insultante (como “¡Eres un estúpido!”), o te ha dicho algo específico de tu comportamiento y cómo le ha afectado (como “Cuando vienes tarde, me distraigo e interrumpe mi trabajo”)?
    • La forma de decirlo: ¿Esa persona trató de tener tacto y de ser constructivo con sus comentarios, o fue innecesariamente maleducada y grosera?
  2. Solo porque alguien te haga una crítica o tenga una sobre ti, no quiere decir que tenga razón. Sopesa sus palabras con cautela, pero recuerda que no siempre tienes que tomarte a pecho las opiniones de la gente. [11]
    • Por ejemplo, si alguien dice que eres perezoso, pero sabes que has trabajado lo más que has podido, recuérdatelo. Podrías decirte “No soy perezoso. Quizá no pueda hacer todo lo que él pueda hacer, pero es porque todos son diferentes. Estoy dando mi mejor esfuerzo y está bien”.
  3. Si alguien te dice algo duro o lo ventila por ahí, quizá te veas tentado a arremeter o a desquitarte contra esa persona. Sin embargo, poco lograrás con este enfoque. Aunque sus comentarios no te hagan sentir bien, te sentirás mejor (¡y los demás quedarán impresionados!) si le das la otra mejilla y reaccionas con amabilidad y civismo. [12]
    • Aunque no estés de acuerdo con lo que haya dicho, podrás responder de manera que reconozcas a la persona (o sus palabras). Por ejemplo, puedes decir “Gracias por el consejo. Lo pensaré”.
    • Si esa persona tenía la intención de ser maleducada o grosera, una respuesta amable podría incomodarla y hacerla pensar en su comportamiento. Aunque no lo haga, igual saldrás del percance dando una mayor impresión.
  4. Si alguien dice o piensa algo no tan bueno de ti, eso dice más de él que de ti. No podrás cambiar lo que piensa de ti (solo esa persona puede hacerlo). Recuerda que lo único que puedes hacer es dar tu máximo esfuerzo por ser tu mejor yo y aceptar que nunca podrás agradar a todo el mundo.
  5. Es difícil para todos sentirse bien si están rodeados de gente que los menosprecia y los deprime todo el tiempo. Si hay alguien que constantemente te menosprecia, te juzga, se aprovecha de ti o viola tus límites, es posible que tengas que cortar lazos con esa persona. Haz lo posible por pasar tu tiempo con gente que te respete y sea una fuente de amor y apoyo, aunque te hagan alguna crítica.
    • Si recibes mucha negatividad de parte de alguien a quien no puedes evitar por completo, como un colega, haz lo posible por minimizar tu tiempo con esa persona. Sé educado o por lo menos neutral cuando estés en su presencia, pero no lo busques.
    Anuncio

Consejos

  • Procura enfocarte en lo bueno de los demás. Si no quieres que los demás te juzguen con severidad, entonces haz lo posible por respetarlos de la misma manera.
  • No te vuelvas arrogante. Que algo no te importe y ser arrogante son dos cosas diferentes.
  • Identifica tus creencias irracionales. Estas pueden impedir que alcances tus metas y causar un comportamiento autodestructivo. [13]
  • Céntrate en tus defectos y trata de corregirlos. No te preocupes por lo que los demás piensen de ti. Solo diles que no te importa y enfócate en las mejores cosas de la vida.
Anuncio

Acerca de este wikiHow

Esta página ha recibido 35 783 visitas.

¿Te ayudó este artículo?

Anuncio