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Los aceites vegetales caseros son más frescos y sabrosos que los que se compran en una tienda. Asimismo, son mejores para la salud y el medio ambiente que muchos aceites comerciales que suelen extraerse con disolventes químicos dañinos. [1] Es posible hacer aceite vegetal tú mismo a partir de muchas nueces y semillas usando una prensa de aceite casera. Asimismo, puedes usar herramientas comunes de cocina para hacer pequeñas cantidades de aceite de aguacate o de coco.

Método 1
Método 1 de 3:

Usar una prensa para hacer aceites de semillas y nueces

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  1. Si tan solo te interesa hacer pequeñas cantidades de aceite de vez en cuando, como alrededor de 2 tazas (470 ml) o menos, una buena opción es una prensa o expulsor de aceite manual. Estas prensas se operan a mano y se calientan mediante una lámpara pequeña de queroseno o alcohol. Por lo general, vienen con una abrazadera que puede fijarse a una superficie de trabajo (por ejemplo, una mesa o mostrador). [2]
    • Es posible comprar prensas de aceite en línea o en muchas tiendas de artículos para el hogar o de suministros de cocina.
    • Las prensas manuales de aceite suelen costar entre USD 75 y 130.
    • Se necesitará un recipiente aparte para atrapar el aceite (por ejemplo, un frasco pequeño de vidrio).
    • A estos dispositivos se les suele llamar "prensas frías", pero para casi todos los tipos de nueces y semillas se necesita como mínimo un poco de calor (menos de 49 °C o 120 °F) para que liberen sus aceites.
  2. Si vas a preparar mayores cantidades de aceite o quieres algo más fácil y eficiente que una prensa manual, tu mejor opción es una prensa eléctrica de aceite. Busca en línea "prensa eléctrica de aceite" o "prensa automática de aceite".
    • Puedes conseguir prensas eléctricas de aceite para uso casero en muchas tiendas minoristas en línea y en tiendas físicas que vendan electrodomésticos de cocina.
    • Estas prensas cuestan más que las prensas manuales anticuadas, ascendiendo por lo general a aproximadamente entre USD 200 y 500.
  3. Revisa las instrucciones de la prensa de aceite que tengas para determinar cuál es el contenido de aceite que se necesita para hacer aceite con esa prensa específica. En su mayoría, las prensas pueden extraer aceite de nueces o semillas que contengan como mínimo un 25 % de aceite. [3] Entre las semillas y nueces que son buenas para hacer aceite se encuentran las siguientes: [4]
    • las semillas de girasol (asegúrate de usar una variedad oleaginosa)
    • las semillas de calabaza (nuevamente, elige calabazas de semillas oleaginosas, las cuales tienen semillas sin cáscara)
    • las semillas de sésamo
    • las avellanas
    • el maní
    • la linaza
    • las semillas de cártamo
    • las pecanas
    • las almendras
    • las nueces
  4. Enjuaga las semillas con agua, teniendo cuidado de quitarles las partículas duras, de haberlas (por ejemplo, piedras pequeñas, ramitas y tierra seca). Los contaminantes de este tipo pueden transferirse al aceite e incluso dañar la prensa. [5] En el caso de las nueces y semillas que tengan cáscaras duras (por ejemplo, las nueces y las avellanas), quizás debas quitarles la cáscara antes de prensar las semillas. [6]
    • Revisa las instrucciones de la prensa de aceite para determinar si es necesario quitarles la cáscara a las semillas o nueces antes de prensarlas. En el caso de algunas prensas, quizás también sea necesario que piques las nueces más grandes antes de prensarlas.
  5. Después de que las nueces y semillas estén limpias, disponlas sobre una bandeja para horno y colócalas en un lugar soleado para que se sequen por todo un día. [7] Si las semillas tienen demasiada humedad, esto evitará que el aceite fluya adecuadamente al prensarlas. [8]
    • Quizás te sea de ayuda darles vuelta a las semillas o nueces o revolverlas de vez en cuando durante el proceso para que se sequen de una forma más eficiente.
    • Como otra opción, seca las semillas o nueces en una pantalla apoyada sobre soportes (por ejemplo, bloques de hormigón). De este modo, el aire podrá circular debajo de las semillas y también sobre ellas al secarse.
    • Si secar las semillas al sol no es una opción, prueba con colocarlas en un deshidratador de alimentos. [9] Sigue las instrucciones del deshidratador para secar semillas y nueces.
  6. Si vas a usar una prensa eléctrica, sigue las instrucciones para calentarla antes de usarla. Es posible que algunas prensas tengan distintas configuraciones para prensar en caliente y frío. Si vas a usar una prensa manual, será necesario que enciendas la lámpara de calor y dejes calentar la prensa por alrededor de 10 minutos antes de usarla. [10]
    • En su mayoría, las lámparas de calor de las prensas manuales utilizan combustibles como el queroseno o el alcohol. Será necesario que enciendas la mecha con un encendedor o un fósforo.
  7. Una vez que la prensa se haya calentado, vierte las nueces o semillas preparadas en el embudo o tolva en la parte superior. Asegúrate de leer las instrucciones para determinar la cantidad de semillas o nueces que la prensa pueda manejar a la vez. [11]
    • En el caso de algunas prensas manuales, quizás sea necesario que elabores una tolva tú mismo usando una botella de agua de plástico con el extremo cortado.
  8. Cuando las nueces o semillas estén dentro de la prensa, empieza la parte divertida. Si vas a usar una prensa eléctrica, esta hará el trabajo duro por ti. En el caso de una prensa manual, será necesario que gires lentamente la manivela para alimentar las semillas al expulsor. [12]
    • Asegúrate de colocar un recipiente debajo de la máquina para atrapar el aceite a medida que salga. Si vas a usar una prensa manual, una buena opción es un frasco de conserva.
    • Asimismo, la prensa producirá una pasta de semillas, que son los residuos triturados de las semillas que hayas prensado. Si deseas, puedes guardar esta pasta para la composta o como alimento para pollos.
  9. Una vez que hayas extraído el aceite, déjalo reposar en un recipiente tapado por 24 horas completas. Es probable que observes que el aceite es turbio o tiene partículas flotantes. Al dejar reposar el aceite por un día, estas impurezas tienen tiempo de asentarse en el fondo de forma que puedas vaciar el aceite en la parte superior. [13]
    • Algunas prensas eléctricas tienen filtros incorporados. Si la prensa filtra las partículas e impurezas de las semillas, tan solo deja enfriar el aceite por unas horas antes de decantarlo.
  10. Vierte con cuidado el aceite en un recipiente de almacenamiento (por ejemplo, un frasco o una botella que tenga una tapa o corcho hermético). Ten cuidado de no dejar que ningún fragmento o impureza en el fondo del frasco fluya hacia el recipiente nuevo. Sella el recipiente y colócalo fuera de la luz solar directa en un lugar que tenga temperaturas frescas y constantes (por ejemplo, en un aparador de la cocina o en la alacena). [14]
    • Si lo almacenas correctamente, es posible que el aceite conserve su frescura por hasta 2 años siempre y cuando permanezca sellado. Algunos aceites de semillas (por ejemplo, los aceites de sésamo , avellana y nuez) se conservarán mejor si los guardas en el refrigerador. [15]
    • Si no tienes un recipiente hermético para guardar el aceite, debes consumirlo en el espacio de 2 o 3 días.
    • Si observas que el aceite tiene un olor extraño, un sabor rancio o una apariencia oscura o turbia, es posible que se haya echado a perder.
    • Desecha el aceite rancio o recíclalo (por ejemplo, puedes usarlo como aceite para lámparas o lubricante para las bisagras chirriantes o usarlo para hacer jabón). [16]
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Método 2
Método 2 de 3:

Hacer aceite de aguacate

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  1. Elige varios aguacates maduros . Busca aguacates ligeramente suaves o elásticos al tacto pero que no estén blandos. Extraerás el aceite de la pulpa del aguacate. Un aguacate producirá únicamente alrededor de 1 cucharada de aceite o un poco menos, por lo que necesitarás muchos aguacates si quieres hacer una cantidad significativa de aceite.
    • El aceite de aguacate puede usarse para muchas cosas, incluyendo el cuidado del cabello y la piel, así como también para la cocina.
  2. Con un cuchillo de cocina, corta a través de la cáscara y la pulpa del aguacate alrededor de la semilla grande en el centro. Tira con cuidado de las dos mitades del aguacate para separarlas y luego quítale la semilla y pela la cáscara.
    • Puedes ya sea quitar la semilla con una cuchara o girarla y quitarla con un cuchillo afilado de cocina. Si quieres usar un cuchillo, empuja el borde afilado del cuchillo con fuerza contra la semilla y luego gíralo 90 grados. La semilla debe salirse.
  3. Después de quitar la pulpa, machácala con un pisapatatas o un mortero y mano . Luego, coloca el aguacate en una licuadora y licúalo para formar una pasta cremosa.
    • Si no tienes una licuadora, también es posible licuar la pulpa con un mezclador de masa para pasteles.
    • Si la pulpa está demasiado firme como para licuarla con facilidad, añádele un poco de agua.
    • Si deseas, puedes incorporar un poco de aceite de coco en este momento para ayudar a que la pulpa del aguacate libere el aceite con mayor facilidad. Si usas 12 aguacates, añade alrededor de 1/3 de taza (80 ml) de aceite de coco.
  4. Coloca la pulpa licuada de aguacate en una cacerola grande al fuego más bajo posible en la estufa. En lo posible, usa una configuración de fuego lento. Cocina la pulpa a fuego lento por entre 40 y 60 minutos o bien hasta que su color cambie de verde pálido a verde oscuro o marrón.
    • Revuelve la pulpa con frecuencia mientras se cocina. De lo contrario, podría pegarse a los lados de la cacerola y quemarse.
    • Debes comenzar a ver que el aceite se separa de la pulpa y se acumula en la parte superior de la cacerola al cocinarse.
  5. Después de que el aceite se haya cocinado, viértelo en un recipiente a prueba de calor (por ejemplo, un tazón de metal o de cerámica). Coloca un paño limpio de cocina hecho de un material fino (por ejemplo, muselina o estameña) encima del tazón.
    • Exprimirás a mano el aceite de la pulpa cocida del aguacate, así que deja reposar la mezcla por varios minutos para que se enfríe.
  6. Cuando la pulpa del aguacate se haya enfriado lo suficiente como para tocarla, dale vuelta al tazón para trasladar la pulpa al paño. Junta los bordes para formar una bolsa, luego exprime la pulpa a través del paño y deja que escurra el aceite.
    • Exprime el paño sobre un tazón limpio o directamente sobre un recipiente de almacenamiento (por ejemplo, una botella o frasco de vidrio).
    • El aceite de aguacate debe tener un color verde esmeralda intenso.
  7. Coloca el aceite en un recipiente que tenga una tapa o tapón hermético y guárdalo fuera de la luz y el calor. El aceite de aguacate se conserva mejor si se guarda en el refrigerador. [17]
    • Es posible que el aceite de aguacate se torne turbio al enfriarse, pero debe volver a clarificarse cuando alcance la temperatura ambiente.
    • Si no cuentas con un recipiente hermético, consume el aceite de aguacate en el espacio de 2 o 3 días.
    • El aceite de aguacate fresco debe tener un olor sutil y a nuez. Si el aceite se ha echado a perder, adquirirá un olor rancio fuerte y un sabor desagradable.
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Método 3
Método 3 de 3:

Extraer aceite de la leche de coco

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  1. Busca cocos marrones maduros en lugar de cocos verdes, ya que los más viejos tienen una pulpa más gruesa y pueden producir una mayor cantidad de leche. 3 o 4 cocos producirán alrededor de 4 tazas (950 ml) de leche, y esto producirá aproximadamente 50 g (1,8 onzas) de aceite. [18]
    • Es posible comprar cocos enteros en muchos supermercados o bien pedirlos en línea.
  2. Rompe la cáscara dura del coco con un martillo o con la parte trasera de un cuchillo pesado de carnicero. Separa la pulpa de la cáscara con una cuchara o un cuchillo romo (por ejemplo, un cuchillo para untar).
    • Asimismo, puedes comprar cuchillos especializados para cocos diseñados para separar con facilidad la pulpa de la cáscara.
    • Para no hacer un desorden, quizás debas perforar uno de los ojos del coco y drenar el agua antes de romper la cáscara. Perfora el ojo con un cuchillo pequeño o golpetea la punta de un destornillador o una broca con un martillo.
  3. Ralla la pulpa del coco . Después de extraer la pulpa, córtala en tiras con un rallador. Ralla el coco sobre un tazón o directamente sobre un paño de muselina para recolectar los trozos con facilidad. [19]
    • Si quieres que sea más fácil rallar, puedes comprar un rallador de coco en línea o en una tienda de suministros de cocina. Algunos modelos están diseñados para rallar la pulpa directamente de la cáscara.
  4. Apila el coco rallado sobre un cuadrado de muselina y une los bordes para hacer una bolsa. Sujeta el fardo sobre un tazón y aprieta la tela con fuerza con las manos para extraer la leche. [20]
    • Puede ser de ayuda añadirles una pizca de agua caliente a los trozos de coco para que la leche fluya con mayor facilidad.
    • Si la leche tiene partículas, coloca otro trozo de muselina sobre un tazón o un frasco limpio y cuela la leche a través de la tela.
  5. Vierte la leche en una cacerola y colócala en la estufa a una configuración de fuego lento. Revisa la leche con frecuencia y revuélvela para asegurarte de que no se queme ni se pegue a la cacerola. Cocínala sin tapar hasta que adquiera un color ligeramente marrón. [21]
    • Si quieres cocinar la leche de coco al estilo indio tradicional, usa una olla de cocina de latón conocida como urli .
    • Una vez que la leche espese y adquiera un color marrón claro, retírala del fuego. Déjala reposar hasta que esté lo suficientemente fría como para manipularla.
  6. Después de que la leche de coco se haya cocinado y enfriado, debe tornarse espesa y cremosa. Viértela o colócala con una cuchara en un paño de muselina sobre un tazón o un frasco. Dobla el paño para formar una bolsa o un fardo y exprímelo para que libere el aceite dentro del tazón. [22]
    • Si deseas, puedes exprimir el aceite directamente en un recipiente de almacenamiento.
  7. Coloca el aceite de coco en un recipiente que tenga una tapa hermética (por ejemplo, una botella o un frasco de almacenamiento). Guárdalo en un lugar fresco y oscuro, como la alacena o un aparador de cocina. El aceite de coco debe permanecer en buen estado por alrededor de un año si se almacena de la forma adecuada. [23]
    • Puedes guardar el aceite de coco en el refrigerador si deseas. Sin embargo, se tornará sólido al enfriarse. Será necesario que calientes el recipiente hasta que alcance la temperatura ambiente para poder sacar el aceite con facilidad.
    • El aceite de coco que se haya echado a perder podría tener un aspecto amarillento o con trozos, y es posible que adquiera un olor y sabor amargo o agrio. Asimismo, podrían salirle manchas negras si se contamina con moho. [24]
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Consejos

  • Algunas prensas de aceite caseras pueden usarse para hacer aceite de oliva , pero por lo general es necesario deshidratar primero las aceitunas. Revisa las instrucciones del fabricante para obtener más detalles.
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Cosas que necesitarás

Usar una prensa para hacer aceites de semillas y nueces

  • prensa manual o eléctrica de aceite
  • semillas o nueces de un alto contenido de aceite
  • bandeja para secar las semillas o nueces al sol
  • frasco para recolectar el aceite
  • recipiente hermético de almacenamiento

Hacer aceite de aguacate

  • varios aguacates maduros
  • cuchillo de cocina afilado
  • pisapatatas o mortero y mano
  • licuadora o mezcladora de masa
  • aceite de coco (opcional)
  • cacerola pesada
  • paño de muselina
  • recipiente hermético de almacenamiento

Extraer aceite de la leche de coco

  • 3 o 4 cocos maduros
  • martillo o cuchillo de carnicero
  • cuchara, cuchillo de untar o cuchillo para cocos
  • rallador tradicional o rallador de coco
  • paño de muselina
  • tazón
  • cacerola o urli
  • recipiente hermético de almacenamiento

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