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Con un poco de organización y disciplina, podrás terminar todas tus tareas a tiempo, todos los días. Desarrolla un plan que divida las tareas en unidades más pequeñas y manejables.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Establecer un horario para las tareas

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  1. Determina cuánto tiempo tienes disponible para las tareas después de la escuela para cada día de la semana. [1] Por ejemplo: lunes 1 hora, martes 1 1/2 horas, miércoles 1/2 hora, etc. En los días donde tienes otras actividades planificadas, ya sea que se trate de una actividad extracurricular o de los quehaceres del hogar o de la calidad de tiempo con tu familia, tendrás menos tiempo para las tareas escolares. [2]
  2. Al final del día, si estás muy cansado y aún tienes tareas, acuéstate y pon la alarma tal vez una o dos horas antes de lo habitual. De este modo, cuando hagas las tareas, tendrás más energía y podrías completarlas más rápido. Tampoco tendrás tiempo de preocuparte por ellas después de la escuela, cuando estés cansado.
  3. Si no sientes mareos en el auto o el transporte público, intenta hacer parte de las tareas mientras estás camino a un juego de baloncesto o camino a casa de la escuela. Pero ten cuidado, ya que tu escritura puede quedar confusa e ilegible.
  4. No juegues con tus amigos y luego regreses a casa molesto porque tienes mucha tarea. Así te pondrás más gruñón y probablemente los profesores también te regañarán. No dejes que tus amigos te distraigan.
  5. Si tienes un periodo libre, no lo utilices para pasar el rato con los amigos en una pizzería local, aprovéchalo para ponerte al día con las tareas. Tendrás tiempo para reunirte con tus amigos después de la escuela o en un fin de semana. Haz de las tareas tu primera prioridad.
  6. A menos que tengas planes para el viernes después de la escuela, trata de hacer todas las tareas para el fin de semana. Será más fácil disfrutar del fin de semana sin tener que preocuparte por las tareas escolares. Lo que muchas personas hacen es no hacer sus tareas el viernes y esperar hasta el domingo por la noche para hacerlas, así que tienes todo el fin de semana (incluido el viernes) para encargarte de ellas. Ahora esto puede parecer una buena idea, pero mientras vas a una fiesta u otro evento el sábado por la noche, en lo único que pensarás es en tener que hacer las tareas la noche siguiente. Luego, el domingo, estarás cansado y no tendrás una buena actitud para hacerlas.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Crear un espacio para las tareas

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  1. Si tu ambiente está en la sala de estar con todos tus hermanos y padres alrededor, no es la mejor opción de ambiente para estudiar. Te distraerás fácilmente con tus hermanos haciéndote preguntas o con el ruido de la televisión de fondo. Una buena opción es tu propia habitación (con la puerta cerrada) o, si tienes uno, un estudio. Asegúrate de que tu familia sepa que estás hacienda tus tareas o de lo contrario, podrían entrar mientras estudias para tu examen de matemáticas de mañana. [3]
  2. Asegúrate de tener todos tus libros y material de oficina (incluidos los libros de texto) necesarios antes de salir de la escuela. Obviamente, esto es de gran ayuda porque no querrás llegar a casa y cuando estés a punto de hacer las tareas, darte cuenta de que olvidaste tu libro de texto en la escuela.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Comprender lo que necesitas hacer

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  1. Incluye los juegos, los proyectos, los ensayos y más. Será más fácil saber qué tarea tienes y los detalles. Luego, clasifica a qué horas y días tienes actividades fuera de la escuela. Anota los periodos de tiempo en los que no tienes algo planeado. Asigna un tema de tarea a ese periodo de tiempo. Así utilizarás tu tiempo libre. Si no tienes una actividad un día, también trata de hacer las tareas para los otros días para librarte de ellas. [4]
  2. No puedes planificar con eficacia tu tiempo de tareas si no sabes qué hacer con exactitud. Registra la siguiente información:
    • La asignatura o el curso en el que te han asignado el trabajo (por ejemplo: inglés, álgebra , francés o español ).
    • Debes saber lo que se espera que entregues o hagas y pregunta si no entiendes (por ejemplo, entregar un ensayo , desarrollar una presentación de PowerPoint o dar un examen).
    • Los detalles de las tareas (por ejemplo, a doble espacio o espacio simple, tinta azul o negra).
    • Números de páginas (qué páginas necesitas leer, estudiar o consultar para completar la tarea).
    • Fecha de vencimiento de la tarea.
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Hacer todas las tareas

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  1. Sé realista. Es mejor planear más tiempo que menos. Si terminas antes, puedes utilizar tu tiempo adicional para otra asignatura. Recuerda que si te queda tiempo adicional, puedes recompensarte haciendo alguna otra cosa que no sea la tarea.
  2. Esta es una política de programación dinámica óptima. Si es humanamente posible cumplir con todos los plazos, la política de la primera fecha límite más temprana funcionará. Eso significa que, si recibes una nueva tarea para el día siguiente, debes suspender todo el trabajo que vence en 2 días y trabajar en la tarea del día siguiente. Sin embargo, si no puedes cumplir con ningún plazo, los perderás de forma aleatoria con la EDF.
    • Para resolver este problema, si no puedes cumplir con todos los plazos, utiliza una política de prioridad estática y monótona. Busca el curso que deja nuevas tareas con más frecuencia y anótalo a la cabeza de la lista (haz esas tareas primero) y así de forma sucesiva. Esto es óptimo entre todas las políticas de programación de prioridad estática. En otras palabras, si cualquier esquema de prioridad estática puede cumplir con todos los plazos, el esquema de prioridad estática y monótona también cumplirá con todos los plazos. Cuando el esquema de prioridad estática no cumple con los plazos, es determinista: se omitirán las tareas de clase de menor prioridad, lo que resulta predecible cuando estás sobrecargado. Si ciertas tareas tienen la misma fecha de vencimiento, empieza con las más difíciles o que te tomarán más tiempo.
  3. Mira tus tareas y considera cuánto tiempo necesitas dedicar a cada una. Busca tiempo en tu horario de tareas para hacerlas, de preferencia un día antes.
    • Si tienes un trabajo en inglés de cinco páginas que debes entregar el viernes, distribuye de manera uniforme la cantidad total de horas que crees que te tomará completar el trabajo entre cada día.
  4. Esto evitará que te sientas muy abrumado y frustrado durante los periodos largos de tiempo de tarea y te ayudará a mantener la mente enfocada. Un descanso de 10 minutos por cada hora de tarea hecha es una buena regla. Aprovecha este tiempo para estirarte, lavarte el rostro, caminar alrededor de la cuadra, descargar el lavavajillas por tus padres, buscar algo de beber o hacer cualquier cosa que no te tiente a retrasar tu regreso a la tarea. No extiendas el tiempo que tomas para recargarte de energías (como tomar tu jugo) y no empieces con actividades que se relacionan con tonterías.
  5. Una vez que hayas establecido tu horario, síguelo o de lo contrario toda la planificación del mundo no servirá de nada. Tus planes serán inútiles si no trabajas.
  6. No pases los primeros 20 minutos en casa quejándote de las tareas, ya que podrías haber dedicado ese tiempo a hacer alguna tarea. No tiene sentido quejarse, puesto que de todos modos tendrás que hacerlas. [5]
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Consejos

  • Al momento de establecer tu horario, no olvides anotar el tiempo que no puedes hacer las tareas, como cuando estás practicando algún deporte o cuidando niños.
  • Si notas que no tienes suficiente tiempo para hacer todas las tareas, busca más tiempo que puedas dedicarles reemplazando otras actividades regulares. Por ejemplo, en vez de pasar una hora charlando en la computadora con tus amigos, limítate estrictamente a veinte minutos. Sin embargo, si sigues teniendo problemas incluso después de haber dedicado cada minuto disponible a las tareas, habla con tus padres o maestro al respecto.
  • No hagas otras cosas mientras haces las tareas o te distraerás. Primero complétalas y luego podrás jugar.
  • Seguir tu horario es importante.
  • Pon música relajante y haz las tareas.
  • Mantenlo simple. Pon todas las tareas en una pila y mantén los demás útiles delante de ti. La tarea que ves en la parte superior es la primera que harás. Cada vez que termines una tarea, guárdala en la mochila para no olvidarla.
  • Evita las distracciones como la televisión, los videojuegos, las conversaciones telefónicas o navegar por Internet. Debes dedicar por completo tu horario a hacer las tareas. Eso significa apagar todos los dispositivos electrónicos, excepto la lámpara , el reloj y la luz de la habitación y si es necesario, la computadora. Incluso podría ser buena idea apagar tu celular.
  • Si notas que tus energías bajan rápidamente, haz primero la tarea más difícil, cuando tus niveles de energía sean más altos. Una vez hecho esto, todo lo demás se sentirá como si fuera cuesta abajo.
  • Si no te importa gastar dinero, compra un planificador de tareas. Esto significa que puedes escribir la tarea que recibas y su fecha de vencimiento en un espacio ya organizado. Esta es una excelente idea para las personas que no suelen ser tan organizadas.
  • Sigue la técnica Pomodoro mientras haces las tareas. Utiliza una lista de tareas para anotar todas las tareas escolares y otros deberes para el día.
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