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Mantener la comida caliente que hayas calentado en la mañana y empacado en una lonchera puede representar algunos retos. Si quieres que tu almuerzo empacado se mantenga caliente, es necesario que uses un termo, aunque te resultará útil saber la forma adecuada de utilizarlo. Además, haya algunos trucos para mantener alimentos calientes y fríos en la misma lonchera. Si continúas teniendo problemas al respecto o simplemente quieres determinar por cuánto tiempo el termo mantendrá tu comida caliente, también puedes realizarle una prueba sencilla.

Método 1
Método 1 de 3:

Usar un termo

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  1. Deja que el termo repose con el agua hirviendo durante 10 minutos para permitir que el envase se caliente. [1] [2] Este tratamiento de precalentamiento permitirá que la comida que coloques en el termo se mantenga caliente hasta la hora del almuerzo.
    • Luego de 10 minutos, retira el agua.
  2. [3] Calienta la comida en el horno microondas o sobre la estufa de manera que alcance el punto de ebullición de 100 °C (200 °F). De esa forma, te asegurarás de que esté lo suficientemente caliente para comerla a la hora del almuerzo. [4]
    • Recuerda que consumirás la comida varias horas después y no en ese momento. Por lo tanto, es normal que la calientes bien para que puedas comerla inmediatamente.
  3. Ciérralo inmediatamente después de colocar la comida dentro de él para encerrar el calor. Asegúrate de que el termo tenga un sello hermético para evitar que el calor se escape. [5] [6]
    • Si la comida del termo es para tu hijo, enséñale a pedir ayuda para abrirlo a la hora del almuerzo. No lo selles ligeramente o él podría abrirlo por su cuenta.
  4. Mantén el termo bien cerrado hasta que estés listo para comer. Si lo abres antes de la hora del almuerzo para verificar la temperatura, se escapará un poco del calor y probablemente la comida se enfríe para cuando debas comerla. [7]
    • Si vas a enviar el almuerzo en el termo para tu hijo, asegúrate de decirle que lo mantenga bien cerrado hasta la hora del almuerzo.
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Método 2
Método 2 de 3:

Empacar alimentos calientes y fríos juntos

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  1. Para asegurarte de que la comida caliente y la comida fría conserven su temperatura, asegúrate de empacar todo el almuerzo en una lonchera con aislamiento. [8] [9]
    • No uses bolsas de papel marrón. Estas bolsas no proporcionarán ningún aislamiento para la comida que empaques en ellas, lo cual significa que quizá ya no esté fría o caliente para la hora del almuerzo.
  2. De este modo, te asegurarás de que permanezca caliente. Este procedimiento proporcionará una capa adicional de protección contra el frío proveniente de los alimentos fríos de la lonchera. Coloca una toalla de papel o una servilleta alrededor del termo. [10]
    • Probablemente, debas usar una banda elástica para mantener la toalla o la servilleta en su lugar.
  3. Sepáralos como mejor puedas. Coloca el termo en un lado de la lonchera y cualquier alimento frío en otro lado. También separa los alimentos con temperatura neutral, como las servilletas o los utensilios. [11]
    • Si el almuerzo es para tu hijo, enséñale a dejar los alimentos empacados como estén o la comida caliente podría enfriarse.
  4. Si la lonchera con aislamiento tiene un separador, puedes usarlo para separar los alimentos calientes de los fríos. Colócalo entre los alimentos calientes y los fríos y, luego, sella la lonchera. [12]
    • Si no tienes un separador, puedes cortar un pedazo de cartón de manera que encaje en la lonchera.
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Método 3
Método 3 de 3:

Poner a prueba la retención del calor del termo

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  1. Recuerda que debes calentarla a un punto de ebullición de 100 °C (200 °F). También puedes calentar un poco de agua para hacer esta prueba. [13]
    • Calienta la comida o el agua en el horno microondas o en una sartén sobre la estufa hasta que el líquido hierva.
    • Si tienes un termómetro para alimentos, también puedes usarlo para medir la temperatura y asegurarte de que esté a punto de ebullición.
  2. Luego, transfiere la comida o el agua al termo precalentado. Después de colocar la comida caliente en el termo, séllalo bien. [14]
    • Recuerda que siempre debes precalentar el termo llenándolo con agua hirviendo y dejando que repose aproximadamente durante 10 minutos. Cuando haya pasado ese tiempo, desecha el agua y coloca inmediatamente la comida caliente o el agua.
  3. Anota la hora en la que colocaste la comida o el agua en el termo para hacer la prueba. Luego, considera cuánto tiempo pasará desde que termines de empacar la comida hasta que tú o tu hijo puedan comerla en la hora de almuerzo. [15]
    • Por ejemplo, si normalmente empacas el almuerzo a las 7:30 a. m. y lo comes a las 12:30 p. m., deberás esperar cinco horas para determinar si el termo es efectivo.
  4. Después de esperar durante la cantidad de tiempo en la que tu comida normalmente permanecería en el termo, ábrelo y verifica la temperatura. [16]
    • Si la comida todavía está caliente, significa que tienes un buen termo que mantendrá la temperatura de los alimentos hasta la hora del almuerzo. Si está fría, probablemente debas buscar otro termo o hacerle otra prueba y calentar la comida o el líquido a una temperatura más alta.
    • Si tienes un termómetro para alimentos, quizá debas verificar la temperatura de la comida para asegurarte de que esté cerca del rango seguro de 60 °C (140 °F). Si su temperatura es uno o dos grados menor, no hay nada de qué preocuparse. Sin embargo, si es demasiado baja, como de 40 °C (100 °F), probablemente no sea seguro comerla.
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