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Si tu perra no está esterilizada y se ha apareado con un macho no castrado, es muy probable que esté preñada. Sin embargo, no todo apareamiento causará un embarazo, sobre todo si el acto ha ocurrido en un momento en el que tu perra no estaba ovulando. Por lo tanto, si ha estado con un perro, ¿cómo puedes determinar si este la ha preñado? Aquí te diremos cómo determinar si tu perra podría estar en celo o preñada.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Determinar si tu perra está en celo

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  1. Si la has tenido desde que era una cachorra, sabrás si está esterilizada (si le han extraído el útero) o no. No obstante, si la has conseguido cuando era adulta a través de un centro de rescate, quizás no lo sepas con certeza. Una perra no esterilizada entrará en celo dos veces al año; por lo tanto, si la has tenido por más de nueve meses y no ha tenido uno, esto aumentará la probabilidad de que esté esterilizada. [1]
    • La duración del celo, o estro, dependerá de cada perra, pero esta suele ser 18 meses en promedio. Las perras suelen tener su primer celo entre los 6 y los 24 meses de edad. [2]
    • Revisa los siguientes pasos para identificar los signos del celo.
  2. Cuando tu perra esté en celo, podrás observar cambios en su área vaginal, como los siguientes:
    • Vulva hinchada y agrandada: la hinchazón en el área externa de la vagina suele durar alrededor de 4 semanas, desde poco antes de que el celo empiece, hasta poco después de que termine.
    • Secreción vaginal: en los primeros 7 a 10 días de celo, tu perra podría presentar sangre. Es de utilidad que coloques una sábana blanca en su cama e identifiques los signos de las manchas de sangre. Si tu perra es meticulosa, podría dedicar mucho tiempo a limpiarse la vulva, de modo que la descarga no sea evidente. Esta secreción se vuelve más escasa a la mitad de los siete días de la temporada (el cual es el momento en el que ovula y es más probable que quede preñada), y regresa para los últimos 7 a 10 días del celo. [3]
  3. Cuando tu perra esté en celo, experimentará un cambio hormonal importante que por lo general cambiará su comportamiento. La manera exacta en la que cambie dependerá de su personalidad. Si suele ser tranquila, se volverá irritable y malhumorada; por otro lado, si adora su hogar, de un momento a otro podría desear escapar y salir a deambular.
    • Fuera de estos cambios, tu perra deberá estar bien. Comunícate con un veterinario si carece de energía, pierde el apetito, vomita o bebe mucha agua. Otras afecciones en el útero como la piometra (pus en el útero) pueden parecerse al celo en casos poco comunes, y podrían ser mortales si no se tratan. [4]
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Considerar si el embarazo es una posibilidad

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  1. Evidentemente, se requerirá de un macho para que tu perra quede preñada. Recuerda si se ha apareado con un perro o si es posible que se haya escapado y haya encontrado uno con el cual aparearse.
  2. Los perros castrados pueden aparearse con una hembra, pero no pueden producir esperma para preñarla. No obstante, los perros no castrados sí pueden preñar a una hembra. Si es posible, comunícate con los dueños del perro para que lo confirmen.
    • La excepción es un perro que haya sido castrado hace poco, a menos de 4 semanas antes del apareamiento. Hay un supuesto riesgo de que tenga esperma retenido en sus conductos, el cual eyaculará durante el apareamiento. El riesgo es pequeño, pero no se puede descartar por completo. [5]
  3. Esto podrá brindarte información vital para determinar si es posible que tu perra esté preñada. Si el apareamiento ha ocurrido hace tres meses, no puede estar preñada. Esto se debe a que la gestación promedio (la duración del embarazo) es de 62 a 65 días (con un rango de 57 a 72 días). Si hubiera quedado preñada en dicho momento, ya habría dado a luz a los 90 días. [6]
  4. Esto puede ayudar al veterinario a decidir cuál es el mejor examen para detectar el embarazo. Los métodos para el diagnóstico del embarazo se basan en detectar los cambios hormonales o físicos, o detectar los embriones en el útero. La prueba que tenga la mayor probabilidad de dar una respuesta definitiva dependerá de la cantidad de días que hayan pasado desde el apareamiento.
    • Si una perra se ha apareado y el celo aún no ha terminado, será muy pronto para saber si está preñada. [7]
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Identificar los signos tempranos del embarazo

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  1. Muchos dueños indican que la personalidad de sus perras cambia durante el embarazo. Estas lucen más somnolientas y aletargadas, y empiezan a crear su nido. No obstante, estos también son signos asociados con el pseudoembarazo, o falso embarazo, en el que la perra se comporta como si estuviera preñada cuando en realidad no lo está. Algunas perras con un falso embarazo incluso pueden empezar a producir leche, por lo que las glándulas mamarias agrandadas no son evidencia concluyente del embarazo. [8]
  2. Uno de los signos más confiables del embarazo es si la perra experimenta un agrandamiento de las tetillas. Estas se agrandarán y, por lo general, desarrollarán un tono rosado.
    • Una perra preñada no producirá leche hasta casi el final de la gestación (o a veces solo después de que los cachorros nazcan).
    • Ten en cuenta que de todos modos tendrás que hacer que evalúen a la perra para confirmar el embarazo. Las tetillas rosadas prominentes aproximadamente a las cuatro semanas luego del apareamiento son una pista muy posible (pero no concluyente) de un embarazo. [9]
  3. Al igual que con las mujeres embarazadas, un centro ensanchado es una señal sólida, pero que debe interpretarse con cautela. En una perra saludable y en buen estado físico, la silueta de su cuerpo podría no mostrar cambios evidentes hasta los 50 a 55 días de embarazo, cuando el útero está lo suficientemente agrandado como para llenar el vientre.
    • La perra no necesitará calorías adicionales hasta el tercio final del embarazo (después de aproximadamente 40 días). Esto significa que si le das más comida en una etapa temprana del supuesto embarazo, es probable que suba de peso, pero será grasa y no necesariamente cachorros. [10]
  4. Si tu perra hace esfuerzo durante el embarazo, necesitará ayuda. Sin embargo, también existe la probabilidad de que no esté preñada, sino que tenga una afección que se asemeje al embarazo, incluido un falso embarazo y piometra. Un falso embarazo (por lo general causado por un desequilibrio hormonal luego del celo) [11] no es mortal, pero la piometra sí. Esta última ocurre cuando el útero se llena de pus, lo que genera una intoxicación de la sangre, insuficiencia orgánica y, si no se trata, la muerte.
    • Los síntomas de la piometra pueden asemejarse a los del embarazo, ya que el vientre de la perra podría agrandarse y esta carecerá de energía. No obstante, también es probable que pierda el apetito y tenga más sed. Si estos síntomas están presentes, llama al veterinario de inmediato. [12]
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Detectar el embarazo en el consultorio del veterinario

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  1. Durante este examen, el veterinario tocará el vientre de la perra para detectar la presencia de cachorros. La fecha más temprana en la que sea probable que este examen tenga éxito es al menos a los 21 días luego del apareamiento. En esta etapa temprana, el veterinario tratará de identificar un útero agrandado y grueso, en lugar de cachorros (los cuales serán como gotas pequeñas de gelatina en este punto).
    • El mejor momento para realizar una palpación abdominal es el día 28. Esto se debe a que los cachorros estarán lo suficientemente grandes como para formar una “protuberancia” en el útero, tal como las cuentas en un collar.
    • Al día 35, cada cachorro estará rodeado de su propia cápsula de líquido y el veterinario sentirá algo similar a una tira de salchichas de líquido. [13]
  2. Ten en cuenta que, a los 28 días, cada hinchazón en los cachorros medirá como máximo 25 mm (1 pulgada) de diámetro, lo que generará dificultad para diferenciar los embriones en el útero de la comida o las heces en los intestinos. Además, si tu perra está nerviosa y tensa la pared del vientre, puede ser imposible sentir algo, ya que sería como tratar de ver a través de una ventana que han pintado. Asimismo, un solo cachorro podría pasarse por alto con facilidad o confundirse con otra estructura, como la vejiga, un riñón o incluso heces en el intestino.
    • No te sientas frustrado con el veterinario cuando sugiera realizar una prueba de embarazo, ya que la palpación abdominal puede ser inconcluyente. [14]
  3. Los análisis de sangre buscan niveles elevados de la progesterona, la cual es la hormona del embarazo. Para ser confiable, esta prueba debe realizarse luego del día 28. Si se hace antes, es posible que obtengas un falso positivo como resultado, ya que los niveles elevados podrían deberse al deterioro retrasado de la hormona presente durante la ovulación. Sin embargo, después del día 28, los niveles elevados de progesterona confirmarán el embarazo. [15]
  4. Los ultrasonidos son una manera popular de confirmar el embarazo, ya que si los realiza un técnico habilidoso, se podrán detectar los cambios pequeños en el útero incluso a los 18 días. La otra ventaja es que el técnico podría darte una idea de cuántos cachorros hay en la camada, la cual es información útil para el nacimiento o el parto.
    • Las unidades de placenta pueden ser visibles a partir del día 18, y los latidos cardiacos de los fetos serán perceptibles a partir del día 28. [16]
    • Ten en cuenta que el ultrasonido es un procedimiento no invasivo que se realiza mientras la perra está inconsciente. El equipo de ultrasonido envía ondas sonoras de alta frecuencia hacia el útero de la perra, las cuales crearán “ecos” que se convertirán en imágenes. Este se considera un procedimiento seguro. Tendrás que cortar el pelo en el abdomen de la perra para que la sonda pueda hacer un contacto adecuado con la piel. [17]
  5. Estas se han reemplazado con el ultrasonido para detectar el embarazo en las perras. Dado que solo son útiles cuando el esqueleto del feto se ha calcificado (lo que ocurre después del día 49), el diagnóstico se realiza relativamente tarde en el embarazo. Si bien el riesgo de irradiar a los cachorros en el útero es poco probable, como medida de seguridad, es probable que la perra deba sedarse, ya que las regulaciones de salud y seguridad actuales para los operadores de equipo para radiografía indican que no pueden estar en la habitación cuando se realice la exposición. Dado que muchas perras (en especial las preñadas con muchos cachorros) no se sienten cómodas quedándose quietas y es probable que se levanten al dejarlas, la única opción será sedarlas.
    • Es mejor no sedar a una perra preñada, debido al riesgo de una disminución en la presión sanguínea hacia los cachorros en el útero. Por estos motivos, se ha dejado de usar las radiografías para diagnosticar el embarazo en las perras. [18]
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Consejos

  • ¡Este artículo no tiene la finalidad de reemplazar los consejos de un veterinario experto!
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Referencias

  1. Reproduction in the Dog and Cat. I. J. Christiansen. Editorial: Bailliere Tindall.
  2. https://www.aspca.org/pet-care/dog-care/estrus-or-heat
  3. Reproduction in the Dog and Cat. I. J. Christiansen. Editorial: Bailliere Tindall.
  4. Reproduction in the Dog and Cat. I. J. Christiansen. Editorial: Bailliere Tindall.
  5. Small Animal Surgery. Fossum. Editorial: Mosby. Cuarta edición.
  6. Small Animal Surgery. Fossum. Editorial: Mosby. Cuarta edición.
  7. Reproduction in the Dog and Cat. I. J. Christiansen. Editorial: Bailliere Tindall.
  8. Reproduction in the Dog and Cat. I. J. Christiansen. Editorial: Bailliere Tindall.
  9. Reproduction in the Dog and Cat. I. J. Christiansen. Editorial: Bailliere Tindall.
  1. Reproduction in the Dog and Cat. I. J. Christiansen. Editorial: Bailliere Tindall.
  2. http://www.petmd.com/dog/conditions/reproductive/c_dg_false_pregnancy
  3. Small Animal Internal Medicine. Nelson and Couto. Editorial: Mosby.
  4. Reproduction in the Dog and Cat. I. J. Christiansen. Editorial: Bailliere Tindall.
  5. Reproduction in the Dog and Cat. I. J. Christiansen. Editorial: Bailliere Tindall.
  6. Reproduction in the Dog and Cat. I. J. Christiansen. Editorial: Bailliere Tindall.
  7. "The Use of Ultrasonography for Pregnancy Diagnosis in the Female dog." Shille & Gontarek. JAVMA 187, p 1021-1025.
  8. http://www.vcahospitals.com/main/pet-health-information/article/animal-health/ultrasound-examination-in-dogs/730
  9. Reproduction in the Dog and Cat. I. J. Christiansen. Editorial: Bailliere Tindall.

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