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La reproducción de los faisanes es significativamente más difícil en comparación con la de la mayoría de las aves domésticas, ya que, en muchos casos, las hembras se niegan a incubar o a criar a sus polluelos en un entorno doméstico. Incluso los huevos que se incuban a máquina suelen romper el cascarón a un índice de menos del 50 %. Sin embargo, si tienes la información y las herramientas adecuadas, con seguridad podrás criar faisanes siempre y cuando tengas cuidado de que no sea una iniciativa en la que inviertas toda tu granja familiar.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Reproducir faisanes

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  1. En el hemisferio norte, estas aves se reproducen entre la primavera y el verano y suelen empezar en marzo. Por tanto, debes averiguar cuál es la fecha de inicio precisa para la especie específica de faisán que tengas. Si quieres obtener mejores resultados, los faisanes deben estar dentro de su redil de reproducción aproximadamente un mes antes del inicio de la temporada. [1]
  2. Los faisanes se desarrollan bien en entornos grandes que les proporcionen una gran cantidad de matorrales que los cubran. Lo mejor es optar por un espacio de forma irregular en lugar de uno rectangular o circular. De esta forma, las hembras que estén anidando tendrán más recovecos y rincones. Estos factores son importantes incluso si tu única preocupación es la producción de huevos, pero lo son aún más si tienes la intención de que la madre los incube. [2]
    • En un entorno ideal, debe haber árboles completamente crecidos y arbustos. Si esto no es posible, debes proporcionarles a los faisanes montones de tallos de maíz u otro tipo de matorrales que les permitan esconderse y les brinden varios lugares para anidar. [3]
  3. Por lo general, en los rediles de reproducción, la proporción suele ser de siete a ocho hembras por cada macho. [4] Si reduces esta proporción, esto podría ser peligroso, ya que, durante la temporada de reproducción, los machos tienden a pelearse. Puedes dividir el redil en varios grupos de reproducción si el espacio te lo permite, ya que esto reducirá la posibilidad de violencia y de que los huevos se rompan.
    • En caso de que muera uno de los machos o de que tengas que retirarlo del redil durante la temporada de reproducción, no debes tratar de reemplazarlo, ya que los demás machos podrían matarlo.
  4. Para producir huevos fuertes, todas las aves ponedoras necesitan alguna fuente de calcio. Puedes encontrar opciones como concha de ostra y gravilla de caliza en tiendas que vendan suministros para granjas. No es necesario que les proporciones una cantidad exacta, ya que, si les proporcionas a los faisanes una fuente de calcio suficiente, ellos podrán administrar sus propios niveles. [5]
  5. En el caso de que dirijas una granja comercial, es recomendable instalar luces artificiales, ya que esto incrementará la producción de huevos. Estas luces deben programarse con un temporizador automático de forma que produzcan días que duren 15 horas. Enciende estas luces al ponerse el sol, ya que los faisanes podrían sobresaltarse si se les proporciona una iluminación repentina antes del amanecer.
  6. Puedes incubar los huevos de tres formas:
    • Mediante incubadoras : estas máquinas son las que suelen usarse en las operaciones comerciales. Esto se debe a su capacidad para incubar una mayor cantidad de huevos al mismo tiempo. [6] Asimismo, te permiten controlar el entorno de una forma más precisa. De este modo, el porcentaje de huevos que rompan el cascarón podría incrementar en gran medida (por lo menos con un poco de práctica).
    • Mediante faisanes hembras : esta opción es más barata y, si eres un criador aficionado cuya intención es observar el comportamiento de los faisanes, también podría ser más divertida. Sin embargo, como se menciona más adelante, para esta opción necesitas una gran cantidad de espacio y vegetación. Asimismo, ten en cuenta que la incubación hace que las hembras dejen de producir huevos. Por tanto, este método produce una menor cantidad de huevos fertilizados que el método de la incubación.
    • Mediante hembras de otras especies: algunas especies de faisanes o hembras individuales no podrán incubar por completo los huevos, aunque las condiciones sean buenas. En estos casos, puedes emplear aves de corral domésticas para incubar los huevos. Sin embargo, esto conlleva el riesgo de que estas aves transmitan enfermedades o de que su cuidado maternal no sea bueno después de que los huevos rompan el cascarón.
    • Nota : una opción eficiente para lidiar con esto es permitiendo que el faisán hembra incube durante 7 a 10 días, luego de lo cual traslades los huevos a una incubadora. Luego, puedes permitir que la hembra tenga una segunda puesta que pueda criar por su cuenta. [7]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Usar una incubadora para que los huevos rompan el cascarón

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  1. Puedes encontrar una amplia variedad a tu disposición cuyos precios oscilan entre los $100 y los varios miles de dólares. El modelo que debas elegir excede al ámbito de este artículo, pero puedes usar las siguientes pautas para ayudarte en tu decisión:
    • Las incubadoras de ventilación forzada tienen un mejor sistema de ventilación, además de que su manejo suele ser más fácil. Sin embargo, según ciertos estudios, en el caso de los huevos de faisán, se han obtenido mejores resultados con las incubadoras de ventilación estática, las cuales son más laboriosas.
    • Antes de comprar la incubadora, en lo posible, debes leer el manual, ya que, si la instalas de la forma incorrecta o en un entorno inapropiado, podría sobrecalentarse.
  2. Repasa los conceptos básicos de las incubadoras . Lee esta guía detallada sobre el proceso general de incubación en caso de que nunca antes hayas incubado huevos. En esta guía, también encontrarás información importante sobre la instalación y la higiene, la cual debes tener en cuenta antes de poder empezar. Consulta esta guía si quieres obtener información específica sobre la incubación de los faisanes.
    • Empieza el proceso por lo menos una semana antes de colocar los huevos, ya que esto permitirá que la incubadora se mantenga encendida el tiempo suficiente como para que alcance una temperatura y humedad constantes. [8]
  3. Debes recolectar los huevos todas las mañanas en caso de que las hembras no estén sentadas sobre ellos. Quizás también debas hacerlo más tarde ese mismo día. Si los huevos se dejan a la intemperie, quedarán expuestos a los depredadores, así como también a los daños debido al calor. [9]
  4. Si la incubadora aún no está lista, guarda los huevos en una bandeja llena de arena limpia, posicionándolos de forma que el extremo en punta quede inclinado hacia abajo en un ángulo de 45 grados. Todos los días, mide la humedad y la temperatura del área, asegurándote de que la temperatura se mantenga lo más cerca posible de los 13 °C (55 °F) y de que la humedad relativa se mantenga en un rango de entre 65 y 70 %. Si la temperatura varía en apenas 3 °C (5 °F), esto podría hacer que hasta un 10 % adicional de los huevos resulten inviables. [10]
    • Una vez al día, rota cada uno de los huevos. Con un lápiz o un marcador, dibuja una “X” y una “O” cada una en un lado opuesto del huevo para que puedas monitorear bien estas rotaciones.
    • Apenas puedas, pasa al proceso de incubación. Siempre debes hacerlo en el espacio de 11 días después de recolectar los huevos.
  5. Examina los huevos a trasluz (opcional) . Puedes usar una luz brillante para determinar si hay señales ya sea de que el huevo está desarrollándose bien o de que es inviable. En caso de que tengas poco espacio en la incubadora, puedes hacer esta prueba para saber cuáles son los huevos que puedes descartar. Luego, coloca los huevos restantes en la incubadora.
    • Evita exponer los huevos a la luz durante mucho tiempo. El calor proveniente de ella podría dañarlos. [11]
    • Durante la incubación de los huevos, puedes realizar esta prueba periódicamente. Sin embargo, debes tratar de manipularlos lo menos posible.
  6. Una incubadora de ventilación forzada para huevos de faisán debe mantenerse a una temperatura lo más cerca posible de los 38 °C (100 °F). En el caso de las incubadoras de ventilación estática, estas deben mantenerse a entre 38,9 y 39,4 °C (102 a 103 °F). Para revisar la temperatura, coloca el termómetro a 1 cm (media pulgada) por encima de la parte superior de los huevos. Hazlo diariamente. [12]
    • Para que los huevos se desarrollen bien, es esencial que estén a la temperatura correcta. Por tanto, coloca un termómetro maestro (es decir, un termómetro cuya precisión sea de 0,1 °C o 0,18 °F) en un lugar fresco donde no vaya a sacudirse. Debes comparar tu termómetro diario con el termómetro maestro por lo menos una vez al año y, si el termómetro diario no tiene una precisión de 0,5 °C (0,9 °F), debes reemplazarlo. [13]
    • En los días calurosos, o en caso de que la ventilación dentro de la habitación no sea suficiente, es fácil que una incubadora se sobrecaliente. Si es una emergencia y no es factible colocar la incubadora a la temperatura correcta, es más seguro dejarla unas horas a una temperatura baja (32 °C o 90 °F) que a una temperatura alta (41 °C o 105 °F). [14] )
  7. Debes hacerlo a mano por lo menos tres veces al día en caso de que la máquina de por sí no lo haga automáticamente. De preferencia, trata de hacerlo entre 5 y 7 veces al día. [15] Para poder asegurarte de que la rotación sea de 180 grados, usa un lápiz o un marcador para hacer una X y una O cada una en un lado opuesto de cada huevo.
    • Rota los huevos una cantidad impar de veces al día. De esta forma, cada noche, un lado diferente quedará expuesto. [16]
  8. Prueba la humedad todos los días con un termómetro de bulbo húmedo . Según la mayoría de los fabricantes de incubadoras, la humedad relativa recomendada es del 55 %. Esto equivale a una temperatura de 29 °C (85 °F) según un termómetro de bulbo húmedo y una temperatura del aire de 38 °C (100 °F). [17] En caso de que el aire tenga una temperatura diferente, consulta un cuadro psicométrico en donde puedas encontrar cuál es la temperatura según un termómetro de bulbo húmedo que corresponda a una humedad relativa del 55 %.
    • Si la humedad está al nivel incorrecto, esto podría ocasionar que los huevos tengan problemas serios de desarrollo. Si bien el efecto que causa la humedad incorrecta no es tan inmediato como los que causan los errores en la temperatura o en la rotación de los huevos, nunca debes permitir que la humedad difiera en más de un 10 % de los niveles recomendados durante más de uno o dos días. [18]
    • Mantén las bandejas de humedad de la incubadora llenas de agua tibia para que la humedad incremente. Asimismo, en el caso de muchas incubadoras, estas poseen controles automáticos que les permiten ajustar la humedad.
    • Si el nivel de humedad es correcto, el huevo debería perder peso a un ritmo constante hasta que, para cuando rompa el cascarón, su peso sea de alrededor del 85 % de su peso original. Si quieres ser más preciso, puedes pesar con regularidad el huevo y elaborar un cuadro sobre su progreso. En caso de que parezca que va a perder mucho o muy poco peso, debes consultarlo con un experto o revisar una guía detallada de incubación para obtener información sobre cómo ajustar la humedad. [19]
  9. Las incubadoras de ventilación forzada se ventilan por su cuenta. Por otro lado, las incubadoras de ventilación estática tienen apenas unos agujeros pequeños, por lo que debes colocarlas en una habitación bien ventilada. Para obtener instrucciones sobre cómo ajustar la ventilación, consulta el manual de tu incubadora particular, ya que cada modelo difiere en gran medida. [20]
    • Si bien puedes ajustar la ventilación de forma que cambie la humedad, este no es el único fin de las modificaciones en la ventilación. Por tanto, evita reducirla demasiado para incrementar la humedad. Si lo haces, esto podría reducir el suministro de oxígeno para los polluelos.
  10. Los huevos de las especies de "faisanes verdaderos" (también conocidas como faisanes típicos) suelen romper el cascarón después de aproximadamente 24 o 25 días de incubación. Este periodo puede oscilar entre los 20 y los 29 días en el caso de otras especies. Por tanto, debes averiguar el periodo específico para tu especie en particular de forma que puedas saber qué esperar. [21]
  11. Haz los siguientes ajustes aproximadamente tres días antes de cuando se espere que los huevos rompan el cascarón:
    • Trasládalos a una máquina nacedora (opcional). Esta máquina es, en esencia, una incubadora simple que no posee mecanismos para rotar los huevos, ya que, durante las últimas etapas, no es necesario hacerlo. Asimismo, los polluelos que acaben de salir del cascarón podrían quedarse atascados en estas partes móviles. Por último, debido a que los polluelos también pueden transmitir enfermedades, deberás desinfectar nuevamente la incubadora para que los polluelos puedan continuar allí. [22]
    • Incrementa la humedad relativa al 65 %. [23] De esta forma, la membrana del huevo se suavizará y los polluelos podrán abrirse paso a través de ella. También puedes colgar arpillera húmeda o instalar atomizadores automáticos si es necesario para incrementar la humedad.
    • Incrementa la ventilación. Durante este periodo, abre más las rejillas de ventilación en lugar de tratar de incrementar la humedad manteniéndolas más cerradas. [24]
  12. En la próxima sección, encontrarás información básica sobre la disposición de los rediles. Sin embargo, debido a que este artículo no profundizará en mayor medida sobre el tema más general del cuidado de los polluelos, puedes encontrar excelentes recursos en línea o que puedas obtener por correo mediante asociaciones locales de cría y extensiones de universidades locales.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Usar hembras incubadoras para que los huevos rompan el cascarón

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  1. En la sección anterior sobre la reproducción, se mencionó que los faisanes necesitan bastante espacio, recovecos ocultos y vegetación y, aun así, muchas especies son notorias por negarse a incubar. Por tanto, debes revisar a las hembras todos los días para ver si alguna de ellas está clueca y, si es así, puedes dejar que ellas mismas incuben los huevos.
    • En caso de que los faisanes no quieran incubar, puedes dejar esta labor a cargo de otras especies de aves de corral. Sin embargo, no pruebes este método sin antes hablar con un criador o un veterinario local, ya que cada especie y región tiene sus propias especificaciones en cuanto al potencial para transmitir enfermedades.
  2. Es posible que los machos se tornen agresivos o destruyan los huevos si las hembras no tienen suficiente espacio como para esconderse de ellos, y este riesgo incrementa aún más después de que los polluelos salen del cascarón. Por tanto, puedes considerar la posibilidad de retirar a los machos del redil cuando las hembras empiecen a incubar.
    • Puede darse el caso que el macho ayude a la hembra a incubar. Si eres un criador aficionado y el resultado de esta iniciativa no es tan importante para ti, puedes intentar dejar al macho dentro del redil durante la primera temporada para ver cómo le va.
  3. Debido a que los polluelos recién salidos del cascarón no pueden volar, podrían morir si la trampilla (es decir, la entrada a la zona de las perchas) es demasiado alta. Si instalas una rampa, el polluelo podrá subir y bajar siguiendo a su madre. Lo más recomendable son las rampas de arena, ya que las rampas sólidas suelen tener grietas en las cuales los polluelos pueden quedarse atascados o perderse. [25]
    • También debe haber rampas entre cualquier "escalón" que haya dentro del redil.
  4. Incluso las masas de agua más pequeñas podrían suponer un peligro de muerte por inmersión para los polluelos. Por tanto, debes drenarlas o rodearlas con barreras que los polluelos no puedan atravesar. [26]
  5. Si tienes aves en rediles adyacentes, estas podrían atrapar a los polluelos a través de la red. Por tanto, si tienes dos rediles adyacentes que compartan una misma pared, coloca una barrera sólida en la parte que quede junto al suelo.
    • Asimismo, debes asegurarte de que la red que utilices sea lo suficientemente fina como para que los polluelos no puedan introducirse por los agujeros.
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Consejos

  • Los huevos son vulnerables a diversos problemas de desarrollo. Un veterinario o criador podría determinar la causa de cualquier problema con los polluelos que recién hayan salido del cascarón. [27]
  • Muchos faisanes pueden reproducirse con otras especies de faisanes, y, en algunos casos, también con pollos y otras aves de corral. Por tanto, antes de colocar a aves de diferentes especies en un mismo redil, investígalas bien, ya que, si dos especies se aparean accidentalmente, esto podría producir crías estériles o que posean rasgos no deseados.
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Advertencias

  • Lávate las manos antes y después de manipular los huevos y los polluelos.
  • Para evitar que los faisanes salgan volando del redil, cúbrelo con una malla.
  • Puedes ayudar a los polluelos a salir del cascarón. Sin embargo, si cometes cualquier error, podrías matarlos con facilidad. Por tanto, no asumas de inmediato que algo anda mal, ya que suele tomarles 24 horas a los polluelos salir del cascarón.
  • Para evitar que se propaguen enfermedades, siempre debes fumigar la incubadora después de que los polluelos salgan del cascarón.
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