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Un ambiente de equipo es aquel en el que dos o más personas deben trabajar juntas con el fin de completar una tarea. Independientemente de si prefieres trabajar a solas o con otras personas, es probable que de vez en cuando surjan situaciones en las que debas trabajar en equipo. Desarrollar habilidades para el trabajo en equipo requiere de mucha reflexión y esfuerzo, pero es posible aprender a contribuir con éxito a las tareas de tu equipo. Sigue estas instrucciones para aprender a trabajar en un ambiente de equipo.

  1. Recuerda que cada miembro del equipo desempeña una función distinta. Para participar en un ambiente de equipo, debes reconocer tu función y entender el valor de las funciones de los demás. De este modo, todos los miembros podrán integrar sus funciones y lograr el objetivo del equipo. Estas son algunas de las funciones más comunes:
    • El técnico es la persona que acumula el conocimiento de las tareas y procesos; es una gran fuente de información útil y sabe orientar a los demás de forma práctica.
    • El innovador es la persona más creativa del equipo; posee un gran talento para conceptualizar nuevas ideas y ofrecer soluciones inmediatas.
    • El motivador es el miembro que mantiene a todos encaminados por medio de su actitud positiva y su apertura a hacer lo que sea necesario para cumplir el objetivo.
  2. Es importante que todos los miembros del equipo sean escuchados. Para trabajar bien en equipo, es indispensable tener en cuenta que todos los miembros y sus ideas son igual de importantes. Cuando alguien más esté hablando, espera tu turno. Del mismo modo, cuando sea tu turno de hablar, asegúrate de que los demás miembros del equipo entiendan lo que estés diciendo.
  3. Aprender a trabajar en equipo implica desarrollar un lenguaje conciliador. Esto es posible sustituyendo los “tú” y “yo” por “nosotros” en tu lenguaje cotidiano. Por ejemplo, puedes reformular la frase “tú debiste resolver este problema,” que tiene una connotación agresiva, y convertirla en una frase conciliadora como “tenemos que resolver este problema.”
  4. Alentar y mantener la moral del equipo es responsabilidad de todos los miembros. Tú puedes contribuir animando a tus compañeros de equipo, emprendiendo los proyectos con optimismo e inspirando a los demás con tu actitud.
  5. Recuerda que no existen dos personas iguales y cada miembro del equipo tiene sus propias fortalezas, debilidades y preferencias. Si quieres desarrollar relaciones laborales sólidas y duraderas con tus compañeros y aprender cómo hacer que sus funciones se complementen, es necesario que descubras qué es lo que los motiva.
  6. Recuerda que todos los miembros de tu equipo son igual de importantes antes de tomar una decisión. Por ejemplo, sería una falta de consideración ser el último en llegar al trabajo y el primero en irte todos los días día simplemente porque tienes esa posibilidad. Del mismo modo, a veces tendrás que cubrir a otro miembro del equipo que tenga problemas de salud o personales sin ponerte a pensar en cómo puede afectarte negativamente.
  7. Antes de decir o hacer algo, pregúntate cómo te sentirías si uno de tus compañeros dijera o hiciera algo parecido, y aprovecha tus reflexiones para fortalecer al equipo.
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