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Sea cual sea tu edad, ver a uno de tus padres hospitalizado sufriendo de una grave enfermedad es un tiempo estresante y triste. Uno se siente impotente porque está indefenso y vulnerable. Este artículo está escrito con el deseo de que pueda brindarte consejos útiles para afrontar una situación así.

  1. Salir simplemente a trotar o correr puede despejar la mente y ayudarte a sentirte tranquilo. El ejercicio también libera endorfinas, las cuales ayudan a producir una sensación, si no de alegría, de calma.
  2. ¡No te saltes comidas! Debes cuidarte muy bien para tener la energía necesaria para cuidar a tu padre o madre y afrontar la carga emocional. [1] Los dulces, como el chocolate, ayudan a lidiar con el shock emocional o stress, mientras que las bayas y las sopas fortalecen el sistema inmunológico. Muchas personas pueden contagiarse de infecciones graves simplemente por visitar el hospital de manera periódica. Mantente fuerte.
  3. Es posible que tengas que asumir el papel de adulto responsable mientras están en esta posición delicada, así como ellos tuvieron que hacerlo cuando eras pequeño y vulnerable. Si tienes paciencia , podrás desarrollar el entendimiento que ayudará a fortalecer el lazo afectivo entre ustedes.
  4. Visita a tu padre o madre con otro miembro de la familia o un amigo cercano que comprenda lo que estás pasando para que te sea un apoyo. Si quieres, puedes solicitar tiempo en privado con tu padre o madre. Esto puede brindar consuelo para algunos.
  5. Escribir lo que uno piensa y siente es un paso importante para afrontar una situación como esta, ya que, si no expresas tus sentimientos de manera constructiva, terminarás desquitándote con otra persona, lo cual no ayuda a nadie. Empieza un diario solo por esta ocasión y decide si quieres compartirlo o no con familiares o con tu padre hospitalizado. [2]
  6. Mantente rodeado por un grupo de apoyo conformado por personas que te quieren y comprenden tu situación. Vayan a comer a un restaurante, cocina algo en casa, comparte una taza de té o café, o trabajen juntos en un proyecto, si es posible. No tengas temor de pasar ratos a solas si necesitas espacio para pensar, pero no te vuelvas un ermitaño, porque esto puede dañar tu estado emocional ya frágil. [3]
  7. Quizá ya hayas estado, o vayas a estar, varias horas en el hospital. El aire en los hospitales puede ser seco, así que asegúrate de llevar bastante agua embotellada para mantenerte hidratado. Date tiempo para salir a caminar dentro del hospital o en sus alrededores. Si vas al hospital con otros miembros de tu familia, considera la posibilidad de empezar una lista de turnos para que todos puedan tomarse un tiempo para relajarse.
  8. Busca información sobre la enfermedad de tu padre o madre y conoce cuáles podrían ser los siguientes pasos del proceso. Prepárate al máximo para lo que pueda venir. Exprésale tu cariño con la mayor frecuencia posible.
  9. Procura no sentirte frustrado por ello y, más bien, aprovecha para meditar en la época en que tus padres debieron cubrir todas tus necesidades de la infancia sin quejarse cuando quizá también tenían horarios que considerar. Hacer esto te ayudará a sentirte único y sabrás lo mucho que siempre te han querido.
  10. Ora . Hazlo sea cual sea tu religión o incluso si no tienes una. La oración es una atracción espiritual a algo más grande que tú, es una manera de expresar los sentimientos ya sea a un dios, dioses, diosas o tan solo al universo. Te ayudará a superar estos tiempos difíciles.
    • Ten esperanza. A veces, lo más valioso es la fe .
  11. Si lo toleras bien (recuerda que algunos no lo toleran), visita a tu padre o madre con la mayor frecuencia posible y convérsale. Podrá decirte cómo van las cosas y darte tranquilidad. [4]
  12. Llora . El llanto es depurador, ayuda a liberar las emociones reprimidas sacando todo lo encerrado en el cuerpo. No temas soltar unas lágrimas. La gente que te apoya de tu entorno lo comprenderá. [5]
  13. Esa persona conocerá acerca del tratamiento administrado y podrá responder las preguntas que puedas tener.
  14. Si la enfermedad es grave, y tú eres el cuidador principal, tendrás que estar listo para cuidar a tu padre o madre si relevan a los cuidadores de esa tarea. Prográmate según sea necesario, ten una libreta pequeña y un bolígrafo a mano en todo momento, y lleva un diario y un registro de los medicamentos e informes (en un archivo), ya que podrían ser necesarios en el futuro a medida que avanzan con las sesiones.
  15. Sé positivo. Hay mucho por decir en cuanto a tener una actitud positiva, en lo posible, en esta situación. Tu padre o madre podrían estar preocupados por la carga puesta en ti. Recuerda que no están acostumbrados a este cambio de papel después de pasar toda una vida responsabilizándose por ti. Si pueden ver o percibir que lo sobrellevas bien y eres positivo, puede ayudar a quitar parte de la preocupación. El beneficio que te llevas es este: no hay imposibles y el final solo prepara el camino para un otro comienzo. Siempre hay esperanza. Tener al menos un pensamiento positivo alivia parte de los efectos del estrés que uno pueda sufrir.
  16. Mantente preparado, pero no dejes que esa previsión del futuro te desanime. Por desgracia, nada puede prepararte emocionalmente en el caso de que la salud de tu padre o madre se vea deteriorada. Sin embargo, estar preparado a nivel práctico se traducirá en mucho menos estrés para ti y para la gente de tu entorno en el caso de que ocurra lo peor. Consulta con el doctor o la enfermera a cargo y pídele que te explique los riesgos y los posibles efectos secundarios que puedan causar los tratamientos.
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Consejos

  • No sufras en silencio. Habla con alguien de tu confianza y, si es necesario, busca la ayuda de un especialista. Pedir ayuda no significa ser débil en lo absoluto, sino que podría ayudarte mucho.
  • Habla con un terapeuta, si es necesario. No dejes que las cosas te afecten y destruyan tu vida.
  • Procura no tener lástima de ti mismo. Enfócate en lo que más le agradaría a tu padre o madre enfermos y trata de hacerlo desinteresadamente. Puede ser ayudar a tus hermanos o a sus amigos o parientes. Estará muy agradecido por ponerte en sus zapatos y terminar lo que considera inconcluso. Definitivamente hará que se sienta cada vez mejor.
  • Si tienes hermanos menores, responde a sus preguntas de manera que entiendan, pero sin asustarlos.
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Advertencias

  • Prepárate para la situación venidera. Si algo pasa, estarás preparado.
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