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El Helicobacter pylori (H. pylori) es una bacteria que produce inflamación crónica en el revestimiento interno del estómago y es la causa principal de la enfermedad por úlceras pépticas en todo el mundo. Más del 50 % de los estadounidenses están infectados con H. pylori y, en los países en desarrollo, el porcentaje puede llegar hasta el 90 %. Sin embargo, solo una de cada seis personas manifiesta síntomas de úlcera péptica. La única forma de saber con seguridad si estás infectado es hacer que te examine un doctor.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Reconocer los síntomas

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  1. Una infección por H. pylori puede provocar úlceras pépticas en el estómago y la parte inferior del intestino. Dado que el H. pylori raras veces genera síntomas por sí mismo, la úlcera péptica puede advertirte de una potencial infección. Si tienes una úlcera péptica, podrías presentar algunos de los siguientes síntomas: [1]
    • Es posible que tengas un dolor sordo en el estómago que no desaparece. Normalmente el dolor aparece de dos a tres horas después de comer.
    • El dolor aparece y desaparece por varias semanas y a veces ocurre en medio de la noche, cuando el estómago está vacío.
    • El dolor puede desaparecer de forma temporal cuando tomas medicamentos como antiácidos y otros analgésicos de venta libre.
  2. Podrías experimentar náuseas si tienes una infección por H. pylori. [2] Presta atención a tu cuerpo y nota cualquier náusea que sientas. [3]
    • Es posible que vomites si experimentas náuseas. Con una infección por H. pylori, los vómitos pueden incluir sangre. También podrías notar la presencia de una sustancia que se asemeja al café molido.
    • Las náuseas pueden deberse a una gran variedad de factores, como mareos por movimiento, gripe, comer o tomar algo que no te sentó bien o náuseas matutinas durante el embarazo. Si las náuseas persisten y no hay ninguna causa evidente, podrían relacionarse con una infección por H. pylori.
  3. La pérdida del apetito también puede ser síntoma de una infección por H. pylori. Es posible que no estés interesado en comer o en la comida. Esto puede surgir junto con las sensaciones de náuseas e indigestión relacionadas con la enfermedad. [4]
    • Si sufres una pérdida del apetito (la cual está acompañada de una pérdida de peso inexplicable), debes hablar con un doctor. La pérdida del apetito es un síntoma común de muchas enfermedades, incluyendo algunos tipos de cáncer. [5] Acude al doctor para descartar cualquier condición grave si experimentas una pérdida del apetito.
  4. Podrías experimentar algunos cambios extraños en el cuerpo cuando tienes una infección por H. pylori. Presta atención a cualquier cambio repentino y acude al doctor para que te examine. [6]
    • Es normal que el abdomen se hinche ligeramente durante una infección por H. pylori.
    • También es posible que notes que tus heces se han vuelto cada vez más negras y alquitranadas.
    • En ocasiones, las personas con una infección por H. pylori presentan ataques frecuentes de hipo.
  5. Dado que los síntomas son raros y se confunden fácilmente con otras condiciones, piensa en tus factores de riesgo. Si tienes muchos factores de riesgo de contraer una infección por H. pylori, los síntomas como calambres estomacales podrían ser motivo de preocupación. [7]
    • Si vives hacinado, por ejemplo, en una casa pequeña con muchas personas, esto aumenta tu riesgo de infección.
    • Si no tienes acceso regular al agua limpia, esto también puede aumentar tu riesgo de infección.
    • Si vives en un país en desarrollo o has visitado uno últimamente, esto también aumenta dicho riesgo.
    • Si vives con alguien que conoces que tiene H. pylori, esto significa que eres más propenso a sufrir de una infección.
  6. Por lo general, el H. pylori no es una emergencia médica. Sin embargo, algunos síntomas pueden agravarse. Si manifiestas cualquiera de los siguientes, busca atención médica de inmediato: [8]
    • dificultad para tragar
    • dolor abdominal intenso
    • heces sanguinolentas
    • vómitos con sangre
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Buscar evaluación médica

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  1. Habla con tu doctor sobre tus síntomas y la razón por la que crees tener H. pylori, y determina si está de acuerdo con que es necesario realizar pruebas. Las personas que deben someterse a pruebas para descartar H. pylori son aquellas que tienen tumores gástricos, úlcera péptica activa o antecedentes de ella. Las personas menores de 55 años que tienen dispepsia pueden ser candidatas para recibir tratamiento.
  2. Si bien no es la prueba más precisa para descartar el H. pylori, no es tan invasiva como otras opciones. Durante dicha prueba, debes ingerir una sustancia que contiene un producto residual llamado urea, la cual descompone las proteínas en el estómago. Si hay una infección, la urea se convertirá en dióxido de carbono, el cual puede ser detectado en el aliento. [9]
    • Para esta prueba, necesitas prepararte por dos semanas. El doctor te indicará que dejes de tomar cualquier medicamento con o sin prescripción médica que estés usando para tratar el H. pylori.
    • Ingerirás la urea en el consultorio del doctor. Después de 10 minutos, él te pedirá que exhales y examinará tu aliento para ver si hay dióxido de carbono.
  3. Es probable que el doctor quiera examinar tus heces en busca de restos del H. pylori. Por lo general, esto se realiza después del tratamiento para confirmar que el H. pylori ha sido erradicado y ya no padeces la infección. [10]
    • El doctor podría solicitar una prueba de heces después de hacerte una prueba de aliento positiva y el tratamiento posterior.
    • Escucha atentamente las indicaciones del doctor con respecto a la forma de recolectar y almacenar tus heces. Los métodos de recolección varían de un hospital a otro.
    • También existe una prueba rápida de antígeno de heces para detectar el H. pylori. Habla con tu doctor acerca de esta alternativa, pues es posible que no se encuentre disponible en todas partes.
  4. El análisis de sangre también sirve para verificar la presencia del H. pylori. Sin embargo, es posible que esta prueba no sea tan precisa como la prueba del aliento. Solo puede verificar si tu cuerpo contiene actualmente anticuerpos del H. pylori. No puede decirte si estás infectado en el presente. [11]
    • El doctor puede solicitar un análisis de sangre por diversas razones, por ejemplo, para confirmar una infección. Si el doctor ordena un análisis de sangre, confía en que él sabe lo que es más adecuado para ti. Se trata de un procedimiento sencillo que no toma mucho tiempo.
    • Otros métodos que no suelen utilizarse son la reacción en cadena de la polimerasa, análisis de saliva, exámenes de orina y una prueba de sangre con urea C13.
  5. Una biopsia es el método más preciso para detectar el H. pylori. En ella, se recoge una muestra pequeña de tejido de tu estómago. Deberás someterte a una endoscopia, el cual es un procedimiento médico invasivo realizado en el hospital, con la finalidad de retirar la muestra. [12]
    • Durante este procedimiento, se introduce un tubo pequeño por tu boca hasta llegar al estómago. Además de retirar la muestra de tejido, tu doctor revisará la presencia de inflamación. [13]
    • Si bien es el método más adecuado para diagnosticar el H. pylori, tu doctor no lo realizará a menos que sea necesario por otras razones. Es posible que quiera realizarlo en caso de que tengas una úlcera péptica o estés en riesgo de sufrir cáncer estomacal.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Lidiar con una infección

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  1. Una vez que te hayan diagnosticado una infección, el doctor te recomendará tomar diversos fármacos para suprimir los ácidos estomacales. La terapia antibiótica triple es el tratamiento principal para el H. pylori. El régimen empleado con más frecuencia es el uso de un inhibidor de la bomba de protones y dos antibióticos para combatir las bacterias. Este tratamiento debe durar unos 14 días y el doctor te lo recomendará en función de tus antecedentes médicos y condición actual. [14]
    • Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) son una clase de fármacos que detienen la producción de ácido en el estómago. El doctor puede prescribírtelos si el exceso de ácidos estomacales es la causa de tu dolor.
    • Los bloqueadores de la histamina (H2) también pueden bloquear la producción de ácido impidiendo la producción de una sustancia llamada histamina. La histamina puede desencadenar la producción de ácido en el estómago.
    • El salicilato de bismuto (comercializado como Pepto-Bismol) puede cubrir las úlceras estomacales y reducir el dolor.
    • Sigue atentamente las indicaciones del doctor respecto a los fármacos que te recomiende. Si tomas medicamentos actualmente, asegúrate de consultarle si dichos medicamentos interactúan con los medicamentos para tratar el H. pylori.
  2. El doctor querrá asegurarse de que el tratamiento contra el H. pylori sea exitoso. Probablemente realizará otra ronda de pruebas cuatro semanas después del tratamiento. En caso de que el tratamiento haya fracasado, es posible que te sometan a una segunda ronda de tratamiento y que te prescriban antibióticos. Por lo general, la segunda ronda de pruebas incluye una endoscopia superior, una prueba de antígeno local o una prueba de aliento de ureasa para confirmar la erradicación.
  3. Es posible que quieras someterte regularmente a exámenes para detectar la infección por H. pylori si tienes un alto riesgo de cáncer de estómago, puesto que dicha infección puede aumentar el riesgo de desarrollar este cáncer. Discute con el doctor sobre tus dudas y él decidirá si te conviene hacerte pruebas regulares para el H. pylori. [15]
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