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El pulso apical consiste en la pulsación en el vértice del corazón. En una persona saludable, el vértice del corazón se encuentra ubicado en el lado izquierdo del pecho, apuntando hacia abajo y hacia la izquierda. En ocasiones, también se denomina el “punto de impulso máximo” o PIM. Para tomar un pulso apical, deberás saber cómo encontrarlo y cómo interpretar los hallazgos que obtuviste al tomar el pulso.

Método 1
Método 1 de 3:

Toma un pulso apical

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  1. Ubica la clavícula, se encuentra en la parte superior de la caja torácica. Puedes ubicar la primera costilla justo debajo de la clavícula. El espacio que hay entre dos costillas se llama espacio intercostal. [1]
    • Ubica el primer espacio intercostal; es decir, el espacio que hay entre la primera y la segunda costilla.
  2. Desde el primer espacio intercostal, desciende con tus dedos y cuenta las costillas hasta el quinto espacio intercostal. El quinto espacio intercostal debe estar ubicado entre la quinta y la sexta costilla.
  3. Traza una línea imaginaria que parta del área media de la clavícula en el lado izquierdo y que vaya a la tetilla, esta línea se llama la línea clavicular media. Puedes sentir y escuchar el pulso apical en la intersección del quinto espacio intercostal y la línea clavicular media. [2]
  4. Puedes tomar el pulso apical con los dedos o con un estetoscopio. Puede ser muy difícil ubicar el pulso apical, en especial en mujeres, ya que el tejido de los senos puede cubrir el pulso. En estos casos, es mejor utilizar un estetoscopio.
  5. Toma tu estetoscopio y asegúrate de que las olivas apunten hacia afuera, en dirección a la persona. Coloca las olivas en tus oídos y sostén el diafragma (la parte del estetoscopio que se coloca sobre el pulso cardiaco de la persona).
    • Frota un poco el diafragma para calentarlo y dale un pequeño golpe para asegurarte de que puedas oír todos los sonidos a través del diafragma.
  6. Pídele a la persona que respire por la nariz como lo hace normalmente, ya que de esta forma disminuirá el sonido de la respiración y será más fácil escuchar al corazón. Debes escuchar dos sonidos: pum-pum. Estos sonidos se consideran un latido.
  7. Esta es la frecuencia de pulso o la frecuencia cardiaca. Piensa cómo podrías describir el pulso. ¿Es fuerte? ¿Es vigoroso? ¿El ritmo es regular o parece ser aleatorio?
  8. Consigue un reloj que tenga segundero para que puedas contar los segundos y determinar la frecuencia de pulso. Cuenta cuántos latidos puedes escuchar en un minuto (60 segundos). La frecuencia de pulso normal para adultos es de 60 a 100 latidos por minuto. En el caso de los niños, es diferente. [3]
    • Desde el nacimiento hasta los tres años de edad, la frecuencia cardiaca normal es de 80 a 140 latidos por minuto.
    • De los cuatro a los nueve años de edad, la frecuencia cardiaca normal es de 75 a 120.
    • De los diez a los quince años de edad, la frecuencia de pulso normal es de 50 a 90.
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Método 2
Método 2 de 3:

Interpreta tus hallazgos

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  1. La interpretación del pulso, en especial del pulso apical, es un arte. Sin embargo, existen muchas cosas que puedes aprender del pulso apical y te las indicaremos en los siguientes pasos.
  2. Si la frecuencia de pulso es muy lenta, podría ser una adaptación normal en una persona que está en buen estado. Algunas medicinas también hacen que el corazón lata más lento; esto sucede más a menudo en pacientes de edad avanzada. [4]
    • Un clásico ejemplo de esto son los medicamentos llamados betabloqueadores (como el metoprolol). Estos suelen usarse para tratar la presión arterial alta y pueden disminuir la frecuencia cardiaca.
  3. Si la frecuencia de pulso es muy rápida, podría ser normal para una persona que está ejercitándose. Los niños también tienen frecuencias de pulso mucho más altas que las de los adultos. También podría ser un signo de:
    • Presión arterial alta, enfermedades cardiacas o infecciones.
  4. El pulso apical podría haberse desplazado (es decir, puede encontrarse a la izquierda o a la derecha del punto en el que debería estar). En las personas obesas o las mujeres embarazadas, es posible que el pulso apical se traslade a la izquierda, ya que el contenido adicional en el abdomen hace que el corazón se desplace. [5]
    • En los fumadores habituales con enfermedades pulmonares, es posible que el pulso apical se desplace a la derecha. Esto se debe a que cuando sufres una enfermedad pulmonar, el diafragma es empujado hacia abajo para que los pulmones obtengan todo el aire posible y en este proceso el corazón es empujado hacia abajo y a la derecha.
  5. El pulso puede ser irregular. Eso sucede con más frecuencia en las personas de edad avanzada. El corazón establece su propio ritmo y, con el tiempo, las células que controlan este ritmo pueden agotarse o dañarse; como consecuencia, el pulso puede volverse irregular. [6]
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Método 3
Método 3 de 3:

Aprende más sobre los pulsos

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  1. Un pulso es un ritmo cardiaco que se puede tocar o escuchar. Por lo general, el pulso se evalúa como una frecuencia de pulso, la cual es una medición de la velocidad con la que late el corazón de una persona, y se mide en latidos por minuto. Una frecuencia de pulso normal se encuentra entre los 60 y los 100 latidos por minuto, las frecuencias de pulso que exceden o no alcanzan este rango pueden indicar un problema o una enfermedad. También podrían ser normales para algunas personas.
    • Por ejemplo, los atletas muy bien entrenados suelen tener frecuencias de pulso muy bajas, mientras que otras personas que se ejercitan pueden tener frecuencias cardiacas mayores a 100 latidos por minuto. En ambos casos, las frecuencias cardiacas son respectivamente más bajas o más altas de las que se podrían esperar en la mayoría de los casos, pero no representan un problema.
  2. Además de la frecuencia de pulso, los pulsos también pueden analizarse evaluando su forma: ¿es un latido uniforme o parece débil? ¿Es un pulso saltón?; es decir, ¿es más fuerte de lo usual? Los pulsos débiles pueden indicar que la persona tiene un volumen bajo de sangre en sus vasos sanguíneos, lo que hace que sea más difícil sentir el pulso. Los pulsos saltones pueden indicar la presencia de arterias más endurecidas, ya que los vasos sanguíneos no serán capaces de ajustar el aumento de sangre al bombeo del corazón.
  3. Existen muchas partes del cuerpo en las que puedes sentir un pulso. Algunas de ellas incluyen [7] :
    • El pulso carotideo: ubicado en el cuello, en ambos lados de la tráquea, el conducto rígido que se encuentra en la parte frontal del cuello. Hay dos arterias carótidas y transportan la sangre a la cabeza y al cuello.
    • El pulso braquial: ubicado dentro del codo.
    • El pulso radial: ubicado en la muñeca, en la base del pulgar, en la superficie de la palma de la mano.
    • El pulso femoral: ubicado en el muslo, en el pliegue que se encuentra entre la pierna y el torso.
    • El pulso poplíteo: se encuentra detrás de la rodilla.
    • El pulso tibial posterior: ubicado en el tobillo, en el lado interior de la pierna, justo detrás del maléolo medial (protuberancia en la base de la pantorrilla).
    • El pulso pedal: se encuentra en la parte superior del pie, en el centro. Este pulso suele ser difícil de sentir.
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Consejos

  • Es extremadamente difícil aprender los aspectos complejos de los sonidos cardiacos. Esta es una guía básica cuyo objetivo es enseñarte a tomar un pulso apical. La mejor forma de comprender los pulsos es practicando y escuchando todos los corazones saludables que puedas.
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Referencias

  1. Tortora G. and Derrickson B. Principles of Anatomy and Physiology, 11va edición, John Wiley and Sons Inc.
  2. Bickley, Lynn, and Peter G. Szilagyi. Bates' guide to physical examination and history-taking. Lippincott Williams & Wilkins, 2012.
  3. Tortora G. and Derrickson B. Principles of Anatomy and Physiology, 11va edición, John Wiley and Sons Inc.
  4. Bickley, Lynn, and Peter G. Szilagyi. Bates' guide to physical examination and history-taking. Lippincott Williams & Wilkins, 2012.
  5. Bickley, Lynn, and Peter G. Szilagyi. Bates' guide to physical examination and history-taking. Lippincott Williams & Wilkins, 2012.
  6. Kozier, B. et al Fundamentals of Nursing Concepts, Process and Practice 2006 Pearson Prentice Hall, sétima edición
  7. Kozier, B. et al Fundamentals of Nursing Concepts, Process and Practice 2006 Pearson Prentice Hall sétima edición

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