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Las inyecciones de relleno dérmico son cirugías cosméticas comunes. Debido a que el procedimiento te perfora la cara con una aguja, existe el riesgo de que puedas contraer una infección. La infección puede aparecer uno o dos días después del procedimiento o puede tardar hasta dos semanas. Si tienes una infección del relleno dérmico, ve al médico, toma antibióticos y cuida la herida.

Método 1
Método 1 de 3:

Buscar atención médica

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  1. Debes observar tu piel para ver si presenta algún signo de infección después de los rellenos dérmicos. Fíjate si sientes dolor o sensibilidad acompañados de piel caliente e hinchazón cerca del lugar de la inyección. Verifica si algún área se ve diferente a otras que hayan sido tratadas. Un área infectada también puede desarrollar abscesos o nódulos llenos de pus o cubiertos de costras. [1] Además, la infección puede identificarse por la fiebre o el enrojecimiento.
  2. Debes llamar al médico que realizó el procedimiento si notas algún enrojecimiento, hinchazón o sensibilidad después del día de la inyección. El médico realizará un examen físico en el que revisará el sitio de la inyección para ver si tienes una infección. También te preguntará cuánto tiempo ha pasado desde la inyección, porque esa información puede ayudarle a determinar el tipo de infección que tienes. [2]
    • Si no puedes acudir al médico que te puso las inyecciones, visita a un médico regular.
  3. El médico puede tomar un cultivo del área infectada para determinar qué tipo de infección tienes y el tipo adecuado de antibióticos que tendrás que tomar. El tipo más común de infección a causa de los rellenos dérmicos es bacteriana, pero también puedes tener infecciones micóticas o virales. [3]
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Método 2
Método 2 de 3:

Tratar la infección

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  1. Si tienes una infección del relleno dérmico inmediatamente después del procedimiento, el médico puede prescribir antibióticos. Los antibióticos que se usan comúnmente para tratar las infecciones de los rellenos dérmicos también tienen propiedades antiinflamatorias. Se pueden prescribir hasta por seis semanas. [4]
  2. Este medicamento se prescribe comúnmente junto con los antibióticos. La hialuronidasa ayuda a disolver los rellenos de ácido hialurónico de la inyección que pueden estar obstruidos o dentro del área infectada. [5]
    • Algunas personas son alérgicas a la hialuronidasa, así que puedes tener que probarla en un brazo antes.
  3. En el caso de infecciones más graves, el médico puede decidir inyectar antibióticos en las áreas infectadas. Estos se pueden administrar tres veces. Debe haber una semana entre la primera y la segunda inyección. Luego, debe haber dos semanas entre la segunda y la tercera inyección.
  4. El médico puede decidir que debe extraer el relleno que inyectó en tu cara o eliminar el pus infectado. Esta medida ayudará a limpiar los poros de residuos para que puedan sanar. Este procedimiento se realizará en el consultorio del médico.
  5. Una manera en la que puedes evitar la infecciones es empezar a tratar las infecciones potenciales antes de que te pongan las inyecciones de relleno dérmico. Empezar a tomar antibióticos antes del procedimiento puede ayudar a evitar que se produzca cualquier infección posteriormente. [6]
    • Habla con el médico sobre la posibilidad de probar una terapia antibiótica preventiva antes de las inyecciones.
  6. Algunos trastornos pueden ponerte en un riesgo mayor de infección después de una inyección de relleno dérmico. No debes ponértela si ya tienes una infección en la cara, incluyendo granos o erupciones. Las personas que tienen dermatitis tampoco deben ponerse rellenos dérmicos. Si tienes infecciones en la nariz o la boca, como sinusitis, enfermedad periodontal, infecciones de garganta o abscesos dentales, no debes someterte a este procedimiento.
    • Por ejemplo, las personas con virus de herpes simple, virus del papiloma humano, impétigo, molusco contagioso o infecciones por levaduras cerca del sitio de la inyección no deben ponerse rellenos dérmicos.
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Método 3
Método 3 de 3:

Tratar las heridas

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  1. Si la infección provoca heridas abiertas en la cara, debes tratarla como a una herida. Para evitar que entren más bacterias en la herida, lava el área con agua tibia todos los días. Esta medida ayuda a impedir que la suciedad y los residuos se acumulen en la herida y favorece la cicatrización. [7]
    • Si el médico dice que está bien, usa un limpiador leve o un jabón antibacteriano. Pregúntale qué es lo mejor para tratar el área infectada antes de usar estos productos.
  2. Para ayudar a mantener la herida humectada, ponte una capa delgada de vaselina en la misma. Hacerlo ayudará a promover la curación, a reducir la formación de costras y a reducir las cicatrices. Puedes ponerte la vaselina con los dedos limpios o con un bastoncillo de algodón. [8]
  3. Si la herida es lo suficientemente grande y aún tiene secciones abiertas, tal vez debas cubrirla con gasa. Coloca la gasa sobre el área abierta y pégala con cinta de papel. Cuando haya empezado a curarse, puedes dejarla descubierta. [9]
    • Pregúntale a un médico si debes cubrir el área con gasa.
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Advertencias

  • Asegúrate de que el procedimiento se haga en una instalación limpia y de que la persona que lo lleve a cabo esté debidamente cualificada.
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