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El cuerpo está lleno de una cantidad abundante de químicos de diversos tipos, como las hormonas, las enzimas y los neurotransmisores. Los desequilibrios químicos ocurren debido a las enfermedades, las lesiones, el envejecimiento, el estrés crónico y una mala nutrición. No obstante, cuando la mayoría de las personas (en particular, doctores e investigadores) hablan de desequilibrio químico, se refieren al desequilibrio de los neurotransmisores o mensajeros químicos del cerebro. [1] La teoría médica predominante es que la depresión, la esquizofrenia y muchos trastornos conductuales o del estado de ánimo se deben al desequilibrio de los neurotransmisores, como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina. [2] Los doctores suelen recomendar medicamentos psicotrópicos para equilibrar estos neurotransmisores y mejorar el estado de ánimo. No obstante, también existen muchos métodos naturales para establecer y mantener una química cerebral saludable, los cuales no provocan efectos secundarios graves.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Equilibrar los químicos del cerebro de manera natural

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  1. Si sufres de ansiedad o depresión, es probable que el ejercicio no sea una de tus principales prioridades. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que este puede influir de manera considerable en tu estado de ánimo, ya que estimula o equilibra diversos químicos y neurotransmisores del cuerpo. [3] Se cree que el ejercicio frecuente permite aliviar la depresión y la ansiedad de diversas maneras. Estas son algunas de ellas: libera químicos cerebrales que provocan sensaciones agradables (neurotransmisores, endorfinas y endocanabinoides), disminuye los químicos del sistema inmunitario que guardan relación con la intensificación de la depresión, y aumenta la temperatura corporal, lo que parece tener efectos relajantes generales.
    • Una investigación publicada en el 2005 descubrió que una caminata rápida diaria de 35 minutos 5 veces a la semana o una de 60 minutos diarios 3 veces a la semana influían de manera significativa en la depresión leve o moderada. [4]
    • Nadar, manejar bicicleta, trotar y bailar son otros tipos de ejercicios cardiovasculares que pueden brindar beneficios similares.
  2. Estos se consideran grasas esenciales, lo que significa que tu cuerpo (en especial, tu cerebro) los requiere para desempeñarse con normalidad, pero el cuerpo no puede producirlos. [5] Por esta razón, debes obtenerlos mediante alimentos o suplementos. Existe una alta concentración de grasas omega-3 en el cerebro. Estas parecen ser importantes para la cognición (memoria y desempeño del cerebro) y la conducta. Existen diversos estudios que demuestran que complementar tu dieta con ácidos grasos omega-3 (entre 1000 y 2000 mg diarios) puede aliviar los síntomas de la depresión, el trastorno bipolar, la esquizofrenia y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). [6] [7]
    • Los ácidos grasos omega-3 se encuentran en los pescados grasos (salmón, caballa, atún, fletán, etc.), otros mariscos (como el camarón, las algas y el kril) y algunas nueces y semillas (nueces de nogal, linaza, etc.).
    • Si vas a consumir suplementos, puedes consumir aceite de pescado, de kril o de linaza.
    • Entre los síntomas de insuficiencia de ácidos grasos omega-3 tenemos a una mala memoria, cambios súbitos en el estado de ánimo, depresión, etc.
  3. La vitamina D es necesaria para diversas funciones corporales, como la absorción de calcio, una respuesta inmunitaria saludable y fluctuaciones normales en el estado de ánimo. Es más, en comparación con las demás vitaminas, la vitamina D se asemeja más a una hormona en lo que respecta a sus acciones. La ausencia de la misma se ha relacionado con la depresión y otros trastornos mentales. [8] Lamentablemente, muchas personas (como la mayor parte de los norteamericanos) sufren de insuficiencia de vitamina D, lo que podría ser la causa de los casi 15 millones de casos de depresión que surgen en los adultos de los Estados Unidos. [9] La vitamina D surge como respuesta de tu piel a los intensos rayos de sol del verano. Esta también se encuentra en algunos alimentos.
    • La razón por la que muchas personas sufren de insuficiencia de vitamina D podría ser que estas evitan el sol. Pídele al doctor que te realice un análisis de sangre, así determinarás si sufres de esta deficiencia.
    • La vitamina D se almacena en el cuerpo; por ello, si recibes una cantidad suficiente de rayos de sol en el verano, esta podrá durar todos los meses de invierno.
    • Si vas a consumir suplementos, consume la vitamina de tipo D3 y en una dosis de 1000 a 4000 UI al día. Se ha demostrado que es seguro consumir hasta 40 000 UI diarias.
    • Entre los alimentos que contienen vitamina D tenemos a la carne de pescado graso (salmón, atún, caballa, etc.), los aceites de hígado de pescado, el hígado de res y las yemas de los huevos.
  4. Si sientes depresión o ansiedad, y te percatas de que tus pensamientos y conductas no son saludables, puedes equilibrar la química de tu cerebro consumiendo un producto de origen vegetal. Más de la mitad de los norteamericanos que sufren ataques de pánico o de depresión grave consumen algún tipo de producto herbal para combatirlos. [10] La raíz de valeriana, la pasionaria, el kava kava, la raíz de ashwagandha, la hierba de San Juan, la L-teanina, el 5-HTP, el ginseng e incluso la manzanilla se consumen como sedantes o antidepresivos naturales debido a su capacidad de influir en el cerebro y aliviar el estrés y la ansiedad.
    • La raíz de valeriana cuenta con fitoquímicos que interactúan con un químico cerebral llamado GABA, el cual regula la ansiedad, la depresión y otros estados de ánimo relacionados (Valium y Xanax son medicamentos que actúan de manera similar). Se considera más como un sedante o un producto para dormir.
    • La hierba de San Juan disminuye los síntomas en las personas que sufren de depresión leve o moderada, pero no grave. Algunas investigaciones indican que esta actúa con la misma eficacia que los medicamentos antidepresivos Prozac y Zoloft.
    • La L-teanina (la cual se encuentra en el té verde y algunas otras plantas) aumenta los niveles de GABA y dopamina del cerebro, y genera cambios psicoactivos, como la disminución de la ansiedad, la mejoría de la cognición y el equilibrio del estado de ánimo.
    • El 5-Hidroxitriptófano (5-HTP) consiste en un aminoácido que en el cerebro se convierte en serotonina (el químico del cerebro que produce sensaciones agradables).
  5. La acupuntura consiste en introducir agujas muy delgadas en determinados puntos de energía ubicados dentro de la piel o el músculo. Esto tiene el objetivo de aliviar el dolor, combatir la inflamación, y estimular la curación y el equilibrio de los procesos del cuerpo. [11] Las investigaciones recientes indican que la acupuntura podría tratar la depresión y otros problemas relacionados con el estado de ánimo con la misma eficacia que la de los medicamentos antidepresivos, pero sin ningún efecto secundario. [12] La acupuntura se basa en los principios de la medicina china tradicional, y libera diversas substancias como las endorfinas y la serotonina, las cuales disminuyen el dolor y mejoran el estado de ánimo.
    • Asimismo, se afirma que la acupuntura estimula el flujo de energía (denominado chi), lo que también podría influir en el equilibrio de la química del cerebro.
    • Los puntos de acupuntura que podrían aliviar tu desequilibrio químico se encuentran distribuidos en todo el cuerpo, como en la cabeza, las manos y los pies.
    • Existen diversos profesionales de la salud que ejercen la acupuntura, como algunos doctores, quiroprácticos, médicos naturistas y psicólogos. Si te encuentras en los Estados Unidos, el profesional al que acudas debe contar con una certificación de la NCCAOM.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Recibir la ayuda de los profesionales de la salud

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  1. Debes conversar con un profesional de la salud mental si el estrés, la ansiedad o la depresión influyen de manera negativa en tu vida. Un psiquiatra, un psicólogo o un terapeuta pueden brindarte información sobre tu problema y pueden tratar de abordar la causa subyacente de tu desequilibrio. En ocasiones, los profesionales de la salud mental emplean técnicas y terapias sin el uso de medicamentos, como la psicoterapia y la terapia cognitivo conductual. [13] No se sabe con claridad si la psicoterapia o la terapia cognitivo conductual pueden equilibrar los químicos cerebrales, pero se ha registrado que ambas permiten afrontar la depresión y la ansiedad con éxito. No obstante, esto suele requerir muchas semanas o meses.
    • La psicoterapia consiste en un tipo de terapia que aborda la respuesta emocional a las enfermedades mentales. En ella se invita a los pacientes a hablar sobre estrategias para comprender y afrontar su trastorno.
    • La terapia cognitivo conductual consiste en hacer que el paciente aprenda a identificar y modificar sus patrones de pensamiento y conductas que provoquen sentimientos problemáticos.
    • Lamentablemente, no existen análisis de sangre que puedan medir de manera directa los niveles de neurotransmisores en el cerebro. No obstante, los desequilibrios hormonales (como los de la insulina o la hormona tiroides) pueden detectarse mediante los análisis de sangre. Estos pueden guardar relación con las alteraciones del estado de ánimo. Existen otros componentes medibles en la sangre que han sido relacionados con la depresión, como los niveles muy elevados de cobre, el exceso de plomo y los niveles bajos de folato. [14]
  2. Los neurotransmisores serotonina, dopamina y norepinefrina están muy vinculados con la depresión y la ansiedad; por ello, la mayoría de los medicamentos antidepresivos están diseñados para influir en estos químicos. En el caso de la depresión, los doctores suelen empezar recetando un ISRS, ya que estos medicamentos son relativamente más seguros y provocan menos efectos secundarios que los demás tipos de antidepresivos. [15] Para generar alivio, los ISRS bloquean la reabsorción de serotonina que determinadas células nerviosas del cerebro llevan a cabo, lo que permite contar con más serotonina, para mejorar el estado de ánimo. [16]
    • Entre los ISRS tenemos a la fluoxetina (Prozac o Selfemra), la paroxetina (Paxil o Pexeva), la sertralina (Zoloft), el citalopram (Celexa) y el escitalopram (Lexapro).
    • Los ISRS se consideran relativamente eficaces para el tratamiento de todos los trastornos de ansiedad, como la depresión y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
    • Entre los efectos secundarios comunes de los ISRS tenemos al insomnio (incapacidad de dormir), la disfunción sexual y el aumento de peso.
    • Los ISRS suelen administrarse a los pacientes con un supuesto desequilibrio químico de serotonina; no obstante, a veces su consumo provoca un “síndrome de la serotonina”, lo que consiste en la presencia de niveles elevados y peligrosos de serotonina.
  3. Los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN) se asemejan a los ISRS, pero cuentan con un mecanismo de acción doble: aumentan los niveles de serotonina y norepinefrina al inhibir su reabsorción en las neuronas del cerebro. [17] Se considera que los IRSN tienen la misma eficacia que los ISRS; por ello, los doctores también suelen recetarlos como tratamiento de elección, en particular para curar el trastorno de ansiedad generalizado.
    • Entre los IRSN tenemos a la duloxetina (Cymbalta), la venlafaxina (Effexor XR), la desvenlafaxina (Pristiq y Khedezla) y el levomilnacipran (Fetzima).
    • Entre los efectos secundarios comunes de los IRSN se encuentran el insomnio, el malestar estomacal, el exceso de sudoración, los dolores de cabeza, la disfunción sexual y la hipertensión (presión arterial elevada).
    • El consumo de IRSN también puede provocar un desequilibrio de los niveles de serotonina en el cerebro, lo que se conoce como el síndrome de la serotonina. [18]
  4. Las benzodiacepinas son un tipo de medicamento antiguo que aún se emplea para el control de la ansiedad a corto plazo. Estos mejoran el efecto del neurotransmisor GABA; por ello, pueden ser muy eficaces para fomentar la relajación, disminuir la tensión muscular y tratar otros síntomas físicos relacionados con la ansiedad. [19] No obstante, las benzodiacepinas no son adecuadas para el consumo prolongado, ya que cuentan con efectos secundarios graves, como la agresividad, el deterioro cognitivo y, paradójicamente, una mayor depresión. Por estos motivos, las inquietudes en torno al consumo prolongado de las benzodiacepinas hicieron que muchos psiquiatras y doctores hayan preferido recetar antidepresivos tricíclicos, antes de que los ISRS y los IRSN salieran al mercado. Los antidepresivos tricíclicos cuentan con cierta eficacia en el tratamiento de la ansiedad, ya que elevan los niveles de serotonina del cerebro; sin embargo, también generan problemas a largo plazo. Por esta razón, los antidepresivos tricíclicos no suelen recetarse, salvo que hayas consumido un ISRS sin obtener resultados. [20]
    • Entre las benzodiacepinas se encuentran el alprazolam (Xanax y Niravam), el clonazepam (Klonopin), el diazepam (Valium y Diastat) y el lorazepam (Ativan).
    • Entre los antidepresivos tricíclicos se encuentran la imipramina (Tofranil), la nortriptilina (Pamelor), la amitriptilina, el doxepin, la trimipramina (Surmontil), la desipramina (Norpramin) y la protriptilina (Vivactil). [21]
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Consejos

  • La serotonina permite regular el estado de ánimo, el sueño y el apetito, e inhibe el dolor. Los niveles bajos crónicos de serotonina en el cerebro se han relacionado con un mayor riesgo de suicidio. [22]
  • La dopamina es vital para el movimiento, influye en la motivación y está involucrada en la percepción de la realidad. Los niveles bajos de dopamina guardan relación con la psicosis, la cual consiste en un pensamiento distorsionado que se caracteriza por presentar alucinaciones o ilusiones.
  • La norepinefrina contrae las arterias y eleva la presión arterial; además, permite determinar la motivación. Los niveles muy altos pueden provocar ansiedad y sentimientos depresivos.
  • Si duermes adecuadamente (tanto en lo relativo a la duración como la calidad del sueño) y disminuyes los niveles de estrés (causado por el trabajo y las relaciones), esto afectará a tus neurotransmisores de manera positiva y permitirá equilibrar la química del cerebro.
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