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Las lesiones en los conejos pueden ser difíciles de diagnosticar. Estos animales no pueden vocalizar el dolor como un perro o un gato lesionado, por lo que puedes tener que reflexionar un poco para identificar el problema. Si crees que tiene una lesión, tendrás que revisarle las pezuñas a fin de identificar los signos de irritación, inflamación y debilitamiento. Debes llevarlo al veterinario de inmediato si crees que tiene una lesión. No obstante, si no puedes ir al veterinario de inmediato, puedes tratarla en casa hasta que puedas llevarlo.

Método 1
Método 1 de 4:

Tratar el dolor en los corvejones

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  1. La pododermatitis (también conocida como dolor en los corvejones) es una afección común en los conejos. Esta enfermedad dolorosa puede evitarse fácilmente ejercitando al animal de forma apropiada y dándole una casa cómoda. Sin embargo, una vez que se desarrolle, tendrás que adoptar medidas con rapidez para tratar la lesión. De lo contrario, esta causará infecciones y más dolor.
    • Los signos tempranos del dolor en los corvejones comprenden a la pérdida de pelo en la parte inferior de la pezuña afectada.
    • A medida que la afección empeore, la piel expuesta se enrojecerá y se inflamará.
    • Puede desarrollar úlceras y costras si no recibe tratamiento, y luego un absceso en la piel. En los casos graves, esto puede provocar una inflamación de los tendones y tejidos profundos en la pezuña.
    • Si la afección alcanza un punto en el que el conejo muestra una postura y un andar anómalos, podría haber sufrido un daño grave y permanente.
    • No trates de vendar un corvejón adolorido si presenta heridas abiertas, ya que esto puede empeorar la lesión.
    • Si se detecta en una etapa temprana, podrás tratar el problema en casa. No obstante, si notas algún signo avanzado, debes llevarlo al veterinario lo más pronto posible.
  2. Para tratar el dolor en los corvejones, tendrás que reemplazar el pelo faltante con un poco de su propio pelo (pero lo ideal es que uses pelo de otro conejo). Esto ayudará a amortiguar la lesión hasta que la piel se cure y el pelo empiece a crecer de nuevo. [1] Para crear una compresa de pelo, tendrás que hacer lo siguiente:
    • Cepilla al conejo para tomar un poco de pelo sobrante. Lo ideal es que lo tomes de un conejo saludable para evitar un mayor traumatismo en el animal lesionado; pero si solo tienes uno, puedes tomarlo de él.
    • Rueda el pelo entre las palmas de tus manos hasta formar una mata de aproximadamente 5 cm (2 pulgadas) de largo, 5 cm (2 pulgadas) de ancho y 2,5 cm (1 pulgada) de profundidad. La mata de pelo debe ser suave y esponjosa, pero con cierta firmeza.
    • No trates de usar algodón, gasa o algún otro tipo de acolchado sintético. Estos materiales pueden formar matas duras cuando se aplican a la pezuña, lo que puede irritar más la lesión.
    • Ten en cuenta que, a pesar de que el pelo de conejo brinda una amortiguación excelente, no está esterilizado. Por lo tanto, existe el riesgo de generar una infección en una herida abierta. Para reducir este riesgo, no lo uses en una herida abierta. Este puede adherirse a la sangre u otras secreciones, lo que puede causar dificultades para retirarlo. Este es el motivo por el que este método es más eficaz para la piel enrojecida e inflamada, en lugar de lacerada.
  3. Luego de crear una mata de pelo, tendrás que asegurarla en su lugar. La manera más sencilla de hacerlo es cortar un vendaje autoadhesivo del tamaño y la forma correctos para poder aplicarlo en la pezuña afectada. [2]
    • Lo ideal es usar un producto diseñado para mascotas, como VetWrap. No obstante, si estás en apuros, puedes usar vendajes autoadhesivos para personas.
    • Corta una tira larga del vendaje. Esta debe medir aproximadamente 22, 5 cm (9 pulgadas) de largo y 5 cm (2 pulgadas) de ancho.
    • Ahora corta líneas rectas en la tira en sentido vertical desde ambos extremos, dejando aproximadamente 2,5 cm (1 pulgada) de la tira sin cortar en el centro. Debe lucir como una H o una X.
  4. Haz que alguien sostenga al conejo del lomo con cuidado, con la parte inferior apuntando hacia arriba. Luego presiona la mata de pelo con cuidado contra el área desnuda de la planta de la pezuña. Recuerda que solo debes usar pelo, no algodón ni cualquier otro material sintético. Trata de meter con cuidado parte del pelo remanente de la pezuña en el área desnuda a fin de asegurar la mata en su lugar. [3]
  5. Mantén los materiales a la mano. Necesitarás la mata de pelo que has hecho y el vendaje autoadhesivo cortado previamente para asegurarla en su lugar. Haz que un amigo sostenga al conejo de forma segura para que puedas centrarte en tratar su pezuña. [4]
    • Coloca la sección media sin cortar del vendaje sobre el talón y el tobillo.
    • Asegúrate de que la mata de pelo esté en su lugar antes de vendarla.
    • Envuelve las cuatro tiras del vendaje por encima y por debajo del tobillo, para asegurar la mata en su lugar.
    • No envuelvas con demasiada firmeza, ya que esto puede agravar la afección.
    • El vendaje debe estar lo suficientemente suelto como para poder introducir un palito de paleta entre la pata y él, pero ajustado para que pueda permanecer en su lugar. No metas nada dentro de él; tan solo obsérvalo para garantizar que no esté muy ajustado.
  6. Una vez que coloques el vendaje, tendrás que cortar un punto de flexión pequeño. Esto se debe a que los conejos doblan los tobillos de forma natural para sentarse, pararse y moverse. Sin un punto de flexión, podría desarrollar nuevas heridas en la parte delantera del tobillo, por debajo del vendaje envuelto. [5]
    • Tira del vendaje hacia arriba en la parte delantera (por encima del tobillo). Aprieta y sujeta el vendaje lejos de la piel, para no cortar la pata.
    • Usa tijeras de punta roma para no pincharle o cortarle la pezuña.
    • El conejo podría estar nervioso en este punto, por lo que tu amigo debe seguir sujetándolo con firmeza, y tienes que ser muy cuidadoso cuando cortes el punto de flexión.
    • Lo ideal es que cortes este punto en forma de diamante o círculo para facilitar el movimiento con la mayor eficacia.
  7. Una vez que termines de envolver, tendrás que revisar el resto de la pezuña en intervalos de unas horas. Observa si hay hinchazón o enrojecimiento en los dedos y la parte delantera (la cual no debes envolver). Si notas algún enrojecimiento o hinchazón, esto significa que la has envuelto de forma muy ajustada. No obstante, si el vendaje se desenvuelve o se abulta en el tobillo o la rodilla, esto significa que está muy suelto. [6]
    • Si hay algún problema con el vendaje envuelto (si está muy suelto o ajustado), haz que alguien sujete al conejo con la barriga hacia arriba nuevamente. Desenvuelve el vendaje y envuélvelo de nuevo de forma cuidadosa y apropiada.
    • Incluso si lo has envuelto de forma correcta, tendrás que envolver de nuevo la lesión con un vendaje y una mata de pelo nuevos todos los días. Si el vendaje se humedece o se ensucia de alguna manera, desenvuélvelo y cámbialo de inmediato para evitar las infecciones.
    • Llévalo al veterinario para una cita de control para que lo evalúe por completo a fin de garantizar que no tenga otro problema y determinar si necesita antibióticos.
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Método 2
Método 2 de 4:

Rehabilitar una pata torcida

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  1. Podrías tener dificultades para diferenciar una pata torcida de una fracturada o rota. Si estás seguro de que la pata solo se ha torcido, podrás tratarla en casa por tu cuenta. Si no sabes con certeza cuál es el problema del conejo o si existe la probabilidad de que se haya roto la pata o el lomo, tendrás que llevarlo al veterinario para que le brinde un diagnóstico definitivo y un plan de tratamiento. [7] Identifica los siguientes signos como indicadores comunes de una torcedura de pata:
    • inestabilidad o debilitamiento en una pata
    • caminar encorvado apoyando el peso en 3 patas
    • capacidad de soportar un poco de peso en la pata, pero cojeando
  2. La terapia de frío es el mejor tratamiento para toda torcedura. Una compresa de hielo reducirá el flujo de sangre al área de la lesión, lo que puede reducir la hinchazón e inflamación. Esto también puede reducir parte del dolor en ella.
    • Envuelve una compresa de hielo fría con un paño limpio.
    • Coloca la compresa envuelta directamente en la pata afectada. Podrías necesitar que alguien sostenga al conejo para que puedas seguir colocando la compresa.
    • Déjala aplicada por alrededor de 10 minutos, si el conejo lo permite. De lo contrario, trata de mantenerla aplicada el mayor tiempo posible.
    • Llama al veterinario para reservar una cita, de modo que pueda realizarle un examen físico completo.
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Método 3
Método 3 de 4:

Vendar una pata rota

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  1. Si el conejo tiene dificultades para caminar o no puede hacerlo en lo absoluto, probablemente tenga una lesión en la pata. Si tiene una pata colgando o si la arrastra, lo más probable es que esté rota. Si el conejo cojea, pero parece ser capaz de depositar parte de su peso en la pata lesionada, podría tener una torcedura, dislocadura o fractura. El veterinario tendrá que evaluar la lesión a fin de determinar su gravedad y cómo remediarla.
    • Carga al conejo mientras le das soporte a su trasero con la otra mano.
    • Sostenlo (no lo dejes ir ni lo sueltes) y trata de hacer que se pare con cuidado sobre las patas en buen estado.
    • Lo más probable es que aquella en la que evite pararse esté lesionada.
    • Si arrastra ambas patas traseras, podría haber sufrido una lesión en la columna y necesitará atención veterinaria inmediata. El veterinario tendrá que administrarle esteroides y otros medicamentos, y también podría tener que colocarle un yeso corporal.
  2. Si el conejo lo permite, la mejor manera de tratar la pata antes de llevarlo al veterinario es colocarle una férula con algo firme. Esto ayudará a reducir los movimientos dolorosos de la extremidad hasta que el veterinario puede revisar la lesión y tratarla de forma apropiada.
    • Envuelve una gasa limpia alrededor de la pata por encima y por debajo del área en la que creas que se la ha fracturado.
    • Coloca un lápiz, un palito de paleta o un objeto con la misma firmeza contra la parte exterior de la pata y en sentido vertical, cubriendo el área de la fractura y extendiéndose por encima y por debajo de ella.
    • Usa cinta o un vendaje autoadhesivo para envolver la pata (incluida la férula) y por encima y por debajo de ella. No debes envolver con mucha firmeza, o podrías correr el riesgo de cortar la circulación de la sangre a la pezuña.
    • Si la pezuña se vuelve roja o hinchada, esto significa que la has envuelto de forma muy ajustada y tendrás que envolverla apropiadamente.
  3. Si no te deja colocarle una férula a la lesión o tienes dificultades para sostenerlo luego de colocarla, podrías tener que envolverlo con una toalla. Esto te permitirá sostenerlo con facilidad y cargarlo sin lesionar más la pata rota. Sin embargo, tendrás que ser muy cuidadoso mientras lo envuelvas con una toalla, ya que podría tener miedo o dolor en este punto.
    • Usa una toalla limpia y seca.
    • Envuelve la toalla alrededor del conejo de forma ajustada, dejando la cabeza descubierta.
    • Asegúrate de que su lomo y su trasero estén en una posición natural, y que no tenga la columna inclinada o doblada.
  4. Tendrás que colocarlo dentro de una jaula de transporte, incluso si has tenido que envolverlo con una toalla antes. Colócalo dentro de la jaula con cuidado (con todo y la toalla) y llévalo al veterinario de inmediato. Es importante que no postergues la atención, ya que una extremidad rota sin tratamiento puede ser una lesión muy grave.
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Método 4
Método 4 de 4:

Identificar y prevenir las lesiones futuras

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  1. Para poder tratar toda lesión, tendrás que identificar los signos de un conejo lesionado. Dado que no puede vocalizar el dolor como otros animales, tendrás que prestarle atención a su comportamiento y examinar con cuidado toda posible lesión. [8]
    • Un conejo lesionado puede mostrar un comportamiento extraño, o podría comportarse con total normalidad.
    • Nota si tiene una falta de movimiento prolongada, se echa de costado por periodos largos, inclina la cabeza, se cae, tiene dificultades para moverse y no puede moverse en línea recta.
    • Comunícate con el veterinario siempre que tengas dudas sobre su comportamiento.
  2. Evita el dolor en los corvejones . El dolor en los corvejones es una afección que se puede evitar con facilidad y que por lo general surge debido a una dieta y un régimen de ejercicios inapropiados, o por vivir en un área poco higiénica o que causa dolor. Adopta precauciones para garantizar que coma sano (y no en exceso), se ejercite lo suficiente fuera de su jaula todos los días y tenga un espacio cómodo dentro de su jaula. [9]
    • Si usas una jaula de barras metálicas, asegúrate de que el conejo tenga algún tipo de superficie dentro de ella (como una tabla plana) en donde sentarse, pararse y recostarse, de modo que sus pezuñas no se hundan en las barras todo el día. También debes darle una capa de 5 a 7,5 cm (2 o 3 pulgadas) de material de cama suave para que repose en él. Esto ayudará a eliminar parte de la presión de sus corvejones.
    • Si usas una jaula de fondo sólido y plano, asegúrate de mantener el piso limpio. Limpia la orina y los demás derrames a diario, ya que la exposición a la orina le irritará el tejido y le quemará la piel.
    • Dale una dieta regulada y saludable, y mucho tiempo de ejercicio fuera de la jaula, para evitar la obesidad. El sobrepeso es una causa común del dolor en los corvejones de los conejos, y puede evitarse con facilidad.
  3. Sostenerlos de una forma inapropiada es una de las causas más comunes del lomo y las extremidades rotos, fracturados o torcidos. Siempre que lo cargues, debes tener cuidado y anticipar la posibilidad de que se agite o trate de saltar de tus brazos, lo que podría lesionarlo gravemente. [10]
    • Si forcejea cuando lo sujetas o tratas de cargarlo, no trates de sostenerlo de manera forzada.
    • Suéltalo y céntrate en calmarlo antes de tratar de cargarlo o sostenerlo de nuevo.
    • Obligarlo a dejar que lo sostengas solo hará que entre en pánico y se agite más, lo que podría hacer que se rompa las extremidades (si se cae) o incluso el lomo.
    • Desciende al suelo antes de tratar de cargarlo. Sostenlo con cuidado, pero con firmeza, con una mano dándoles soporte a su lomo y trasero en todo momento. [11]
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Consejos

  • Supervisa las actividades que realice. Retira de su entorno todo objeto al que podría treparse, para garantizar que no ejerza más tensión en la lesión.
  • Sigue las instrucciones del veterinario con cuidado y llévalo para que lo examine tan pronto como notes el primer signo de una lesión o malestar.
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