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Mantener el apio fresco te permitirá agregarle algo crujiente a tus sopas, ensaladas y bocadillos. Almacenar el apio de manera adecuada puede ayudar a conservar esta característica por más tiempo. Para lograrlo, puedes envolver el apio con papel aluminio, almacenarlo en agua o utilizar toallas de papel. Asimismo, asegúrate de deshacerte del apio que se haya malogrado. Ten en cuenta que, por lo general, el apio dura entre tres y cuatro semanas.

Método 1
Método 1 de 3:

Almacenar apio en papel aluminio

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  1. Por lo general, el apio se malogra porque libera etileno, una hormona que promueve la maduración. Al envolverlo con papel aluminio, este permite que el etileno escape. Si almacenas el apio en una bolsa de plástico suelta, el etileno queda atrapado, lo cual hará que el apio se ablande. El papel aluminio evitará que el apio se madure demasiado y pierda su cualidad de crujiente. [1]
    • El etileno es una hormona que las plantas producen de manera natural. Se trata de una hormona que promueve el crecimiento y la maduración, lo cual causa que las plantas maduren y luego se descompongan. Si bien el etileno es necesario para que las plantas maduren, este también puede causar que las plantas se descompongan y maduren demasiado después de un determinado punto. [2]
    • Almacenar el apio en una bolsa de plástico atrapa el etileno, causando que el apio se malogre con mayor rapidez.
  2. Luego de utilizar el apio para preparar tus comidas, asegúrate de envolverlo nuevamente con papel aluminio. Recuerda envolver el apio firmemente, ya que esto permitirá que el etileno escape. [3]
    • Si tu papel aluminio comienza a ensuciarse, reemplázalo por uno nuevo.
  3. Consérvalo en el refrigerador. Al utilizar este método, puedes esperar que tu apio dure entre tres y cuatro semanas. Después de este periodo, empezará a descomponerse y debes deshacerte de él. [4]
    • Puede resultar útil escribir la fecha en la que originalmente almacenaste el apio en el papel aluminio.
    • No se debe consumir el apio luego de haberse malogrado. El apio que se ha echado a perder tendrá un color blanquecino. Asimismo, se formará un agujero en el centro. Finalmente, las ramas empezarán inclinarse hacia afuera. [5]
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Método 2
Método 2 de 3:

Utilizar toallas de papel

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  1. Utiliza una toalla lo suficientemente grande para envolver los tallos de apio. Desliza la toalla de papel por debajo del grifo. Recuerda solo humedecerla, pero no empaparla. [6]
    • Si así lo prefieres, puedes utilizar agua de filtro para mojar la toalla de papel.
  2. Dobla la toalla de papel a la mitad. Luego, envuelve la toalla firmemente y asegúrate de cubrir el tallo por completo. Cuando hayas terminado de envolver la toalla, utiliza una banda elástica para asegurarla al tronco del apio. [7]
  3. Ahora puedes colocar el apio de vuelta en la bolsa de plástico en la que vino. Sin embargo, no olvides que el etileno quedará atrapado en la bolsa. El etileno es una hormona que promueve la maduración y puede causar que el apio se malogre con mayor rapidez. Por ello, envuelve la bolsa firmemente alrededor del apio, ya que esto permitirá que el etileno se libere. Luego, utiliza bandas elástica para sostener la bolsa en su lugar. [8]
  4. Presta atención a aquellas señales que indiquen que el apio se ha echado a perder. Quizás notes que las ramas se inclinan hacia afuera, que el apio tiene un color blanquecino y que se forma un agujero en el centro de este. Por lo general, el apio dura entre tres y cuatro semanas dentro del refrigerador. [9]
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Método 3
Método 3 de 3:

Almacenar el apio en agua

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  1. Deberás cortar el apio para poder almacenarlo en agua. Para comenzar, separa las ramas del tallo del apio. [10]
    • Asimismo, separa las hojas. Si deseas utilizar las hojas del apio para cocinar, almacénalas en otro lugar.
    • Una vez que hayas separado las hojas y las ramas, corta cada pedazo de apio por la mitad.
  2. Elige un contenedor donde todos los trozos de apio puedan caber cómodamente. También debe quedar un espacio de 2 cm (1 pulgada) entre el apio y la tapa del contenedor. En estos casos, un contenedor de marca Tupperware o un bol más grande podrían funcionar bien. [11]
    • Tu mejor opción es un contenedor que puedas sellar fácilmente. Mientras menos expuesto esté el apio al aire, mejor.
  3. Utiliza agua de filtro, ya que el agua el grifo podría exponer al apio a determinados químicos. Vierte suficiente agua para cubrir el apio. Luego, sella el contenedor herméticamente y colócalo en el refrigerador. Si tu contenedor no tiene tapa, séllalo con un envoltorio plástico. [12]
  4. Es importante recordar cambiar el agua. Este método no funcionará muy bien si el apio permanece en la misma agua todos los días. [13]
    • Recuerda utilizar agua de filtro en lugar de agua del grifo.
    • Puedes utilizar este método con otras hortalizas para mantenerlas crujientes con el paso del tiempo.
  5. Con el tiempo, el apio se malogrará incluso si lo has almacenado apropiadamente. Por lo general, este se echa a perder después de tres o cuatro semanas. [14]
    • El apio que se ha echado a perder tendrá un color blanquecino. Asimismo, se formará un agujero en el centro.
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Consejos

  • Considera separar las hojas del apio de su tallo y luego almacena las hojas de manera independiente. Las hojas del apio se marchitan más rápido que los tallos, de modo que si utilizarás las hojas para cocinar, córtalas y utilízalas primero para obtener un mejor sabor. Por otro lado, los tallos resistirán más tiempo y pueden utilizarse después.
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