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Un diagnóstico de diabetes tipo 2 puede ser abrumador para cualquiera. Por fortuna, existen muchas formas de controlar la enfermedad. Con frecuencia es posible revertirla siguiendo un tratamiento médico adecuado y realizando un buen manejo de tu estilo de vida. Sobre todo, es fundamental centrarte en mantener los cuidados médicos adecuados, un estilo de vida saludable y una buena alimentación. Todos estos factores contribuirán a mantener un nivel de azúcar en sangre estable y una buena salud en general.

Método 1
Método 1 de 3:

Mantener la atención médica adecuada

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  1. Una buena atención médica es esencial para vivir una vida saludable con la diabetes tipo 2. En cambio, si se deja sin control, la diabetes puede derivar en problemas de salud serios como los daños a los ojos, los vasos sanguíneos, los riñones y los nervios. Por eso, una vez diagnosticado con diabetes, debes supervisar de cerca tu salud. Habla con tu doctor de cabecera para establecer un cronograma de controles de rutina. [1]
    • Además de tu doctor de cabecera, también será necesario programar consultas regulares con otros especialistas, como el podólogo, el oftalmólogo, el nutricionista o el diabetólogo. Algunos pacientes también se benefician de acudir al dentista para tratar complicaciones de salud oral asociadas a la diabetes.
    • Si tienes dificultades para afrontar el estrés emocional a causa de tu enfermedad, considera consultar con un psicoterapeuta.
    • Tu doctor puede derivarte a un endocrinólogo (un especialista en diabetes y otros trastornos endocrinos) si te cuesta controlar tus síntomas o experimentas complicaciones de salud serias. [2]
  2. Mide tu nivel de glucosa (azúcar) en sangre con regularidad. Es importante empezar a hacerlo apenas te diagnostiquen con diabetes tipo 2. Para lograr resultados óptimos, mide tu nivel de azúcar en sangre a la misma hora cada mañana, en ayunas. Coloca una gota de sangre en la tira reactiva y luego trasládala al glucómetro que te dará una lectura digital. De este modo, sabrás si tu cuerpo está controlando tu nivel de azúcar o si necesitas aplicarte insulina. [3]
    • La medición de la insulina requiere un glucómetro, una tira reactiva y un lancetero. Pídele al doctor que te sugiera un aparato adecuado para ti.
    • Para la mayor parte de las personas, basta con una sola medición en la mañana antes de desayunar. Sin embargo, si experimentas un brote de síntomas de diabetes, podría ser necesario medir tu nivel de azúcar en sangre varias veces a lo largo del día.
    • Consulta con el doctor para establecer un cronograma de medición que más te convenga.
  3. Adminístrate insulina conforme sea necesario. Cuando te diagnostican diabetes tipo 2, podrían indicarte que necesitas tomar insulina. El doctor te indicará en qué momento tomarla y cómo inyectarla. Él también te dará una escala con la cantidad de insulina que debes administrarte en función de los resultados de la medición del nivel de glucosa, puesto que la dosis adecuada depende de dicho nivel. [4]
    • Existen diversas formas de aplicarte la insulina: mediante una jeringa tradicional, un bolígrafo de insulina o una bomba de insulina (normalmente para casos extremos).
    • La insulina puede inyectarse en el muslo, el brazo o el abdomen.
    • El programa de inyecciones de insulina varía en función de si tomas insulina de acción prolongada o de acción rápida. La de acción prolongada suele aplicarse una o dos veces al día en un horario regular, mientras que la de acción rápida se aplica poco antes de una comida. Es posible utilizar ambos tipos en combinación. [5]
    • La insulina debe mantenerse en el refrigerador para conservar su estabilidad y eficacia. Sigue todas las instrucciones del paquete de insulina y siempre revisa la fecha de vencimiento antes de utilizarla. [6]
    • Si planeas irte de excursión o asistir a un evento donde habrá mucha comida y alcohol, lleva contigo un suministro de insulina de acción rápida y un dispositivo de medición de glucosa.
  4. Un momento muy importante para pensar en el nivel de azúcar en sangre es justo antes de acostarte, puesto que debes anticipar su comportamiento durante la noche. Pregúntale al doctor cuál debe ser tu nivel de azúcar en sangre antes de acostarte y cómo regularlo de forma segura con insulina o bocadillos.
    • Es común presentar problemas con el nivel de azúcar en sangre tras los periodos de ayuno, por ejemplo, después de haber dormido toda la noche. Sin embargo, existen maneras de controlarlo que tienen en cuenta dichos periodos de ayuno.
  5. Cuando recibes tratamiento para la diabetes, corres el riesgo de que tu nivel de azúcar en sangre se vuelva muy bajo (una afección llamada hipoglucemia). En la mayoría de los casos, la hipoglucemia se produce cuando el nivel de azúcar en sangre desciende por debajo de 70 mg/dl. Si esto te ocurre, toma una tableta de glucosa, toma jugo de frutas o come un caramelo dulce. Espera 15 minutos para medir tu nivel de glucosa. Repite hasta que este vuelva a ser superior a 70 mg/dl, luego continúa con un bocadillo o una comida saludable. [7]
    • Los síntomas comunes de hipoglucemia son fatiga, ansiedad, irritabilidad, temblores, piel pálida, frecuencia cardiaca irregular, hambre y sudoración.
    • Cuando la hipoglucemia empeora, puede provocar desorientación, conducta anormal, convulsiones, visión borrosa o pérdida del conocimiento.
    • Esta afección puede surgir cuando te saltas una comida, tu alimentación no te brinda suficientes carbohidratos o te ejercitas sin antes haber comido lo suficiente. [8]
    • Si la hipoglucemia no responde al tratamiento casero o si presentas síntomas graves, busca atención médica lo antes posible.
  6. Aparte de la insulina, pueden prescribirte otros medicamentos para ayudar a mantener tu nivel de glucosa estable. Es importante no saltearte las dosis y ser constante con ellos. Habla con el doctor en caso de presentar cualquier problema relacionado con los medicamentos. Los más prescritos para los pacientes con diabetes tipo 2 son: [9]
    • los fármacos que promueven la producción de insulina en el páncreas, como Diabinese o Glucotrol; [10]
    • la metformina, un fármaco que impide la producción de glucosa en el hígado; [11]
    • los fármacos como Starlix o Prandin que provocan la liberación de insulina en el páncreas cuando ingieres una comida; [12]
    • los fármacos Avandia o Actos que reducen el nivel de glucosa en sangre y mejoran la sensibilidad a la insulina; [13]
    • los fármacos que equilibran las hormonas encargadas de controlar los niveles de glucosa, como Januvia o Tradjenta; [14]
    • los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (SGLT2), como Invokana o Steglatro, que ayudan a los riñones a filtrar la flucosa fuera de la sangre;
    • los fármacos como Glyset y Precose que retrasan la digestión de los carbohidratos e impiden que el nivel de azúcar en sangre suba muy rápido; [15]
    • los fármacos diseñados para disminuir el colesterol malo, como Prevalite o Questran, que también ayudan a controlar el nivel de azúcar en sangre. [16]
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Método 2
Método 2 de 3:

Realizar cambios en tu estilo de vida

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  1. La actividad física es de gran utilidad para mantenerte saludable con la diabetes tipo 2. Ayuda a reducir el nivel de azúcar en sangre, mejora la salud cardiaca y reduce la presión arterial, aparte de aumentar la eficacia de la insulina. De hecho, los ejercicios constituyen un factor esencial para evitar la necesidad de tomar insulina en los casos leves de diabetes tipo 2. [17]
    • Camina 20 a 30 minutos como mínimo casi todos los días de la semana. Incluso puedes dividir la caminata en 2 o 3 sesiones diarias de 10 a 15 minutos cada una.
    • Otros ejercicios que ayudan a regular el nivel de glucosa son bailar, correr, montar en bicicleta, nadar y hacer jardinería.
  2. Estar bajo mucho estrés mientras intentas controlar la diabetes tipo 2 puede complicar la situación, puesto que el estrés aumenta el nivel de azúcar en sangre y la presión arterial, además de ponerte en mayor riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca. Para reducirlo, céntrate en realizar actividades y cambios en tu vida que te hagan una persona más feliz y contenta. Sacar algo de tiempo para relajar la mente y el cuerpo marcará una gran diferencia en tu salud. [18]
    • Por ejemplo, dedica un momento de tu día a hacer una actividad que disfrutes y que te relaje. No es necesario que te tomes mucho tiempo, basta con 15 minutos de juego con tu perro o de plantar flores en el jardín para hacer una diferencia significativa en tus niveles de estrés en general.
    • Realiza diariamente actividades breves de relajación física. Darte tiempo para respirar de forma lenta y profunda, relajar los músculos y estirar el cuerpo marca una gran diferencia en los niveles de estrés. [19]
  3. Dormir de 7 a 9 horas por noche favorece la recuperación adecuada de los nervios y los demás sistemas. Esto reduce los síntomas de diabetes, en concreto el nivel de azúcar en sangre y la presión arterial. [20]
    • Si tienes dificultad para dormir, prueba algunas soluciones comunes , como hacer tu habitación más relajante y preparar tu mente y cuerpo para dormir.
    • Si estás pensando tomar un medicamento para ayudarte a dormir, primero consulta con el doctor. Es fundamental discutir con él sobre cualquier medicamento nuevo para asegurarte de que no interfiera con el tratamiento para la diabetes.
  4. Mantener un peso saludable tiene un impacto positivo en el nivel de azúcar en sangre, la presión arterial, el colesterol, la salud cardiaca y otros factores de la salud. Si tienes exceso de peso, consulta con el doctor para saber cómo bajar de peso de forma segura y saludable. La mejor manera de mantener un peso saludable es combinando los cambios en la dieta y los ejercicios. [21]
    • Tu peso saludable dependerá de tu porcentaje de grasa corporal, salud general y metabolismo. Habla con el doctor para averiguar si tu peso actual es saludable en función de tu índice de masa corporal (IMC) y otros factores.
    • Coméntale al doctor o al nutricionista sobre el programa de pérdida de peso que deseas empezar. Ellos te ayudarán a personalizarlo y formularlo para que vaya acorde con la diabetes tipo 2.
    • Después de haber determinado tu rango de peso saludable con la ayuda del doctor o el nutricionista, pésate mínimo una vez a la semana para asegurarte de alcanzar o mantener tu peso ideal.
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Método 3
Método 3 de 3:

Ajustar tu alimentación

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  1. Una vez diagnosticado con diabetes tipo 2, es importante recibir la orientación del doctor o el nutricionista sobre lo que debes y no debes comer. Esto te permitirá comprender las pautas básicas que debes respetar en el futuro.
    • Si deseas mayor información, pídeles que te sugieran libros o páginas web que sean fuentes confiables de información respecto a las dietas para la diabetes tipo 2.
  2. Un aspecto esencial del control del nivel de azúcar en sangre y la prevención de su aumento brusco es controlar las porciones. Si ingieres varias comidas pequeñas a lo largo del día en vez de tres comidas abundantes, al cuerpo le será más fácil mantener el nivel adecuado de glucosa en sangre. [22]
    • Sobre todo, lo importante es no consumir mucho de un alimento en particular. El equilibrio en las comidas también ayuda a mantener el nivel de glucosa.
    • Para limitar la cantidad de comida que ingieres, es necesario comprender cuál es la porción adecuada para cada alimento que consumes. Pregúntale al nutricionista sobre el tamaño apropiado de las porciones.
    • Las necesidades alimenticias varían de una persona a otra en función de su peso, edad, salud general y nivel de actividad. Consulta con el doctor o el nutricionista acerca de la cantidad de comida que debes ingerir a diario.
  3. Tal vez has notado que el pan blanco se pone muy dulce cuando lo mantienes en la boca por un rato. La razón de esto es que los carbohidratos se transforman en azúcar en el organismo. Ingerir muchos carbohidratos simples, como los presentes en el pan blanco, aumenta el nivel de glucosa en sangre. En cambio, los carbohidratos complejos (como los granos enteros) tardan mucho más en descomponerse en el organismo. Estos constituyen una fuente importante de energía para el organismo, así que evita los simples y consume los complejos con moderación. [23]
    • Estos son algunos carbohidratos complejos que los diabéticos tipo 2 pueden consumir de forma moderada: avena, cebada, trigo bulgur, quinua, pasta integral, arroz integral y papas blancas con la cáscara.
    • Evita los siguientes alimentos: harina blanca, pasta tradicional, cuscús, arroz blanco y otros carbohidratos refinados.
  4. Aparte de consumir solo carbohidratos complejos, también debes ingerirlos en la misma cantidad en cada comida. El nutricionista o el doctor te indicarán la cantidad de carbohidratos que debes consumir al día y luego dependerá de ti distribuirlos a lo largo de tus comidas.
    • Muchos planes alimenticios para diabéticos requieren que comas 3 comidas y 3 bocadillos pequeños durante el día, cada uno de los cuales debe incluir una cantidad pequeña de carbohidratos saludables.
    • Ingerir todos los carbohidratos en una comida puede aumentar el nivel de azúcar en sangre, aunque sean complejos.
  5. Para elegir alimentos que no aumenten innecesariamente el nivel de glucosa, averigua los valores glucémicos de los alimentos que piensas ingerir. El índice glucémico indica la cantidad de azúcar que se libera con rapidez en el torrente sanguíneo al ingerir determinado alimento. En Internet, encontrarás muchas tablas de IG. Puedes revisar una tabla general o realizar una búsqueda específica incluyendo el nombre de cierto alimento más la frase "índice glucémico". [24]
    • Los alimentos de bajo IG corresponde a valores inferiores a 55, los de medio van de 56 a 69 y los de alto se encuentran por encima de 70. Consulta con el doctor o el nutricionista para saber qué rango de IG debes respetar.
    • Entre los alimentos de alto IG se encuentran muchos cereales para el desayuno (por ejemplo, las hojuelas de maíz con un IG de 81), el pan blanco (75), el melón crudo (76) y el puré de papas instantáneo (87). [25]
    • Algunos alimentos de bajo IG son los espaguetis de granos enteros (48), las manzanas crudas (36), las zanahorias hervidas (39) y las lentejas (32). [26]
    • Evitar los alimentos de alto IG no significa que no puedas darte un gustito de vez en cuando. Por ejemplo, el chocolate oscuro es de bajo IG (cerca de 40). [27]
  6. Adopta el hábito de comer despacio para evitar excederte con la comida. Para lograrlo, entrénate contando hasta 10 entre bocado y bocado o tomando bocados más pequeños que de costumbre. Comer lento ayuda a sentirte lleno, aunque comas menos de lo que estás acostumbrado.
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Consejos

  • Céntrate en realizar cambios, no en alcanzar la perfección inmediata. Cuando modificas tu estilo de vida y alimentación para controlar la diabetes tipo 2, no se trata de llegar a la perfección de inmediato. Es mejor trazarte objetivos realizables y seguir mejorando durante el proceso.
  • La diabetes puede pasar desapercibida durante muchos años antes de su diagnóstico. Por eso es importante someterte a exámenes médicos anuales o semestrales para verificar su presencia.
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Advertencias

  • Si tienes un antecedente familiar de diabetes, debes prestar mucha atención a tu alimentación y ejercicios para evitar o retardar la aparición de la enfermedad.
  • El consumo excesivo de alcohol puede interferir con la capacidad del organismo de mantener un buen nivel de azúcar en sangre, lo que en ocasiones deriva en afecciones peligrosas como la hipoglucemia (nivel bajo de glucosa). Si realmente quieres tomar alcohol, consulta con el doctor acerca de cómo hacerlo de forma segura. Siempre toma con moderación y nunca lo hagas sin antes haber comido. [28]
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