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Quizás te hayas prometido que esta vez sí lo harás. Tal vez comas ensaladas, trotes y consumas barras de proteínas en los tres días siguientes; pero luego de unos días, podrías pasar tiempo en el sofá comiendo una gran cantidad de helado. Ahora será el momento de dejar de comerlo y motivarte. Si lo decides, podrás evitar las dietas de rebote y tener una apariencia fantástica.

Método 1
Método 1 de 3:

Iniciar una rutina que te motive

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  1. Si te fijas algo como “Quiero bajar 23 kg (50 lb) en las próximas semanas”, esta será una meta muy poco realista. El peso no se gana con tanta rapidez, por lo que tampoco se bajará así de rápido. Si te fijas metas que quizás no puedas alcanzar, es evidente que estarás desmotivado.
    • Consulta con un profesional de la salud para desarrollar una meta semanal o mensual que sea sensata. Lo que es adecuado para una persona podría ser poco saludable para otra, lo que dependerá del peso inicial, la edad, el nivel de actividad, el sexo y otros factores.
    • Puedes acudir a un entrenador (lo que se explicará mejor más adelante). Al tratar de desarrollar un mejor estado físico, será de utilidad que conozcas aquello de lo que seas capaz, y es probable que no sepas lo que es realista y lo que no. Un buen entrenador podrá ayudarte a desarrollar una meta y un plan que te ayuden a alcanzar tu potencial.
    • En general, mientras más lento bajes de peso, mayor será la probabilidad de que te mantengas. El cuerpo suele interpretar una pérdida de peso drástica como un estado de hambruna, por lo que creará un ciclo desagradable que reducirá tu metabolismo, te hará sufrir malestares físicos y, por lo general, evitará que puedas mantener tu peso.
    • 450 g (1 lb) equivalen a 3500 calorías. Para bajar 450 g (1 lb) a la semana, puedes reducir 500 calorías diarias en tu dieta, quemar 500 calorías adicionales diarias mediante el ejercicio o emplear alguna combinación de estas dos opciones.
  2. Si buscas un compañero, esto te permitirá recurrir al poder del trabajo en equipo. Será más probable que te mantengas encaminado si tienes a alguien que te anime, a quien rindas cuentas y con quien puedas ejercitarte.
    • Lo ideal es que tengas a una persona con metas de salud similares a las tuyas. Si eres una mujer de 45 años que intenta bajar 20 kg (40 lb), podría ser un error que te unas a un compañero de trabajo de 21 años que intenta bajar 4,5 kg (10 lb).
    • También puedes conseguir compañeros para bajar de peso en Internet. Hay muchas páginas para bajar de peso que te ayudarán a encontrar a un compañero. Esto es de mucha utilidad si no hay una persona adecuada en tu círculo social o si deseas mantener tu pérdida de peso en privado.
    • Cerciórate de que tu compañero te agrade. Si esta persona no te agrada o si hace que la experiencia sea desagradable, te sentirás menos motivado para proseguir.
    • Según tu régimen, esta persona deberá ayudarte a comer más sano, ejercitarte más o hacer ambas cosas. ¡Incluso un compañero para hacer compras será de utilidad! Tan solo deberás escoger a alguien que te haga sentir mejor con todo el proceso, no alguien que lo convierta en una competencia.
  3. Puedes inscribirte en una clase sin importar si tienes un compañero de ejercicios o no. Podrías pagar las clases de antemano, ya que esto te motivará a asistir. Algunas incluso toman asistencia, lo que podría hacer que te sientas un poco culpable con tu salud si no asistes. Las mejores clases pueden hacerte sentir que tienes 30 compañeros y un entrenador.
    • Hay muchas clases de ejercicios disponibles. No existe un solo tipo de clases de ejercicios que sea adecuado para todos, y en la actualidad hay más opciones. También puedes buscar en otros lugares además de los gimnasios y los centros de ejercicios. Podrías asistir a clases de cabalgata, esquí o tai chi.
    • Busca un nivel adecuado para ti. Por ejemplo, un buen estudio de yoga podría tener ejercicios para personas mayores, atletas dedicados, mujeres embarazadas, adultos jóvenes, padres con hijos pequeños, etc.
    • Considera la posibilidad de aprender una nueva habilidad. Existe una gran variedad de habilidades físicas que puedes probar. No hay nada de malo con solo caminar, pero a algunas personas les gusta aprender algo. Podrías asistir a clases de salsa, karate, escalada en roca o danza del vientre.
  4. Harás que todo sea concreto si registras por escrito tu progreso. Puedes escribirlo de la forma que desees, pero te mostraremos dos formas de hacerlo:
    • Crea un registro de ejercicios (y comida). Aquí anotarás lo que hagas todos los días, la cantidad de calorías que hayas quemado, lo cerca que estés de alcanzar tu meta y los alimentos que hayas consumido. Si tienes un compañero, comparte esta información con él para hacer que asumas una mayor responsabilidad.
    • Crea un blog de ejercicios. Publicarás esta información para el mundo del Internet, lo cual será la mayor exposición posible (si alguien lo lee, evidentemente). Con ello, elegirás una opción más creativa que incluirá todos los factores de un registro de ejercicios, pero también lo que sientas al respecto, los obstáculos que afrontes y lo que sientas al hacer este progreso. ¡Tan solo deberás seguir escribiendo!
  5. Si no tienes un amigo que pueda orientarte por completo o animarte a consumir algo más saludable, un entrenador podría ser tu mejor opción. Busca uno que encaje con tu personalidad, ya que si te hace sentir muy mal, fingirás que estás enfermo para no asistir.
    • Por lo general, todos los gimnasios pueden brindarte un entrenador. Con suerte, podrás probar gratis algunas sesiones de introducción. Pregunta en aquellos que tengan buena reputación y solo ejercítate con los entrenadores que sepan lo que hacen y respeten tus metas de pérdida de peso.
    • Algunos entrenadores ofrecen un precio para grupos pequeños, por lo que podrás ir con unos amigos para ahorrar dinero.
  6. Si tienes un plazo límite para tu estado físico, esta se volverá una meta específica por la cual esforzarte. Cerciórate de que sea algo que consideres agradable y adecuado para tus capacidades físicas. Estos son algunos ejemplos:
    • participar en un evento de caminata en tu localidad;
    • correr una carrera de 5 km;
    • ser capaz de practicar buceo de superficie en tus vacaciones;
    • ser capaz de recorrer todo el camino de un parque local;
    • derrotar a un oponente en un torneo de esgrima;
    • practicar el baile de salón en la boda de tu hijo.
    • Hay muchos programas de entrenamiento y aplicaciones que te ayudarán a mejorar tu estado físico alternando las acciones de caminar y correr. ¡No hay ningún problema con tomar descansos para caminar! Si vives en los EE.UU., RunningintheUSA.com [1] y NextBib [2] brindan listas integrales de carreras en este país. Por lo tanto, no habrá excusas, ya que podrás inscribirte con mucha facilidad.
  7. Si publicas fotos tuyas cuando eras más joven, delgado o atlético; esto puede desmotivarte mucho. Incluso si bajas de peso, no lograrás ser la versión antigua de tu persona. Será injusto que te compares a los 50 años con tu versión adolescente. Por lo general, los adolescentes tienen un metabolismo más rápido, no han tenido hijos ni muchas enfermedades, y suelen tener más “tiempo libre” para ejercitarse. En lugar de ello, emplea imágenes que reflejen mejor lo que debería motivarte e inspirarte en la actualidad, como las siguientes:
    • Fotos recientes en las que creas que luces bien. No tendrás que lucir muy delgado, pero deberás estar feliz, relajado o divertido; o en un recital del cual estés orgulloso; o lo que sea que te haga feliz al verlo. Si te sientes bien mirándote, esto te animará a cuidarte.
    • Fotos de lugares favoritos en los cuales estar activo. Puede ser la isla tropical en la que esperas practicar canotaje, tu playa favorita o una foto tuya cruzando la meta en una carrera.
    • Fotos de tus amigos, familiares y otros seres queridos. Cuida de ti para poder cuidar a estas personas y estar con ellas.
    • Citas inspiradoras. Podría ser tu verso favorito de la Biblia, una cita de una película o lo que alguien haya escrito en tu anuario; la inspiración podrá ayudarte a seguir adelante.
  8. Algunas personas cometen el error de hacer dieta con el fin de que una prenda les quede. Puedes desmotivarte si te pones prendas que no te quedan de manera reiterada. Asimismo, en lugar de escoger ropa que te favorezca, estarás vistiendo prendas a la fuerza para determinar lo que sientes sobre ti, lo que puede hacerte sentir mal por tu cuerpo. Si te sientes mal con tu cuerpo, es probable que no lo cuides tal como deberías.
    • La antigua creencia es que, si la ropa te aprieta y te hace sentir incómodo de forma constante, esto te recordará a cada momento que deberás seguir tu plan dietético. No obstante, la incomodidad no suele ser motivadora. Por lo general, lo que ocurre es que la persona se siente mal, avergonzada y más deprimida por sufrir de sobrepeso. Esta tristeza suele hacer que coma en exceso con más frecuencia y no se ejercite. En lugar de que la ropa te inspire, esta solo será una fuente de tristeza.
    • Otra antigua creencia es tener una talla de ropa como meta para bajar de peso. No obstante, las tallas no suelen ser estandarizadas, en especial para las mujeres. El corte de la prenda puede influir en gran medida en la forma en la que te quede y la apariencia que tenga en tu cuerpo. Asimismo, siempre existe la posibilidad de que la talla que tenías en secundaria no sea una meta realista para ti a los 45 años.
    • Empieza a usar otro tipo de ropa. Tan solo deshazte de las prendas que, en la actualidad, no te queden ni sean favorecedoras para tu cuerpo; y compra una cantidad pequeña de atuendos que ahora luzcan bien en ti. Al bajar de peso de forma sensata, podrás sentirte mejor contigo mismo en la actualidad. Asimismo, esto reflejará una perspectiva de concentrarte en el presente, un día a la vez.
  9. Hacerte responsable suele ser un elemento clave de todo plan de salud. Si sientes que otros se enterarán de lo que hagas, será más probable que tomes decisiones inteligentes. Además, las personas cercanas a ti podrán animarte y te ayudarán en tu proceso.
    • Sin embargo, no tienes que dejarte vulnerable a las críticas. Algunas personas podrían no ser las más indicadas para participar en tus planes de salud. No hay ningún problema con solo contarles tus planes a las personas que quieras incluir en ellos. En ocasiones, habrá personas que no nos darán su apoyo, nos criticarán mucho o no deberán enterarse de nuestro programa de pérdida de peso.
    • Del mismo modo, quizás solo tengas que contarle tus planes a un grupo selecto de personas. Por ejemplo, si publicas lo que has comido durante el día y tus ejercicios en Facebook, esto puede funcionar como si fuera un blog. No obstante, deberás reflexionar sobre las siguientes preguntas: ¿Las personas de tu lista de amigos querrán tener actualizaciones diarias sobre lo que hayas comido en el desayuno? ¿En verdad quieres que las personas del trabajo sepan cuánto pesas? Si faltas a tu clase de zumba, ¿tu hermana podría hacer un comentario sarcástico sobre ello en lugar de decir algo útil? Quizás sea mejor tener una lista privada para este fin.
    • Si dejas que otros se enteren, esto puede ayudarlos a planificar según corresponda. Por ejemplo, si estás siguiendo una dieta y un plan de ejercicios, y van a pasar un fin de semana en la playa, puedes recomendar una caminata en la playa, pero evitar la heladería.
  10. Si notas que cientos de personas han pasado por lo mismo que tú, esto puede motivarte mucho. Algunas de sus historias incluso podrían conmoverte. Esto puede ayudarte a notar que otras personas han tenido éxito.
    • Podrás encontrar historias exitosas de pérdida de peso en muchos lugares. Si sabes inglés, puedes empezar revisando páginas como AuthenticallyEmmie.com, [3] Canyoustayfordinner.com [4] y bloggingrunner.com. [5] Puede ser de utilidad que escuches las historias de otras personas, en especial si no tienes muchos modelos a seguir cerca de ti. Además de motivarte, también podrás emplearlos como recursos.
  11. Sin importar lo inteligentes que nos consideremos, todos respondemos a los mismos impulsos básicos. Si estableces un sistema de premios adecuado, esto hará que tu mente muestre disposición.
    • A algunas personas les gusta desarrollar un sistema de puntuaciones en el que obtengan un punto por cada buena decisión que tomen (ya sea sobre comida o ejercicios). Al alcanzar los 100 puntos, deberás premiarte con algo que te gustaría (como un masaje o un viaje de compras). No te premies con opciones poco saludables, como ir a comer una hamburguesa o comprar más dulces ricos en azúcar. Esto solo arruinaría tus esfuerzos. [6]
    • A algunos les gusta premiar su progreso con dinero. Tendrás que colocar un poco de dinero en un frasco cada vez que tengas un buen día. Este dinero lo gastarás en tu premio, sin importar lo que sea.
    • ¡No siempre tendrás que recibir el premio al final! Establécelo para una distancia determinada, una cantidad específica de calorías reducidas o peso perdido, o una cantidad determinada de días en los que no hayas comido lo que se antojaba. Si los premios son constantes, mantendrás la mirada fija en ellos.
  12. Si tu proceso mental solo consiste en pensar “Estoy gordo. Nunca haré progreso alguno”, correrás el riesgo de vivir una profecía autorrealizada. Si empiezas a pensar de forma positiva, la idea de lograr algo difícil será más creíble, ya que te sentirás mejor contigo mismo. Sabrás que puedes hacerlo y podrás lograrlo.
    • Si tienes muchas dificultades para pensar de forma positiva (lo cual es completamente normal), reserva unos minutos al día para concentrarte en ello. Si empiezas a pensar de forma negativa, deberás detenerte y empezar de nuevo. ¿Qué es lo que te gusta de ti? ¿Qué es lo que los demás dicen que les gusta de ti? ¿En qué eres bueno? Con el tiempo, esto se volverá cada vez más fácil, como cualquier otra actividad.
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Método 2
Método 2 de 3:

Motivar tu dieta y tus ejercicios

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  1. Por lo general, es mejor empezar con algo pequeño, en lugar de abarcar demasiado muy pronto. Esto ocurre en especial si has estado relativamente inactivo por un buen tiempo o si tienes una edad avanzada. Si abarcas demasiado muy pronto, esto puede lastimar tu cuerpo provocando lesiones y arruinando tu programa de ejercicios. Solo haz lo que puedas, así tu cuerpo podrá mantener el ritmo.
    • Si no te has ejercitado en mucho tiempo, deberás empezar con algo pequeño. Dedica una semana a evaluar tu nivel de aptitud física. Descubre lo que consideres fácil y difícil, y empieza a partir de ello. Solo aumenta tu actividad en un 10 % por sesión, así no causarás estragos en tu cuerpo.
  2. Quizás hayas estado corriendo los mismos 5 km tres veces a la semana y no puedas perder los últimos 4,5 kg (10 lb). Tu cuerpo y tú podrían haberse aburrido de tu rutina. Combínala con un entrenamiento cruzado, busca una clase que te guste o fíjate una nueva meta de ejercicios específica.
    • La manera más eficaz de bajar de peso es hacer ejercicios cardiovasculares y levantar pesas. [7] Si solo has estado haciendo uno de estos ejercicios, este podría ser tu problema.
    • Si odias ejercitarte, este no será el ejercicio para ti. Correr es un ejercicio grandioso, pero si detestas correr, no deberás hacerlo. Si odias lo que haces, no lo mantendrás. Si dedicas tu tiempo y energía a una actividad que te haga sentir bien, esta se convertirá en un pasatiempo para toda tu vida.
    • ¡Modifica tu rutina con frecuencia! Si modificas tu rutina en intervalos de unos meses, esto mantendrá el aburrimiento bajo control y evitará las lesiones por el uso reiterado.
    • Esto también permitirá que el programa vaya acorde a las estaciones. Podría ser agradable correr en otoño, pero quizás no tanto en los meses más fríos de invierno.
  3. Se ha demostrado que si les dices a otras personas y a ti mismo que no comerás determinados alimentos, en lugar de decir que no puedes comerlos, esto mejorará tu capacidad de ceñirte a tu objetivo. [8] .
    • Asimismo, trata de considerar al ejercicio como una parte de tu rutina diaria, en lugar de algo que estés obligado a hacer.
  4. Si solo deseas bajar de peso, no obtendrás resultados hasta después de un tiempo. En lugar de ello, puedes observar las diferentes cifras que se acumulen en tu vida cotidiana. Habrás dado miles de pasos luego de caminar en el transcurso de una semana. ¡Esta cifra te parecerá muy impresionante!
    • Tu registro o blog será de utilidad en este punto. Si anotas todo, pronto estarás ansioso por ver cómo las cifras aumentan. ¿Te imaginas haber corrido 24 km (15 millas) esta semana, haber reducido 4500 calorías y haber dado 30 000 pasos? [9]
    • ¿No sabes cómo contar tus pasos? Tan solo consigue un podómetro.
  5. Si tu viaje a la tienda de abarrotes requiere que no mires el pasillo de helados, estarás destinado a fracasar. Llegará un día en el que decidas dejar de ser cauteloso y abandones la dieta para comer dulces. Puedes evitar que esto ocurra si te das un poco de libertad.
    • Si rechazas las golosinas una y otra vez, esto puede hacer que te sientas privado de estos alimentos y puede debilitar tu motivación. No hay ningún problema con consumir alimentos poco saludables de vez en cuando. Sírvete 1/4 de una porción normal, luego saboréalo con lentitud entre sorbos de agua.
    • El color azul suprime el apetito. [10] Si te vas a dar un gusto pequeño, puedes servírtelo en un plato azul.
  6. Es fácil frustrarse mucho en relación con la pérdida de peso. Esta nunca ocurrirá con la rapidez y la facilidad que desees. Quizás sientas que has dedicado el 120 % en las últimas dos semanas y, al subir a la balanza, notes que solo has bajado 230 g (1/2 libra). Todos hemos pasado por ello, y es muy desagradable. Lo más fácil es adoptar una actitud negativa, pero no cedas, ya que así perderás la motivación.
    • En lugar de ello, concéntrate en tu progreso. El registro que has estado llevando es algo hermoso, ya que es una prueba de que estás encaminado. Léelo y vuelve a revisar las cifras. Reserva un tiempo para preocuparte más tarde, ahora será el momento de tomar buenas decisiones.
  7. Muchos inventamos la excusa “No tengo tiempo” o “¡Ejercitarse es tan aburrido!”. Sin embargo, el entrenamiento de intervalos de alta intensidad puede llevarse a cabo en minutos y puede quemar muchas calorías. Este invalidará todas las excusas.
    • Para realizarlo, todo lo que tendrás que hacer es intercalar periodos intensos de ejercicio y de descanso. Decir que quemarás calorías es subestimar este entrenamiento, ya que estas prácticamente desaparecerán en un instante. [11] Podrás realizarlo con cualquier equipo, pero la caminadora es un ejemplo simple. Empieza caminando por unos minutos, aumenta la intensidad hasta el 90 % de tu frecuencia cardiaca máxima por 30 segundos y luego retoma la velocidad de caminata por un minuto. Luego de ello, retoma el nivel muy intenso por 30 segundos. [12] Hazlo de 8 a 10 veces y con esto bastará.
    • Consulta con un doctor antes de probar este régimen si tienes incluso la más mínima inquietud sobre tu salud. Este no será adecuado para aquellos que no deseen afrontar algo difícil.
  8. Si tienes cosas nuevas para usar, podrás empezar a correr, ir al gimnasio o asistir a una clase con mucha más facilidad. Consigue zapatillas, audífonos o un atuendo de ejercicios nuevos. ¡Prueba todo lo que mantenga los ejercicios interesantes!
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Método 3
Método 3 de 3:

Mantener tu rutina

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  1. Deberás implementar el sistema de premios que hemos mencionado previamente y deberás hacerlo con la frecuencia que desees. No solo podrás premiarte cuando alcances una meta a largo plazo. También podrás darte premios pequeños para las metas a corto plazo, como comprarte un libro o un accesorio.
    • Por lo general, es una mala idea emplear la comida como premio. Aun así, podrás consumir una golosina de vez en cuando; no obstante, si la incluyes en tu sistema de premios, esto puede fomentar los patrones de comportamiento poco saludables.
  2. Necesitarás mucho tiempo para relajarte ahora que tu cuerpo estará mucho más activo que antes. Tómate un tiempo de descanso durante el día. Toma una ducha más larga o una siesta para recuperar energías, ya que lo merecerás.
  3. Si tienes muchas dificultades para levantarte y mantenerte activo, podrás usar estas fotos para recordar el trabajo que hayas hecho. Tomate una foto el primer día y luego cada semana. ¿En qué forma está cambiando tu cuerpo?
    • Podrías publicar estas fotos en tu habitación o por toda tu casa cuando tu progreso empiece a ser notorio. Esto te recordará que has hecho todo este trabajo, ¿por qué deberías sabotearlo ahora?
  4. Así como debes combinar tu rutina de ejercicios, también podrías incluir un nuevo hábito tan pronto como domines este estilo de vida saludable. Puedes dedicar una semana a consumir una dieta vegetariana, consumir una vitamina o practicar un pasatiempo al aire libre. ¿Qué podría gustarle a esta nueva versión de tu persona?
    • Empieza a cocinar si aún no lo haces. Además de mejorar la vida de tus amigos y familiares, esto también permitirá que desarrolles un conjunto de habilidades y que la alimentación saludable sea mucho más accesible.
  5. Esta casi siempre deberá ser una mayor prioridad. Ten en cuenta que tendrás obstáculos . Esto será inevitable y les ocurrirá a todos . Lo único que podrás hacer es volver a encaminarte. Si dejas de ejercitarte por un día, ¡esto será mejor que dejar de hacerlo por 2 días! No te atormentes, tan solo vuelve a empezar al día siguiente.
    • Esforzarse hasta cierto punto es mucho más difícil que rendirse. Si dejas de ejercitarte por una semana, esto podría hacer que regreses al punto en el que estabas hace dos semanas . Tenlo en cuenta cuando desees pasar la mañana echado en tu cama. ¿Cuáles serán las consecuencias en unos días?
  6. Esto requerirá que escribas mucho, pero no siempre tendrás que escribirlo como un libro propio, ya que también podría ser una sección de tu registro o tu blog. Tan solo cerciórate de que lo que escribas tenga una parte dedicada a lo bien que te vaya. Te sentirás muy bien cuando puedas escribir en esta sección.
    • Si sientes que no has tenido un día exitoso, deberás seguir analizando. ¿Qué tentaciones has dejado pasar y que podrían haberte hecho ceder? Reflexiona sobre lo que no hayas hecho, además de lo que sí hayas hecho.
  7. Rocky tenía una canción que lo caracterizaba, ¿así que por qué no tener la tuya? Todos necesitan algo que los haga entrar en ambiente. ¿Cuál es tu canción característica?
    • Dedica un tiempo a buscar alrededor de 15 canciones que te motiven mucho. Si tienes una lista de canciones que te motiven en tan solo unos segundos, esto permitirá que empieces todos tus ejercicios de forma adecuada.
  8. ¡Ha llegado el momento! Esos pantalones ya han pasado por la puerta, has alcanzado tu peso meta y la ropa que solías usar ya no te sirve. Dónalas en caridad como un acto de altruismo y orgullo. ¡Felicidades!
    • Puedes donar tu ropa a una organización que lo merezca, ¿pero también podrás donar tu tiempo y tu conocimiento a los demás? Es probable que al menos conozcas a algunas personas que actualmente estén atravesando por lo mismo que tú. ¿En qué forma podrás ayudarlos?
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Consejos

  • El agua es de mucha importancia. Deberás beber como mínimo 8 vasos al día.
  • Sé realista. Si tienes un amigo que es muy delgado y deseas tener su talla, ¡olvídalo! Busca a alguien que tenga una contextura similar a la tuya. Esto te será de mucha utilidad.
  • Mantén una perspectiva realista. La belleza está en los ojos de quien la mira. No existe un estándar de belleza. No necesitarás ciertas medidas para ser atractivo.
  • ¡No te desanimes! Si lo haces, conversa con tu mejor amigo y cuéntale aquello por lo que estés pasando. Él te escuchará y tratará de ayudarte. No seas cohibido con las personas que ames, ¡ellas también te quieren!
  • Consigue un compañero de compras que no te deje comprar alimentos poco saludables o comunícate con alguien que pueda disuadirte de comer demasiado.
  • No pruebes ningún tipo de suplemento para bajar de peso al principio. Ejercítate y consume una dieta saludable. Evidentemente, esto tomará unos meses, pero los cambios serán permanentes. No pierdas la esperanza.
  • Come en casa con más frecuencia, ya que no sabrás qué contendrán las comidas de los restaurantes; en cambio, sabrás con exactitud qué es lo que tienen las comidas que consumas en casa.
  • Busca substitutos saludables para los alimentos que te guste comer como bocadillos y que no sean adecuados para ti. ¿Te gustan los caramelos? Puedes comer una fruta. ¿Te gustan las donas o los pasteles? Consume una rosca. Busca otras maneras en las que puedas mejorar tu estilo de vida poco saludable de forma gradual, no de una sola vez.
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Advertencias

  • ¡No consumas dulces cuando te sientas triste o agotado! Mantén la fortaleza y ten en cuenta que tu estado de ánimo pasará.
  • Si tienes alguna inquietud sobre tu salud, primero consulta con un doctor o un profesional de la salud antes de realizar algún cambio repentino en tu dieta o tu rutina de ejercicios.
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