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La fascitis plantar se da cuando el ligamento plano de la planta del pie que pasa entre el talón y la almohadilla plantar se estira en una posición incómoda. Si la fascia plantar se tensa, pueden desarrollarse desgarros pequeños en el ligamento. Como resultado, el ligamento se inflama, causando dolor cuando se aplica presión en el pie afectado. Generalmente, la fascitis plantar ocasiona dolor en el talón que bien puede ser leve o puede afectar la deambulación. La buena noticia es que solo cerca de 5 de cada 100 personas requieren cirugía, mientras una gran mayoría de personas pueden tratar el problema utilizando remedios caseros sencillos o una terapia física de rutina. Sigue leyendo para averiguar lo que puedes hacer para disminuir el dolor de la fascitis plantar inmediatamente y descubre otras opciones de tratamiento si el dolor no disminuye. [1]

Método 1
Método 1 de 3:

Prueba con remedios que no son médicos

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  1. Una de las mejores cosas que puedes hacer para tratar la fascitis plantar es limitar la cantidad de tiempo que pasas de pie. Entre menos presión apliques sobre tu talón, más tiempo tendrá para curarse. Además, evita hacer ejercicio es superficies duras como el concreto cuando tengas el dolor. Es preferible correr sobre pasto o en una pista de caucho resistente al clima, si es posible.
  2. Estira los dedos de los pies y tus pantorrillas durante todo el día para prevenir que ocurra rigidez. Al aflojar los ligamentos, puedes fortalecer los músculos alrededor del arco de tu pie y aliviar el dolor.
  3. Esto ayuda a disminuir la inflamación y puede aliviar el dolor ocasionado por la fascitis plantar. Aún mejor, coloca una bola de golf o una botella llena de agua en el congelador y cuando ya esté congelada, úsala para masajear la planta de tu pie. Asegúrate de masajear completamente la parte interior del arco para intentar disminuir la inflamación y aliviar la tensión. [2]
  4. El calor también puede causar inflamación y empeorar los síntomas, aunque algunas personas experimentan alivio con las almohadillas térmicas. Si decides usarlas para tratar tus síntomas, asegúrate de alternar entre una bolsa con agua caliente y una con hielo o un baño frío. Siempre termina con un tratamiento con hielo.
  5. Las férulas nocturnas le dan posición al pie en un ángulo perfecto de 90 grados con el tobillo y sostiene los dedos de los pies en una posición recta para estirar el arco del pie. Esto previene que durante la noche se presente rigidez y calambres, y te permite mantener un estiramiento constante y ligero a lo largo de la noche.
  6. Una férula para caminar sostiene tu pie en su lugar junto con la férula tradicional durante varias semanas. Este método es un poco más caro y necesita tiempo sustancial de inactividad y compromiso. Además, es posible que requieras algún nivel de terapia física ligera una vez que se retira la férula para recuperar flexibilidad.
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Método 2
Método 2 de 3:

Busca tratamiento médico

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  1. Los analgésicos domésticos como el ibuprofeno (Advil o Motrin), naproxeno (Aleve), y la aspirina pueden ayudar a disminuir la inflamación y le dan un poco de alivio a tu pie. Escoge la presentación en crema o píldora. Si escoges la presentación en píldora, asegúrate de comer algo primero. Si usas la crema, simplemente cubre el área afectada y permite que se absorba.
  2. Consulta con un fisioterapeuta antes de considerar la cirugía para aliviar los síntomas de la fascitis plantar, para determinar si tu problema puede o no tratarse con un programa de rehabilitación y estiramientos guiados. Debes programar una cita con el fisioterapeuta una vez que hayas agotado todos los tratamientos no médicos enlistados previamente y antes de recurrir a un procedimiento médico invasivo como la cirugía.
  3. Estas inyecciones de corticoesteroides pueden aliviar los síntomas de la fascitis plantar al disminuir temporalmente el dolor. Sin embargo, estas inyecciones no son una solución a largo plazo para aliviar el problema. Ten en cuenta de que a pesar de que las inyecciones son menos invasivas que una cirugía, aún pueden ser dolorosas. El exceso en la administración de las inyecciones también puede conducir al daño del talón.
  4. Este procedimiento envía ondas de sonido al área dolorosa para relajar los músculos en tu pie. La terapia de ondas de choque generalmente se prescribe para personas que no han visto resultados con los tratamientos caseros por más de seis a doce meses. Los efectos adversos incluyen moretones, inflamación, dolor y entumecimiento. Aunque es menos invasiva que la cirugía, también ha probado que es menos efectiva. [3]
  5. Si ninguno de los métodos mencionados anteriormente han ayudado a disminuir tus síntomas después de transcurrido un año, tal vez la cirugía para liberar la fascia plantar sea necesaria para curar tus síntomas. Este procedimiento quirúrgico libera la tensión y la inflamación del ligamento de la fascia plantar al cortar parte del mismo ligamento.
    • Antes de decidirte por una cirugía, ten paciencia con los tratamientos no quirúrgicos. Prueba por lo menos unos 6 a 12 meses con los tratamientos no invasivos antes de proceder con una cirugía.
    • Existen muchos riesgos asociados con la cirugía de liberación de la fascia plantar. Estos son: atrapamiento del nervio o síndrome del tunel tarsal, desarrollo de un neuroma, dolor constante del talón, infección, tiempo de recuperación prolongado y una capacidad retardada para curar la herida. [4]
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Método 3
Método 3 de 3:

Previene la fascitis plantar

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  1. Comúnmente, las zapatillas atléticas o zapatos con una plantilla con buena amortiguación son buenas opciones.
  2. Para añadir amortiguación adicional a tus zapatos, pon taloneras o un aparato ortopédico. Esto es particularmente útil si tus zapatos ya de por sí son incómodos. Asegúrate de equilibrar tus pies utilizando aparatos ortopédicos en ambos zapatos, sin importar si el dolor se presenta en uno o ambos pies. Los zapatos que no están equilibrados pueden causar dolor. Consulta con un experto para determinar si tienes un exceso en la pronación o en la supinación del pie al caminar o correr, y que te prescriba aparatos ortopédicos personalizados o plantillas. [5]
  3. Antes de siquiera caminar, ponte tus zapatos, incluso dentro de tu casa. Compra zapatos para usar en la casa que sean cómodos y que tengan buen soporte, como las pantuflas. Aquí es donde realmente puedes cuidar tus pies con zapatos con soporte. No importa cómo se vean, dado que los vas a usar solo en casa. Enfrentémoslo, los zapatos más atractivos generalmente son los más incómodos.
  4. En algunos casos, la presión adicional que soporta el talón viene del sobrepeso que tiene la persona y puede empeorar un caso de fascitis plantar. Como siempre, es recomendable seguir una dieta y hacer ejercicio para alcanzar un peso saludable para tu edad y tu estatura. [6]
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