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Un esguince de rodilla es una lesión en los ligamentos de las rodillas, que son como bandas elásticas duras que conectan los huesos y mantienen las articulaciones en su lugar. Un esguince puede afectar muchos de los ligamentos de la rodilla al desgarrar las fibras de los tejidos, lo cual por lo general causa dolor, hinchazón y hematomas. [1] Si te han diagnosticado un esguince de rodilla, puedes seguir estos pasos sencillos para recuperarte lo más pronto posible.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Seguir el método P.R.I.C.E

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Este método de primeros auxilios se basa en sus siglas en inglés P rotection (protección), R est (reposo), I ce (hielo), C ompression (vendaje compresivo) y E levation (elevación).

  1. Tan pronto como te lesiones la rodilla necesitas protegerla de un daño mayor. Cuando ocurra el esguince, no muevas tu rodilla ni continúes con la actividad que estabas realizando cuando te lastimaste. Esto solo hará que tu esguince empeore. Si es posible, siéntate inmediatamente y alivia la presión de tu rodilla.
    • Si estás en un lugar público, pídele a alguien que te ayude a conseguir un médico. No debes caminar mucho hasta que puedan evaluar cuál es la gravedad de tu esguince.
    • Consulta con un médico tan pronto como sea posible. Debido a que es el método más popular para tratar un esguince, tu médico probablemente te dirá que continúes con el resto del método P.R.I.C.E. después de tu visita. Sin embargo, si se trata de un esguince grave, asegúrate de seguir sus instrucciones al pie de la letra. [2]
  2. Dentro de las primeras 48 horas, lo más importante que puedes hacer por tu rodilla es descansar. Esto le dará al ligamento tiempo para que sane y se repare a sí mismo. Tu médico probablemente te dirá que te abstengas de cualquier actividad tanto como sea posible en los días posteriores a tu lesión. Para lograrlo, es posible que te dé muletas.
    • Es posible que tu médico también te recomiende una férula o un aparato ortopédico si tienes problemas para mantener tu rodilla quieta en los primeros días después de tu lesión. [3]
  3. En los primeros días, debes aplicar hielo a tu rodilla para ayudar a aliviar la inflamación y el dolor. Pon cubos de hielo o hielo picado en una bolsa de plástico sellada. Envuelve la bolsa en una toalla o un paño. Luego, colócala en tu rodilla durante 20 minutos a la vez. Puedes repetir este procedimiento de 4 a 8 veces al día.
    • No te apliques el hielo en la pierna por más de 20 minutos. Podrías causar lesiones por frío o congelación si lo haces.
    • También puedes usar una compresa fría en lugar de hielo. [4]
    • Debes continuar con el tratamiento con hielo durante 48 horas o hasta que baje la hinchazón. [5]
  4. Para ayudar a reducir la hinchazón debes vendar tu rodilla los días después de tu lesión. ¡Necesitas envolver tu rodilla con una venda elástica o una banda! Sin embargo, asegúrate no hacerlo tan ajustado que cortes la circulación.
    • Quítate la venda mientras duermas. Esto le dará tiempo a la sangre en tu rodilla para que circule libremente. Es muy probable que tu rodilla no se mueva mucho mientras duermas.
    • Podrás quitarte la venda después de 48 horas. Sin embargo, si tu rodilla todavía está hinchada, es posible que tu médico te aconseje que la sigas usando. [6]
  5. Durante los días después de tu lesión, debes elevar tu pierna tanto como sea posible. Trata de mantener tu rodilla por encima del nivel de tu corazón para disminuir el flujo de sangre y la hinchazón. [7] Siéntate o acuéstate boca arriba. Coloca dos o tres almohadas debajo de tu esguince para elevar tu rodilla por encima de tu corazón. [8]
    • La cantidad de almohadas que necesites para elevar tu rodilla dependerá de tu posición. Si estás sentado, es posible que necesites más almohadas que si estás acostado boca arriba.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Aplicar los métodos tradicionales de tratamiento

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  1. Después de haber cuidado tu pierna con el método P.R.I.C.E. durante 48 a 72 horas, puedes empezar a incorporar algunos tratamientos adicionales que ayudarán a aliviar el dolor y la hinchazón. Usa una almohadilla eléctrica o una compresa caliente en tu rodilla para aliviar la rigidez y el dolor. Aplica calor durante 20 minutos cuatro veces al día o según sea necesario. Esto ayudará a soltar los músculos de la rodilla que han estado descansando durante los tres días previos.
    • También puedes aplicar calor a tu rodilla en una sauna, jacuzzi, baño caliente o bañera de hidromasaje. [9]
    • No apliques calor antes de que transcurran 72 horas. En realidad, te harás más daño que bien si aplicas calor demasiado pronto. El aumento de flujo de sangre en la rodilla mientras todavía se recupera puede hacer que sangre o se hinche más. [10]
  2. Si bien estás sanándote, los medicamentos de venta libre te pueden ayudar a controlar el dolor en cuestión. Puedes tomar ibuprofeno o paracetamol si experimentas demasiado dolor que no puedas manejar sin medicamento.
    • Prueba con marcas comunes de ibuprofeno como Advil y Motrin y marcas de paracetamol como Tylenol. [11]
    • También puedes tomar medicamentos antiinflamatorios como el naproxeno. Puedes comprarlo sin ninguna receta médica en marcas como Aleve. [12]
    • Pídele a tu doctor que te prescriba una receta de medicamentos inflamatorios si el dolor y la hinchazón en tu rodilla persisten por más de una semana.
  3. Si no deseas tomar analgésicos orales, hay algunas cremas tópicas que pueden ayudar con el dolor. Puedes comprar cremas con ibuprofeno en la farmacia de tu localidad. Este método es más efectivo cuando tienes menos dolor, ya que la versión tópica del ibuprofeno no afecta mucho a tu sistema, por lo que puede no funcionar con el dolor intenso.
    • Hay otras cremas que están disponibles solo con receta. Pregúntale al médico si puede ser una opción. [13]
  4. Mientras te recuperes, no debes beber bebidas alcohólicas. Esto es especialmente cierto en los primeros días después de tu lesión. El alcohol puede disminuir la capacidad de curación de tu cuerpo. También puede fomentar la inflamación y la hinchazón.
    • Pregúntale a tu médico antes de empezar a beber de nuevo. Querrás asegurarte de que tu rodilla haya sanado lo suficiente como para que el alcohol no impida tu recuperación. [14]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Rehabilitar tu rodilla

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  1. Una vez que te hayas sanado lo suficiente como para empezar a mover tu rodilla de nuevo, es posible que tu médico te recomiende ejercicios para ayudarte a conseguir la movilidad en tu rodilla de vuelta. El principal propósito de los ejercicios es ayudar a evitar la rigidez, aumentar la fuerza, mejorar el rango de movimiento y aumentar la flexibilidad de las articulaciones en la rodilla. Es posible que te den ejercicios que se centren en el equilibrio y la fuerza. Tendrás que realizarlos varias veces al día para mejorar con el paso del tiempo.
    • El tipo de ejercicios y la cantidad de tiempo que tendrás que hacerlos depende de la magnitud de tu lesión. Es posible que necesites realizarlos durante más tiempo si tu esguince en la rodilla es grave. Pregúntale a tu médico por cuánto tiempo debes hacer los ejercicios. [15]
  2. Si tu lesión es realmente grave, es posible que tengas que trabajar con un fisioterapeuta o hacer terapia física en casa por durante un tiempo después de tu lesión. Esto no es común en la mayoría de los casos, pero hay algunos en los que es necesario sanar completamente los ligamentos y devolverle a la rodilla su estado anterior.
    • Los ejercicios que hagas dependerán de tu lesión, pero su objetivo es ayudar con la rigidez, reducir la hinchazón persistente y devolverle a la rodilla todo su rango de movimiento sin causar dolor. [16]
  3. Unas semanas después de tu lesión, tu médico te puede sugerir que regreses a tu rutina diaria normal sin ayuda de vendas, muletas o aparatos ortopédicos. Cuando esto suceda, es probable que te sugiera tomarlo con calma al principio para poner a prueba tu fuerza, flexibilidad y rango de movimiento después de la lesión.
    • Si no sientes dolor, puedes regresar a tu nivel normal de actividad, incluyendo los deportes y otras actividades físicas. [17]
  4. En raras ocasiones, es posible que tu médico decida que es necesario hacerte una cirugía. Una de las razones principales de la cirugía es reparar el ligamento cruzado anterior (LCA), que es el ligamento interior de la rodilla que ayuda a que se mueva hacia atrás y delante. Debido a que es un ligamento integral, si te rompes, desgarras o lesionas este músculo, se tiene que reparar de la mejor manera. Es aún más común para los atletas necesitar una cirugía en el LCA para asegurar el retorno al rango anterior de movimiento y fuerza.
    • Es posible que necesites cirugía si te lesionaste más de un ligamento en tu rodilla. Es posible que sea demasiado difícil para tus ligamentos repararse por sí mismos.
    • La cirugía suele ser el último recurso. En la mayoría de los casos, todos los otros métodos se intentan primero antes de considerarse la cirugía siquiera como una opción. [18]
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