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Los pimientos verdes pueden congelarse crudos, pero si planeas cocinarlos después de descongelarlos, deberías considerar escaldarlos en agua hirviendo antes de congelarlos. También puedes congelar pimientos verdes de otras maneras. Las siguientes son algunas instrucciones básicas sobre cómo hacerlo.
Pasos
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Trabaja con pimientos maduros. Los pimientos deben ser verde oscuro y tener una textura firme.
- Usa pimientos que estén tan frescos como sea posible. Los pimientos cosechados directamente de tu jardín funcionan mejor, pero también puedes comprarlos en la tienda siempre y cuando escojas unos que estén en buena forma.
- Si no puedes congelar los pimientos verdes inmediatamente, refrigéralos temporalmente y congélalos en un lapso no superior a un día.
- No uses pimientos verdes que tengan un color apagado, áreas blandas o dañadas. No escojas pimientos que estén demasiado maduros, ni los que tengan varios días de almacenamiento.
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Limpia cuidadosamente los pimientos verdes. Enjuaga los pimientos bajo el chorro de agua tibia o fría.
- Frótalos suavemente con los dedos para eliminar la tierra que se les haya pegado. Evita frotar los pimientos con un cepillo para verduras, ya que las cerdas duras podrían raspar o dañar la piel de alguna otra manera.
- Seca bien con toallas de papel limpias.
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Retira las semillas y corta los pimientos en trozos del tamaño deseado. Como mínimo, se deben retirar los tallos y las semillas y los pimientos tienen que cortarse a la mitad.
- Usa un cuchillo de pelar afilado para cortar alrededor del tallo. Levanta el tallo lentamente, retirando, en el proceso, la mayor parte de las semillas.
- Corta el pimiento verde a la mitad a lo ancho, de lado a lado. Enjuaga cada mitad con agua para retirar cualquier semilla suelta que haya quedado. De ser necesario, puedes usar el cuchillo para retirar cualquier sección con semillas que haya quedado.
- Puedes dejar los pimientos verdes cortados en mitades, o puedes cortarlos en trozos más pequeños. Por ejemplo, puedes cortarlos en cuadros, picarlos en trozos de 1/2 pulgada (1.27 cm), córtalos en tiras delgadas o en aros finos. El corte exacto es una cuestión de preferencia y debería determinarse basándose en la forma que necesitarás usarlos cuando los descongeles.
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Determina si necesitas o no escaldar los pimientos. Sólo escalda los pimientos si planeas cocinarlos después de descongelarlos.
- Si planeas usar los pimientos verdes en platillos frescos, sin cocinar, no los escaldes. Pasa por alto el proceso de escaldado y ve directamente al proceso de congelado. Los pimientos verdes que se congelan crudos tienen una textura más crocantes cuando se descongelan.
- El escaldado, sin embargo, es un proceso importante si planeas usar los pimientos verdes en alimentos cocidos. El escaldado elimina enzimas y bacterias que destruyen nutrientes, sabor y color con el tiempo. Como resultado, tus pimientos retendrán su condición y valor presentes por más tiempo en el congelador.
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Llena con agua una olla grande. Ponla a hervir a temperatura alta.
- La olla debe tener alrededor de 2/3 de agua. Si el nivel de agua disminuye significativamente durante el proceso de escaldado, añade más agua caliente para que el nivel alcance los 2/3.
- Dale tiempo al agua para que rompa el hervor antes de continuar.
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Prepara un recipiente grande con agua helada. Pon una charola de cubitos de hielo, o aproximadamente una docena de cubitos, en un recipiente grande. Llénalo con agua fría hasta que tenga aproximadamente 2/3 de agua.
- Sigue añadiendo hielo cuando sea necesario a fin de mantener la tempera helada durante el proceso.
- Usa un recipiente que sea por lo menos tan grande como la olla.
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Escalda los pimientos verdes. Transfiere los pimientos al agua hirviendo y déjalos por u n periodo breve.
- Los pimientos verdes en mitades deberían escaldarse en 3 minutos. Las tiras, trozos o aros, sólo necesitan permanecer en la olla por 2 minutos.
- Comienza a tomar el tiempo del proceso de escaldado ni bien pongas los pimientos en el agua.
- Se puede utilizar la misma agua para escaldar cinco tandas de pimientos.
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Sumerge rápidamente los pimientos en el agua helada. Tan pronto como los pimientos hayan terminado de escaldarse, pásalos del agua hirviendo al agua helada usando una espumadera.
- El agua helada baja rápidamente la temperatura de los pimientos, deteniendo el proceso de cocción.
- Deja que los pimientos se enfríen durante el mismo lapso de tiempo que fueron escaldados.
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Escurre bien los pimientos verdes. Transfiere los pimientos verdes a un colador y déjalos escurrir hasta que estén secos.
- Alternativamente, retíralos del agua helada con una espumadera y extiéndelos sobre capas de toallas de papel limpias.
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Extiende los pimientos en un molde para hornear. Coloca las mitades o trozos de pimiento verde a fin de que queden en una sola capa y no se encimen o toquen entre sí.
- Este paso hace posible retirar o usar solamente algunos de los trozos de pimiento de la porción congelada.
- Si los pimientos verdes se tocan entre sí mientras se congelan, se pegarán, haciendo que sea imposible separarlos en trozos individuales sin descongelarlos antes.
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Congela los pimientos en la charola. Coloca el molde para hornear con los pimientos en el congelador y déjalos allí hasta que están sólidamente congelados.
- Sólidamente congelados significa que los pimientos no pueden ser rotos o cortados usando un cuchillo.
- El proceso puede llevar un par de horas. Los trozos más grandes y las mitades se tomarán más tiempo para congelarse que los más pequeños.
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Transfiere los pimientos verdes a bolsas o recipientes para congelar. Retira los pimientos verdes congelados del molde y pásalos a una bolsa para congelar u otro recipiente de plástico para el congelador.
- Si escaldaste antes a los pimientos, dejar 1/2 pulgada (1.27 cm) de espacio vacío en la parte superior del recipiente a fin de darles espacio para que se expandan a medida que se congelan. Si no los escaldaste, sin embargo, no necesitas dejar espacio.
- No se recomiendan los envases de vidrio, ya que tienden a romperse y desparramar vidrios en el congelador.
- Si empacas los pimientos verdes en bolsas de plástico, exprime todo el exceso de aire que te sea posible antes de sellarlas. El exceso de aire hace que las quemaduras por congelación sean más posibles.
- Las bolsas selladas al vacío son ideales, pero no necesarias.
- Etiqueta la bolsa o envase con la fecha actual, a fin de que puedas saber cuánto tiempo han permanecido los pimientos en el congelador.
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Congela los pimientos verdes hasta que los necesites. Descongélalos antes de usarlos o guísalos directamente congelados.
- Los pimientos verdes que no están escaldados pueden guardarse hasta 8 meses.
- Los pimientos que fueron escaldados pueden guardarse de 9 a 14 meses, dependiendo del aire que tenga la bolsa y la temperatura a la que se mantenga el congelador.
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Congela pimientos verdes rellenos. Rellena los pimientos verdes con una mezcla hecha de carne molida, arroz y salsa de tomate. Congela los pimientos hasta que los vayas a servir.
- Combina 1 lb (450 g) de carne molida o chorizo, 1 diente de ajo picado, 1 cucharadita (5 ml) de sal, 16 oz (500 ml) de salsa de tomate, 1 taza (250 ml) de cebolla picada, 2 tazas (500 ml) de queso mozzarella deshebrado y 2 tazas (500 ml) de arroz cocido. Mezcla los ingredientes en un recipiente grande.
- Escalda de 6 a 8 pimientos. Retira la parte superior de los pimientos y las semillas. Cocínalos en agua hirviendo por 3 minutos.
- Rellena los pimientos con la mezcla de carne. Usa cantidades iguales de relleno en cada pimiento.
- Acomoda los pimientos verdes rellenos sobre una lámina para asar y congela por varias horas o hasta que estén sólidamente congelados.
- Envuelve individualmente los pimientos congelados con envoltura de plástico, acomódalos en un recipiente de plástico para congelador y vuélvelos a poner en el congelador por varios meses.
- Cuando los vayas a servir, retira la envoltura de plástico y hornea los pimientos verdes parcialmente descongelados a 400 grados Fahrenheit (204 grados Celcius) por entre 30 a 45 minutos.
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Forma bolitas de pimiento verde. Asa y muele los pimientos verdes para crear bolitas de pimiento verde, y ahorrar espacio.
- Lava los pimientos y retira las semillas.
- Después de salpicar los pimientos verdes con aceite de oliva, hornéalos a 426 grados Fahrenheit (218 grados Celsius) por entre 50 y 60 minutos.
- Enfría los pimientos verdes horneados levemente antes de molerlos con un procesador de alimentos o una licuadora.
- Con una cuchara, coloca pilas de puré de pimiento verde sobre una lámina para hornear cubierta con papel de cera o de mantequilla.
- Congela las bolitas por una o dos horas, hasta que estén sólidamente congeladas.
- Retira las bolitas de pimiento verde de la lámina usando una espátula chata. Colócalas en una bolsa o envase de plástico al vacío para el congelador.
- Congela hasta 12 meses o hasta que vayas a usarlas.
- Cuando vayas a usarlas agrega estas bolitas a sopas, guisos, salsas, chilli u otros líquidos. Las bolitas se disolverán al cocinarlas, dándole al platillo el sabor de pimientos asados.
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Cosas que necesitarás
- Toallas de papel
- Cuchillo de pelar
- Olla
- Recipiente grande
- Espumadera
- Lámina para hornear
- Papel mantequilla o encerado
- Espátula chata
- Bolsas o recipientes de plástico para el congelador
- Envoltura de plástico
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